TaeHyung se encontraba con la cara como un tomate, aún no se creía que JungKook le hubiera dado un beso, y es qué para él estas cosas eran raras, su madre y Jimin habían sido las únicas personas en besarle, con ese pensamiento se dirigió a dormir pues ya era bastante tarde.

Mientras en la casa de al lado, no había nadie que le quitara la sonrisa a JungKook de la cara, y es que no era para menos su felicidad, de a poco estaba logrando acercarse a TaeHyung, y es que el chico le gustaba en serio.

-¿Y esa felicidad?

-¡AH! ¿Mamá me quieres matar de un susto? -preguntó asustado.

-Ay, que exagerado eres. No me viste porque andas en tu nube. ¿Dónde estabas?

-Estaba en la casa de TaeHyung, ya te lo había dicho.

-¿El chico de al lado? -vio a JungKook asentir -¿Con qué él es el que te gusta?

A JungKook se le borró la sonrisa de la cara, ¿cómo su mamá se había dado cuenta de eso? Y como si pudiera leer sus pensamientos respondió.

-Me di cuenta, porque cada vez que hablas de él tienes una sonrisa boba en la cara y eso solo pasa cuando te gusta alguien.

Se dio cuenta de que su madre a pesar de no estar presente mucho tiempo está al pendiente de él.

-Sí, me gusta él -dijo avergonzado.

-Eso es bueno Kookie, tienes que decirle un día que venga a cenar y así lo conocemos.

-Tengo que preguntarle, pero él es muy tímido, no sé si quiera venir.

-Está bien, si no puede ser ahora, en algún momento será, todo a su tiempo JungKookie -dijo ella sonriendo.

JungKook se dirigió a su cuarto pensando en que a pesar de sus padres no estar mucho tiempo en casa junto a él, siempre están atentos con las cosas que suceden a su alrededor. Recordó cuando les dijo que era bisexual, al inicio pensó que lo iban a insultar, y sin mentir se esperó lo peor, cosa que no sucedió, pues sus padres reaccionaron mucho mejor de lo que imaginó, lo apoyaron y comentaron que estarían ahí para lo que necesitara y que seguiría siendo su bebé, a partir de ese momento no ha tenido problemas en decirles cuando algún chico o chica le llama la atención, a pesar de tener cierta preferencia por los chicos.

Se dispuso a hacer la tarea temprano para poder jugar un tiempo antes de dormir y es que él, está participando en un torneo de juegos online y tiene que prácticar siempre que pueda.

Ya pasadas las doce, decidió ir a dormir pues se sentía agotado.

Un ruido permanente hizo que se despertara, de malhumor se quitó la almohada de la cabeza para comprender que era eso.

-¡AH! -gritó cuando observó su teléfono sonando por la alarma.

Se levantó tratando de desenrollarse de la sábana pero fracasó en el intento y cayó de cara al suelo.

-Kookie, ¿estás bien? -preguntó preocupado su padre que al escuchar el ruido subió corriendo.

-Sí, que voy tarde para la escuela -dijo poniéndose de pie con prisa.

-Pero hijo...- JungKook no lo dejó terminar de hablar.

-Papá, ahora no puedo hablar, voy tarde.

Suspirando LeeHyung bajó las escaleras, no pudo comentarle nada a su hijo, esperaría a que terminara de arreglarse.

Minutos después, JungKook bajó a toda prisa las escaleras para poder comer algo del desayuno.

-Cariño, ¿y ese apuro? -cuestionó su mamá que se encontraba sentada en la mesa.

-Voy a llegar tarde a la escuela, mamá -dijo mientras comprobaba la hora en su teléfono.

-Kookie, atrasaron la hora -dijo su padre que se había mantenido en silencio.

La cara de JungKook en ese momento era todo un poema, no se lo creía, ¿cómo él no sabía del cambio de hora?

-¿Por qué no me dijiste nada cuando fuiste al cuarto? -le reclamó a su padre que lo veía con una sonrisa.

-Ni me dejaste hablar -respondió encogiéndose de hombros.

Con un suspiro, JungKook se sentó en la mesa a desayunar, ahora tendría que estar una hora despierto debido al cambio de hora.

-¡TAE! -gritó Hyuna desde la planta baja por quinta vez -este niño siempre se queda dormido.

Al escuchar el grito TaeHyung se levantó rápido, antes había escuchado algo, pero pensaba que era en sus sueños.

Se alistó lo más rápido posible y bajó a desayunar.

-Hola, mamá -dijo dándole un beso.

-Tae, recuerda que te dejé la comida de hoy en el refrigerador, solo tienes que calentarla, también te dejé dinero por si quieres comer pizza, pero no abuses, tienes que comer otro tipo de comida, recuerda sacar a Yeontan a pasear, y cierra bien las puertas cuando te vayas a ir para la escuela y antes de dormir.

-Sí, mamá, ya me lo has repetido varias veces.

-Es que es la primera vez que te quedas solo y no quiero que nada te pase -dijo sintiéndose angustiada - Te voy a llamar por la noche, puedes llamarme cuando quieras. Cuídate mucho Tae.

-Tú también, mami -abrazó a su mamá diciendo eso -Te extrañaré.

-Yo también, mi niño. Ahora me voy que se me hace tarde.

Al irse Hyuna, TaeHyung se quedó en la soledad de la casa.

-Que raro se siente estar solo -murmuró y un ladrido se escuchó -Cierto, ahora te tengo a tí, no estoy solo -dijo abrazando a Yeontan.

Al ver que ya era hora de ir para la escuela, verificó que todo estuviera bien cerrada y dejarle a Yeontan comida por si tuviera hambre, salió de su casa hacia la de JungKook, donde esté ya le esperaba sentado en el portal, y no pudo evitar fijarse en lo bonito que era, el chico perfecto, pensó, ese mismo pensamiento causó un fuerte sonrojo en él.

-¡Hola Tae! -dijo JungKook sonriendo adorablemente.

En ese momento TaeHyung sintió que le estaba empezando a gustar, para qué mentir, ya le gustaba, pero ahora lo sintió más fuerte y tuvo miedo, miedo porque él nunca se ha enamorado.

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Algo cómico por aquí. Espero que les guste.

Cuidense panditas.