Miré intrigada aquella cascada que se supone que me ayudaría con el control del Kyuubi, según lo que me ha dicho Yamato-sensei y Killer Bee: Aquella cascada me mostraría la verdad de mis pensamientos.

Tal como ellos me encomendaron me he sentado en el centro y cerrando mis ojos esperando a ver que sucedía. Esperé unos segundos y logré oír unos pasos dirigiéndose hacia mí por lo que he abierto mis ojos encontrándome así a mí misma, pero esta versión mí era distinta.

—¿Por qué? ¿Por qué ser amable con todas esas personas? —comenzó hablando mientras formaba una sonrisa siniestra, yo no podía evitar ver aquellos ojos rojos llenos de odio. —Todos en ese lugar solían tratarnos como ratas. Incluso ese chico solía odiarnos.

—No metas a Neji en esto. —dije seriamente causando que sonría aún más. —Él no tiene nada que ver.

—Ese chico pronto verá tu verdadero yo. Ese chico te abandonará como lo han hecho todas las personas en Konoha. —me decía sin quitar esa sonrisa de su rostro. —En Konoha no eres tan importante como tu hermano. Tú no eres una heroína como él.

Presioné mis puños al oír esas palabras, me estaba enfadando, pero no iba a permitir que la ira me consumiera.

—¿Y se supone que tú eres yo?

—Sí, aunque yo soy el valioso odio dentro de ti. —decía de manera calmada para luego sonreír de manera siniestra. —La única diferencia entre nosotras es que el Kyuubi me ha tomado mucho cariño.

Me sorprendía ante sus palabras y entonces recordé unas palabras de mí sensei: Por más que intentara protegerme el Kyuubi intentaría encontrar alguna pizca de odio en mi interior; ahora entendía el hecho de que me hayan traído a este lugar, me han traído para enfrentar mis miedos, enfrentar aquel odio que aún permanecía en mi interior.

En mi interior todavía existía ese miedo a perder el control y que la aldea volviera a despreciarme o que Neji no quisiera volver a verme nunca más. También existía el hecho de que muy dentro de mí envidiaba que Naruto haya podido controlar el chakra de su interior y que en la aldea lo hayan comenzado a tratar de manera diferente luego del ataque de Pain.

Esos sentimientos eran los que debía de cambiar.

—Yo...

—¿Y te has dado cuenta? Soy tu verdadero yo. —decía mirándome fijamente mientras extendía su mano como queriendo que la sostuviera. —Yo soy la verdadera.

—Te equivocas. —negué rápidamente mientras la miraba fijamente. —Yo soy la verdadera y tú eres la falsa.

—¡¿Acaso has olvidado como te trataron los de la aldea?! ¡¿Incluso cómo te trató aquel chico desde antes?! —preguntó alterada mientras colocaba una mano dónde se encontraba nuestro corazón. —Todo fue tan difícil y tan doloroso. ¡Tú no deberías de confiar en nadie!

❝Tengo fe en ti. Después de todo eres mi hija❞

—Yo confío en mí misma. —dije mostrándole una sonrisa de seguridad causando que se sorprendiera. —Y también hay personas que tienen fe en mí y no pienso defraudarlos.

—¿Por qué? —se preguntó mientras caía al suelo de rodillas y comenzaba a llorar. —¿Después de todo lo que nos han hecho? ¡¿Qué se supone que haga ahora?!

—Es simple. —dije suavemente causando que ella se levantara y comenzara a correr hasta a mí formulando un puño, pero antes de que pudiera golpearme la he abrazado. —Tú te convertirás en mí. Ya que tú eres yo.

—Tú...

—Ya está todo bien. —dije dulcemente causando que mi yo comenzara a tranquilizarse. —Ya no hay nada que temer.

En ese momento mi odio comenzó a desvanecerse por lo que he sonreído y al volver abrir mis ojos he vuelto con los demás, los cuales esperaban ansiosos al ver mis resultados.

—Ella lo hizo. —mencionó Yamato-sensei mientras formaba una sonrisa. —¡Lo hizo!

—Es muy pronto para emocionarse, tonto, estúpido. —le mencionó Killer Bee para luego comenzar a acercarse hasta donde me encontraba. —¿Deberíamos empezar con el control del poder del Kyuubi? Desde este momento, seré tu profesor. Así que prepárate o sufrirás una dolorosa tortura.

—¡Sí!

—En ese caso sígueme. —decía mientras se acercaba a la cascada, pero detuvo sus pasos para luego ver a Naruto. —Naruto tú también, ven y sígueme.

—¿Puedo ir con ustedes? —preguntó Yamato-sensei a lo cual Killer Bee asintió. —Yo los supervisaré por cualquier cosa.

Al momento de cruzar aquella cascada me quedé impresionada por el lugar.

—Aquí es donde pelearas con el Kyuubi.

—¿Pelear con el Kyuubi? —pregunté sin créemelo mientras me acercaba a Naruto. —Naruto. Él dijo pelear con el Kyuubi, ¿verdad?

—Eso fue lo que dije, tonta, estúpida.

Debería molestarme por llamarme de esa manera, pero esa era la forma de hablar de Killer Bee por lo que no he dicho nada y seguí siguiéndolo hasta el lugar donde me enfrentaría al Kyuubi.

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Frente a mí se encontraba aquel zorro que ha estado en mi interior desde que nací, a diferencia de antes ya no le tenía miedo y era debido a que había superado aquel miedo, y también por el hecho de que tenía a Killer Bee junto a Naruto apoyándome.

—Tanto tiempo sin verte. —mencioné mientras miraba al Kyuubi, el cual al verme inmediatamente me demostró una mirada de odio. —Veo que sigues con la misma mirada de aquella vez.

—¿Qué es lo que piensas hacer?

—Ya te mostraré lo que haré. —mencioné seriamente mientras me acercaba y quitaba aquel sello de su jaula para luego levantar un poco mi blusa dejando al descubierto mi sello. —Bien. Según Kohaku-sensei debía de hacerlo así...

De mi mano derecha comenzó a salir un sello y entonces toqué mi estomago sintiendo así un pequeño dolor, lo cual provocó que el sello que mantenía prisionero al Kyuubi comenzara a ser liberado.

Una vez las puertas de esa gran jaula fueron abiertas, el Kyuubi mandó un rugido que causó que me alejara. Yo debía de mezclar mi chakra con el de él y así poder tener el control, pero sabía que esto no sería fácil por lo que Naruto junto a Killer Bee me ayudaron sosteniendo al Kyuubi para que así yo pudiera acercarme.

—Ya veo. Estás intentando controlar mi poder. —decía el Kyuubi muy enfadado. —¡¿Así que haces equipo con el Hachibi y mi otra mitad?! ¡Esto es penoso!

Entre los tres comenzamos a pelear contra el Kyuubi, pero sabía que la ayuda de Naruto junto a Killer Bee no duraría demasiado por lo que debía de apresurarme a tomar aquel chakra.

—¡Oye, Kyuubi! —le llamé mientras le mostraba una sonrisa para luego lanzar un Kunai el cual llegó a una de sus nueve colas. —¡¿Qué te parece esto?!

Me teletransporté hasta aquel Kunai para luego sostener una de las nueve colas del zorro y así lanzarlo al suelo. En ese momento cree algunos clones para que lo atacaran mientras yo me encargaba de tirar de su chakra, tal como me había indicado Killer Bee; sin embargo, él no se iba a dejar atrapar tan fácilmente y para que yo me detuviera comenzó a mostrarme imágenes de mi infancia.

—Mira todo el odio. ¡Mira tu sufrimiento de todos estos años! —mencionaba el Kyuubi haciendo que mi cabeza comenzara a doler. —Deberías dejarme en libertad. Yo acabaré con todo tu sufrimiento.

—Basta. —mencioné mientras sostenía mi cabeza debido a que el Kyuubi había comenzado a mostrarme imagines de mi infancia donde me despreciaban junto a mi mellizo. —¡No quiero verlo! ¡Detente de una vez!

—Eso es. Mira como todos te desprecian. —me dijo. —Mira tú verdadera realidad. Eso eres tú.

—No. ¡Eso ya no es así! —exclamé mientras cerraba mis ojos esperando a que todo se esfumara, pero no pasaba nada. Yo seguía escuchando aquella voz de odio. —¡Basta!

Comencé a temblar debido a todas esas imágenes, creí que había dejado eso atrás, pero al parecer no fue así y ahora me estaba perjudicando. 

¿Qué debo hacer? Yo no quiero que esto termine así.

—No te preocupes. Ya todo está bien. —mencionó una voz dulce frente a mí. —Puedes abrir tus ojos. Ya no hay peligro, ____.

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