Dedicada a: witchystars_🐣|Sweet_KS👑|Serendipity_Tear💛| susy1599💙 Yarelinus☄️

Jimin se estaba alistando para la presentación de danza contemporánea que tendría el siguiente día.

Sus manos sudorosas por la ardua práctica, tomaron aquella toalla blanca para secarse el sudor de su frente y cuello.

Aquella rala camisa de color negra se pegaba a su cuerpo esbelto y bien formado, y su pantalón de satén gris holgado, igualmente se adhería a sus piernas bien formadas.

Había practicado por el alrededor de unas tres horas continuas, quería que aquella presentación donde por fin tenía un sólo, soló para él y quería lucirse y que todo saliera perfecto, sin ningún error o duda.

La música de su presentación aún sonaba de fondo pero él ya estaba en el suelo desplazado, secando su sudor y respirando agitadamente.

Llevo sus manos hacia su corazón el cual palpitaba rápidamente por el cansancio y por la exigencia de él mismo a su cuerpo.

Quizás un buen masaje ayudaría a que el día de mañana que era la presentación, su cuerpo no doliera o contrajera alguna fisura en alguno de sus músculos por el exceso de trabajo.

Las puertas de la gran sala de baile se abrieron de un solo, un peli-negro entrando luego de tan estrepitoso sonido, seguido del menor del grupo quien también al igual que él y él otro traía una toalla en su cuello.

"Minnie, ya deberíamos irnos, se está haciendo tardé" dijo el peli-negro.

Jimin volteo a verlos aún desde el suelo, debían irse pero él quería seguir practicando, pero su cuerpo ya no daba para más, si seguía posiblemente obtendría algún problema por exigir a su cuerpo a seguir cuando el ya no puede más.

"Hyung, todo te saldrá bien, por favor sólo vámonos y descansemos como es debido" pidio él menor de los los tres ahí presentes.

Soltando un bufido, Jimin a duras penas se puso de pie, ya sintiendo el dolor recorrerle todo su cuerpo.

"Iremos por un masaje Jimin-ah, por lo que veo nuevamente excediste tu límite" agregó Taehyung, ayudándolo rápidamente a caminar.

"Jungkookie, trae su maleta por favor, y apaga el reproductor y guarda la pista, si?" El menor asintió, y mientras ellos salían a pasos lentos del estudio Jungkook guardaba las cosas donde debían estar.

Una vez fuera del estudio de baile, los tres se dirigieron al taxi que pacientemente les esperaba, para subir al fin e irse hasta la sala de masaje donde sus cuerpo serían tratados por las manos de los "dioses" según ellos.

"Al spa de Seokjin por favor" fue lo que pidió Tae, el taxista asintió y se dirigió a dicho lugar.

Todos, absolutamente todos en Corea conocían de Seokjin's Spa, así que sabían de antemano que llegarían pronto al spa de su buen amigo y cuñado de Taehyung.

En menos de diez minutos ya estaban ellos bajándose en aquel ostentoso lugar, Tae le pagó al hombre del taxi y con ayuda de Jungkook bajaron a Jimin, quien se quejo instantáneamente del dolor en sus piernas.

"No lo iba a decir pero... -Guardo silencio por unos segundos-. Te lo dije, Jimin-ah"

El peli cenizo sólo hizo un puchero y pellizco no tan fuertemente el hombro de su amigo, quien se quejo bajito y para castigo del peli cenizo, aceleraron el pasó, tanto que los pies de Jimin dolieron por aquel esfuerzo.

"Bienvenidos, tienen reserva?" pregunto amablemente la recepcionista del lugar.

Jungkook y Taehyung bufaron al unísono ante aquello.

A ellos ya ni les deberían de preguntar aquello, ellos eran clientes VIP, y Seokjin era el cuñado de Taehyung, por qué siempre que iban les hacían la misma pregunta?

"Mira noso-...." Taehyung dejo su quejo al aire cuando vio hacia al lado donde tres hombres bien guapos salían de las salas de masajes. Bueno, uno era su hermano, pero el desgraciado también era bien guapo.

Taehyung pensaba que aquellos hoyuelos debían de ser ilegales.

Jungkook también giro su rostro para ver y sus mejillas adquirieron un sonrojo rosa al ver que uno de ellos lo veía y que le sonreía amablemente.

Al verse Jimin completamente ignorado por sus amigos, lenta y dolorosamente giro también su rostro para ver hacia dónde sus amigos veían y habían perdido el habla, y por unos instantes Jimin sintió sus piernas aún más débiles -más- si es posible, de lo común. Cuando aquellos penetrantes ojos oscuros le vieron por una leve fracción de segundos.

No supo en que momento sus mejillas se coloraron, ni tampoco el por qué de su corazón que latía desenfrenadamente.

"TaeTae" aquel grito trajo a los tres amigos al mundo real, sacándolos del mundo de las fantasías.

Cuatro cabezas giraron cuando aquella voz se hizo presente.

Una sonriendo amorosamente al ver a su esposo, y las otras tres agradecidas por llegar y sacarlos de sus ensoñaciones ficticias, las cuales jamás ocurríria por obvias razones.

Namjoon se despidió de aquellos dos con un apretón de manos, y luego se dirigió hacia donde su esposo platicaba animadamente con su hermano y los amigos de este.

Rápidamente se posicionó tras la espalda del castaño y lo abrazo por su cintura, depositando un beso en su mejilla y luego en la curvatura de su cuello, provocándole leves cosquillas al castaño por aquello.

"Hyung, deja a Seokjin-hyung por al menos unos minutos, por favor" dijo divertidamente Taehyung.

"Cállate" respondió el rubio, apretujando mas la cintura del mayor.

Seokjin y los otros tres rieron por aquello.

"Vienen por un masaje?" pregunto el castaño.

Los tres asintieron ante aquello y Tae señaló con la mirada de reojo a Jimin, Seokjin sonrio amablemente ante aquello.

Sabiendo que Jimin necesitaría un largo y relajante masaje para aflojar todos los músculos tensos por la ardua práctica.

"Bien" Seokjin aplaudió y luego se giró hacia la recepcionista y le sonrio, aunque no una sonrisa amable.

"Llevalos a las salas VIP y trae a Lu, Mew y a Kang, ellos serán los encargados de darles los masajes a mis amigos y cuñado, queda claro?" ella asintió rápidamente y empezó a llamar a los tres mejores masajistas del lugar.

"Gracias hyung" dijo bajamente Jimin.

"No es nada, ustedes son como mis hermanitos y como tal debo cuidarlos como es debido" respondió él.

Los tres bailarines asintieron y sonrieron por ello.

Recibirían masajes de lujo en su cuerpo. Eso sonaba tan exquisito que tanto a Tae como Jungkook los hizo gemir de sólo pensarlo e imaginarlo.

Jimin por otra parte no pudo evitar pensar en aquella penetrante mirada, sintió que con solo aquella oscura mirada le habían desnudado hasta el alma.

Y por alguna extraña razón su corazón solamente se aceleró, con tan solo el pensar de aquella persona.

Quien era?

Por que había causado aquellas sensaciones en él?

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Era la décima o la décimo cuarta vez que él giraba en aquella enorme cama, donde la luz de la luna entraba y cubría aquel enorme cuarto de paredes grises.

Bufando el peli castaño claro, salió de la cama y pasó ambas manos por su rostro, frustrado por no poder dormir como era debido.

Mañana, o mejor dicho dentro de unas horas sería el día de la presentación de danza contemporánea en la gran Arena y el debía estar listo para asistir.

Después de todo aunque la danza no era su fuerte, seguía siendo un gran crítico de la música y él solo seria un invitado de honor.

Se levantó de la cama, sintiendo el frío tocar sus pies por estar descubiertos y salió del cuarto, caminando rumbo a la cocina por alguna pastilla para dormir o por simplemente agua o leche.

Camino por el pequeño pasillo y una vez estando en la sala, encendió la luz y se dirigió hacia la cocina por aquello que buscaba.

Encendió la luz en la cocina y tomó uno de los vasos que estaban sobre la encimera y abrió el refrigerador para sacar ya sea agua o leche, pero en vez de eso terminó sacando el jugo de naranja.

Vació un poco sobre el vaso y tomó sólo un poco de aquel líquido, para volver a guardarlo después.

Salió de la cocina y apago la luz de una vez, suspiro una vez más en lo que llevaba ahí, y camino hasta la sala y se dejó caer en el sillón marrón, cubriendo sus ojos en el antebrazo derecho.

Cuando sus ojos se cerraron la primera imagen que vino a su mente, fue la de aquel joven que había visto horas atrás en el Spa de uno de sus amigos.

Sonrió inconscientemente y sintió la calidez en su corazón con tan solo haber visto sus hermosos ojos.

Y sin previo aviso, sucumbió ante el cansancio y se quedo dormido sobre aquel mullido sofá.

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El gran día había llegado, y con ello se encontraban todos nerviosos por la gran presentación que se daría en al gran Arena, Jimin suspiró y trono cada uno de los músculos de su cuello.

Vistiendo un traje holgado de un claro perla, se vio en el espejo, y le gustó mucho lo que vio en el.

Él sin duda se vía extremadamente sexy.

Con un leve toque angelical?

Dejo salir un resoplido y movió sus hombros, estiro sus brazos hacia arriba e hizo unos pocos estiramientos.

Tenia tan solo unos pocos minutos antes de que él saliera a escena.

Podía escuchar el murmullo de todos los ahí presentes, y también el fuerte ruido de todas las personas que estaban esperando por la tan ansiada presentación.

"Park Jimin, cinco minutos" alguien dijo, y este sólo asintió.

Tae y Jungkook se acercaron a él, posicionándose a su lado, frente aquel espejo que ahora reflejaba a los tres.

"Suerte" dijo Taehyung, apretujando su hombro.

"Hyung, fighting" dijo sonriendo Jungkook.

"Gracias" respondió él sonriendoles.

"Park Jimin a escena" gritaron y Jimin dejo salir un suspiro pesado.

Se volteo y empezó a caminar lejos de los camerinos.

"Rómpete una pierna chim" grito euforicamenre Taehyung.

"Pero no literal hyung, Jiminnie Fighting" grito Jungkook también.

Y Jimin sólo asintió para si mismo mientras salía de aquella lugar, yendo en dirección hacía el escenario.

Tranquilizó su acelerado corazón y contando tan solo hasta tres, salió detrás de bambalinas y subió hacia el gran escenario que le esperaba.

Escucho el griterío de todas las personas ahí presentes y su corazón se llenó de euforia.

Cerro sus ojos por unos breves instantes, y luego los abrió cuando sus ojos se encontraron con aquellos que habían perturbado sus sueños la noche anterior.

Inevitable su corazón dio un vuelco, y como una soga invisible jaló su cuerpo hacia aquella presencia.

Y aunque Jimin quería ir donde él, no podía, él debía de dar una gran presentación.

La música comenzó a sonar y todos los sentidos de Jimin se nublaron y su cuerpo se dejó llevar por el ritmo de esta, olvidándose del exterior o de todas las miradas puestas sobre él.

Jimin sólo quería dar lo mejor de él en aquel lugar, demostrar cuanto amaba la danza contemporánea y su pasión por el baile.

Una vez Jimin terminó su presentación, con su respiración acelerada y el sudor bañando su cuerpo y frente, realizó una pequeña reverencia ante todos los presentes quienes aplaudían y gritaban euforicamenre.

Entonces subió su mirada y lo vio, vio a aquella persona verle detenidamente como si Jimin fuera el único en aquel lugar, como si nadie más aparte de ellos dos estuvieran presentes, como si solo fueran ellos dos en medio de aquel gran escenario, donde sus corazones acelerados al mismo tiempo y sus cuerpos latentes, pedían por tener cercanía por muy extraña que fuese la situación.

Jimin salió del escenario con su mano hecha puño justo donde estaba su corazón, el cual aún latía tan rápido como si hubiera corrido una maratón, y aunque él le quería atribuir a la espectacular presentación de hace unos minutos, sabía que no era así.

Su corazón el cual quería desbordar estaba así por tan sólo una persona con ojos de luna sin noche ni estrellas.

Acelerado por un hombre sin nombre.

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Ṳn̤a̤s̤ s̤e̤m̤a̤n̤a̤s̤ d̤e̤s̤p̤ṳé̤s̤.̤

Jimin caminaba por aquellos pasillos del supermercado, un carrito frente a él y algunas verduras y carnes en el.

Ahora debía comprar cosas referentes al aseo, así que giro con su carrito hasta llegar al pació donde estaba todo lo necesario y sin darse cuenta, retrocedió unos pasos cuando se percató que los dentífricos estaban más atrás y no adelante como él cría, pero su espalda chocó contra un pecho que extrañamente lo sintió cálido.

Jimin se volteo avergonzado por aquello y pensó en obviamente disculparse.

"Oh, yo~ lo sien-..." cuando el subió la mirada, aquellos palabras quedaron plenamente en el olvido.

Ahí estaban, aquellos ojos, aquel aroma, aquella presencia, aquel hombre con el que había soñado incontables veces durante aquellas semanas.

"Tú.." murmuró el hombre frente a él.

"T-tú" tartamudeo Jimin, cuando sus miradas se encontraron.

Ambos llevando sus manos hacía sus corazones, que latían al unísono.

Se formó un silencio en aquel pasillo, donde todas las personas que se encontraban en el simplemente para ellos dos, desaparecieron.

Sumidos en aquella burbuja donde sus ojos se veían como si no hubiera un mañana y donde las palabras simplemente sobraban.

"Lo s-siento" se disculpó Jimin rápidamente, sus mejillas completamente teñidas de un tenue rosa.

Yoongi carraspeo ante aquello y quizo golpearse o abofetearse por no hacer o decir nada, es que simplemente él había como... ¿Perdido el habla? Ni él mismo lo sabía.

"Oh, no te preocupes, creo que fue mi culpa por no ver hacia adelante" dijo rápidamente el castaño claro.

Jimin nego enseguida, No, no era la culpa de él, era suya por ir distraído y caminando hacia atrás sin percatarse de su presencia.

"N-no es su culpa, yo no me fijé y... lo siento" dijo nuevamente Jimin.

Y no hubieron más palabras, formándose nuevamente aquel silencio, pero no incómodo sólo era eso, silencio del bueno? Quizás.

El teléfono del pálido empezó a sonar y maldijo cuando vio quien era.

Chasqueando la lengua contestó la llamada.

Jimin observaba en silencio como aquel hombre de tes pálida pero mirada profunda sólo bufaba y gruñía como perro, quiso reír pero sabía que sería mal visto si hacia aquello.

Yoongi corto la llamada, con su seño levemente fruncido, genial, simplemente genial.

"Bien, yo me tengo que ir" dijo entre dientes el mayor.

Jimin sonrio entre triste y melancólicamente, asintió antes de hacer una venía hacia él.

Pero Yoongi no quería irse así, no sin poder hablar como era debido con él.

Cuando se volteo listo para tomar su carrito e irse hacia la caja registradora y pagar, Jimin tomo de la chaqueta del mayor, deteniéndolo levemente.

El corazón de Yoongi también se detuvo ante aquello.

"¿Si?" se volteo a verle.

"Umm, bien yo... -suspira, y luego alza la mirada hacia él-. Te gustaría tomar un café algún día?" pregunto valientemente Jimin.

Y Yoongi sonrio ante aquello.

Al parecer él era más rápido que él.

"Claro, me gustaría" respondió amablemente mientras sonreía, mostrando su bella gummy smile.

Entonces Yoongi saco su billetera y de ella saco una pequeña tarjeta de presentación y se la tendió al peli cenizo. Jimin la tomó rápidamente, casi haciendo reír a Yoongi.

"Llama a ese número, y dime el día y la hora y ahí estaré" dijo él, para luego marcharse del lugar.

Y Jimin simplemente sonrió bobo, pero sonrio feliz ante aquello.

Hablarían, y mas que eso....

Podría quizás?

Palmeo sus mejillas ante aquel pensamiento, y decidió enfocarse en comparar lo que obviamente le hacía falta.

Aún con sus mejillas de un tenue rosa pálido, compro lo que le faltaba, y aún sonriendo como un tonto, pago todo en la caja registradora.

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Yoongi llegó gruñendo y maldiciendo a aquella reunión de improvisto, y nadie dijo nada cuando le vieron el seño fruncido y una mueca en su rostro.

La dichosa reunión empezó y aunque él quizo concentrase su mente sólo volaba hacía aquel chico, hacía sus ojos, sus labios, su tierna nariz, sus tiernas mejillas y su sexy cuerpo.

Y cuando menos espero la dichosa reunión había llegado a su fin, que no le importo menos salir de aquel lugar e irse directamente a su departamento, para poder al menos dormir un poco.

Una vez llegando a su departamento, aparcó su auto en el estacionamiento y salió de este, caminando directamente hacía el ascensor.

Llegando a su apartamento y abriendo la puerta de este, se quitó los zapatos y la chaqueta, camino hasta el sofá y se dejó caer de un solo, cerrando sus ojos dispuesto a dormir una horas, más su preciado descanso se vio interrumpido por los ladridos de su mascota, quien correteaba de un lado hacia otro.

Yoongi gruño molesto ante aquello.

"Ya, ya te oí holly, ya voy" se quejo Yoongi, mientras se levantaba del sofá e iba a la cocina por la comida de su amado cachorro.

Sonrió al ver como su cachorro movió su colita mientras comía feliz.

Y Yoongi sólo pensó que, quería que aquél joven le llamara pronto, para poder versé.

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Y ahí se encontraban ahora ellos dos, tomando de una achocolatada caliente y trozos de pastel de chocolate, en aquella pequeña pero acogedora cafetería.

La tan ansiada llamada que había tenido a Yoongi al borde del colapso, tan solo había tardado dos días.

Dos días en los que Yoongi casi se había vuelto loco, pero la espera había válido la pena.

"Es realmente delicioso" dijo Jimin mientras llevaba un trozo de pastel de chocolate a su boca y lo degustaba.

Yoongi sonrió y solo asintió ante aquello.

La pequeña melodía de un piano de fondo les daba aquel aire de melancolía y hogar.

"Si, delicioso" dijo Yoongi viendo directamente los labios ahora manchados de chocolate del hermoso joven.

Se inclinó tan solo unos pocos centímetros hacía adelante y con el pulgar de sus dedos limpio la comisura de sus labios y luego lo llevo hasta los suyo para lamer el chocolate de ellos.

Jimin observó aquello totalmente avergonzado, mordiendo su labio inferior para no soltar alguna idiotez por la vergüenza del momento.

Yoongi sonrió al percatarse de la timidez que rodeaba a Jimin y sonrió coqueto.

Bueno, digamos que su lado coqueto había surgido de la nada.

"Soy, Yoongi, Min Yoongi -Sonrio, mientras sonreía al peli-cenizo-. Y tú?" pregunto él.

Jimin sonrio mostrando su eyesmile.

"Soy Jimin, Park Jimin" estiro su mano, la que rápidamente fue estrechada por una más grande y cálida.

Porque las manos de Yoongi eran cálidas.

Y porque las manos de Jimin encajaban a la perfección con las suyas.

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"Te Amo" dijo el castaño claro, aquel día bajo la primera Nevada.

"Tambien yo, yo también te Amo hyung" había respondido ahora el rubio, mientras lo abrazaba y enterraba su nariz en la curvatura del cuello del mayor.

"Entonces..." Yoongi se había separado del abrazo cálido del menor, colocando tan solo unos pocos centímetros de distancia entre ellos.

Se arrodillo tocando su rodilla la poca nieve del lugar, tomo entre su mano la pequeña mano izquierda del menor, para luego depositar un tierno beso sobre ella.

Jimin jadeo sorprendido ante aquel acto y no pudo no evitar derramar tan solo unas pocas lágrimas.

Si era lo que él estaba pensando, estaba más que claro lo que el diría ante aquella propuesta.

Jimin pensaba que el tiempo pasaba relativamente rápido.

Se habían conocido hace tan sólo cuatro meses, y aunque todos decían que parecían pareja, no lo eran, tan solo eran dos personas conociéndose unas con otras.

De novios, recuerda el día en el que él le pidio ser su novio.

El detalle más hermoso que había tenido Yoongi con él.

Aún recuerda como todos sus amigos sabían lo que el palido planeaba, toda la propuesta había sido como un cuento de hadas.

Todo lo que un enamorado deseaba, y asi era Jimin, un chico enamorado.

Llevaban ya casi siete meses de novios, pero para él ya eran años, porque cada día al lado de Min Yoongi era un año enamorado mas y más de él y sus pequeños pero hermosos detalles.

Centrándose nuevamente en el presente, donde Yoongi seguía incado y ahora con una pequeña caja de terciopelo color azul sobre su mano, la que estaba abierta mostrando un hermoso anillo de oro blanco rollizo en el medio, sabía lo que vendría a continuación.

Yoongi carraspeo, sintiendo por unos breves instantes la garganta seca y el nerviosismo atacando su sistema nervioso.

"Han sido los mejores once meses de mi vida a tu lado Minnie, verte aquel día en tu presentación me dejó simplemente sin palabras, la forma en la que tú cuerpo creaba música y como simplemente dejabas tu mente en blanco para demostrarnos tu pasión, era y es impresionante, eres para mí el mejor y lo seguirás siendo siempre -sonrio cariñosamente al ver como su lindo novio retenía las lágrimas-. Conocerte creo que fue cosa del destino, chocar contigo aquel día fue una hermosa coincidencia"

Jimin río ante aquello y su mente sólo pudo pensar en algo.

«ℓαѕ ϲοιnϲι∂єnϲιαѕ nο єxιѕτєn, ѕóℓο
ℓο ιnєνιταϐℓє».

"Cuando nos dimos nuestro primer beso, la primera caricia que deje en tu cuerpo, la primera vez que nos hicimos uno, son los recuerdos que más atesoró en mi corazón. Quiero seguir a tu lado, verte bailar eternamente, verte sonreír para siempre y hacerte feliz hasta que la muerte nos separe y seguirte haciendo feliz en nuestra próxima vida --Imposibles de retener, Jimin ya se encontraba derramando lágrimas de felicidad ante aquellas palabras de terciopelo del mayor--. Así que, amor mío, ya que nuestros destinos siempre estuvieron entrelazados, hagamos de nuestra unión algo eterno y duradero --saco el anillo de la cajita y la volvió a guardar mientras él se ponía de pié, su rodilla ya dolía de estar así--. Podrías hacerme el honor de pasar el resto de tu vida junto a mi, seamos uno en cuerpo y alma, Park Jimin... ¿Te casarías conmigo?"

Como tan solo podía pensar en decirle que no ante aquello, era simplemente imposible decirle eso, así que como respuesta Yoongi recibió un sonoro beso entre lágrimas y un «Si» en susurro por los sollozos de su tierno y adorado mochi sentimental.

Besando su nariz, la que estaba pintada de un tenue rojo por el llanto y el frío viento de la primera Nevada, Yoongi colocó en su dedo anular el anillo de oro blanco, para luego depositar un beso en el dorso de su mano.

"Juntos por Siempre y para siempre?" pregunto Yoongi, alzando la mirada para verlo a los ojos, y apreciar el hermoso brillo dentro de ellos.

"Por siempre ya para siempre" respondió Jimin, abrazando a Yoongi y escondiendo su rostro en la curvatura del cuello del mayor, quien dejó pequeños besos en la cabellera de Jimin.

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мєѕєѕ ∂єѕρυéѕ.

"Te gusta así?" pregunto el -ahora-, pelinegro a Jimin quien estaba bajo su cuerpo, sudoroso pero a vista del mayor, precioso.

Porque Jimin era una obra de Arte en toda su palabra.

"Umg, sii~ Ahí!!" chilló el menor, cuando Yoongi golpeo su próstata, tan profundo que lo hizo ver estrellas.

Amaba, Jimin realmente amaba la sensación de tener tan enterrado al mayor en su cuerpo que lo hacía delirar y pedir más.

Aquella noche, Yoongi le hizo el amor como todas las veces pasadas, duro y lento, delicioso y rudo hasta el punto de hacerlo ver las estrellas.

Aquella noche, Yoongi grabó en su piel las mil y un palabras de Te Amo, con cada beso, cada chupete y mordida.

Porque los dos se complementaban el uno con el otro, se fundían en un solo cuerpo y sus corazones latían a un mismo ritmo.

Porque Yoongi siempre le hacía amor con aquella delicadeza y aquella paciencia que su cuerpo simplemente lo anhelaba día y noche.

"TE AMO" habían murmurado ambos, antes de darse un cálido beso de buenas noches, y caer dormidos bajo los brazos de morfeo.

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"Estas listo Jimin-ah?"

Preguntaron mientras tocaban la puerta de aquella habitación.

Habitación donde un joven de cabellos rubios con pequeñas ondulaciones se movió en círculos, cegado por los nervios.

Y qué pasaba si Yoongi se arrepentia a último momento?

Y si le decía que no?

Que pasaba si cuando el llegará al altar Yoongi saliera huyendo del lugar?

Y si...

"Park Jimin" una bofetada no tan fuerte fue azotada en su rostro, haciendo girar y a él gemir de dolor.

"Auch!!" se quejo sobando su mejilla, ahora levemente pintada de rojo.

"Taehyung!" grito. "Eso me dolió, maldicion" se quejo nuevamente.

"Ese era el punto, idiota, llevaba cinco minutos hablándote y tú jodidamente no me respondías, entonces entró sólo para verte como estabas entrando en pánico, que querías que hiciera?" Taehyung se cruzó de brazos.

Su traje pulcramente azul más su cabello negro con puntas rojas y amarillas le daban aquel toque, coqueto?

Jimin seguía sobando su mejilla, y haciendo puchero ante aquello, pero nadie podía culparlo, era el día más importante de su vida, SU BODA.

Y por la mierda qué él estaba entrando en pánico.

"Pero es que, qué pasa si yoon-" Jimin retrocedió en sus pasos cuando vio nuevamente la intención de su amigo, de darle otra linda caricia a su mejilla, y no iba a querer presentarse ante el altar con sus mejillas rojas por las bofetadas cariñosas de Taehyung.

"Park estupido Jimin" llamó y la vez insulto al mayor, Jimin fruncio el entrecejo ante aquello. "Han vivido alrededor de casi un año juntos, se han amado y han pasado por miles de situaciones y lo han sabido sobrellevar, este día es el más importante en sus vidas, van a casarse, van a pasar toda su vida juntos como un matrimonio comun, adoptaran tres hijos y otro cachorrito y un gato y van a vivir felices por siempre" narró sonriendo como sólo Taehyung sabe.

Cuando Jimin se proponía a responderle a su amigo, la puerta fue tocada nuevamente y la voz de Namjoon se dejó escuchar esta vez.

Abrió lentamente la puerta y la cabellera café del mayor se dejó ver, y les sonrio a ambos.

"Ya es hora, todos están esperando por tí" dijo Namjoon. Jimin trago nervioso y Tae palmeo la espalda de este haciéndolo trompicar con la alfombra.

"Vamos, vamos que tienes que ir a casarte y ser feliz para siempre"

La energía de él hizo reír a Jimin y a Namjoon igual, parecía como si Tae era el que se iba a casar, cuando realmente era Jimin.

Por otro lado, Yoongi estaba igual o peor que Jimin de nervioso.

Jungkook junto a Hoseok resoplaron ante aquello, ya los tenía cansado de verlo moverse en círculos.

"Ya, enserio Yoongi hyung, Jimin ya viene, Tae me envió un texto y dijo que ya venían en camino" dijo ya con tono frustrado el menor.

Hoseok se rió por la actitud gruñona del menor, y jalo sus mofletes por ello y haciendo avergonzar al castaño oscuro.

"Ya, Hoseok hyung, deje de molestar" pido él.

El peli rojo negó ante aquello y se rió.

"Me es imposible no molestarte" dijo él y Jungkook bufo molesto.

"Eres igual de necio que Taehyung-ah" se cruzó de brazos, ignorando al peli rojo.

Yoongi sólo se rió ante aquello, olvidando por tan sólo unos segundos sus nervios.

Pero la música de marcha se dejó escuchar, anunciando que; efectivamente Jimin ya estaba ahí y que iba a entrar.

Su boda se estaba realizando en la casa de campo de la familia de Seokjin, él se los había ofrecido para que hicieran la pequeña ceremonia ahí.

Tenia un hermoso patio con el césped más verde que los ojos humanos hayan visto, las mesas decoradas en un lado donde se llevaría un pequeño convivió, y el arco cubierto de flores por donde justo ahora Jimin iba entrando del brazo de su padre.

Yoongi contuvo el grito que su garganta quizo dejar salir al ver cuan bello se veía su hermoso y futuro esposo.

Una vez Jimin camino todo por la alfombra roja y llegó hasta donde estaba Yoongi y el padre de ceremonia, los aplausos no se dejaron esperar, haciendo reír a ambos involucrados.

"Cuidalo como a tus ojos" pidio él señor Park, dejando la mano de su hijo sobre la de Yoongi, apretando ambas en el transcurso.

"Siempre" respondió Yoongi Sin dejar de ver los ojos de Jimin quien tampoco apartaba su mirada de ellos.

"Estas hermoso" halago Yoongi y beso el dorso de la mano de Jimin.

"Lo mismo digo, señor Min" Jimin le sonrió cariñosamente.

Ambos se voltearon hacía el padre y sostuvieran sus manos juntas.

"Estamos aquí para celebrar la Unión de estas dos almas enamoradas..."

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"Por el poder que se me es otorgado, los declaró esposos" dijo el señor. "Puedes besarlo muchacho" agregó él riendo.

Y los demás temas rieron ante aquello.

Yoongi atrajo en sus brazos el cuerpo del menor, de su ahora esposo y ante de fundirse en un beso, juntaron sus frentes y se sonrieron, ambos con sus ojos brillosos y con aquel nudo lleno de emoción en la boca de su estómago.

"Te amo y te amare Siempre" dijo Yoongi, y ante de qué Jimin respondiera junto sus labios.

Moviéndose lentamente y saboreando del agradable y dulce beso de Yoongi sobre sus belfos, moviendo sus labios al mismo son, abrazándose y fundiéndose en uno al fin ante la ley.

Los presentes vitorearon y silbaron ante aquel acto tan íntimo, aplausos y gritos no tardaron en dejarse escuchar.

Ambos se separaron del beso y se sonrieron cariñosamente, Yoongi dejo besos en todo el rostro de su ahora esposo haciendo a este reír por aquello.

"Te amo, Min Jimin" dijo Yoongi, besando el cuello de este, haciéndolo reírse bajo.

"Tambien lo amo, señor Min, esposo mío" agregó coqueto, y Yoongi se rió por aquel juego de palabras que habían tenido no hace unos meses atrás.

"Si, si se aman y eso, pero vamos, vamos, hay una fiesta por comenzar" llegó Taehyung y tomo de las manos a Jimin quien sólo reía.

"Lo siento señor Min, me llevaré al otro señor Min por unos minutos" y Taehyung se llevó a rastras al recién casado, Yoongi sólo se cruzó de brazos y bufo molesto.

"Tranquilo Tigre" dijo en tono burlón Namjoon.

"Cállate" respondió Yoongi, caminando lejos de Namjoon.

Genial, ya le habían robado a su esposo.

Y Yoongi sólo bufo molesto y chasqueo la lengua por ello.

Aunque su sonrisa apareció rápidamente cuando recordó que, tenían la luna de miel por delante, lo que significaba que nadie los iba a irrumpir, no llamadas, no familias, cero amigos, sólo ellos dos. Genial eso le agradaba.

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Cɪɴᴄᴏ ᴀñᴏs ᴅᴇsᴘᴜés.

"Min GyoHyung, ven para acá" grito Jimin desde la cocina.

El pequeño de tan sólo cuatro añitos llegó jugando con sus manitas, luciendo avergonzado y nervioso.

Su pequeña travesura había sido descubierta.

Jimin se puso de brazos cruzados y alzó una ceja viéndolo inquisitoramente, no estaba enojado con él, sólo que su niño debia aprender a tocar y no tocar cosas que si o bien no podía.

"A-ppi~" los primeros sollozos no se hicieron esperar y Jimin se arrodillo hasta estar a la altura del pequeño que pasaba sus manos hechas puños por su ojitos.

Entonces Jimin lo tomo de su cintura y lo coloco en su cadera, el pequeño con cabellos rulos en su cabello cruzó sus manos por el cuello de mayor, aferrandose.

"Que te he dicho señorito?" pregunto Jimin, aún arrullando lentamente a su hijo.

"Q-que no de-bo com-melme las galletas de papá Yoon" respondió el infante ocultando sus ojitos del rostro serio de su padre.

Jimin suspiró y luego lo bajo de sus brazos, dejando a su pequeño -no tan pequeño-, hijo sobre el suelo.

"Si no quieres que papá Yoon te regañe debes hacer ya sabes que mi niño"

Los ojitos del pequeño brillaron y salió corriendo de la cocina hacia su cuarto -supuso Jimin.

El se volteo y botó la caja de galletas ahora vacía en el basurero, riendo en el proceso porque sabía que su esposo se enojaría pero no le diría nada a su hijo porque era su bebé concentido.

Aún recuerda como aquella fecha, el día de su tercer aniversario, había aparecido Yoongi con un pequeño infante en sus brazos de tan sólo unos dos añitos, que se aferraba a su mano fervientemente mientras veía todo a su alrededor con miedo.

Aún recuerdo como minutos después él pequeño a duras penas corrió hacía sus piernas mientras decía "Appi" y el como sus lágrimas habían brotado rápidamente de sus ojos.

Ese fue su aniversario más memorable, porque en esa fecha el pequeño Min GyoHyung había llegado a sus vidas, y para alegrarlas.

La puerta sonó y Jimin supo que Yoongi ya había llegado del trabajo.

Sonriente salió de la cocina y camino hasta la sala.

Yoongi entraba con el saco gris en la mano, la corbata a medio camino y con sus zapatos en la otra mano y el maletín bajo su brazo, su cabello alborotado y sus labios de un tenue azul pálido.

Tanto frío estaba haciendo afuera?

Volteo su mirada y vio que si, efectivamente afuera parecía haber una fuerte tormenta, en que momento?

"Hola Minnie" su voz sonó cansada.

Jimin sonrio amoroso, se acercó lentamente a él y cogió el saco, el maletín y sus zapatos y los dejo sobre la mesa que estaba al lado de la cocina, tomo de las manos a su amado esposo y lo llevó hasta el sillón donde él se recostó y atrajo el cuerpo cansado y frío de Yoongi contra el suyo.

Yoongi se acomodó más sobre el cuerpo de su Jimin, y lo abrazo fuertemente, olisqueando su cuello y dejando besos en el cuello.

"Bienvenido mi vida" dijo Jimin, dejando caricias en el cabello desordenando de Yoongi.

"Y Gyo?" pregunto Yoongi, casi ronroneando ante los mimos de Jimin.

"En su habitación haciendo algo" respondió Jimin, trazando sus dedos por las hebras oscuras de Yoongi.

"Hmmmm!" Fue lo único que dijo Yoongi, sintiendo su vista pesada al igual que su cuerpo.

"Cansado yoonnie?" pregunto Jimin, Yoongi sólo asintió desde su lugar.

Jimin río bajito al sentir la traviesa mano de Yoongi sobre su estómago, queriendo meterla dentro de ella y tocar su piel.

"Yoonnie~" dijo Jimin en tono de advertencia.

"Mmm, qué?" pregunto el mayor, disfrutando aún de las suaves caricias de Jimin sobre su cuero cabelludo.

"Afuera manos mi Amor" dijo riendo el castaño.

Y Yoongi pucherio inconscientemente. Haciendo en el transcurso reír a Jimin.

Por Dios, Min Yoongi era tan tierno, cuando lucia enfurruñado.

Alzando la cabeza el mayor beso los labios cálidos y que misteriosamente tenían un tenue sabor a fresas, de su esposo, quien obviamente respondió gustoso el beso de su amado.

Los chasquidos no se hicieron esperar y sus manos curiosas tampoco, de pronto la temperatura subió de igual forma, tanto que ambos se sumergieron en una burbuja, donde sólo eran ellos dos dándose amor.

"Appa?"

Su burbuja se rompió tras escuchar aquella voz. Y ambos se separaron con sus mejillas teñidas de un rojo por el prominente calor.

"Que hacen?" el pequeño pregunto inclinando su cabeza a un lado, en sus manitos un dibujo.

Jimin se bajó del regazo de Yoongi y se sentó al lado del mayor, no supo en que momento se había puesto a horcajadas sobre él, pero que su hijo lo viera en aquella posición lo avergonzó.

Codeo el costado del mayor y Yoongi carraspeo, estiro sus manos y pidio que el pequeño se acercara y se sentara en sus piernas.

GyoHyung corrió hasta sentarse sobre las piernas de su papá, mientras reía y agitaba en su mano derecha el dibujo que había hecho de sus papis.

"Y que hacían?" volvió a preguntar el pequeño.

Jimin mordio su labio inferior nervioso y Yoongi quizo reír por lo curioso que era su bebé.

"Cosas de adultos bebé, cuando estés grande lo sabrás" fue lo que dijo el peli-negro, y el pequeño ladeó su cabecita.

"Por que?" volvió a preguntar. "Cuando seré adulto?" hizo una segunda pregunta. "Tambien podré comerle aquí -señalo sus labios-. A Jaehyung?"

Por Dios, que habían hecho?

Yoongi se soltó a reír ante aquello.

Como es tan siquiera posible que su hijo hiciera aquello con el hijo de los Kim, Santo cielo.

Es más, desde cuando Su pequeño Gyo tenía un crush con Kim Jaehyung, el hijo adoptivo y mayor de Kim Namjoon y Seokjin.

Jimin también se rió, porque aunque al inicio entró en pánico, las preguntas algo inocentes y fuera de lugar de su bebé lo habían hecho reír.

"No cariño, aún eres pequeño, deberás esperar unos años, muchos a decir verdad para hacer esto" dijo Yoongi.

El pequeño murmuró un largo "Ahhhhh, bueno" que sonó demasiado tierno.

"Que traes aquí campeón?" el pequeño entonces se acordó de lo que había venido a enseñarles y sonrió en grande.

"Un diblujo" dijo emocionado.

"Dibujo Gyo, Di-bu-jo" corrigió Jimin.

Gyo murmuró bajamente "diblujo, dlibujo, dibu-jo" asintió satisfecho.

El pequeño le tendió la hoja sobre la mesita de centro y los mayores vieron aquellos dibujos de su pequeño hijo.

"Este es Appi Jimin -señalo al de cabellera castaña-, y este es Appa Yoon -señalo al de pelos negros-. Este soy Yo -apunto al pequeño de en medio"

Ambos adultos se enternecieron por aquello, aunque eran sólo unos círculos y palito con colores y brazitos de rayas, era un dibujo hecho con cariño de su hijo.

"Y esto que es bebé?" pregunto Jimin al ver que de sus dedos -supuso él-, como trazaba una línea roja hasta la de los dedos de Yoongi-"

"El hilo bonito que blilla cada que Appa Yoon dishe "Te Amo" y toma tu mano Appi" respondió el pequeño, tocando con sus regordetes dedos aquel trazo rojo.

Ambos adultos se vieron y alzaron sus cejas ante aquello, vieron sus dedos y ahí no había nada atado, como es que su hijo veía y decía aquello?

De seguro era sólo una ilusión o su niño lo había imaginado y lo había dibujado inconcenientemente.

Igualmente no le prestaron atención y se siguieron viendo amorosamente a los ojos.

"Te Amo" murmuró Yoongi, sonriendo levemente.

"También te Amo" respondió Jimin sonriendo.

Gyo chilló bajito cuando vio aquel lindo hilo rojo rodearlo a él y brillar intensamente, le gustaba ver aquel hilo porque sabía que su Appa y su Appi jamás nunca se soltarían porque aquellos hilos estaban entrelazados y bien atados.

Sonriendo se volteo y abrazo a sus padres, aquellos que le habían dado una oportunidad y lo habían acogido, porque Gyo amaba a sus papás y no le importaba si eran o no de sangre.

Porque para GyoHyung, padre es el que cría no el que engendra, y sus papis eran lo más que pudo haber deseado.

Porque después de todo, sus destinos estaban entrelazados.

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Espero os haya gustado mucho, perdón si se me fue un error de dedo, eso lo corrijo después. ESPERO HAYA SIDO DE SU AGRADO🐣🤧💛 CON TODO MI LOF PARA UDS.

Una semana tarde pero es que me quede sin datos :'( así que mianhe. 😭

Espero seguirlas leyendo en mis demás historias, en las viejas y las nuevas, y nuevamente gracias por su lindo apoyo.😚😁

Los lovea de todo corazón~♥️💕

MinMin❄️