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6: Bareahard, hogar de nobles [1]

Narra Natassja

......Bueno...esto ciertamente será interesante.

La semana paso en un abrir y cerrar de ojos. El miércoles hicimos nuevamente el examen práctico, el cual fue luchar nuevamente contra el monstruo robótico. Aunque esta vez lucia como mejorado, entre Rean, Laura, Gaius, Alisa y yo nos las arreglamos para vencerle sin problema. El problema lo tuvo el resto de nuestros compañeros gracias a Jusis y Machias. Elliot, Emma y Fie se las arreglaron para mantener a raya a esos dos y derrotar al monstruo, pero a comparación de nosotros, el cansancio era notorio.

Para coronar el examen práctico, cuando la instructora Sara nos dio los sobres con el contenido del estudio de campo, descubrimos que, nuevamente, Jusis y Machias acabaron en el mismo grupo.

Obviamente no estuvieron conformes con eso y le reclamaron a la instructora un cambio. Lo cual resulto en que la instructora les hiciera a ambos luchar contra ella para aceptar ese cambio. No solo ellos dos, también Rean, que acabo en el mismo grupo.

Ya para mi fue esperado el resultado de la pelea debido a que fui testigo de la fuerza de la instructora, pero a ellos les tomo completamente por sorpresa. Ni un rasguño le hicieron.

Por lo que, hoy, el grupo A, integrado por Rean, Jusis, Machias, Emma, Fie, y yo, iremos a Bareahard para nuestro estudio de campo.

—Ni siquiera me queje con la instructora por nuevamente el numero desequilibrado de miembros del grupo.—suspire cerrando los ojos. Me imagino es para prevenir cualquier incidente.

—O-Oh, parece que ya estamos casi todos.—abrí los ojos para ver a Rean que se acercaba a nosotros.—Buenos días, chicos.

—Buenos días, Rean. Espero que logremos hacer un buen equipo hoy.

—Quiero dejar algo bien claro.—ambos volteamos a ver a Machias, quien se digno a voltear su cabeza y vernos a ambos.—El mes pasado solo accedí a trabajar con ese arrogante por que era tu hogar y me sentí mal por hacerte enojar, Natassja. Pero esta vez no estoy dispuesto a cooperar con él ni por todas las razones que me des. Lo mismo va para Rean. Solo aportare lo necesario para cumplir con el estudio de campo y finalmente crear los enlaces, no por que quiera ser amigo de ellos.

Jusis suelta una risa burlona.—El que una mente cerrada como la tuya haga eso si será, efectivamente, milagroso.

—Hagan lo que quieran.—hable antes de que estos dos empezaran su pelea y cruce mis brazos.—Ya dije que yo no sería la que resolvería su problema.—mire a Rean y este parece capto mi mirada. El que la instructora nos pusiera a ambos en el mismo grupo no debió ser sin un plan.

Una vez Emma y Fie bajaron y se reunieron con nosotros, nos dirigimos al club de ingeniería, donde George siempre estaba desde temprano. Le pedimos una mejora para nuestros Arcus y de inmediato nos encaminamos a la estación, reuniéndonos con el grupo B, quienes esperaban su hora del tren. Gaius incluso se acercó a Rean, deseándole suerte y repitiendo mi mismo pensamiento. Rean sería el que podría arreglar esto.

Minutos después, en el tren, pasamos un rato sin conversar, hasta que Emma hizo la pregunta.

—Amm, ya que estamos en camino, ¿qué tal si reunimos información de Bareahard?

—No es mala idea.—concorde.—Cuando iba a Saint-Arkh con Nana, en ocasiones escuchaba a comerciantes hablar sobre Bareahard. Así que me emociona saber qué tipo de lugar es.

—Me parece que serás la única.—voltee a ver a Jusis que estaba a mi lado, viendo por la ventanilla.—No creo que todos tengan el mismo pensamiento tuyo.—oh, Aidios.

—Si vas a decir algo, dímelo a mi cara.—yyyy Machias captó la indirecta.

—No creo que sea necesario. A menos que necesites que te recuerde la poca visualización de la realidad que tienes.

—¡Repite eso de nuevo!—Machias se levantó de su asiento claramente molesto. Por el patrón que vamos siguiendo, creo que tendremos el mismo resultado del mes pasado.

—Con razón el grupo B del mes pasado tuvo una pobre calificación.—¿Rean?—Miren, nadie les pide que se hagan amigos. Eso claramente esta fuera de discusión. Solo se les pide que tengan una tregua. Si no somos capaces de cumplir este estudio de campo, la calificación luego nos repercutirá en el momento de aclarar nuestro futuro. Y no creo que eso sea lo que ustedes quieran.—ambos se le quedaron mirando pensativos.—Sin contar que me da pena Natassja.—¿yo?—Desde que ustedes comenzaron con su pelea, de una forma y otra, Natassja terminó siendo la mediadora de ustedes dos. ¿Acaso no se pararon a pensar si ella se cansa de ese papel que le impartieron sin quererlo?

Por unos segundos, sus palabras me recordaron a lo que le dije a ambos el mes pasado. Y claramente no fui la única. Gracias a eso, todos nos calmamos y tanto Jusis como Machias acordaron una tregua. Luego de conversar sobre Bareahard, por unos segundos vi a Rean, que estaba sentado frente a mí, y sonriendo le susurré un gracias.

El tiempo paso volando, y cuando nos dimos cuenta, estábamos bajando del tren en la estación de Bareahard.

—¡Amo Jusis!—antes de caminar apenas unos pasos, los trabajadores de la estación se acercaron a Jusis felices.—Nos alegra mucho que haya regresado.

—Por favor, déjennos encargarnos de su equipaje. Al igual que el de sus compañeros.

—Por supuesto. Hasta los trabajadores de la estación tienen que parar su trabajo por él.—reí nerviosa ante el sarcasmo de Machias.

—Estoy aquí como parte de la academia Thors, con el objetivo de tener un estudio de campo. No como parte de la familia Albarea. Por favor trátenme como alguien de fuera de ella.

—P-Pero no podemos hacer eso. Al menos déjennos escoltarle hasta la salida.

—Eso no será necesario.—una voz desconocida capto la atención de todos, volteando a ver a una persona de vestimentas nobles con el cabello rubio algo largo y recostado a un lado.

—¿R-R-Rufus? ¿Qué haces aquí?—bueno, parece que Jusis le conoce.

El noble identificado como Rufus río suavemente.—Cuando me escribiste que tendrían un estudio de campo aquí en Bareahard, no dude y tome un vuelo de regreso. No me perdería la oportunidad de ver a mi querido hermano.

¡¿El hermano de Jusis?! Con razón se me hacía rara la semejanza.

—Un placer conocerles, Clase VII. Soy Rufus Albarea, hermano mayor de Jusis. Y me complace darles la bienvenida a Bareahard. Espero que su estadía aquí sea lo más placentera posible.

Inmediatamente después nos condujo a la salida de la estación para subir en la limusina que estaba esperando para llevarnos. Es la primera vez que me monto en una limusina, menos una tan lujosa como esta. Me pregunto cómo reaccionara Nana y los niños cuando sepan esto.

—Tu debes de ser Machias Regnitz, ¿verdad? El hijo del Gobernador Regnitz—salí de mi trance para fijarme en Machias, quien estaba sentado al lado mío, ambos frente al extremo donde se sentaba Rufus. Parece que las presentaciones se estaban llevando a cabo. Espero no haberme perdido mucho por estar en mis pensamientos.

—S-Si, efectivamente. Me sorprende que lo sepa.

—Me he encontrado con él varias veces cuando tengo asuntos que atender en la capital. Aunque nuestras posiciones son claramente diferentes, me dio muy buenos consejos. Espero que mi hermano y tu logren ser muy buenos amigos.

Ohhhhh, eso sería un milagro si sucediera.

—Y como ignorar la presencia de tan bellas y elegantes damiselas.

—Me siento hermosa de repente.

—Fie.—Emma ríe ante lo dicho por nuestra albina y mira a Rufus.—Muchas gracias por el elogio.

Rufus suelta una suave risa con los ojos cerrados.—Solo remarcaba la verdad. Y siendo sincero, ansiaba el momento de conocerles a todos.—apenas terminó la última palabra, volteo a mirarme, aun con los ojos cerrados......

Sonreí nerviosa.—Amm, ¿sucede algo?

—Oh, nada. Es que me sorprende que seas idéntica a como te describió Jusis en sus cartas. Es un placer finalmente conocerte, señorita Diphda.

¿Oh?—¿Jusis le conto de mi?

Abre sus ojos mirándome con una sonrisa.—En cada carta siempre aparece tu nombre. Mínimo o enteramente, en el contenido siempre se te menciona. Sin contar que te describe a la perfección. Cabello negro y largo, ojos azules oscuros, con apariencia de ser una chica activa y siempre dispuesta a ayudar. No sabe cuanto me congratula saber que hay alguien a quien pueda llamar amiga.

Me di cuenta de ese detalle y voltee a ver a Jusis feliz.—¡Awwww, si me consideras tu amiga!—cerré los ojos sonriendo ampliamente.

—¡E-Eso no es lo que puse explícitamente en las cartas!

—¿Oh? Entonces, ¿lo pusiste de modo indirecto?—abrí los ojos. Se le notaba a largas distancias que le tome de sorpresa con la pregunta.

Rufus se unió a mí en las risas.—Supongo que te habrás dado cuenta, pero mi hermano es tímido. Nunca admitiría algo así ante todos.

—No se preocupe. Ya me acostumbré a su forma de ser. Es más, estoy segura que él no le ha contado toda su vida en Trista. Si gusta, puedo contarle con lujos de detalles todo lo relacionado a su día a día.

—Vaya, vaya, ¿cómo se supone que rechace tan tentadora oferta?

—¿Podrían dejar de hablar de mi e intentar revelar MIS secretos enfrente mía?—ambos reímos ante el gesto molesto de Jusis, aunque claramente podía distinguir un rastro de vergüenza.—Rufus, cuando dices que nos llevarías a nuestro alojamiento, no te refieres a...

Rufus ríe levemente.—Aunque me encantaría bromear sobre eso, se van a quedar en un hotel. Arregle que tuvieran habitaciones listas. Eso les hará sentir más cómodos, ¿verdad?

Jusis suspiro y agradeció a su hermano. Todos nos quedamos extrañados ante eso. Es casi como si Jusis se sintiera incomodo de que nos hubiéramos quedado en otro lugar.

Una vez la limusina se detiene frente al hotel donde nos quedaríamos, salimos y Jusis se despide de Rufus. Al parecer tenia una reunión en la capital. Luego de aclarar una situación en el hotel e instalarnos, abrimos el sobre que nos entrego Jusis con nuestras tareas. Se trataba de una buscar una especie de sal para el baño, una solicitud de buscar una piedra para joyería y finalmente derrotar a un monstruo.

Al salir del hotel, Jusis nos llevo hacia donde los que pusieron la solicitud de la sal de baño escribieron que estarían. Era un restaurante justo en frente del hotel. Y aunque claramente nos menospreciaron, cambiaron de actitud en el momento de ver a Jusis. Antes de seguir explorando, Jusis nos pidió entrar al restaurante para saludar a alguien. Luego de dar sus saludos, decidimos buscar la sal cuando fuéramos por el monstruo, por lo que nos dirigimos hacia la ubicación de la otra petición.

Nos pidieron buscar una piedra especial para hacer un anillo de compromiso, y luego de que un "noble" nos dijera unas palabras en forma de código, fuimos a buscar la piedra. Pero al momento de llevarla, otro noble la compro y, frente a todos, se la comió. Si no fuera por que detuvimos a Machias, que se enfureció, y Jusis toma cartas en el asunto, todo hubiera escalado a niveles peligrosos. Al parecer, esa piedra sirve como medicina. Al final el chico tuvo que comprar un anillo con el dinero que el noble le ofreció para comprar un anillo.

Nuestras últimas misiones eran en la misma dirección, así que nos encaminamos rumbo al monstruo mientras buscábamos rastro de la supuesta sal. Durante el camino nos encontramos primero con el monstruo. Antes de luchar contra él, Machias y Jusis deciden pelear creando un enlace entre ellos, por lo que todos coincidimos. Yo hice mi enlace con Rean, y apoyaba desde atrás junto a Emma y Machias.. Aunque al principio iba todo bien, sentimos como el enlace de Jusis y Machias se rompió rápidamente, desconcertando a todos. Afortunadamente Fie entretuvo al monstruo y Rean le atinó a un ataque final, cayendo este al suelo.

—¡¿Qué esta mal contigo, Jusis Albarea?! ¡¿Por qué rompiste el enlace?!—era mucho pedir minutos de paz.

—No intentes culparme de todo, Machias Regnitz. ¡TU fuiste quien rompió el enlace!

Note que ambos se acercaban el uno al otro y entendí rápidamente sus intenciones.—¡Ohhhh, no! ¡Ni se les ocurra!—me acerque rápidamente y me puse en el medio de ambos, impidiendo que cada uno se acercara.

—¡Natassja, quítate del medio! ¡Vamos a resolver esto de una vez!

—¡Me parece ideal!

—¡Claro que no! ¡¿Por qué no pueden al menos intentar conversar serenamente?! ¡Traten de pensar an-

—¡NATASSJA!

El grito de Rean me sorprendió y volteé ligeramente mi cabeza para verle, pero solo sentí como me empujo y dio un quejido del dolor.

—¡¿Rean?!—al voltearme entendí por que hizo todo. El monstruo aún no había muerto, solo quedo inconsciente. Fie salto rápidamente a una parte del cuerpo y con sus pistolas disparo, haciendo al monstruo caer al suelo. Esta vez si parecía muerto en serio y me acerque arrodillándome rápidamente hacia Rean.—¡Rean, ¿estas bien?!

—Y-Yo estoy bien. Solo fue un ligero rasguño.—levanta el rostro.—No saliste herida, ¿verdad?

—Gracias a ti.—asentí con la cabeza.—Estaba tan segura que le vencimos que baje la guardia.

—No fuiste la única. Afortunadamente actúe a tiempo. Y debo agradecer que tu mantuviste a Jusis y Machias controlados y alejados lo suficiente para que no salieran heridos.

Emma se acercó y arrodillo igual, ayudando a curar ese "rasguño". Yo me levante dándole espacio. Luego de un rato y de aconsejarle reposar el brazo, finalmente se levantaron.

—Rean, Natassja...lo sentimos.—el resto de nosotros se sorprendió y yo me voltee a mirar a ambos.

—Es nuestra culpa que esto haya sucedido.

Rean sonríe.—No se culpen. Fue culpa mía el haberme descuidado. Me alegra que no estén heridos.

—¿Y por qué se disculpan conmigo?—cruce mis manos detrás de mi espalda.—Yo no hice nada.

—Pero si Rean no se hubiera puesto en medio, tu hubieras sido la herida.

—Y todo por detenernos.—Jusis suspira. Al parecer les afecto mucho esto. Pero no podíamos ahora permitir que se desanimaran.

—Esto solo fue un descuido por parte de todos. Nadie tiene la culpa. Mejor concentrémonos en reportar el pedido. Sin olvidar que tenemos que buscar la sal del baño. Y como dijo Emma, Rean, tu descansa, ¿si?

Este solo sonríe.—Vale. No se preocupen.

Seguimos nuestro camino a la fortaleza, encontrando por el camino la sal pedida, pero debido a la distancia que había hasta Bareahard, decidimos reportar primero al monstruo. Al llegar, fuimos testigos de como se transportaban tanques y armas, cosa que enfureció a Machias y, luego de reportar, le exigió explicaciones a Jusis, las cuales increíblemente dio. Mientras caminábamos de vuelta, vimos algo en el cielo. Se asemejo bastante al objeto que utilizaba la instructora Sara, pero lo que causo mi curiosidad mayor fue el ser que parecía cargar. No pude distinguir bien, pero pude notar un cabello azul brillante y corto. El ejercito llego y Jusis les dio las indicaciones de a donde se fue.

Al llegar a la ciudad, certificamos que ese objeto volador no era maligno, ya que todo era tranquilo. Caminamos hacia el hotel luego de reportar nuestra ultima misión, pero antes de dar un paso adentro, una limusina llama la atención de Jusis, apresurándose y charlando con un hombre. No hacia falta tener mi habilidad o ser un experto para saber que era su padre, pero......a diferencia de Rufus, fue demasiado frio. Ahora comprendo por que nunca me hablo de él.

Fuimosal mismo restaurante donde antes nos hicieron el pedido para comer y escribir nuestrosreportes del día. Comparado a nuestro primer viaje de campo, el poder comerjuntos es un gran progreso. Cuando ya estuvimos en nuestras respectivashabitaciones, me cambie para poder dormir, deseándoles buena noche a Emma y Fie.

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