Meses Después...

—Vamos, Tae, te mueves lento.

El mestizo lo observó indignado.

—Llevo una enorme barriga en la que cargo a tu sobrino, Jimin, no soy lento, solo cuidadoso.

Jimin sonrió dulcemente, la imagen de Taehyung, con esa hermosa pancita y la actitud tan serena y tranquila que había tomado estos últimos meses, generaban una atmósfera tan cálida en su hogar que solo podía estar feliz por su amigo.

Desde que las preocupaciones se habían ido, junto con los enemigos, sus vidas habían cambiado considerablemente, la tranquilidad había llenado por completo cada espacio y se reflejaba en la actitud y en la forma de expresarse que Tae tenía desde entonces.

—Llevas una bonita pancita que protege a ese pequeño ser que nos hará muy felices a todos cuando llegue a nuestras vidas.

El rey asintió hacia él, la ansiedad por conocer a su hijo lo tenía al borde.
Quería tenerlo entre sus brazos, poder enseñarle tantas cosas, tantas habilidades.

Pero sobre todo saber la casta exacta a la que pertenecería, no le molestaba en nada si era un hermoso lobo como su mate, o si era un mestizo o un vampiro, cualquier cosa estaría bien siempre y cuando estuviera con ellos.

—Deberíamos volver, Jungkook estará preocupado por nosotros— dijo mientras acariciaba su vientre.

—Tienes razón,  ya  hemos tardado mucho y tu alfa es una cosa bien sobreprotectora — rió — estoy seguro de que si no te llevo pronto de vuelta, saldrá a buscarte.

—Es hermoso, es perfecto— dijo sonriendo.

—Y es tuyo, tu pareja de vida, su corazón te pertenece por completo y el conejo parece no poner resistencia a ello, nunca la puso, es increíble el poder de la unión entre destinados... A veces envidio esa conexión— suspiró.

—Es porque eres ciego.

—Oye pero sin ofender — río divertido.

—Lo siento Mimi, pero eres muy ciego— repitió — tú y Yoongi la tienen, esa conexión de pareja, la tienen por completo... Tu no lo viste, Estaba desesperado cuando casi mueres, jamás lo había visto así, pidiéndome que te salvara, devastado.

—¿Dónde quieres llegar Tae?

—Tal vez tu no lo has notado, pero para Yoongi eres su pareja de vida, eres su destinado, o como quieras llamarle, él está enamorado, daría su vida por ti y de eso no hay ninguna duda.

El menor sonrió algo nervioso, porque sabía que era así, Yoongi lo amaba, tal vez como nunca pensó  que alguien lo haría, pero ese vampiro le enseñaba noche a noche que lo amaba con toda su existencia.

—Lo sé— dijo sonriendo — solo estoy siendo dramático, se que Yoongi es mi pareja, es parte de mi y es lo mejor que me ha pasado.

—Así es, ustedes son el uno para el otro, se necesitan para existir, si eso no los convierte en destinados no se que podría hacerlo.

Jimin asintió antes de dirigir su vista hacia el bosque, dónde un enorme lobo negro caminaba con su vista fija en Taehyung acercándose cada vez más a ellos.

—Me iré ahora, últimamente tu alfa tiene esa manía de andar en cuatro patas por ahí y no le teme a su desnudez cuando vuelve a su forma— dijo divertido — no quiero ver sus miserias.

—¿Miserias eh? Creo que mi Alfa está perfectamente dotado.

—Claro…— dijo retrocediendo y alejándose de Taehyung — solo queda conformarse con lo que la vida te dió — lo molestó antes de salir corriendo del lugar.

Taehyung siempre usaba el poder que tenía sobre él como su creador y era mejor huir antes de ser regañado.

El mestizo rió divertido mientras dirigía su vista a su pareja, quien llegaba a su lado, ya en su forma humana, dejando al descubierto toda su anatomía, tensando sus músculos a cada paso y viéndose tan malditamente apetecible que Taehyung solo pudo morder su labio inferior y observar descarado el cuerpo de su hombre.

—Controla tus hormonas, encanto— dijo burlesco.

—Mis hormonas enloquecen si te tienen cerca, Alfa.

—Lo sé, y me encanta, pero no quiero lastimarte, te lo dije, estás en tus últimos días de gestación y no quisiera adelantar el parto por descontrolarme.— reconoció — el deseo que siento por ti es tan grande que me vuelvo loco por poseerte, mi lobo se vuelve loco, es él quien ahora mismo me dice que debemos controlarnos.

—No le hagas caso, mi lobito es muy sobreprotector, pero en el fondo sabe que no me lastimaran, que podemos disfrutar de nosotros sin problemas—dijo ocupando su velocidad para dejar al Alfa sentado, con su espalda apoyada en un árbol mientras el se subía a horcajadas en su regazo— Solo un poquito, no pasará nada— dijo coqueto, moviendo sus caderas en círculos, tentando a su alfa.

Jungkook cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás, disfrutando de la forma tan deliciosa en que Taehyung se restregaba sobre él, aguantando las ganas que tenía de sostener sus caderas y penetrarlo fuerte, una y otra vez hasta saciar sus instintos.

Cada intento de control fue en vano cuando los traviesos labios de su mate besaron su mandíbula, recorriendo su piel hasta tomar entre ellos el lóbulo de su oreja y detenerse unos segundos ahí para susurrar insinuante.

—Quiero sentirte, estoy ardiendo, alfa, hazte cargo y follame — pidió.

Sin pensarlo, el pelinegro enderezó sus cuerpo y sostuvo al mestizo desde su cuello con suavidad, para acercarlo y comenzar a besarlo con desespero, lamiendo y chupando sus labios con tal dominancia que el contrario se derretía entre sus brazos con cada toque.

Taehyung levantó sus caderas y sacó sus ropas en menos de un segundo, quedando desnudo sobre su alfa, piel contra piel, sintiendo la tibieza del cuerpo de su hombre  que parecía encajar tan bien con su propio calor.

El pelinegro lo levantó levemente para alinearse en la intimidad y hacerlo descender suave, llenándolo poco a poco mientras sus ojos estaban fijos en el rostro de su luna, contemplando aquella mueca placentera que portaba cada vez que le hacía el amor.

El rey mestizo se sostuvo de sus hombros y sin pensarlo, ni esperar estar aún más listo, comenzó a subir y bajar su cuerpo, autopenetrandose en la recta longitud que  lo llenaba tan exquisito y que jamás se cansaría de disfrutar.

—¡Por la luna! Eres tan atrevido, descarado, me encantas.

—Solo para ti, alfa, un descarado solo contigo — dijo dejándose caer aún más fuerte sintiendo las manos de su alfa en sus caderas, sosteniéndole mientras se impulsaba hacia arriba, a su encuentro.

El ambiente era todo gemidos, palabras de amor y choque de pieles descuidados, ansioso buscando placer, teniendo uno de los tantos encuentros que ambos amaban y disfrutaban.

—Vamos cariño, estoy tan cerca, te daré mi nudo y te llenaré una y otra vez.

—Es lo que quiero, no te contengas, quiero sentirte así, dentro de mi, enorme, delicioso y placentero — gimió alto.

El pelinegro se levantó aún con su mate en su regazo, sin salir de su interior y cambió las posiciones, dejando al vampiro bajo su cuerpo, mientras este rodeaba su cadera con sus piernas.

Apoyó sus palmas en la hierba y se impulsó fuertemente en su interior, una y otra vez, entrando y saliendo sin descanso, viendo el cuerpo de su amante deslizarse en cada estocada, mientras este sonreía y pedía por más.

El clímax los alcanzó con rapidez, era inevitable cuando encajaban tan bien, cuando se deseaban y anhelaban tanto, tan fuerte y tan intenso.

Ambos gimieron sus nombres mientras sus esencias eran liberadas y el orgasmo se posaba en sus cuerpos, dándole la satisfacción plena de que, tal como siempre, la unión era la perfección máxima.

El nudo creció en el interior del vampiro, llenándolo, expandiendo y complaciendo a su cuerpo, quien siempre añoraba el encuentro con su pareja.

Se mantuvieron en silencio por un tiempo, disfrutando de la sensación mientras aquel nudo bajaba y Jungkook podía salir de su interior con cuidado para luego recostarse a su lado, sobre la hierba y acariciar su rostro con dulzura.

— Te amo, Taehyung, mi mestizo, mi vampiro, mi Omega hermoso — recitó.

El contrario lo observó con una sonrisa y habló calmado.

—También Te amo, Jungkook, pero ahora mismo creo que deberías llevarme a casa, y llamar a Bogum.

—¿Acabo de follarte y  te atreves a pedir por otro hombre? — bromeó sin entender la petición de su mate.

—Deja los celos, alfa, nuestro cachorro ya viene — aclaró esperando que lo entendiera.

La cara de Jungkook se transformó de inmediato en una de preocupación que hizo reír a Taehyung, divertido por la transparencia del alfa en sus emociones.

El pelinegro se puso de pie rápidamente, y tomó a su pareja entre sus brazos para comenzar a caminar a paso veloz, ocupando su velocidad, una que no usaba muy a menudo pero que era necesaria en este momento, para llegar lo antes posible a su hogar, específicamente a la habitación que compartían y tender sobre la cama a Taehyung, recostandolo suavemente antes de tomar su teléfono y llamar al médico.

Jimin y Yoongi entraron preocupados a la habitación, viendo la tranquilidad que portaba el rey, sin ser conscientes del malestar que sentía, uno que no dejaría ver a sus familia, no quería que se preocupan, sería valiente, cómo siempre lo fue y soportaría cualquier dolor con tal de traer a su cachorro al mundo, sin dejar que la angustia se apoderara de sus amigos.

—Es tiempo…

—No pareciera que va a parir…— se burló Jimin con una sonrisa nerviosa.

—Y permitir que me vean mal, eso nunca — respondió con la voz agitada.

—No te acerques mucho a la ventana Gigi, eres inflamable…

El pálido bufó divertido, porque aún en esa situación Tae se mantenía tranquilo, bromeaba e intentaba no entrar en pánico, aunque por sus ojos podía ver qué estaba asustado.

Jungkook había salido de la habitación luego de ponerse unos pantalones y estaba en la primera plata, caminando de un lado a otro mientras esperaba a Bogum, el cuál apareció frente a él en menos de lo que pensaba.

—¡Gracias a la luna!

—¿Dónde está mi rey?

—Arriba, en la habitación, vamos — dijo caminando delante del doctor a paso apresurado.

Una vez llegaron arriba, Bogum entró de inmediato a la habitación acercándose a Taehyung.

—Mi rey, estoy aquí… dime cómo te sientes…

—Estoy bien,  solo me preocupa que las cosas no salgan bien.

—Lo harán, pero debe ser rápido, recuerda que por el proceso de sanación no podemos tardar mucho en la cesárea— observó a Jungkook — mantente cerca, podré administrarle morfina, pero su cuerpo la quemará más rápido de lo que tarda en hacerlo un cuerpo humano, su lado vampiro no permitirá que el efecto perdure, una vez termine el procedimiento debe beber de ti.

Jungkook asintió al instante.

—¿Sentirá dolor? — preguntó.

—Es un hecho, sentirá mucho dolor, pero Tae es capaz de soportarlo.

—Así es— intervino el mestizo — lo haré, no te preocupes, alfa, será rápido, confío en Bogum.

El alfa vampiro se acercó a la cama desde el otro lado  y sostuvo la mano de su pareja entre las suyas, entrelazando sus dedos.

Yoongi y Jimin salieron del lugar, no se sentían listos para ver lo que seguía, esperarían fuera de la habitación, aguardando ante alguna emergencia, pero dejarían a solas al doctor y la pareja para que pudieran hacer el trabajo sin ninguna molestia.

Una vez solos Bogum puso sobre la cama su bolso, cubrió sus manos de guantes esterilizados y comenzó a preparar los implementos.

Desearía poder haber atendido a su rey en una cama de hospital, un lugar más acorde a la situación, pero debido a la naturaleza de todo debía ser así, en la privacidad de su hogar.

—Está bien, hagamos esto, no podemos perder más tiempo, podría ser riesgoso para el cachorro.

Levantó las ropas de Taehyung, dejando ver su barriga por completo mientras escuchaba un gruñido de parte de Jungkook, quien bajó su cabeza avergonzado.

—Alfa bobo — dijo Taehyung sonriendo.

El médico inyecta la morfina en el costado del abdomen del mestizo, mientras observaba cualquier reacción adversa que pudiera surgir.

—No puedo esperar que haga efecto, no sé cuánto durará — dijo angustiado.

—Solo hazlo Bogum, trae a mi bebe junto a mí— respondió sosteniendo con más fuerza las manos de su alfa, quien temblaba levemente, asustado, nervioso por la situación.

Sin pensarlo Bogum llevó el bisturí hasta el abdomen bajo de Taehyung y procedió.

La cara del mestizo estaba tensa, aguantando el dolor que le había causado, sintiendo como su piel era abierta y rasgada para traer al mundo a su pequeña semilla, el fruto del amor que sentía junto a su alfa.

Se mantuvo con los labios apretados, una de sus manos sosteniendo con firmeza la sábana mientras la otra no se separaba de entre los dedos de Jungkook.

Observó hacia el techo de la habitación a la espera del nacimiento de su cachorro, concentrándose, ignorando el dolor, que posiblemente era el más grande que había sentido.

No habían pasado ni dos minutos cuando el llanto de un bebé invadió por completo el espacio, haciéndoles soltar el aire que parecía haber  estado retenido en sus pulmones  durante un largo tiempo.

El cuerpo de Taehyung caía agotado sobre la cama, soltando sus agarres y viéndose sin fuerzas, sintiendo, al fin,  el esfuerzo que había hecho su cuerpo cobrarle factura.

Jungkook rasgó su muñeca con sus dientes, sin pensarlo y la acercó hasta los labios de su mate, quien comenzó a beber débilmente mientras el Doctor se encargaba de revisar al pequeño cachorro que se habría paso a la vida en ese instante.

Las heridas comenzaron a sanar, la vitalidad del rey comenzaba a tomar fuerza, la calma volvía a ellos poco a poco.

Bogum se acercó a ellos con la pequeña criatura entre sus brazos, llevándola hacia sus padres y poniéndola en los brazos  de Taehyung, quien limpiaba su boca con el dorso de su mano, y agradecia a su pareja por alimentarlo.

Sostuvo con delicadeza a su hija, era una niña, una hermosa pequeña de piel blanca como la nieve, y unos ojos negros, hermosos y profundos, tal como los de su Alfa, quien los observaba con sus ojos húmedos y una sonrisa hermosa en sus labios.

Jungkook subió a la cama y se recostó a su lado mientras llevaba sus manos hasta su hija y acariciaba su frente con la punta de sus dedos, delicadamente, con temor de ser muy brusco, cuidandola cómo la piedra preciosa que era para ellos.

—Es hermosa…

—Se parece tanto a ti, alfa, es perfecta.

— Tomé algunas  muestras, pero estoy seguro que esa pequeña que tienen ahí, es una hermosa híbrido como sus padres, es la genética, ella no tiene posibilidad de ser solo un vampiro teniendo los genes de alfa y Omega en su ADN.

—¿Cuando lo sabremos?

—Ahora —sonrió — me traje todos los juguetes, podré darte una respuesta ahora, mi rey.

Taehyung sonrió agradecido hacia su amigo, porque Bogum lo era, no solo su médico, era parte de su familia y ahora aún más, al haber traído al mundo a su pequeña.

—Mira nada más que belleza…

—No pensé jamás ver un ángel — dijo Yoongi emocionado, entrando junto a Jimin.

—Ven a saludar a tu sobrina Gigi— respondió Taehyung sonriendo hacia su mejor amigo.

El pálido camino junto a ellos y sonrió enternecido por la imagen, realmente le hacía feliz que Taehyung estuviese viviendo todo eso, se lo merecía por completo, luego de tanto, merecía un final feliz para el mismo.

—¿Cómo se llamará?— preguntó Jimin.

—Dalia…

—Jeon Dalia — aclaró JungKook con su pecho inflado.

—Alfa presumido, felicidades.

Jungkook sonrió hacia Jimin por sus palabras, estaba tan feliz que podrían molestarlo tanto como quisieran y él ni siquiera se molestaría, no podría cuando estaba con su corazón tan lleno.

—¿Ya nació?

Hobi  irrumpió en la habitación agitado, desde que JungKook se había convertido, la manada lo había elegido como su nuevo líder, ocupaba ese cargo con orgullo, intentando dejar una huella en él y que su amigo se sintiera orgulloso por su sucesor.

La mayoría de los lobos conocía a Hobi desde años, ninguno tenía alguna objeción de dejarlo a cargo, menos después de que JungKook había ido a ellos y les había explicado la situación, asegurando que él lo respalda para su nueva labor, que tenía toda su confianza y que estaba seguro sería el mejor líder que la manada podría tener.

Había corrido para llegar cuando recibió la llamada de Jimin, se sentía desesperado por llegar hacia su hermano, porque eso era Taehyung para él, su hermano mayor, siempre lo consideraría de esa forma.

—Ven…

Al escuchar al mestizo se acercó con premura, ansioso por ver a ese pequeño ser que los tendría a todos con su atención sobre ella desde ahora en adelante.

—Bellisima…

—Lo es, muy hermosa, mi pequeña cachorra es una bebé preciosa— decía Jungkook orgulloso.

—Lo es, realmente lo es.

—Gracias por venir, Hobi— habló suavemente Tae.

La conversación fue interrumpida por Bogum, quien se acercó a ellos para dar los resultados de los exámenes que había realizado.

—Tal como les dije antes, está pequeña criatura es un híbrido, lo que lo hace más como Taehyung, con todos los beneficios de un mestizo, no deben preocuparse de nada, todo estará bien.

—¿Ella es Omega?

—De hecho no— sonrió — tampoco es alfa, estoy casi seguro que se trata de un enigma, hace mucho no veía uno, son muy escasos, ella será muy poderosa — aclaró.

—Enigma…— repitió Jungkook — pensé que eran solo un mito, nunca ví uno… es sorprendente.

—Todo lo que los rodea a ustedes es sorprendente— reconoció Bogum.

Taehyung asintió hacia él.

Estaban todos tan felices de la nueva integrante que estuvieron el resto del día y parte de la noche  hablando, planeando tantas cosas para su futuro que ni siquiera se dieron cuenta del pasar de las horas.

Uno a uno fue abandonando el lugar, hasta dejar a la pareja por completo a solas junto a su bebé, disfrutando del momento íntimo que compartían como familia, solo los tres.

La pequeña se encontraba en medio de sus padres, quienes no podían para de sonreír y de halagar cada movimiento y cada pequeña acción de su cachorra, su preciosa enigma, la híbrido más diminuta y tierna que podían imaginar.

—Gracias por llegar a mi— dijo Taehyung.

—Fuiste algo terco, pero logré hacer que te quedaras a mi lado.

—Llegaste diciendo cosas que para mí no eran posibles, entonces solo un mestizo que había sido rechazado por los que creía eran su especie toda mi adolescencia, los mismo malditos que dañaron a mi madre, era todo tan confuso cuando viniste.

—Estuve muchas veces fuera del bar, a punto de entrar y sin atreverme, aquella noche solo me arme de valor y lo hice, aunque vaya primera impresión que me lleve.

Taehyung se sintió avergonzado.

—En mi defensa debía liberar estrés— bromeó.

El pelinegro sonrió divertido, realmente ya no le importaba.
Si bien en un principio se sentía celoso, eso cambió casi de inmediato, Taehyung le pertenecía en cuerpo y alma, era su pareja de vida y eso nadie podría cambiarlo.

—Te amo— dijo sin más.

—Yo lo hago aún más, alfa.

Observaron a su pequeña niña que estaba dormida, a gusto entre sus cuerpos, tan perfecta y tan única que se sintieron dichosos por la bendición que les daba la diosa luna para sus vidas.

—Seremos muy felices, Taehyung, los haré a ambos las personas más felices del mundo y los voy a proteger por siempre, ya nada podrá alcanzarnos, ni dañarnos, estaremos juntos, los tres, con el resto de la familia, esos locos serán parte de nosotros por toda la existencia.

—Lo seremos, ya lo somos— dijo antes de acercarse a dejar un casto beso en los labios de su pareja, quien cerró sus ojos y disfruto el contacto.

Apoyaron sus cabezas sobre la almohada, observando al pequeño ser entre ellos y unieron sus manos, entrelazando sus dedos mientras se daban pequeñas caricias.

Habían pasado por tanto, la vida les había puesto muchas pruebas para llegar donde estaban y en ese momento no podían estar más agradecidos de cada una de ellas.

Cada paso que dieron los llevó justo a ese momento, donde podían decir al fin que todo estaba dónde debía estar y que ya nunca más tendrían algún problema que sortear, al menos eso esperaban, poder vivir felices siempre.

El rey vampiro encontró su felicidad en el alfa líder que le demostró que no habían castas, ni especies que pudieran cambiar el destino, cuando ya estaba escrito y decretado para que ellos hicieran una vida juntos.

Fin.

Gracias a quienes se mantuvieron hasta el final de esta historia

kalukim03
ANDREA_JK1997
YersidadelCarmenMeja
VeronicaViojo5
joongTae

Gracias por estar siempre 🌸

Espero las siguientes historias sean de su agrado y seguir escribiendo locuras que podrían interesarles 💗

🌸ErLith_🌸