Elevo mis manos, pinto mi espíritu de oro e inclino mi cabeza, mantengo tranquilo mi corazón. Porque esperaré, esperaré por ti.

I Will Wait — Mumford & Sons

6 de Mayo de 1965

Alexandra Stafford

Para tener cuatro años casi cinco de vida era demasiado habladora y lista, o eso me recordaba mi hermano Matthew constantemente. Supongo que eran uno de los motivos por los cuales mi madre me castigaba constantemente por ser una habladora sabelotodo.

Nunca se me pasó por la cabeza el cambio enorme que había dado mi vida estos últimos meses desde que a mi madre se le había ocurrido la grandiosa idea de castigarme de cualquier manera, golpes, cortes, dejándome sin comer...

Nadie lo sabía y por mucho que quisiera contárselo a alguien estaba segura de que Mamá se las ingeniaría para convencerles de que sólo decía tonterías, ni Matthew lo sabía. Es cierto que él sí me creería cuando le dijera todo, pero era mejor que no lo supiera por su bien.

Mamá era una persona fuerte, valiente, decidida y sin duda alguna tenía todas sus intenciones claras, tenía los ojos azules y el pelo rubio. Ella era hija de Cordelia Anastasia Berchesan y de Gabriel Alexander Berchesan, mi dos abuelos eran magos, pero por parte de mi abuela, ella fue nacida de Muggles. Mi madre tenía cuatro hermanos.

Sophia Anastasia Fleming Berchesan, ella era la mayor de los cinco y se había casado con Jeff Emery Fleming, y tenían una hija de la misma edad que yo, Jade Eliza Fleming Berchesan. Jade era amable y era como una hermana para mí, pero nos veíamos poco porque ellos residían en Austria. Jade tenía los ojos color avellana, el pelo rubio largo y era muy bonita sin duda.

La segunda era mi madre Roxanne Cordelia Stafford Berchesan, ella se casó con Benjamin Grayson Stafford, y nos tuvieron a Matthew Gideon Stafford, a mi hermana pequeña Elizabeth Joanne Stafford y a mí, Alexandra Madeline Stafford.

La tercera era Alina Alexia Berchesan, ella era muy divertida y no era tan seria como mi tía Sophia y Mamá. Ella siempre veía lo bueno de la vida y siempre buscaba soluciones para todo. Ella no se había casado con nadie, según ella eso era una pérdida de tiempo porque al final malgastas años con alguien que tal vez no sea el indicado para ti.

Por último estaban los mellizos Alexander Gabriel Berchesan y Adele Eliza Berchesan. Ellos dos eran los pequeños de los hermanos, digamos que se llevaban con tía Sophia diez años, con mamá ocho y con tía Alina se llevaban dos años. Por lo poco que me había contado tía Alina, ellos dos eran inseparables, pero por desgracia hace unos años mataron a la tía Adele, se desconoce la causa, aunque la familia de mamá dice que la mataron, los demás lo clasificaron como suicidio.

Sophia tenía el pelo castaño, ojos color avellana, largas pestañas y el pelo le llegaba por los hombros. Tenía una mirada fría, pero solo con las personas que no conocía, no daba segundas oportunidades. Siempre decía que si les dabas una segunda oportunidad seguirían perdiéndola porque si ya lo hizo una vez quien nos asegura de que no volverán a hacerlo de nuevo.

Alina tenía el pelo castaño, los ojos verdes, largas pestañas y el pelo bueno siempre hacia cambios con él, a veces era castaño hasta los hombros, otras veces se teñía de rubio y se lo cortaba, siempre había cambio. Decía que siempre hacer lo mismo o tener lo mismo era aburrido.

Alexander y Adele al ser mellizos tenían pequeñas similitudes, Alexander tenía los ojos verdes y el pelo castaño corto, tenía una mirada cálida, a lo que me refiero es que no era como tía Sophia y Mamá, él no era tan frío y siempre le gustaba leer. Gracias a papá y a él me había aficionado a la lectura, de Mamá aprendí el rumano que era su lengua paterna, de tía Sophia aprendí a tocar el piano y a hablar francés. En cambio por lo que me hablaban de Adele era una mujer hermosa de ojos azules, pelo castaño claro que le llegaba hasta la cintura, era delgada y todo el mundo la adoraba. Pero desgraciadamente no pude conocerla porque había muerto.

Por el lado de Papá, sus padres se llamaban Jacob Alexander Stafford y Elizabeth Amelie Stafford O'Connor. Papá era una persona divertida y también era una persona seria, le encantaba la organización, era valiente, fuerte, amable, tenía los ojos color avellana y el pelo castaño, tenía un poco de barba y para la edad que tenía estaba bien. Papá tenía cinco hermanos, eran seis contando con él, cuatro chicos y dos chicas.

Edward Steven Stafford, era el mayor y era un hombre que aparentaba ser un hombre serio, pero si lo llegabas a conocer de verdad era una persona divertida. Le gustaba ver cualquier tipo de películas, le gustaba aprender sobre los Muggles y siempre que íbamos a visitarlo me enseñaba algo Muggle y a mí me gustaba ver lo feliz que era. Tenía una esposa llamada Charlotte Felicity Stafford Stewart y tenía un hijo llamado Oliver Alexander Stafford Stewart, tenía el pelo castaño con algunos rizos, los ojos eran de color verde azulado. Lo que sí sabía es que él tenía los ojos claros y sus padres marrones.

Selene y Jackson iban después de papá y eran mellizos, sin duda alguna se parecían entre ellos y tenían personalidades parecidas. Tía Selene tenía el pelo castaño un poco más abajo de los hombros, el color de ojos era avellana, tenía una piel perfecta y siempre le buscaba el lado bueno de las cosas. Jackson en cambio tenía los ojos marrones oscuros, el pelo castaño oscuro y lo tenía un poco largo, siempre llevaba algún que otro accesorio y era muy divertido. Matthew le consideraba su tío favorito.

Y por último estaban los gemelos Callum Oliver Stafford y Amelie Joanne Stafford. Ellos dos eran dos gotas de agua solo que Callum tenía los ojos verdes azulados y Amelie tenía los ojos de un marrón claro. Callum tenía el pelo de un castaño claro al igual que Amelie que le llegaba hasta la espalda, por lo que decía el tío Jackson ellos dos eran las mejores personas del mundo, eran demasiado para este mundo lleno de crueldad, egocentrismo y envidia. Por eso los mataron, ellos eran luces que intentaron iluminar a través de la oscuridad, pero que en un abrir y cerrar de ojos esa luz se fue para siempre.

En estos momentos Papá nos había llevado a un parque cerca de donde vivíamos y yo estaba caminando aburrida mientras mi padre y mi hermano jugaban a algo que quisieron incluirme, pero rechacé el plan porque quería pensar. Que irónico una niña de cuatro años casi cinco queriendo pensar en vez de jugar, muy absurdo sin duda.

De pronto a alguien le pareció una buena idea llevarme por delante.

Mi pobre trasero sufrió las consecuencias, levante demasiado enfadada la mirada para encontrarme a un niño de mi edad, por su mirada estaba demasiado arrepentido, pero yo estaba demasiado enfadada.

—La próxima vez podrías mirar por dónde vas —le solté, pero creo que fui demasiado dura. Es cierto que antes de hablar él ya se sentía arrepentido.

Lo miré mejor y tenía el pelo de un castaño oscuro y parecía como si se hubiera despertado, pero creo que la mejor opción era que él jamás se peinaba. Sus ojos eran de un color avellana, eran verdaderamente bonitos y tenía gafas.

—Lo siento mucho —el niño de ojos avellana me ayudó a levantarme.

—No te preocupes —le regalé una pequeña sonrisa, debería dejar de ser tan borde con todo el mundo, además él no tenía toda la culpa.

—¿Seguro que estás bien? De verdad que lo lamento demasiado —era demasiado tierno.

—Si, no te preocupes. También debo reconocer que fue mi culpa, no estaba mirando por donde iba —le regale una pequeña sonrisa.

—Bueno entonces ha sido culpa de los dos, a veces soy demasiado despistado. Creo que incluso reconozco que en algunos casos soy demasiado ciego —los dos reímos. La verdad es que era un niño gracioso.

—¡JAMES FLEAMONT POTTER! —el niño llamado James se asustó y automáticamente se escondió detrás de mí, muy valiente de su parte.

—Me va a matar —susurró y yo solo le miré confundida.

—¿Quién te va a matar? —de pronto mire al frente y vi a una niña de la misma estatura que yo, de ojos avellana, una cara de angelito con algunas pecas por su cara. Tenía el pelo hasta los hombros y era de un castaño oscuro, se parecía mucho a James.

—¡James deja de esconderte y deja a la pobre niña en paz cobarde! —James seguía detrás de mí.

—Ni hablar Mia, estás muy enfadada y ahora temo por mi vida —Mia volteó los ojos.

—Eso te pasa por utilizarme como víctima de tus bromas idiota. Ahora sal y se un hombre.

—Mia, prefiero estar detrás de ella que enfrentarme a ti... ¡Estás Loca! —ya la cago el idiota.

—¡Loca tu abuela imbécil!

—¡Es la misma que la tuya estúpida! —así que eran hermanos.

—¡Lo sé mellizo estúpido! —ahora si confirmaba que eran hermanos.

—¡Habla la más inteligente! —estaba segura de que James estaba buscando su propia muerte.

—¡Se acabó sal de allí! —me aleje de ellos y me coloque en una distancia considerable para ver el chisme que se avecinaba con estos dos.

—¡No! ¡Pensé que éramos amigos! —James me miró indignado.

—Lo primero, no somos amigos y lo segundo, apenas te conozco.

—¡JA! ¡En tu cara Potter! —James volteo los ojos y Mia se acercó a mí con una sonrisa— Lo siento por esto, soy Mia Potter, melliza del idiota con gafas que ves allí —señalo a James y este solo le miro indignado.

—Estúpida —susurró él, pero lo habíamos escuchado.

—Mira imbécil como vuelvas a abrir la boca verás de lo que soy capaz —él se calló de inmediato y volteo una vez más los ojos.

Mia volvió su mirada hacia mí.

—Lo siento mucho de verdad, el idiota siempre saca mi lado malo —solté una pequeña risa que hizo que ella sonriera.

—No te preocupes, es más, te admiro por aguantarlo —James hizo un sonidito de indignación.

—Sois unas brujas, seguro que os llevaréis muy bien —Mia soltó una carcajada.

—Obvio y seguro que me haré muy buena amiga de ella y te haremos la vida imposible —para no conocerla de nada, me había sacado varias carcajadas.

—No si yo lo hago también —pobre James, no sabía con quién se metía.

—Quiero ver como lo intentas. Eso sí te aviso desde ahora que si haces algo contra nosotras yo te la devolveré el doble —Mia soltó una gran carcajada y James me miró desafiante.

—Amo a esta chica y eso que la conozco desde hace cinco minutos.

—Bien, no creas que te tengo miedo —solté una pequeña carcajada.

—Ya claro eres super valiente lo descubrimos hace unos minutos cuando te escondiste detrás de mí.

—Eres odiosa —volví a reír.

—Sabes que tengo razón y no quieres reconocerlo.

—Lo que tú digas —volteo los ojos.

Bueno debía parar un momento porque yo no me presente con ellos, me acerque a James y me miro confundido.

—Soy Alexandra Stafford, antes de volver a la guerra debía presentarme. Mi hermano me dice Lexi, así que prefiero que me digan así por qué Alexandra parece que me están regañando —le extendí la mano y James con una sonrisa la tomo.

—Yo soy James Potter como ya sabes y la loca es Mia Euphemia Potter —solté una pequeña risa.

—¡Oye! Sigo aquí miope idiota —Mia se acercó y me tendió la mano e hice lo mismo.

—Encantada de conoceros —les sonreí.

—Siento que seremos muy buenos amigos —James volteo los ojos divertido.

—Estás loca Mia.

—Gracias pedazo de imbécil —reí, esta chica no paraba de insultar a James.

—Mujer deja de insultarme.

—Es algo inevitable querido hermano, eres tan... Mejor me callo —soltó una pequeña risa.

—¡MIA EUPHEMIA POTTER! —era la voz de una mujer seguramente era la madre de los mellizos, Mia nos miró a los dos asustada y James soltó una carcajada.

—Mia querida Mia, ya estás en un lío y yo no pienso sacarte de él —ella lo fulmino con la mirada.

—No necesito tu estúpida ayuda —se giró para verme a mí con una sonrisa— Lo siento Lex, pero esa señora es nuestra madre y seguro que el idiota de James tiene algo que ver con el que me sermonee.

—¿Cómo crees? Yo soy un angelito Mia —ella suelta una risa sarcástica.

—Dime otro chiste imbécil —estos hermanos eran tremendos.

—Tú siendo un angelito —solté una pequeña risa porque ninguno de los dos lo era.

—En fin no pienso discutir con un mono, tengo que ir con mamá —se acercó a mí y me abrazó, cosa que me sorprendió, pero le correspondí el abrazo—. Espero que nos veamos pronto.

—Yo también espero eso —Mia se alejó de nosotros y quedamos James y yo. Él me miraba con una sonrisa.

—Bueno... —lo noté un poco nervioso.

—Bueno... —no sabía qué decir y estar con él para solo ser una niña de cuatro años me ponía nerviosa.

La historia de mi vida, la llevo a casa. Conduzco toda la noche, para mantenerla cálida y el tiempo esta congelado. La historia de mi vida, le doy esperanza, gasto su amor, hasta que se rompe por dentro. La historia de mi vida.

Story Of My Life — One Direction

NOTA DE AUTORA

También hemos visto un poco la familia paterna y materna de Lex así que se vienen cosas interesantes, aunque ya di algunas pequeñas descripciones de la familia no hace mal tener estas.

Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.

Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #destinywattpad ❤

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