Querido diario:

Amar dice que tengo 16 años. Yo no sé calcular la edad, pero me veo menor.

Hoy me he ido con los amigos inteligentes de Amar. Se llaman... Edward y West. Me cayeron bien. Pero podía ver en sus ojos que sólo estaban conmigo para estudiarme. De alguna manera podía sentirlo y saberlo.

Es curioso como una persona que desconoce tanto -yo- puede entender tan bien, ¿no es así?

Sin embargo, lo dejé pasar. Edward me hacía constantes preguntas sobre cómo me sentía y esas cosas. Luego West, que parecía preocupado pero en realidad fingía, quería saber si me dolía algo.

Me cae mejor Amar. O es mejor actor, o no finge sus emociones.

Sin embargo, Edward y West son buena gente. Intentaron hacer lo que podían.

Y Amar ha preguntado por ti. Y le respondí que ya nos estábamos conociendo.

Y...

Vale, volví a ver a Cedric. No puedo mentirte. Pero esta vez no estaba sólo. Una chica estaba detrás de él. Era rubia. Y se llama Noa.

Y no sé por qué lo sé.

Siento que estoy perdida. Y sé que lo estoy. Estoy confundida, ¿quién soy en realidad?

Descansa, querido diario.

Pd: por momentos, eres el único que puede escucharme sin fingir. Te quiero.