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Parte 5 El Maestro del Agua Llega


 Todo estaba oscuro a su alrededor cuando abrió sus ojos. Supo que estaba en una habitación, porque vio la luna en lo alto del cielo, que  filtrando su luz a través de la ventana y le proporcionó luz para saber en qué lugar estaba

Su cabeza dolía y estaba confundido, se reincorporo para quedar sentado. En sus ojos la luna quedó grabada, como si hubiera sido hechizado por su belleza. El viento que ingresó a la habitación era frío era lo suficiente para congelar los huesos de cualquier hombre, pero aún la delgada túnica negras que traiga puesto era incapaz de sentir frío, su propio cuerpo estaba más  congelado  que el clima de afuera.

— ¿Estas consiente? —Escuchó una voz familiar a un lado y su cabeza se giró en aquella dirección para ubicarla. Pero no logró ver aquella persona, porque unos brazos de repente lo envolvieron y el calor que había desaparecido parecía regresar a su alma.

—No te preocupes por nada, esta vez Ge te protegerá..

Había una alegría fría en expresión de Shi Qing Xuan cuando se movió hacia adelante con la intención de ingresar al palacio del Señor del Agua sin embargo, de repente su brazo fue sujetado y tironeado hacia otra dirección.

— ¡He-Xiong! Espera yo..

Haciendo oídos sordos sus palabras, He Xuan lo halo hacia un pasaje y lo estampo contra la pared y colocó su mano a un lado de la cabeza de Shi Qing Xuan.

—Acordamos que no te irías por ahí solo. — De forma severa, He Xuan lo miró. Shi Qing Xuan parpadeo con inocencia. Esa acción molestó al Señor del Viento. — ¡Te entregare al Emperador!

He Xuan lo jalo de nuevo, pero esta vez hacia la dirección del palacio de Jun Wu.

—¡Ah..Espera. Me portare bien!—Shi Qing Xuan se aferró al brazos de He Xuan.—Te haré caso.—Chillo deteniendo los paso de Maestro del Viento. He Xuan lo evaluó y con su otra mano apretó las mejillas de demonio.

—Desapareces una vez más y te entregaré a la corte superior ¿Me escuchaste? 

—Sí, sí —Asintió repetidas veces Shi Qing Xuan con la cabeza ya que la mano del dios elemental apretaba fuertemente su rostro impidiéndole hablar.

He Xuan pareció dudar ya que retiró palma, pero la movió hacia el brazo del demonio para conducirlo hacia su palacio.

— ¡Ne! He-Xiong ¿De quién es ese castillo?

— ¿No lo sabes ya?—He Xuan no era idiota, sabía que no terminó en ese lugar por coincidencia. Sus intenciones no estaban claras, porque no lo vio hacer algo, pero no le era difícil imaginar que el Maestro del Agua WuDo se haya ganado del odio y disgusto del fantasmas. 

—No— Todavía fingiendo ignorancia, Shi Qing Xuan amplió su sonrisa. — Pero se ve que es rico, su hogar parecer ser más grande que el resto de la casas de por aquí ¿Tu palacio es igual de grande He Xiong? Eres un dios de la fortuna, así que debes tener mucho dinero.

— ¿Cómo lo sabes? —He Xuan se detuvo y lo soltó. Shi Qing Xuan no respondió, sus ojos de movieron hacia un costado notando una edificio enorme. Era similar al residencia de Maestro del Agua, pero esta era más modesto y no demostraba que tenía mucho dinero, sino que era más bien conservador.

—Que mal gusto tienes He –Xiong, este lugar luce sombrío como tú. 

Ignorando sus palabras, He Xuan cruzó las puertas y se adentro a su hogar. Su palacio no contaba como muchos suboficiales, por lo que estaba casi vacío. Shi Qing Xuan lo siguió de cerca decepcionado al ver que el interior era igual que el exterior.

Desde la entrada, un largo pasillo los recibía, esta no tenía grandes decoraciónes, incluso el color de sus paredes era  opaco. Al final de este, un amplió jardín se veía a los costado, pero este no tenía nada llamativo, solo lo normal. Un estanque de peces y arbusto de flores de aspecto normal. 

Una vez recorrieron el patio. Una gran habitación se hizo presente, por su amplitud debía usarse para organizar banquetes o fiestas, ya que el fondo de salón había una estatua de dios elemental.

Deteniéndose frente a ella, Shi Qing Xuan lo examinó. — He -Xiong a pesar de que tienes mal gusto, tus devotos tienen  una mejor impresión de ti. En vez de un dios de la fortuna pareces un dios marcial ¿Seguro que no equivocaste cuando ascendiste? —Soltó unas series de carcajadas de forma despreocupada. 

—Está es antigua. — He Xuan no quería darle explicaciones, pero por alguna razón lo hizo — En mis primeros años como dios solían escupir este tipo de estatuas, como la imagen no apropiada para un dios de la fortuna, pedí que la cambiaran. 

— ¡Hiciste bien! —Lo felicito Shi Qing Xuan —Aunque seguro tu cara de amargado no pudo quitarse, es mejor que está.

Aunque solo soltaba lo que pensaba, era verdad lo que decía. Está estatua de pie del Señor del Viento, portaba una portaba una armadura de guerra y una espada a medio desenvainar, su mirada era feroz como si estuviera a punto de luchar contra alguien.

Más tarde, fue reemplazada por otra de pie, donde He Xuan estaba vestido con varias capas de túnicas elegantes y abanico en sus manos, porque a menudo era confundido con un dios marcial y recibía muchas oraciones que eran en general para un dios marcial. Cuando se hizo el cambió, se volvió lo suficientemente famoso como estar dentro de cuatro cuentos famosos .

Como He Xuan se movió de nuevo, Shi Qing Xuan lo siguió, pero sus ojos no dejaron de mirar a su alrededor y cada cierto tiempo hacía un comentario sobre la decoración de lugar.Comparado con su burdel de la alegría, este lugar era tan sombrío y deprimente, que no podía evitar quejarse.

—He –Xiong necesitas que alguien remodele este lugar. Pero lo principal es que abran las ventana, el cielo están brillante, pero este lugar tan oscuro que cualquiera pensaría que viven un fantasmas aquí.

— ¿Quieres que te ayude?

—No.

—Ah ¿Por qué?

Finalmente llegaron a una habitación, por el arreglo de los poco muebles y la cama, Shi Qing Xuan supo que era los aposentos del dios, el cual también parecía ser una recamara de meditación ya que había un pequeños espacio a un costado de la salón, pero lo que captó por completo su atención fue ver un santuario con cuatro urnas alineadas perfectamente. Guiado por su curiosidad, extendió su mano.

— ¡No lo toques!— Con ese grito, la mano de Shi Qing Xuan se retractó y regresó a su lugar y fingió que no estaba haciendo nada.

Soltando el aire que estaba siendo retenido en su boca, He Xuan suspiró. Al estar con este fantasmas de género dudoso se sentía cansado.

— ¿Por qué buscas al Señor del Agua?—Retomo la pregunta. Está vez, Shi Qing Xuan no parecía evadir la pregunta, se acercó como si estuviera jugando al que persigue y mantuvo una cierta distancia de él.

— ¿He –Xiong quieres sabes?

Su sonrisa coqueta y su voz sedosa, no hizo que la expresión del Señor del Viento cambiara. Incluso cuando Shi Qing Xuan caminó alrededor suyo como si lo examinara, no se perdió de vista sus movimientos.

— ¿Cuál es tu verdadero propósito al venir al cielo? Si buscas saldar una deuda con Señor del Aguas pierdes el tiempo, él no está ahora en el cielo ahora.

—Oh, con que no está— Contrario a sus palabras, Shi Qing Xuan no estaba sorprendido. Con su manos rodeo a He Xuan desde atrás y acercó su rostro hacia su oreja y le susurró. —Solo quería verlo, no te pongas celoso. Te daré un servicio especial. 

— ¡Ahh! Duele —Las mejillas de Shi Qing Xuan fueron tirara sin compasión y de repente fue empujado hacia atrás. Su espalda choco contra algo suave, jadeo y sus ojos se ampliaron con incredulidad, cuando se dio cuenta que estaba costaba sobre la cama y He Xuan estaba presionándolo contra ella.

— ¿He-Xiong?

He Xuan lo miró en silencio un momento antes de hablar. — Te he cumplido tu capricho,ahora dime ¿Dónde está el Señor de la Tierra Yi?

— ¡No me dejaste ver nada! Solo tú feo y aburrido palacio. Exijo una compensación ¡No te diré nada!—El joven agitó sus manos y hizo un puchero, luego tomo las sabanas las camas de la cama, y se giró hacia un lado y se hizo un bollo — ¡Ya no te hablaré!

—"..."

Sin palabras, He Xuan observó aquel bulto y tuvo la necesidad de sacar su abanico y mandarlo a volar de nuevo al reino mortal. Contuvo aquel deseo y se abandonó su propia cama y salió de la habitación. Momentos después regresó con una bandeja de pasteles dulces, una jarra de vino y dos tazas.

Se sentó sobre la cama y dejó la bandeja a un lado, mientras se servía una copa de vino y bebía su contenido en silencio. Repitió el proceso varias veces, cuando vio por las esquinas de sus ojos que una mano blanca se acercaba despacio a los dulces que trajo¡Plazh! Golpeo esa mano, sin ninguna gota de remordimiento en su conciencia.

— ¡He –Xiong! Eres un tacaño ¿Así tratas a tus invitado?— Shi Qing Xuan descubrió su cabeza y acusó con el dedo. He Xuan se bajó otra copa de vino e ignoro su acusación, tomó la jarra de alcohol y sirvió la otra copa.

— ¡No me ignores!— Shi Qing Xuan lo sacudió de un lado a otro, como no consiguió ni una mirada del dios, tomó los dulces y comenzó a devorarlo. Incluso agarro el otro vaso y lo bebió.

—Con lo tacaño que eres He-Xiong seguro no tienes amigos ¡Bien! A partir de ahora seré tu mejor amigo.

—En tus sueños.

Sin esperar a ser atendió, Shi Qing Xuan se sirvió otra copa de vino.—Tienes buen un gusto para las bebidas—Sonrió. —He Xiong vamos al reino mortal a comer algo. Este lugar es aburrido.

— ¿No deseaba conocer el cielo?

—No, me arrepentir. Vamos a la Capital Imperial a beber, el vino ahí es bueno. Como tu mejor amigo te mostraré las cosas divertidas de la vida. 

Como no estaba interesado, He Xuan solo bebió su vino. En ese momento una noticia estalló en la red de comunicación.

"El Señor del Agua ha vuelto"

"¿Cuántas embarcaciones hundió esta vez?"

"¡Oh, está repartiendo méritos!"

Mientras más escuchaba, más disgustado estaba He Xuan. No le agradaba la forma en la que Shi WuDo hacia las cosas.

— ¿Qué pasa He-Xiong? Parece más amargado que antes— Solo con un par de copas, Shi Qing Xuan estaba un poco ebrio. De forma perezosa colocó su mandíbula sobre el hombro de He Xuan y río.

—Quítate— He Xuan lo apartó y Shi Qing Xuan se desplomó sobre la cama y cerró sus ojos para quejarse dormido. O al menos eso aparentaba, ya que sus facciones relajadas daban esa sensación.

Aunque no sabía si solo estaba fingiendo, He Xuan abandonó su lugar y salió sus aposentos. Los dioses se estaban reuniendo el salón marcial, seguramente para discutir lo que pasaría con el General Pei, debido a todos los problemas que surgieron de forma seguida el asunto no había quedado claro. Xie Lian seguramente también estaría presente para aclara qué fue lo que pasó Lan Qian Qui.

En el gran salón Marciales. Decenas de dioses ya se encontraban reunidos, algunos murmuraban entre ellos, pero los más curiosos prestaban atención a la puerta esperando la llegada de cierto personaje.

En ese momento las puertas se abrieron con un sonido brusco y en la entrada, el Señor del Agua, Shi Wu hizo acto de presencia. Se adentro al gran salón dorado con una diminuta sonrisa en sus labios; su postura elegante y arrogante resaltaba su atractivo rostro junto con el largo de sus túnicas blancas y azules.

El salón que había quedado en silencio por su llegada repentina, volvió a tornarse ruido.

— ¡Bienvenido, Señor del Agua!

—Gracias.

— ¿Cómo estuvo su viaje al reino mortal esta vez?

—Sin contratiempos.

—Señor del Agua ¿Desea intercambiar algunas copas en mi palacio más tarde?

—Estoy un poco agotado por el viaje, capaz en otra oportunidad.

—S-si, tiene razón. Fui un desconsiderado.

Muchos dioses ansiaban tener una buena relación con el dios de la fortuna y no ofenderlo de ninguna forma. Temían que si lo hacían, su suerte estaría acabada, por eso, aunque no les agradaba de todo Shi WuDo todavía soltaba halagos cuando lo veían.

—Siempre siendo el centro de atención ¿Tendrás tiempo tomar una copas conmigo?

Shi WuDo se detuvo y desprendió su abanico para volverlo a cerrar. Alzó una ceja desinteresadamente a la propuesta de Pei Ming, el dios marcial del norte— ¿Tienes tiempo para beber con un hombre? Pensé que tú hacías esas actividades con las mujeres.

—Por un hombre tan hermoso como tú, que se compara con la flores mas belleza que he visto ¿Por qué me negaría tu compañía?

— ¡Mn! —Shi WuDo hizo una mueca disimulada. Pie Ming lo noto, pero no le importo.

—Escuche que te has metido en problemas. — Shi WuDo siguió de largo y se dirigió a un palco especial en el segundo piso, donde tenía vista de todo el lugar. Ling Wen estaba ahí para recibirlo y corrió las cortinas para dejarlo pasar. 

— Fueron sucesos inesperados. Incluso las mujeres nunca me causaron tantos problemas—Pei Ming no lo negó y se sentó a su lado. Shi WuDo, lo observó con una expresión de fingido asombro, el cual demostraba que le interesaba el asunto.

—Eso es algo nuevo. Normalmente todos los escándalos del General Pei son por mujeres. — Después de servir una taza de té y repartirlo, Lin Wen también asiento del otro lado del Maestro del Agua. —Por cierto ¿Está bien que estés aquí? 

Pei Ming rió sin diversión. — Esta bien, su majestad no se molestara por asuntos menores. Solo estoy inconforme, el pequeño Pei fue exiliado.

—Parece que el hazmerreir de los tres reinos te ha ofendido. Su alteza real debe ser una persona interesante. — Comentó Shi WuDo, pero bien no le importaba el asunto. A lo que concierne, todo es culpa de General Ming Guag por descuidado.

—Lo es, su alteza incluso tiene la ayuda de un rey demonio.

Aunque no cambió de expresión, levemente los ojos de Shi WuDo se ampliaron,— ¿Un supremo?

—Si ¿Has escuchado de ellos?

—Por supuesto, que se quienes son — Shi WuDo lo miró de forma molesta.

—La Lluvia Carmesí que Busca la Flor, Hua Cheng— Dijo Ling Wen —Fue él quien ayudó a su alteza.

—Si, recientemente se metió con la guarida de Duende verde, Qi Rong.

—Ese ni siquiera es un supremo —Se burló con desprecio  Shi WuDo.

Aunque no lo digieran, la diosa de la literatura y el dios marcial le dieron la razón. Siendo la última quien comentó. — La Calamidad Vestida de Blanca, no se ha visto en mucho tiempo.

— ¿Quién falta?—Pei Ming difícilmente recordaba los nombre de los hombres.

—Aguas Negras que hunde barco, Señor de los mares y ríos. Es único de los cuatro reyes demonios cuya identidad es desconocida, se dice que suele mantener el perfil bajo, pero todo aquel que ha entrado en su territorio no ha vuelto. 

—Oh, me sorprende que lo sepas —Ling Wen sonrió levemente. — Tienes interés en él ¿Porque ambos son llamados señores del agua? 

—Un demonio, cuya identidad es desconocida ¿Cómo podrías compararse conmigo?

Pei Ming soltó una suave risa. —Por supuesto ¿Quién podría compararse con el Tirano del Agua? En ese momento, una persona captó su atención y dijo.— Mira tú favorito ha llegado. 

Bajando sus pestañas, Shi WuDo logró ver a la persona que entraba al gran salón y su cejas se fruncieron levemente. — Ese dios de quinta.

Esa persona era He Xuan. Miró hacia arriba y se encontró con la mirada con la Shi WuDo. Ninguno se soportaba y no se molestaba en ocultarlo, tan pronto como se vieron retiraron sus miradas como si hubieran visto algo feo y pretendieron que el otro no existía.

—¿El señor del Viento te ofendió alguna vez?—Pei Ming no contuvo su curiosidad. Shi WuDo desplegó su abanico y escondió la mitad de su rostro.

—Alguien como él, no es digno del ser Maestro del Viento.

Esa palabra no ofrecía mucha explicación, pero a los dos dioses no le importo ni tampoco se molestaron en preguntar.

En otro lugar, las puertas de un palacio se abrieron de repente y una sombra se deslizó sobre él. La luz que provenía del exterior permitió ver que la persona que ingresaba era Shi Qing Xuan.

El demonio se adentro en aquella habitación hacia la estatua del dios al cual partencia aquel castillo y bajo sus pies se sentó. En sus manos traía un jarrón de vino y en la otra dos copas, las había tomado del palacio de He Xuan sin ningún remordimiento y se escapó tan pronto como dios se había ido.

— Ming-Xiong —Sirvió las dos copas y tomó una para derramarla al piso — He venido al cielo, no es como me dijiste. Ge no está estaba en su palacio así que no pude verlo.

—Este lugar está muy sucio, deberías limpiar cuando regreses. —Cuando dijo esas palabras la sonrisa en su rostro se desvaneció casi por completo. En sus manos pareció una pala y se abrazó a ella como si fuera un objeto preciado.

—Vamos a tomar algo en capital imperial. He-Xiong es aburrido y no comprende lo genial que es tener un mejor amigo como yo.

—Ming-Xiong ¿Está bien si elimino a todos los oficiales celestiales?

Su aura gentil y suave desapareció. El color de su piel se torno pálida y sus ojos se oscurecieron. Sus ropas coloridas fueron reemplazados por un hanfu(1) negro con bordados dorados en sus extremos. Un viento extraño ingresó al lugar y sus largos cabellos negros se desparramaron.

—Seguro a Ge le gustara. Ver sus cabezas cortadas.—Dijo viendo que el vino derramado en el piso se tornó transparente y la imagen de Shi WuDo apareció.

Hola queridos lectores. Gracias por leer

(1)un hanfu es un vestimenta antigua china.

Espero que les haya gustado. Las cosas se pondran mas tensas en el proximo cap

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