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Parte 12 El bosque oscuro parte 2



Shi Qing Xuan  rio ligeramente. El agarre en su muñeca se aflojo y aprovecho para liberarse y dar varios pasos atrás y seguir su paseando entre los árboles como si estuviera en su propio jardín. Lo que pasó recién, ni siquiera le dedicó un segundo pensamiento.

En cambió, He Xuan miró su propia mano. La helada piel del demonio dejó una picazón en su palma. Ese hormigueo picaba su dermis y sentía  una ola de calor  ir por todo su cuerpo. Alzó sus ojos y vio como Shi Qing Xuan caminaba hacia adelante sin mirar atrás. Por su expresión despreocupada parecía que era el único al cual las emociones lo atormentaba.

Los fantasmas cuando morían, generalmente se deshacían de todas sus emociones y la más fuerte predomina sobre la demás, dándole la forma de una bestia  si era el odio que último que sintieron al padecer, si era tristeza tendían a tener una forma más humana, al igual si lo que predominaba era arrepentimientos

En base a eso, He Xuan sabía que por más que Shi Qing Xuan tuviera una sonrisa en su rostro, no había alegría en su interior. En ocasiones la luz de sus ojos se apagaba y su mirada era fría y la crueldad a que podía llegar a ser capaz podía imaginarlo solo con ver a esos espíritus mutilados. Era como la nieve y la escarcha.

En la distancia el ruido de un derrumbe llamó la atención de ambos, He Xuan se apresuró en ponerse a la par de Shi Qing Xuan y usó su viento para envolverlos ambos y elevarlos hacia un montículo de piedras rocosas de gran tamaño. Al aterrizar, ambos vieron como al sur de su posición algunos árboles caían como si  un terremoto azotara la tierra, parecía ser que un dios marcial estaba peleando contra alguna criatura.

— ¿Será el señor del bosque?—Preguntó Shi Qing Xuan.

—No, el amo de ese bosque es un espíritu feroz.

Shi Qing Xuan no entendió a qué se refería — ¿Entonces contra qué pelea?

— ¡Infeliz! Te daré una paliza

—¡Quiero verte intentarlo!

—"..."

He Xuan se negó a comentar porque dos dioses marciales estaban peleándose entre sí en vez de ir a cazar a la criatura, incluso estaba haciendo tanto ruido que despertaría a las bestias feroces. Simplemente se dio la vuelta y fingió no ver nada.

—He-xiong ¿No los detendrás? — Divertido, Shi Qing Xuan se colocó a la par de He Xuna e inclinó su cabeza para verlo. — Eres el supervisor del torneo.

—Lo que suceda aquí, no es asunto mío.

Los fuertes estruendos y los choques de energía seguían sacudiendo el suelo. Con todo ese escándalo sería raro que los demás dioses marciales no se percataran que algo sucedía, pero como nadie llegó significaban que estaban ignorando la situación. Sin embargo, en el cielo, de repente un relámpago brillo y  una figura comenzó a descender. Sus túnicas blancas y azules revolotean con el soplar del viento, aunque caí, su cuerpo mantenía una pose estable.

He Xuan lo reconoció y agarró la mano de Shi Qing Xuan para arrastrarlo hacia atrás de una gran roca.

Shi WuDu miró hacia el montículo de rocas creyendo haber sentido la presencia de su hermano, pero no vio a nadie. Frunció las cejas e iba a dirigirse hacia ese lugar para comprobar, pero la ola de energía que desprendían los dioses marciales peleando robó su atención.

"Dios marciales, solo son un montón de brutos sin cerebro"

Cómo unos de los organizadores del torneo no podía dejar que siguiera haciendo una escena, por lo cual cambió su rumbo hacia el bosque.

Detrás de la gran roca, Shi Qing Xuan envolvió sus brazos alrededor del cuello de He Xuan de forma coqueta —¿Por qué no dejaste que me vea?

Tenía una expresión divertida, pero había un tono frío en su voz que hizo que He Xuan bajara sus ojos. No sabía porque quiso de repente esconderlo cuando vio a Shi WuDu, solo sabía que no debía dejar que se encontraran.

Shi Qing Xuan se inclinó hacia adelante y se pegó fuertemente al Señor del Viento y le susurró al oído— No es que no quieras que me vea, sino que no quieres involucrarte conmigo ¿Es porque soy un demonio o porque no me mantienes en tu corazón?

Hubo silencio por parte de He Xuan. A Shi Qing Xuan no le importo y dijo—Ming-Xiong nunca se asustó cuando vio mi verdadera forma, incluso si alguien me veía, él nunca me ocultó. Dejó que el mundo supiera de mi existencia.

He Xuan lo miró.

—Incluso el día en el que murió, Ming-Xiong fue la persona más apreciaba.

—¿Lo amabas?

—¿Quieres saber?

—Mnn.

—¡No te lo diré!

—"..."

Shi Qing Xuan se rio a carcajadas.

Su risa molestó a He Xuan y llevó una de sus manos hacia la cabeza del demonio y unió sus bocas. El contacto no fue delicado, era posesivo y desesperado.

Los labios de He Xuan mordisqueaban los de Shi Qing Xuan abriéndose paso a su cavidad. Su otra mano la dejó descansar sobre la cintura del demonio aumentado el contacto entre sus cuerpo.

Al principio Shi Qing Xuan estaba sorprendido, luego se asustó y quiso apartar al dios, pero su fuerza superior se desvaneció al emerger de su corazón un calor intenso, que se asemejaba a ser quemado por abundante llamas. Ese sentimiento lo llenaba, pero quería huir.

He Xuan lo beso hasta sentir que su propia respiración se hizo pesada. Liberó la boca de Shi Qing Xuan, pero la dulzura helada que persistía en sus labios, encendió algo dentro de él algo que le era imposible detener. Se inclinó y mordió aquel blanco y liso cuello.

Al ser mordido, Shi Qing Xuan jadeo y sus sentido regresaron —¡No! Déjame ¡Ming-Xiong ayúdame!

El cuerpo de He Xuan fue alcanzado por un rayo y una fuerza invisible lo obligó a alejarse unos pasos atrás y las palabras salieron de sus labios antes de que tuviera tiempo de pensarlo —No soy él...

Shi Qing Xuan se dio cuenta de su error, pero su reacción fue más grande que la de He Xuan. Sus pupilas se deleitaron y sus extremidades temblaban, abrió y cerró la boca varias veces murmurando una corta frase "Cierto, no eres Ming-Xiong" Bajo la cabeza ocultando sus ojos detrás de cabellos .

—Ming-Xiong está muerto ¿Por qué estás muerto? Dijiste que cumplirías mi deseo.

He Xuan también pareció entrar en un trance y repitió—Has llamado a la persona equivocada.

Alrededor de ambos la temperatura bajo, las hojas de los árboles se arremolinaron de forma anormal entre ambos, dispersando sus túnicas y cabellos, incluso la luna dejó de iluminarlos dejándolos en completa oscuridad al ocultarse detrás de las nubes.

Solo después de que pasó una cierta cantidad de tiempo, los pies de Shi Qing Xuan se movieron y pasaron por al lado de He Xuan susurrando —Cierto, no eres Ming-Xiong . Tú me odias.

"¡No!" He Xuan se giró para detenerlo, extendió su mano logrando atrapar solo el aire. Shi Qing Xuan ya estaba varios metros lejos de él y la ansiedad comenzó a surgir en su corazón.  Alzo su brazo queriendo alcanzarlo y abrazarlo,  pero también anhelo esconderlo y encerrarlo para que no escapará de su alcance. Todas esas emociones posesivas no era propias de él. 

Un terrible dolor de cabeza nublo su visión, intentó recomponerse y estar de pie, pero la imagen que tenía en frente comenzó a distorsionarse y a mezclase con la de una habitación sombría, incluso un pestilente olor a sangre llegó a su nariz mareándolo.

Escuchó alguien gritar. Su grito desgarrador, lleno desesperanza y desesperación resonaban por las cuatro paredes, sin llegar alcanzar el cielo, solo él era testigo de dolor contenido en esa garganta que se desangraba de tanto aullar. Quería detenerlo, pero su voz se volvió fría y solo una frase se escapo de su boca.

"Sigue soñando"

Las nubes se corrieron e iluminaron la silueta de Shi Qing Xuan, alzó su mirada y en sus pupilas la luna quedó sumergida en su profundidad.

"Todavía recuerdo la primera vez que nos vimos"

"Si vieras aún ahora, seguramente recordarás con nostalgia la luna de noche(1)"

Las abundantes lluvia de los últimos se había acumulado y los ríos incrementaron su caudal inundando aldeas y bosques. Muchos mortales murieron y otros tuvieron que migrar hacia otro lugar, otros eran tercos a separarse de sus hogares y prendieron inciensos a los dioses, pero aún, después de varios meses los ruegos no hubieron escuchados.

Una vez más, el cielo se había cubierto de densas nubes y solo algunos rayos del sol las atraviesan cayendo directamente hacia la tierra sobre un solitario camino en  el medio de un denso monte, donde hombre joven que pasaba,  se detuvo en las orillas del creciente río a observar su flujo. La leve brisa que soplaba movió sus amplias mangas y su largo cabello oculto detrás de un sombrero de bambú.

Sumergió su mano en el agua y su fino rostro se vio reflejado en su superficie. Cejas finas y afiladas, nariz recta y una expresión neutra que combinaban a la perfección con sus orbes negros.

De repente, una fina capa de lluvia comenzó a caer y los vientos soplaron con fuerza,  como si la naturaleza de repente manifestara su ira hacia la presencia del hombre, arrebatándole el sombrero de un solo soplido. En cambio, el joven se incorporó sin imputarse por el repentino desenlace del clima y miró el río con indiferencia.

En medio del arroyo, colonas de aguas se alertaron hacia el cielo y un torbellino se manifestó en su centro y explotó, sacudiendo el suelo y mandando a volar cientos de árboles dejando solo un terreno baldío.

Una vez que la tempestad se calmó, una persona estaba parada en el centro del río con la cabeza agachada. El agua cayó encima de él pero no se movió. Parecía la manifestación de llanto de un niño que había sido abandonado y al mismo tiempo un animal pequeño maltratado que estaba herido y sangrando.

El joven se levantó, sin verse afectado por lo que acaba de presenciar,  aseguró su bolso en su hombro y caminó por el borde del lago como si lo que estuviera ocurriendo no fuera asunto suyo.

—¡Oye!

Escuchó que lo llamaban, pero no se detuvo.

¡Bam! De nada algo cayó encima suyo, estampándolo en el piso —¡¿Qué te pasa?!

Se giró y su disgusto por ser golpeado desvaneció al encontrarse con un muchacho que parecía un jade blanco justo debajo de la luz de la primavera. No tenía un atractivo de una belleza capaz de derribar una ciudad, pero la sonrisa que se formaba en sus finos labios y sus grandes ojos llenos de un resplandor cálido lo hacía parecer un ser eterno e inolvidable.

Sin embargo, con su palma tapó ese brillante rostro juvenil para no ser segado—Piérdete.

— ¿Cómo que me pierda? —El chico retiró la mano del contrario y frunció las cejas molesto — ¡Eres un maleducado! Nos acabamos de conocer.

El joven hombre contuvo sus ganas de rodear sus ojos. Quería apartar a la otra parte que aún estaba encima suyo aplastándolo, pero cuando vio que el niño tenía rojo las esquinas de sus ojos, contraria a la sensación escarcha que desprendía , movió su mano de forma inconsciente y la colocó encima de su cabeza.

—Ya no dolerá.

Dos líneas bajaron por el rostro del jovencito, borrando por completo su sonrisa. — ¡Promételo!

"Ese fue nuestro primer encuentro y fue una coincidencia"

"Todavía recuerdo que también fue su primera mentira "

"Nosotros jamás debimos encontrarnos, ni esta vida ni la otra"

"Pero Ming-xiong fue primer y único mejor amigo"

(1) Es el fragmento de un poema: Si viera por muchos años, seguramente recordaría con nostalgia la luna de esta noche.

Hola queridos lectores. Gracias por leer.

No he podido actualizar ninguna historia por falta de tiempo, la escuela me mantiene ocupada.  Por eso me gustaría saber que historia, quieren que actualice, porque como estoy no creo que pueda manejar todas mis historias  por ahora, tendrán actualizaciones lentas.

1)Robando tu corazón

2)El tiempo que te he amado.

3) El banquete de los dioses.

4) Todo por ti

5) La concubina. 


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