Cuando llegué a la habitación que le habían asignado a Sasuke me sorprendí al ver que su brazo estaba vendado y tenía varias heridas.

—¿Qué haces aquí?

—Vi que mi sensei te traía en su espalda y no te veías para nada bien por lo que me preocupé. —hablé mientras me acercaba pudiendo ver claramente que tenía varias heridas en su cuerpo. —¿Qué fue lo que te sucedió?

—Eso no te incumbe. —me respondió con frialdad. —Deberías de irte.

—Me he preocupado por nada. —dije viéndolo sin interés a lo cual él se me quedó viendo fijamente. —Estás como siempre.

—¿Qué quieres decir?

—Eso no te incumbe. —respondí a lo cual él frunció un poco el ceño y al ver que lo hice molestar sonreí victoriosa por lo que tomé la decisión de irme. —¿Ahora que sucede?

Sasuke había sostenido un poco mi ropa impidiendo que me fuera, lo he mirado sin algún tipo de expresión y entonces él soltó un suspiro.

—Mi hermano mayor iba tras Naruto y de ti. —sus palabras me han dejado desconcertada. —Incluso él fue el que me dejó de esta forma.

—¿Qué? ¿Cómo que va tras Naruto y de mí? —pregunté sin entender nada. —Además... ¡¿Tienes un hermano mayor?!

—Tch...no lo considero uno en todo caso por eso nunca lo he mencionado. —me decía mientras presionaba un poco sus puños. —Él no merece ser considerado un hermano.

Por lo que he oído de los demás y leído de los libros del Hokage, el clan Uchiha fue masacrado hace bastante tiempo y que el único sobreviviente había sido Sasuke.

—¿Por qué tu hermano estaría buscándonos? —me pregunté a mi misma mientras intentaba encontrar alguna respuesta. —Esto es tan extraño.

—Creí que podría vencerlo, pero me equivoqué. —me decía mientras veía su mano vendada. —Necesito entrenar más. Necesito volverme fuerte para así vencerlo algún día.

—Sasuke. —le llamé al verlo tan frustrado. Él no me prestó demasiada atención por lo que me acerqué y coloqué una mano en su cabeza. —Estoy segura de que te harás más fuerte, pero no te sobreesfuerces demasiado.

Sasuke se sorprendió y entonces me he dado cuenta de lo que he hecho, inconscientemente había ido y acariciado su cabeza; eso siempre lo hacía para calmar a Naruto cuando se encontraba frustrado.

—De verdad ustedes dos son tan diferentes... —murmuró para luego verme. —Deberías de irte.

—Sabes, deberías de estar agradecido de que Uzumaki ____ esté hablando contigo. —dije mientras le mostraba una pequeña sonrisa. —En el futuro no tendré tiempo.

Sasuke no me ha dicho nada, simplemente sonrió de medio lado para luego ver hacia la ventana.

❀❀❀

—¿Por cuánto tiempo deberé esperar a que esto funcione, Kohaku-sensei? —pregunté mientras lanzaba un Kunai e iba a buscarlo, he estado haciendo lo mismo durante varias horas. —Creo que su "excéntrico Kunai" no funciona.

—¿De verdad lo crees? —me preguntó mientras me quitaba aquel Kunai y lo lanzaba a otra parte para luego transportarse a dicho lugar. —Yo veo que funciona muy bien. Además, este Kunai me lo entregó un viejo alumno por lo que no podría no funcionar.

—¡Eso ha sido grandioso! —exclamé mientras me acercaba a él. —¿De verdad cree que puedo hacer exactamente lo mismo?

—Sí. Tienes ese potencial. —me decía mientras acariciaba levemente mi cabeza para luego entregarme el Kunai. —Simplemente debes de seguir entrenando y un día de estos podrás usar esa misma técnica. Quién sabe, hasta incluso podrías superar a mi alumno.

—¿Quién era ese alumno, Kohaku-sensei?

—Él era una persona muy sincera, simpático y agradable. Siempre tuvo como prioridad la aldea y su familia. —me decía con una sonrisa mientras me miraba. —Ese chico fue un excelente ninja.

—¿Cómo se llamaba?

Él iba a responderme, pero el repentino estruendo a lo lejos llamó nuestra atención. Nosotros no nos encontrábamos en Konoha, nos encontrábamos en otra parte para así poder entrenar de manera tranquila y por eso nos sorprendió dicho estruendo por lo que hemos ido a ver que sucedía.

Me quedé sorprendida al ver a Naruto en el suelo mientras que otras personas peleaban y entre esas personas se encontraba aquel hombre que vi en el bosque de la muerte.

—Mantente alejada. —me decía el señor Kohaku. —Yo me encargaré de esto.

Él se fue para ayudar a la mujer que estaba a punto de ser atacada por aquel hombre con aspecto de serpiente.

—Como siempre estás protegiéndola, Kohaku.

—No puedo permitir que dañes a una mujer frente a mis ojos, Orochimaru. —le decía el señor Kohaku a Orochimaru, el cual lo miraba con una sonrisa. —Pasa tanto tiempo y sigues igual que siempre.

—Kohaku...

—Lamento la tardanza, Tsunade. —le mostró una sonrisa para luego comenzar a golpear a Orochimaru. —Toma al chico y aléjense lo más que puedan.

El señor Kohaku comenzó una pelea contra Orochimaru por lo que eso lo aprovechó la mujer para tomar a Naruto y traerlo hasta dónde me encontraba.

—¿Qué le sucedió a mi hermano? —le pregunté a la mujer a lo cual ella se sorprendió, posiblemente por el hecho de que llamé hermano a Naruto. —¿Se pondrá bien?

—Sí, él lo estará. —me decía con una sonrisa para luego ver hacía dónde se encontraban peleando Kohaku y Orochimaru. —No puedo quedarme aquí viendo cómo me salvas nuevamente, Kohaku.

—¿Señora Tsunade? —le llamé confundida al ver como sus heridas comenzaban a ser sanadas y una extraña marca aparecía en su frente.

—Soy la quinta Hokage de la aldea de la hoja por lo que no puedo quedarme atrás.

Ante esas palabras me he quedado muy sorprendida, no creí que ella sería la nueva Hokage, pero lo que más me ha sorprendido fue el hecho de que sus heridas fueron sanadas en uno segundos en el momento en que apareció aquella marca en su frente.

¿Qué era esa marca?

—¡Ah, espere! —exclamé intentando detenerla, pero fue demasiado tarde. Ella ya se había dirigido hasta dónde se encontraba el señor Kohaku y Orochimaru. —¿Eh? ¿Qué piensan hacer?

De un momento a otro los cuatro adultos habían traído hasta aquí a una babosa, un sapo, una serpiente y un dragón.

—Debemos de alejarnos. —habló una mujer mientras se acercaba a nosotros a un paso veloz. —Podrían salir dañados por lo que debemos alejarnos rápido.

—¿Yo podré invocar un dragón así de grande? —me pregunté mientras veía como el señor Kohaku se encontraba sobre el lomo de aquel gran dragón. —Ya me estoy emocionando.

—No es momento para eso. —me regañó la mujer mientras sostenía a Naruto por su brazo. —Ayúdame a alejarlo.

—Sí.

Ayudé a la mujer con mi hermano para así alejarnos de la batalla, pero no me sentía tan a gusto alejándome. Yo quería ver como el señor Kohaku se enfrentaba a Orochimaru, pero lamentablemente no podría apreciarlo.

❀❀❀

Habíamos regresado a la aldea de la hoja junto a la nueva Hokage, pero antes de que se hiciera oficial su cargo, Naruto le había pedido ayuda para que revisara a su sensei y yo le he pedido que revisara a Lee.

Antes de dirigirnos al hospital hemos visto a Neji junto a Yoko, al verlos juntos me sentí algo extraña, pero he decidido ignorar aquella sensación. Yoko al vernos se sorprendió bastante e incluso comenzó a correr hasta donde nos encontrábamos, quedando así frente a la quinta Hokage.

—Abuelita. —pronunció dejándonos a todos sorprendidos. —¿Qué haces aquí?

—Yoko. Te he dicho que no me llamaras de esa forma. —decía la quinta Hokage mientras presionaba un poco la cabeza de la chica haciendo que se quejara. —Sabes que no me gusta me llames de esa forma.

—Lo sé, lo sé. Simplemente lo he olvidado con toda la emoción de volver a verla. —decía ella mientras se quejaba de dolor a lo cual Tsunade-sama la soltó. —¿Qué la trae por aquí, Lady Tsunade?

—He regresado a Konoha para asumir el cargo de Hokage. —respondió haciendo sorprender a Yoko y a Neji, el cual no había dicho ninguna palabra en todo momento. —Creciste demasiado, Yoko.

—Tiene que ver como he progresado con mi fuerza. —sonrió ampliamente. —Nadie ha podido derrotarme.

—Ejem. —tosí un poco llamando así su atención. —Yo no diría que nadie.

—Tch. Lo que sucedió en el examen fue pura suerte. —decía mientras se cruzaba de brazos por unos segundos para luego acercarse a Neji. —Incluso fue suerte de que le ganaras a Neji.

—¡No fue suerte! —exclamé mientras los miraba fijamente. —He ganado gracias a mis grandiosas habilidades como la gran Kunoichi que soy.

—Exacto. Mi hermana es la mejor. —decía Naruto.

—Ganarles a ustedes ha sido tan genial.

—Ten por seguro que eso no se volverá a repetir. —habló Neji mientras me miraba fijamente para luego sonreírme de medio lado. —No pienso perder nuevamente contra ti.

—Pues eso lo veremos. —dije formando una sonrisa determinada. —Estoy muy segura de que daré vuelta el marcador, Neji.

—¿Marcador? —preguntó Yoko a lo cual la he ignorado y entonces bufó para así acercarse a la quinta Hokage. —¿Vendría a ver como he progresado?

—Lo siento, pero en estos momentos tengo que encargarme de algunas cosas. —le dijo con una sonrisa mientras acariciaba levemente su cabeza. —Otro día veré cuanto has progresado en este último tiempo.

—Tenemos que ir primero con Lee. —dije llamando así completamente la atención de Neji. —Quiero que sus heridas se curen para que así pueda volver a entrenar con él.

—Lee...

—¿Quieres venir con nosotros, Neji? —le pregunté al verlo un poco preocupado por nuestro compañero de equipo. —Estoy segura de que al vernos se sentirá feliz.

—Tengo cosas que hacer.

—¡Anda! ¡Solo será por un rato! —exclamé mientras tiraba un poco de su ropa. —Debemos de apoyarlo como los buenos compañeros que somos.

Después de un rato intentando convencer a Neji, hemos comenzado a dirigirnos al hospital.