Desperté debido al ruido constante en mi habitación, al abrir mis ojos me encontré con la sorpresa más grande de mi vida; Naruto se encontraba limpiando la habitación sin que se lo haya pedido u obligado.

—¿Te desperté, hermana? —me preguntó mientras me miraba con una gran sonrisa. —Lo siento. No era mi intención despertarte tan temprano.

—¿Te encuentras bien? —le pregunté mientras me levantaba de mi cama y me acercaba a él para asegurarme de que no me hayan cambiado a mi tonto hermano. —Definitivamente eres el verdadero.

—Me haces cosquillas. —reía para luego dejar una bolsa de basura al lado de la puerta. —Soy el verdadero e inigualable, Uzumaki Naruto.

—¿Por qué estás limpiando el cuarto?

—Es que quería dejar todo limpio antes de irme. —me decía muy animado a lo cual lo he mirado confundida y entonces él se dio cuenta de lo que ha dicho. Me miró con pena unos segundos para luego pedirme que me sentara. —Hermana. Hay algo importante que debo decirte.

—¿Qué hiciste ahora? —pregunté mientras lo miraba afligida. —¡No me digas que nuevamente robaste un pergamino prohibido!

—¡Oye! ¡Eso fue solamente una vez y no volverá a suceder! —exclamó indignado mientras se cruzaba de brazos. —No es eso de lo que quiero hablarte.

—¿Entonces qué?

Él me miró unos segundos con inquietud como dudando si contarme o no por lo que le he sonreído para darle seguridad.

—Yo me iré de la aldea.

Admito que eso me dejó sin palabras e incluso se me pasó por la cabeza el día en que Sasuke abandonó la aldea con la idea de venganza.

—¿Irte? ¿Por qué? —pregunté afligida mientras me acercaba a él. —¿No te agrada la aldea? ¿Hice algo malo para que tengas que irte?

—No has hecho nada malo, hermana. Además, me encanta la aldea. —me decía con una pequeña sonrisa. —Es solo que me iré con Ero-sennin para entrenar.

—Cuanto... —murmuré para luego verlo directamente a los ojos. —¿Cuánto durará tu entrenamiento?

—Tres años.

Casi caí al suelo cuando me respondió, no podía creerme que mi hermano se iría por tres años. Serían tres años que no sabría de él, tres años alejados y eso me daba pavor; nosotros siempre hemos sido muy unidos, siempre dependíamos del otro y nunca nos alejábamos por tanto tiempo.

Pero él debía de irse, debía de irse para entrenar y podía darme una idea de para qué era ese entrenamiento. Kohaku-sensei ya me lo había mencionado, el señor Jiraiya se encargaría del entrenamiento de Naruto y él del mío debido al tema de Akatsuki, pero nunca creí que Jiraiya-san se llevaría a mi hermano por tres años.

—Supongo que debemos de despedirnos. —dije con tristeza a lo cual Naruto me miró con ganas de llorar. —Serán tres años que no podremos vernos.

—Hermana... —murmuró mientras algunas lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas. —Yo voy a extrañarte mucho.

—Yo también mi tonto hermano.

—Recuerda que soy tu mellizo y eso sería como un insulto indirecto. —me decía mientras me daba un abrazo. —Tonta hermana.

—Te has insultado. —ambos hemos soltado una pequeña risa. —Cuídate mucho e intenta no meter en problemas a Jiraiya-san.

—Ero-sennin es un pervertido. Él es el que me metería en problemas.

—Espero que no regreses siendo un pervertido, eh. —dije mientras le daba un pequeño golpe en su cabeza. —Te quiero, Naruto.

—Te quiero, ____.

Ambos nos hemos dado un último abrazo, ya no podríamos vernos durante los próximos tres años.

❀❀❀

Han pasado alrededor de dos semanas desde que Naruto abandonó la aldea con Jiraiya-san para realizar su entrenamiento. En ese tiempo he estado distrayéndome con mis entrenamientos para así no sentir el vacío cuando él no se encontraba.

—Sabía que si venía a este lugar te encontraría.

—Me encontraste gracias al Byakugan, ¿verdad? —pregunté mientras me daba media vuelta encontrándome con la mirada de Neji. —¿Qué sucede, Neji?

—Simplemente me aseguraba de que no estuvieras armando alguna locura.

—Yo no hago locuras. —dije cruzándome de brazos a lo cual él me miró sin creerme. —Bueno, quizá solo algunas.

—Aunque la mayoría son por Naruto. —en el momento en que nombró a mi mellizo me entró una gran tristeza y eso él lo había notado. —Lo siento. No quería mencionar eso.

—No importa. —dije con una pequeña sonrisa. —Debo de acostumbrarme al hecho de que Naruto no se encuentra en la aldea.

—Ustedes dos eran inseparables, ¿verdad?

—Bueno es mi hermano mellizo. —dije con una sonrisa recordando las veces que pasaba junto a mi hermano. —Como no tenemos familia y la aldea nos despreciaba nos protegíamos mutuamente.

—Ahora ninguno de los dos está solo. —decía a lo cual lo he mirado dudosa. —Ambos consiguieron amigos y personas que los quieren mucho.

—Eh, no me digas que también me quieres. —dije en broma, pero al ver la reacción que ha colocado causó que me colocara nerviosa. —¡Broma! Esto es una broma, ¿verdad?

—Tch. Hablar contigo no es divertido.

—Sabía que era una broma. —dije aliviada a lo cual él me miró de reojo mientras metía sus manos a sus bolsillos. —Es imposible que me quieras. ¡Es imposible que TenTen tenga razón!

—¿TenTen? —preguntó confundido. —¿Qué tiene que ver ella?

—Bueno, ella dice que hay una agradable atmósfera entre nosotros. —dije recordando sus palabras. —Es imposible, ¿verdad?

—Sí... —ante esa respuesta me sentí mal, pero no lo demostré en mi rostro. —...eso hubiera dicho hace unos meses atrás.

—¿Qué quieres decir?

Neji me miró con una media sonrisa causando que mi corazón comenzara a acelerarse, él comenzó a dar algunos pasos hacia donde me encontraba por lo que yo he comenzado a retroceder hasta el punto en que me tropecé y caí al suelo, pero en ningún momento dejé de verlo.

—Eres torpe hasta en estos momentos. —me dijo mientras me extendía su mano para ayudarme a levantarme. —¿No puedes pasar un minuto sin causarte alguna herida?

—¿Estás seguro de que no te has golpeado la cabeza? —pregunté mientras sostenía su mano sintiendo así un cosquilleo en mi interior. —¡Ya sé! ¡TenTen te metió cosas en la cabeza!

—Sabes, hay un límite para lo tonta que puedes llegar a ser.

—¡Oye! —exclamé molesta mientras me acercaba a él de manera amenazante, pero al tenerlo cerca comencé a sentirme muy nerviosa y no he podido evitar recordar las palabras de TenTen. —¡Ah! ¡Juro que mataré a TenTen cuando la vea!

Matar.

La voz del Kyuubi sonó en mi cabeza y eso me causó un miedo por lo que me alejé de Neji rápidamente por miedo a que me pudiera descontrolar.

—¿Qué te sucede? —me preguntó con ligero tono de preocupación. —¿Por qué estás aterrada?

Matar.

—Deberías de alejarte de mí, Neji. —le dije al ver que iba a acercarse. —Yo podría causarte daño y no quiero hacerlo.

—¿De qué hablas?

—Él me está pidiendo que mate. —dije aterrada mientras sostenía mi cabeza causando así la impresión del Hyuuga. —Yo no quiero matar a nadie...

La voz del Kyuubi resonaba cada vez más en mi cabeza comenzando así a aterrarme, no quería descontrolarme, no quería hacerle daño a alguien o destruir parte de la aldea.

Matar.

Debía calmarme...debía tranquilizarme, pero estaba muy asustada de que él tomara el control de mi cuerpo e incluso llegar a tomar el control de mi mente. Su voz resonaba en mi cabeza pidiéndome a gritos que matara por lo que he cerrado mis ojos intentando tranquilizarme y pensar en otra cosa.

No lograba hacer que su voz se callara por mi cuenta o distraerme, pero entonces he sentido como me abrazaban causando mi sorpresa. Neji, él me había abrazado a pesar de que le he dicho que se mantuviera alejado por miedo a que pudiera herirlo; no le importó resultar herido, él simplemente me abrazaba como intentando calmarme y lo logró, me calmó.

—Todo está bien. —me decía mientras acariciaba mi cabello y por inercia correspondí a su abrazado. —Tú has demostrado que eres fuerte por lo que podrás con esto.

—De verdad has cambiado mucho. —comenté alegre a lo cual él se separó un poco. —Me agrada esta versión nueva tuya.

—Si he cambiado es gracias a ti. —me decía con una media sonrisa. —Tú me hiciste pensar de otra manera. Tú has cambiado mi mundo.

—Te dije que cambiaría el destino. —sonreí ampliamente a lo cual él me abrazó nuevamente haciéndome sentir tan protegida. —Gracias por ayudarme, Neji.

Permanecimos abrazados un buen rato hasta que logramos oír unas pequeñas voces provenir de unos arbustos por lo que nos hemos mirado confundidos y entonces nos acercamos encontrándonos con la sorpresa de que TenTen junto a Yoko nos estaban espiando.

—¡Te dije que nos pillarían! —le reclamó Yoko a TenTen. —Debimos de optar por mi idea de espiarlos sobre un árbol.

—Supongo que la próxima vez optaré por esa idea.

—Ustedes dos. ¿Cuánto tiempo llevan ahí? —preguntó irritado Neji a lo cual las chicas se miraron mutuamente para luego soltar una pequeña risa. —Hablen.

—No te enfades, Neji. —le pidió Yoko. —Llegamos cuando ustedes ya estaban abrazados.

—No queríamos interrumpir su momento. —decía TenTen mientras me miraba con una sonrisa. —Si quieren pueden continuar mientras nosotras nos vamos.

—¡Como si eso fuera a suceder! —exclamé molesta a lo cual ambas se miraron aterradas. —¡No deben de espiar a los demás!

—¡Su cabello se está elevando! —exclamó en pánico TenTen mientras sacudía a Yoko. —¡Eso significa peligro! ¡Hay que huir, Yoko!

Ambas se han ido corriendo como si su vida dependiera de ello y al verlas actuar de esa manera no he podido evitar soltar una gran risa.