Finalmente, luego de un largo entrenamiento con Naruto, hemos aprendido a controlar el chakra del Kyuubi; aunque a él le resultaba más fácil debido a que la otra mitad del Kyuubi si le compartía de su chakra.

Nosotros nos hemos dado cuenta que la guerra había comenzado hace bastante por lo que íbamos a salir, pero desafortunadamente las personas que se encontraban cuidándonos no nos dejarían ir tan fácilmente por lo que junto a Killer Bee hemos unido fuerza para escapar de esta isla.

—Como siempre estás siendo descuidada con mí chakra. —logré oír la voz del Kyuubi en mi cabeza a lo cual me he sorprendido. —He estado dentro de ti, observándote por mucho tiempo. Aún eres muy ingenua, ____.

—Esto es extraño. —dije mientras formaba una sonrisa. —No es propio de ti iniciar una conversación de manera calmada.

—¿De verdad crees que podrás terminar con esta guerra? Eso es imposible. —dijo con seguridad causando que frunciera levemente el ceño. —Estoy seguro de que te diste cuenta de lo poderoso que es el enemigo. Estamos hablando de Madara; no sabemos lo que planea.

—¿A qué quieres llegar con esta conversación, Kyuubi?

—Te prestaré de mí chakra. Así como mi otra mitad le presta chakra a tu hermano. —cuando ha mencionado eso no he podido evitar recordar el momento en que intentó controlarme con lo poco de odio que quedaba.

—No pienso dejarme engañar.

—Veo que te has vuelto inteligente.

—Sabes, no tengo tiempo para hablar contigo. —mencioné intentando terminar esta conversación, pero podía oírlo molesto. —He prometido algo y pienso cumplirlo.

—Si tus amigos mueren, el odio se incrementará. ¿Estás planeando derrotar al enemigo antes de que eso suceda? —me preguntó con un tono de molestia. —¿De verdad crees que lograrás hacer algo? El odio te consumirá tarde o temprano.

—Cierra la boca de una vez.

—¡¿De verdad crees que podrás borrar el odio?! ¡No seas ingenua!

—¡Borraré mi odio y de paso borraré tu odio! —exclamé con seguridad. —¡Te mostraré que puedo hacerlo! ¡Así que espera ahí sentado con la boca cerrada!

Luego de decir esas últimas palabras no he vuelto a oír la voz del Kyuubi y eso me alivió un poco, con eso podría concentrarme en esta guerra. Yo debía de ir junto a Neji, le había prometido que una vez terminara aquella misión iría a su lado.

—¿Eh? ¿Naruto, Killer Bee? —pregunté mientras miraba a mis lados dándome cuenta de que no estaban ninguno de los dos. —¡¿Dónde se han metido?!

Me había concentrado tanto en hablar con el Kyuubi que no me he dado cuenta en el momento en que me separé de mi mellizo y de Killer Bee. Ahora debería de buscarlos o encontrar al enemigo por mi cuenta, lo que suceda primero tendría que ser.

❀❀❀

Estaba siguiendo un chakra siniestro, del cual estaba segura de que se trataba del enemigo o eso creí hasta que vi de quien se trataba. El Uchiha al verme se sorprendió bastante, pero no tardó en mostrarme una expresión de desprecio.

—¿Qué haces aquí? —preguntó seriamente a lo cual no he respondido causando que se enfadara. —Te he hecho una pregunta.

—Oh. Perdona, no creí que tendría que responder obligatoriamente. —bufé a lo cual él frunció el ceño. —Creo que sabes perfectamente que estoy haciendo, Sasuke.

—¿Intentas detenerme?

—Estoy buscando al responsable de armar esta estúpida guerra. —informé mientras me cruzaba de brazos. —Por lo que sé estás unido a él por lo que espero que me digas dónde está esa persona.

—Yo no estoy unido a nadie. —chasqueó su lengua con molestia mientras dirigía su vista hasta una cueva. —Ahora no tengo tiempo de hablar.

—Sabes, no te creo ninguna palabra de lo que me dices. —dije cruzándome de brazos mientras miraba aquella cueva. —Estoy segura de que esa persona se encuentra dentro de esa cueva.

Iba a dirigirme a aquella cueva, pero antes de que pudiera hacerlo el Uchiha me había sostenido del brazo haciéndome retroceder. Él me sostenía con fuerza mientras su rostro se encontraba demasiado cerca del mío por lo que he tenido que mirar hacia otra dirección.

—En esa cueva no se encuentra la persona que buscas. —me dijo de manera seria para luego soltar un suspiro y soltar su agarre. —Hay alguien ahí, pero no es a la persona que buscas.

—¿De qué hablas? —pregunté esta vez viéndolo directamente a los ojos. —¿Quién se encuentra en ese lugar?

—Mi hermano. —mencionó sin dudar a lo cual me he sorprendido, se suponía que su hermano había muerto en manos de él. —Intento averiguar qué sucede por lo que no quiero que interfieras.

—Un asunto de familia.

—Exacto. Si lo entiendes ve a buscar a otra parte.

—¿Cómo puedo estar segura de que no me mientes? —pregunté enarcando una ceja a lo cual él chasqueó su lengua con molestia para luego acercarse. —¿Qué piensas hacer?

—Yo no te mentiría.

—Bien. Lo entiendo. —asentí mientras mantenía mi distancia de él. —Confiaré en ti por esta vez, pero si me entero de que me estás mintiendo...

Sasuke no me había dejado terminar de hablar debido a que atrapó mis labios con los suyos en un fugaz y fuerte beso.

—Nos vemos, Uzumaki.

—¡Tienes que estar bromeando, Uchiha Sasuke! —exclamé a toda voz mientras lo veía ingresar a esa cueva. —Maldición. Estoy segura de que a Neji y a mi tonto hermano no le gustará saber de esto.

Limpié rápidamente mis labios mientras comenzaba a irme en otra dirección, esperaba que esta vez sí esté yendo en la dirección correcta y no encontrarme con alguna otra sorpresa en el camino.

—No deberías juntarte con los Uchiha. Esas personas no son de fiar.

—¿Quién eres tú para decirme lo que debo hacer? —pregunté a lo cual no recibí respuesta. —Sé el pasado de los Uchiha y sé que Sasuke no es una mala persona. Él simplemente está yéndose por el mal camino, pero pronto encontrará el verdadero camino.

—¿Cómo estás tan segura? Ese chico está lleno de odio.

—El odio se puede superar, él podrá hacerlo simplemente necesita un pequeño empujón o quizá unos cuantos golpes. —dije divertida. —Lo que quiero decir es que él verá el camino correcto. De eso estoy segura, te lo juro.

—Eres una chica bastante ingenua, ____.

—Dime... ¿Tienes algún nombre? —pregunté intrigada a lo cual he podido notar claramente como se había sorprendido. —¿Lo tienes? ¿O debería de colocarte alguno yo? Porque se me ocurren demasiados nombres adecuados para ti.

—¿Por qué tanto interés de saber mi nombre?

—Porque si vas a estar conmigo en mi interior durante el resto de mi vida, al menos debería saber tu nombre, ¿no crees? —dije formando una pequeña sonrisa. —Quizá no nos agrademos ahora, pero deberemos convivir juntos durante mucho tiempo y al menos me gustaría saber tu nombre.

—Kurama. —mencionó a lo cual he sonreído al saber finalmente su nombre. —Kurama. Ese es el nombre que me han puesto.

—En ese caso. Un gusto conocerte, Kurama.

En ese momento he podido notar claramente como la expresión de Kurama cambió, pero no me ha dicho nada más por lo que hemos roto dicha comunicación.

—Supongo que deberé concentrarme en buscar el camino correcto. —mencioné mientras soltaba un suspiro. —Simplemente espero que todos se encuentren bien. No me gustaría llevarme una sorpresa en cuanto llegue con los demás.

Seguí mi camino esperando a encontrarme con el enemigo para poder dar fin a esto y así todos estaríamos en tranquilidad.