106. Discusión con James
Bueno, no eres lo que yo estaba buscando, pero tus brazos estaban abiertos en mi puerta y me enseñaste para que es la vida para ver que no es tan ordinaria. Ilumíname de nuevo, ilumíname de nuevo. Y quiero mantenernos completamente vivos, y quiero verte en mis ojos, pero te veo en las luciérnagas y eso es extraordinario.
Light Me Up — Ingrid Michaelson
12 de marzo de 1979
Los meses habían pasado y las cosas comenzaban a complicarse. James y yo formábamos parte de la Orden del Fénix, al igual que los demás Merodeadores, las chicas, Edgar y los hermanos gemelos de Molly y más gente, pero no hablaba mucho con ellos, porque no muchas veces podía asistir.
James muy pocas veces me dejaba ir, ya que tenía que cuidar a las niñas, aunque yo también quería hacer algo, quería entrenar para Auror y para Medimaga.
Mary me ayudaba para Medimaga y lo llevaba bastante bien, en cambio, como Auror, James no me dejó porque decía que era peligroso, pero no entendía por qué él si podía arriesgar su vida de esa manera. Porque cada vez que venía de alguna misión llegaba con golpes y en mal estado, al igual que el resto de los Merodeadores, y la que tenía que currarles era yo.
Menos mal que sabía todo lo necesario gracias a Madame Pomfrey.
Ahora me encontraba con Andromeda en mi casa, mientras los Merodeadores estaban en alguna Misión al igual que las chicas, odiaba estar encerrada sin poder hacer nada más que esperar que alguno llegara y le curara las heridas.
—Cariño, ¿estás bien? —no había prestado atención a lo que había dicho Andromeda.
—No... Odio esto Andromeda, yo también quiero ir ahí fuera, no quedarme en casa sin hacer nada mientras ellos arriesgan sus vidas... Vivo con el miedo constante de creer que no llegarán con vida y no puedo permitir que eso ocurra... Técnicamente, esta guerra también es mía porque él me busca a mí.
—Cariño, te entiendo mejor que nadie.
—Tengo que hacer algo.
—Sabes que siempre te apoyaré en todas las decisiones que tomes, ¿verdad? —me regaló una pequeña sonrisa.
—Lo sé.
—Por eso, yo te voy a apoyar en esto, si quieres ir puedes hacerlo, yo puedo cuidar de las niñas, estoy segura de que a Ted le encantará la idea porque ama a tus hijas.
—¿De verdad haríais eso por mí?
—Sí, así que vete, yo me quedaré aquí con las niñas, ve a demostrarles lo buena que eres en duelo y ayuda.
La abracé y ella me correspondió con una pequeña carcajada, al separarnos miré que las niñas estuvieran bien y salí rápidamente de esa casa para ir a hablar con Dumbledore.
Al llegar lo vi hablando con Moody.
—Señora Potter, ¿qué le trae por aquí? —los dos me miraron.
—Quiero participar, ya estoy harta de quedarme escondida.
—El señor Potter...
—Al diablo con lo que haya dicho el señor Potter, yo también quiero ser de utilidad, esta guerra también es mía y él no parará hasta tenerme, debemos detenerlo de una vez por todas.
—Me gusta esta chica, el señor Black dijo que tenía carácter, pero su esposo no quiere que esté en esto.
—Él no puede decidir por mi Moody —quería demostrarle a todo el mundo que podía porque se les había olvidado todo lo que hice hasta ahora.
—Sin duda sabemos de sus capacidades y es usted una mujer extraordinaria, yo puedo encargarme de su formación —hablo Alastor.
—Sería todo un placer.
—Perfecto, empecemos ahora —miró a Dumbledore— Nos veremos pronto.
Los dos nos desaparecimos y llegamos al Ministerio, donde a los lejos pude ver a los chicos y a las chicas con un mal aspecto.
—Me alegra saber que te tendremos oficialmente en la Orden y no como una sombra, se te echaba demasiado de menos por aquí —solté una pequeña risa.
De pronto Marlene que estaba con los chicos a lo lejos, se dio cuenta de mi presencia porque todos miraron a la dirección en la que miraba y al verme todos estaban muy sorprendidos. Decidí ignorarlos y seguir a Moody, no quería su protección porque yo sola podía protegerme y podía proteger al resto.
Yo había creado la Orden del Fénix, yo había ido a mis quince años a mi primera misión, así que nadie podía obligarme a no luchar.
Llegamos a una sala de entrenamiento y no sé cuánto tiempo estuvimos allí, pero sin duda Alastor Moody era un buen oponente, al acabar ninguno de los dos ganó.
—Eres increíble Lex, sin duda llegará a ser la mejor Auror del Mundo Mágico.
Al salir, los chicos por desgracia seguían allí seguramente esperándome y James estaba enfadado. De pronto una persona que conocía muy bien se acercó a mí.
—Alexandra.
—Cordelia —ella era de la edad de Matthew que se convirtió en la mano derecha de mi padre, ahora era la mía y de Alexander.
—Me da gusto verte —me sonrió y nos abrazamos.
—Igual.
—Las cosas van muy bien en América gracias a ti, esperamos que pronto puedas venir a visitarnos
—Claro, espero que no te moleste, pero debo irme —ella asintió con una sonrisa.
—Claro, cuídate mucho — miré a Moody.
—Mañana comienzas tu entrenamiento y empiezas con las misiones —asentí y sin darle tiempo a los chicos de hablar me desaparecí con mi don y llegué a mi casa.
Andromeda estaba con su hija Tonks y con Ted jugando con las niñas.
—Alexandra —me giré para ver a James enfadado con los chicos detrás de él.
—¿Necesitas algo Potter?
—¿Por qué haces esto?
—Porque quiero —no necesitaba que nadie me salvará. James bufó y salió por la puerta y fui tras él —¡JAMES!
Este tenía el traje que una vez utilizó en el baile, pero no tenía el chaleco. Se dio la vuelta y me miró enfadado.
—¡QUÉ!
—¿Por qué tienes que actuar de esa manera? —estamos a varios pasos de distancia.
—¿POR QUÉ? ¿DE VERDAD ESTÁS PREGUNTANDO ESTO? ¡QUIERO PROTEGERTE! ¡QUIERO PROTEGEROS PORQUE TENGO MIEDO DE PERDEROS Y TÚ VAS Y HACES LO QUE QUIERES!
—¡ES MI DECISIÓN JAMES! ¡YO TAMBIÉN QUIERO LUCHAR!
—¿Qué pasa conmigo? ¿Qué pasará conmigo si llego a perderte? Lexi, no puedo vivir sin ti.
Últimamente, las cosas estaban demasiado complicadas y se notaba demasiado, los dos teníamos demasiado encima.
—¿Y tú crees que a mí me gusta que vayas por ahí? Yo también tengo miedo de que algún día no entres por la puerta.
—Quiero protegerte.
—Sé protegerme a mí misma Potter y te lo he demostrado muchísimas veces.
—Lex, por favor mantente alejada de todo esto.
—No, está es más guerra mía que tuya.
—¡POR ESO QUIERO QUE TE ALEJES! —los dos estábamos llorando.
—¡NO VOY A ALEJARME! Te guste o no, yo también formaré parte de esto, no eres nadie para decidir por mí.
—¡BIEN! —se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
—¡JAMES! ¿A DÓNDE VAS?
—¡LEJOS DE TI! —me quité el anillo de compromiso.
—¡JAMES! —él se giró y yo le tiré el anillo.
—¡LLÉVATE TU ESTÚPIDO ANILLO! ¡SIEMPRE ME DICES QUE TENGO COMPLEJO DE HÉROE PERO EL ÚNICO QUE LO TIENE ERES TÚ! ¡SI QUIERES IRTE PERFECTO NO VOY A DETENERTE! —él tenía el anillo en la mano y me miraba preocupado— ¡AHORA SEÑOR POTTER LÁRGUESE! ¡SIEMPRE TE HA GUSTADO IRTE! ¡PUES AHORA TIENES LA OPORTUNIDAD DE HACERLO!
James abrió la boca para decir algo, pero volvió a cerrarla y se fue de allí, dejándome destrozada, mientras lloraba desconsoladamente. ¿No podía confiar en mí?
¿Dónde estaba la promesa de que estaríamos juntos pasara lo que pasara?
Hablamos sobre nuestro futuro como si lo supiéramos. Nunca planeamos aquel día en el que te perdería. En otra vida, yo sería tu chica, mantendríamos nuestras promesas, seríamos nosotros contra el mundo. En otra vida, haría que te quedarás, para así no tener que decir que fuiste tú el que se marchó.
The One That Got Away — Katy Perry
NOTA DE AUTORA
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #destinywattpad ❤
Os amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro