Miraba como Neji se deshacía de mis clones sin algún tipo de preocupación.

—¿Crees que podrás llegar a convertirte en la mejor Kunoichi? ¿O qué tu mellizo será el Hokage? —me preguntó Neji mientras me miraba con una sonrisa de superioridad. —Qué absurdo, jamás podrán serlo.

—Tch...

—Mis ojos pueden mostrarme demasiadas cosas. Algo que me muestran: las limitaciones de la gente existen, siguen y no cambiarán. —me decía sin quitarme la vista de encima. —Solo unos tontos pierden el tiempo tratando de convertirse en algo que no puede ser.

—Unos tontos, ¿eh? —dije mientras miraba a Neji con el ceño fruncido. —¿Quién eres tú para juzgar lo que una persona puede o no puede ser?

—¿Crees que cualquiera puede convertirse en Hokage o la mejor Kunoichi? ¿Qué lo único que toma es un poco de trabajo duro? —me preguntó con frialdad. —Deberían de abrir los ojos. De todos los shinobis del mundo, piensa en los pocos que llegaron a ser Hokage y la mejor Kunoichi. Ellos ya nacieron destinados a serlos.

—Nuevamente con eso del destino...

—Debes de entender que todas las personas tienen un camino trazado y debe de seguirlo sin protestar. —me decía viéndome con aquellos ojos de odio. —Solo hay un destino que todos compartimos y es la muerte.

—Creo habértelo dicho antes, Neji. —formé una sonrisa mientras realizaba un sello. —Te haré cambiar de opinión sobre eso del destino.

Realicé varios clones, los cuales fueron a atacarlo sin tener la mínima pizca de piedad. Sin embargo, él se deshacía de cada uno de mis clones sin algún tipo de problema por lo que tenía que idear algún plan en este preciso momento.

—¿Crees que me puedes engañar con un truco como este? —preguntaba Neji mientras corría por medio de todos mis clones. —Tú eras la única fuera del rango por miedo a que golpee tus puntos de chakra como ahora. Tú eres la verdadera, ¿cierto?

—Me impresionas, Hyuuga. —dije formando una sonrisa a lo cual él me miró con frialdad. —Sin embargo, te he dicho que no me subestimaras.

—¿Qué?

Neji no me había atacado a mí, sino a un clon mío y eso me dio la oportunidad de crear otros clones para atacarlo por todos lados.

—¡Te devolveré todos los golpes de nuestros entrenamientos! —exclamé en el momento en que lo iba a golpear en su rostro, pero por alguna extraña razón no logré darle e incluso salí disparada a otra dirección. —¿Qué ha sido eso?

—¿De verdad creíste que me ganarías? —me preguntó mientras me miraba con superioridad. —No seas tonta. Tú nunca podrás vencerme.

—¡Te he dicho que no me subestimes! —grité a toda voz mientras realizaba nuevamente varios clones. —¡Te haré besar el suelo, Neji!

Mis clones no le han hecho ningún tipo de daño debido a que él volvió a realizar aquella técnica que no había visto en mi vida.

—Se acabaron tus esperanzas, Uzumaki. —me decía mientras corría hacía mí para así comenzar a darme golpes con sus palmas. —¡Sesenta y cuatro palmas!

Ante su último ataque he caído al suelo escupiendo sangre, él me había dado en mis puntos de chakra por lo que ahora me sería imposible levantarme.

—Maldición...

—Has entrenado conmigo durante mucho tiempo por lo que sabes lo que significan mis golpes, ¿verdad? —me decía con seriedad. —Agradece que aún puedes respirar.

Neji había soltado una risa que me hizo molestar, si yo no me levantaba en este momento le estaba dando la victoria y la razón sobre su tonto destino. No quería perder contra él, lo estaba detestando, él le va imponiendo a los demás como era su destino y era algo que quería cambiarlo.

Mátalo.

—Cierra la boca. —dije mientras me levantaba con algo de dificultad y lo miraba fijamente a los ojos haciéndolo sorprender. —Me has hecho enfurecer...espero que estés listo para las consecuencias, Neji.

—Deja de luchar por una vez. —me decía sin quitarme la mirada de encima. —No tengo nada contra ti.

—No me detendré hasta hacerte cambiar. —le dije sin dejar de mirarlo con rencor. —Te haré cambiar tus pensamientos sobre el destino y así no andarás imponiéndole a los demás quien es fracasado.

—Tú no sabes nada.

Mátalo.

—Maldición...mantén la boca cerrada. —dije mientras sostenía un poco mi cabeza, pero sin dejar de mirar al Hyuuga. —Dime una cosa. ¿Por qué piensas de esa forma? ¿Es por tu familia?

—Si tan interesada estás te contaré sobre ello. —me decía mientras se quitaba su banda ninja dejando al descubierto una especie de sello en su frente. —Esto que ves aquí es una maldición que lleva consigo un odio. Esto es el símbolo de un ave encerrada en su jaula, es la marca que está vinculada a un destino del que no se puede escapar.

—¿Qué?

—Todos los de la familia secundaria tenemos esta marca, esta marca que solamente puede ser activada por los de la familia principal. —me decía mientras tocaba dicha marca. —Esto es un instrumento para mantenernos en nuestro lugar y la única forma de librarnos de esto es la muerte.

—Eso es tan cruel... —murmuré.

—Todo está destinado, incluso la muerte de mi padre, quien al ser el gemelo del líder del clan ha tenido que ser sacrificado por la paz. Por el simple hecho de que uno nació antes que el otro...su destino ya estaba escrito. —me dijo. —Lo mismo sucede con este combate, tu destino se decidió en el momento en que fuiste elegida como mi oponente. Tu destino es perder frente a mí.

—Eso no es verdad. —dije formando una sonrisa mientras respiraba agitadamente, pero de un momento a otro me vino un dolor de cabeza dónde se escuchaba en cada momento que matara a Neji. —Maldición...detente...

—Te haré las cosas fáciles. —dijo Neji en el momento en que vino corriendo hasta donde me encontraba para así darme un golpe en el estómago con su palma haciéndome caer nuevamente. —Esta pelea terminó. He ganado, fracasada.

Mátalo.

—Te he dicho que no me dijeras fracasada... —comenté mientras volvía a poner de pie sintiendo así una gran ira. Ya no entendía lo que me estaba sucediendo en estos momentos. —Yo no me rendiré tan fácil.

—Debes de entender que todos tenemos un destino desde que nacemos y es inútil pelear contra ello. —me decía mirándome con ira. —Tú no sabes lo que es estar marcado y que te aparten los demás.

—¿De verdad lo crees? ¿De verdad crees que no sé lo que se siente? —pregunté mientras lo miraba a los ojos con algo de dolor e ira. —Aunque eso no importa en estos momentos...

—Tch...

—Sabes... ¿te has puesto a pensar que Hinata igual sufre? Ella no tiene la culpa de que su padre sea el líder del clan, pero aun así le tienes rencor y por eso la desprecias cuando sea estado esforzando. —le dije sin dejar de mirarlo. —Todo lo que ella quería era tu respeto y por eso peleaba sin importar que casi la mataste...creí que tu destino era servir a la familia principal, pero aun así la has derrotado por su sangre. Al final tú tampoco crees demasiado en que no se puede pelear contra el destino.

—Ya cierra la boca, fracasada. —me decía mostrándome una sonrisa de superioridad causando que mi ira volviera y que aquella voz en mi cabeza siguiera diciéndome que lo matara. —Dime, ¿cómo planeas seguir luchando? Ya he golpeado tus sesenta y cuatro puntos de chakra.

—Voy a demostrarte que estás mal en muchas cosas. —dije presionando mis puños. Neji me miró con sorpresa por unos segundos, pero no solo él, sino que el encargado del tercer examen igual me miraba de la misma forma. —Ya me he cansado de ti y tu destino.

—Tus ojos...

Mis fuerzas habían vuelto debido a un chakra naranjo que comenzó a rodearme que me pedía a gritos que matara al Hyuuga.

—Querías un combate a cuerpo a cuerpo, ¿verdad? —pregunté mientras corría hasta él a una gran velocidad. —Dime, dime, ¿me harías el favor de complacer a la voz en mi cabeza?

—¿Qué?

Mátalo.

—Tch. Me pides algo arriesgado. —dije mientras me alejaba de Neji para verlo con una sonrisa. —No quiero matarlo...aún.

Neji me miró con sorpresa ante mis palabras, pero no tardó en colocar una expresión seria para luego volver a enfrentarse a mí. Ambos comenzamos a pelear, pero por más que él me hacía alguna herida se me curaba rápido debido al chakra que me estaba rodeando.

Mis movimientos eran veloces por lo que le era difícil seguirme el ritmo, comencé a atacarlo por varias partes haciendo que él se cansara cada vez más. La voz en mi cabeza me pedía que lo matara en este momento, pero no quería matarlo, sin embargo, mi cuerpo no me hacía caso, era como si alguien estuviera teniendo control en mí y debía de hacer algo rápidamente o de lo contrario mataría a Neji aquí mismo.

No quiero ser una asesina.

—¿Qué haces? —preguntó con sorpresa Neji en el momento en que me di un golpe a mí misma en mi rostro. —¿Te volviste loca?

—Finalmente...te has callado. —dije respirando agitadamente en el momento en que ya no oía esa voz. —Ahora sí...este es mi último golpe y con esto te venceré.

Tomé un Kunai para así correr a una gran velocidad hasta Neji, pero él contrarrestó con otro Kunai causando que estos chocaran y formaran una pequeña explosión que causó que mucho polvo se reunirá a nuestro alrededor.

—Lo siento, pero esta es tu realidad, eres una fracasada. —oí decir a Neji. —Este encuentro se acabó.

—¡Te he dicho que no me subestimaras! —exclamé en el momento en que salía de un agujero estampándole así un golpe con mi puño a Neji. —¡Uzumaki ____ nunca perderá!

Neji cayó al suelo sin poder moverse por lo que me acerqué con la respiración agitada, ya no tenía aquel chakra rodeándome y tampoco oía aquella voz por lo que todo había terminado finalmente.

—Debí de imaginar que usarías tu jutsu clones de sombras. —me decía mientras me miraba agotado. —Después de todo, es tu especialidad.

—Para tu información reprobé el examen de graduación tres veces porque este jutsu siempre fue requerido y yo era pésima en eso. Mis clones eran patéticos y por eso siempre reprobaba. —le dije mientras lo miraba fijamente. —Así que deja de decirme que no se puede cambiar lo que eres. Claro que se puede cambiar porque después de todo, al menos para mí, tú no eres un fracasado.

Neji me miró con sorpresa a lo cual lo he mirado con una sonrisa.