Parte 13 Mi solitario y tonto demonio
Parte 1
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Se quedó sorprendido al ver esas brillantes lágrimas como perlas que fluían por aquel rostro juvenil, pronto el asombro inicial fue reemplazado por incredulidad, creyó haber escuchado mal, pero cuando se fijó en esos ojos grandes que lo miraban con exceptivas su boca actuó antes que su cabeza.
—Lo prometo.
Los labios de Shi Qing Xuan se curvaron hacia arriba. Feliz se levantó y él extendió su mano— ¡Entonces serás mi mejor amigo!
Ignorando la frase final que soltó el extraño joven, Ming Yi, el Señor de la Tierra tomó esa blanca mano y se reincorporo. Sacudió sus túnicas y ajustó su bolso y comenzó alejarse sin decir nada.
Inmediatamente, Shi Qing Xuan lo siguió — ¡Ne! ¿A dónde vas? Por esas zonas no encontrarás ningún pueblo, fueron arrasados por el diluvio.
Ming Yi tenía la intención fingir que no existía, pero lo último que dijo captó su atención. Sus pasos se detuvieron justo en el momento en el que Shi Qing Xuan se le adelantó unos pasos y giró para caminar hacia atrás.
— ¿Fuiste tú quien lo hizo?
— ¿Qué cosa?—Shi Qing Xuan parpadeó sin comprender.
El señor de la tierra era una persona de pocas palabras, como la otra parte fingió ignorancia en el asunto no iba a discutir con él, simplemente retomó sus pasos.
—Estas zonas fueron afectadas por las guerras, los países del sur y norte han estado en constante enfrentamiento, incluso han destruido los diques de las provincias cercas trayendo el agua hacia estos rumbos, sumando a las épocas de lluvias, los ríos se han desbordado y han hundido incontables pueblos.
Una vez que empezó hablar, Shi Qing Xuan le contó toda la historia del lugar, para Ming Yi era como el zumbido de una mosca que se paseaba a su alrededor y se negaba a irse, incluso caminó por horas y la otra parte no solo no se cansó de seguirlo, sino que su boca no se cerró ninguna vez.
Sin embargo, comprobó que lo dijo era cierto, había rastro de la guerra había pasado por el lugar, ni siquiera vio una aldea en miles de kilómetros desde que llegó a la zona.
Finalmente, se detuvo en el lugar al que quería llegar, se trataba del límite de la región que separaba una la parcela de tierra de la otra que región. Ambos sectores eran atravesados por un gran lago lo cual impedía que las personas pudieran ir al otro extremo. El los últimos meses había recibido algunas oraciones para construir un puente para conectarlos.
Bajó su bolso y sacó algunas cosas, entre ellas estaban planos de puentes y medidores. Shi Qing Xuan se asomó por encima de su hombro para ver qué estaba haciendo cuando vio que un artefacto apareció en las manos de Ming Yi.
Sus ojos se ampliaron al reconocerlo y dio varios pasos atrás, justo en ese momento Ming Yi se dio vuelta y no perdió de vista la expresión que tenía su acosador. Lo encontró raro, su expresión alegre se había desvanecido y aunque era leve su cuerpo parecía temblar, sin embargo, aparentaba estar calmado. Rápidamente se dio cuenta que era por la pala que tenía en sus manos.
— ¿Tienes interés?
Shi Qing Xuan desvió su mirada hacía un costado—No...—Se detuvo un momento y dijo— ¿No me has dicho tu nombre? Y-Yo soy Qing Xuan.
Lo último lo dijo mirando directamente a los ojos de Ming Yi como si quisiera grabar su existencia en sus oscuros ojos.
Ming Yi se le quedó mirando fijamente en todo momento. Un sentimiento extraño brotó de su pecho, era similar a una inquietud o molestar seguida una la tristeza que siente al estar en soledad.
— ¿Qué eres entonces? ¿Un hombre, un mortal, un demonio o un dios?
Era consciente que no era un ser humano, pero tampoco sentía el aura maligna de un fantasma resentido o el aura divina de un dios, sin embargo, la sensación que le daba la primavera venía tras el cruel invierno.
—¡Qing Xuan! ¡Solo eso! —Grito Shi Qing Xuan
"¿Solo eso? O ¿ Es lo que quería ser ?" Ming Yi no pensó mucho en el asunto, tampoco volvió a hacer otra pregunta. Pasó por al lado de Shii Qing Xuan y empezó a trabajar en la construcción de un puente.
Con su dispositivo espiritual hizo un hoyo para drenar el río en él, pero debido a su inmensidad debió hacer varios para bajar su nivel hasta que no le dificultará colocar los pilares de madera, sin embargo, de repente, el agua se dividió mostrando su fondo. Sorprendido y vio que Shi Qing Xuan había usado un abanico de papel como una herramienta mágica.
Ser visto por Ming Yi hizo que Shi Qing Xuan se apenara y sonriera con torpeza, ocultó su mano detrás de su espalda queriendo ocultar su abanico.
Ming Yi dejó de prestarle atención como no hubiera visto nada y siguió con lo suyo.
El día fue avanzado y los colores del cielos fueron cambiando lentamente, durante ese tiempo el señor de la Tierra trabajó continuamente sin detenerse en ningún momento, cuando finalmente sus manos abandonaron sus herramientas, un gran puente quedó terminado y el agua que había dispersado hacia los hoyos fue devuelta al río.
Todo el proceso fue contemplado por Ming Yi en silencio cuando una suave voz viajó por el aire hacia su oído.
— ¿Están conectados? Parece resistente, pero ¿Resistirá el paso del tiempo?
—Quien sabe, nada dura para siempre.
Bajó sus ojos y vio a Shi Qing Xuan en cuclillas observando la superficie del agua, a través de los reflejos sus miradas se cruzaron.
Para Ming Yi esos claros ojos verdes eran como un espejo, miraban a la distancia como si no hubiera nada, como una cáscara vacía que solo envolvía una esencia, sin embargo, intentaba dispersar la melancolía forzando una sonrisa en cara.
De la nada, pétalos rojos llegaron de una dirección y provocaron ondas en el agua, Shi Qing Xuan uso su abanico y evitó que las flores cubrieran la imagen de ambos.
—Así está bien, es como debería ser—Murmuro Shi Qing Xuan
—No parece.
Ming Yi se dio la vuelta y se alejó.
Sé si hubiera quedado un momento más se habría dado cuenta que el reflejo en el agua cambió, quien se reflejaba era Shi Qing Xuan solo que sus vestimentas no eran blancas, sino negras con dorados en los bordes.
—Yo creo ...Que está bien—Tocó la superficie del agua y desapareció.
Ming Yi continúo su viaje guardando ese extraño encuentro en lo más profundo de su mente. Atravesó grandes montañas, valles rocosos, ciudades concurridas , en todo momento tuvo la sensación de que era seguido, pero nadie estaba a la vista.
Una tarde, llegó a una a la ciudad de Yanshang y se alejó en una posada. Su habitación estaba en la parte más al fondo del edificio y con vista lateral hacia los jardines, entrando ya a la noche temprana la vista era agradable.
Dejó la ventana abierta y se sentó cerca de ella, se sirvió una copa de vino disfrutando su sabor, pronto el olor de la comida caliente que había ordenado abrió su apetito, pero no se apresuró, en cambió se sirvió copa y dijo—Sal.
Por un momento nada ocurrió, luego una cabeza colgó tímidamente desde el tejado —je je Ming-Xiong ¿Cómo sabías que estaba ahí?
El señor de la Tierra ignoró la pregunta y respondió —Ven aquí.
Inmediatamente, Shi Qing Xuan bajo del techo e ingreso a la habitación, como la mirada de Ming Yi lo seguía en cada movimiento que hizo se acercó hacia donde estaba y obedientemente dobló sus rodillas como un niño que esperaba el regaño de sus padres.
En realidad, la intención de Ming Yi era regañarlo, pero las palabras que deseaba decir nunca fueron pronunciadas, en cambio al ver el rostro inocente de Shi Qing Xuan hizo que un suspiro escapara de sus labios.
—Si tienes hambre, come.
Sorprendido, Shi Qing Xuan parpadeo varias veces y luego sonrió — ¡Quiero beber!
No espero la aprobación de Ming Yi y el mismo se sirvió — ¡Ming –Xiong tienes un buen gusto para el vino! ¡Vamos a divertirnos toda la noche!
Como estaba siendo muy ruidoso, Ming Yi lo ignoró y se concentró en probar la comida, aun con el escándalo de fondo las delicias tuvieron un sabor diferente en sus papilas gustativas, era cierto el dicho que es mejor la compañía para disfrutar mejor las cosas.
— ¿Es delicioso?—Shi Qing Xuan relleno el vaso de Ming Yi y no espero que le respondiera, sin embargo lo escucho decir una corta frase.
—Lo está. Come.
Shi Qing Xuan no se opuso. Se dio cuenta que había un par de palillos en la mesa, lo que significaba que Ming Yi todo el tiempo había planeado invitarlo. Ese pequeño gesto hizo que las esquinas de sus labios se curvaron hacia arriba formando una sonrisa más honesta.
Durante el tiempo que duró la cena, Shi Qing Xuan le contaba sin parar a Ming Yi de sus aventuras, la otra parte parecía no escucharlo, porque no respondía, simplemente de vez en cuando hacía un gesto con la cabeza cuando Shi Qing Xuan lo regañaba.
Cuando la luna estuvo en lo alto del cielo el silencio reino en la habitación. Ming Yi dejó de hacer los planos de algunas construcciones y miró atrás, encontró a Shi Qing Xuan parecía haberse quedado dormido o caído por todo el alcohol que consumió, tenía una sonrisa boba en sus labios y sus mejillas estaban rojas.
Busco una manta y se acercó sin hacer ruido se acercó a Shi Qing Xuan, dejó la sábana suavemente sobre él y se dio la vuelta para terminar su trabajo.
—Ming-Xiong ...Lo siento, lo siento.
Ming Yi se detuvo y miró atrás. Shi Qing Xuan estaba murmurando algo dormido o por sus estado de embriaguez, pero su tono de voz llenó de dolor y en su trasformado había miedo.
Sin entender, las cejas de Ming Yi se arrugaron. Estaba diciendo su nombre, pero no era a él a quien llamaba. Involuntariamente dijo—No soy él.
La tez de Shi Qing Xuan perdió color y su expresión se volvió dolorosa. No volvió a hablar y quedó en silencio. Un viento frío ingresó a la habitación y apagó las velas dejando el lugar envuelto en la oscuridad, sin embargo, la luna se asomó a través de las nubes e iluminó a Ming Yi y a Shi Qing Xuan, lo único que los separaba era una fina línea negra que provenía de la sombra de la ventana, sin embargo, para el Señor de la Tierra lo que los separaba era un gran abismo, uno en el cual no estaba dispuesto a construir un puente para conectarlo.
Por los siguiente meses, el Señor de la Tierra Yi viajo por el reino mortal acompañado por un joven que lo seguía sin importar a donde fuera, ya sea a los profundo de un bosque oscuro o al desierto de la regiones del sur, Ming Yi pensó que se aburría pronto, pero lo había acompañado a todos sus viajes y cuando tenía que trabajar no se interponía en su camino, sino que se iba para no molestarlo y regresaba cuando terminaba con una jarra de vino y lo incitaba acompañarlo.
Esta vez, estaban en el medio de una gran montaña, tenían la intención de atravesarla antes de que el día acabará y llegar al siguiente pueblo para pasar la noche, pero el cielo había oscurecido antes de tiempo con la llegada del invierno dejándolo sin más opciones que permanecer en el monte.
Para un dios como Ming Yi no era un problema el clima helado, pero todavía busco leña y piedras para armar una fogata. Prendió el fuego y lanzó algunas ramas para avivar las llamas.
Shi Qing Xuan lo observó en todo momento y no pudo evitar comentar con una sonrisa divertida—No siento frío.
—No lo hice para ti.
Mirando la capa extra que había en sus manos, Shi Qing Xuan le resultó difícil creer en esas palabras, Ming Yi se la había lanzado tan pronto las estrellas aparecieron en el cielo.
Colocándose la prenda, Shi Qing Xuan fue envuelto por una ola de calidez que hizo que pecho se llenará de calor. Ming Yi no podría ser la persona más amable del mundo, pero en ocasiones, sus pequeñas acciones, tan comunes lo hacían sentir más humano.
—Iré a buscar algo para comer.
La comida no era algo esencial para ambos, pero para Ming Yi comer junto a Shi Qing Xuan se había vuelto una rutina al igual que beber a la luz de la luna.
—No es necesario....
Ming Yi lo escucho, aun así, se metió entre los gruesos pinos a buscar algo comestible.
Solo Shi Qing Xuan se fijó en esa pequeña fogata. En el interior de su pupila sus flamas quedaron grabadas y ardían con fuerza, pero su espíritu permaneció helado como un bloque de hielo. La soledad se manifestaba en su mirada perdida, sin embargo, su corazón no dolía.
Con un movimiento de su mano el fuego se extinguió.
La oscuridad no dejó que ninguna fuente de luz llegara, los gruesos y altos pinos formaban un techo que impedía que la luna se asomaba entre sus gruesas hojas.
Ming Yi estaba cortando algunas frutas de las copas cuando sintió una energía maligna proveniente en la dirección de donde vino, siendo un dios elemental no estaba en su tarea pelear contra demonios y fantasma ,podía ignorar el asunto, sin embargo, su cuerpo actuó antes que su sentido común y lo llevó a pasos apresurados hacia el lugar donde había dejado a Shi Qing Xuan, incluso sus labios recitando un conjuro listo para derrotar a lo que se que emitiera esa poderosa presencia.
Atravesó los arbustos rasgando sus túnicas en el proceso, pero no le importó, su corazón latía con rapidez sin ninguna razón, algo le decía que se diera prisa. Vio la fogata apagada y sin rastro del Shi Qing Xuan. Miró en todas las direcciones buscando su presencia, cuando un ráfaga poderosa lo obligó a cerrar sus ojos y a retroceder varios pasos atrás.
Abrió lentamente los ojos lentamente y un sudor frío bajó por su espalda. El viento seguía soplando arremolinados las hojas de los árboles de forma anormal negándose a marchitarse y creando un sumido en sus oídos, al mismo tiempo era incapaz de escuchar lo demás sonidos, era como si de repente toda presencia de vida se extinguiera, incluso su respiración se volvió tan suave y lenta que parecía que iba a detenerse en cualquier momento. La sensación de respirar su último aliento no lo asunto, sino lo que estaba viendo.
Encima del terreno rocoso que tenía en frente, túnicas negras se dispersaban con el ritmo de la brisa al igual que unos largos cabellos negros tan finos como la tinta. Shi Qing Xuan estaba sosteniendo por el cuello a una criatura de aspecto horrendo que luchaba por liberarse. Sus delgados dedos, blancos y delicados parecían abrazar con suavidad al fantasma, pero le bastó que presionara para que el ser explotara.
La sangre macho una parte de su cara pálida, pero no parecía importarle. Quedó en una especie de trance por un momento, luego sacó una copa y la relleno con aguas desde su mano para luego derramarla al piso.
Era hermoso con la luna iluminando su expresión indiferente que había perdido todo rastro de diversión al mismo tiempo dejaba una sensación fría en el corazón. Ming Yi finalmente dejó escapar una exhalación profunda. Aunque tenía pocas conexiones con el cielo y el reino de los fantasmas, todavía había escuchado sobre él.
Aquel que derrama el vino y brinda por esta vida injusta. Aguas Negras.
Shi Qing Xuan pareció darse cuenta del regreso del Señor de la Tierra y lo miró sin emociones.
Se miraron mutuamente por un largo tiempo, entonces Ming Yi elevó su cuerpo y aterrizó frente a Shi Qing Xuan.
Por primera vez era Shi Qing Xuan no quería hablar, sin embargo, no espero que de repente, Ming Yi lo jalara a su brazos y lo sostuviera como si fuera algo precioso.
—Los ojos de Shi Qing Xuan se ampliaron, elevo sus manos temblorosamente y sujetó con fuerzas las ropas de Ming Yi— ¿No tienes miedo?
—Mi solitario y tonto demonio.
"Deseo compartir contigo la vista de hermoso valles y montañas, pero el tenerte aquí me causa soledad. Me preguntó ¿Cómo llaman los mortales este sentimiento?"
Hola queridos lectores. Hace mucho que no actualizo esta historia.
Lo siento he estado ocupada con la escuela, exámenes, problemas, sin embargo no me olvide de ustedes. Seguiran las actualizaciones lentas, pero sepan que no abandonare ninguna historia, ahora tiene prioridad las que hace mucho que no subo un cap, así iré lento por ahora.
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