Narrado por Ángela.

Me encantaba sentada un columpio, traía puesto un vestidor corto color crema, una chaqueta masculina, que me había dado mi novio, azul con negro, él estaba sentado en el columpio a mi lado, para observar me y después de suspirar hablar.

—¿No tienes duda?

—¿De qué?

—De tu amor.

—¿Por ti?

—Rie— Nunca lo he dudado, pero ahora tan sólo soy un recuerdo, un recuerdo de tu amor, por el cual ahora te sientes culpable de sentir y vivir.

—¿Entonces?

—Mateo, Cristopher— Pregunta.

—Oh ya vine con Cris porque es mi ex.

—Te encerrarte que no lo amabas porque me traicionaste al amar a alguien, pero te he visto feliz a su lado, veo cómo te sientes, tu problema es que al principio decías que era por las apariencias, nunca lo reconociese, pero tu amor por mi sur, porque sentías que era algo que no esperaban de ti, te sentías más libra ahora...

—Ahora no puedo amar.

—Si lo haces y tú corazón se debate entre ellos dos Ángela, Cristopher aún lo amas solo que no lo admites, a Mateo comienza amarlo, pero el miedo de amar no te deja.

—Miro al cielo, observo como caen cupos de nieve— Yo te amo.

—No lo dudo, pero ahora sólo soy un recuerdo.

—Uno que duele.

—Que debes dejar atrás.

—No quiero, no puedo, soy dañina, soy destrucción.

—No provocaste ninguna muerte.

—Si lo hice.

—No Ángela, todo paso como debía pasar, estoy en paz con eso, también te amo y quiero que seas feliz, todo lo que está pasando a tu alrededor te hace mal y eso me hace mal porque mi mayor deseo en este mundo es que estés bien.

—Lo estoy.

—Tienes miedo a sentir, amar, creer, tienes miedo a eso que según tu hacen los seres humanos débil, pero eso lo hacen ser lo que son, así que debes dejarla ir.

—Está nevando, pero no siento frío.

—Te amo, pero es hora de partir— Se levanta.

—¿Puedo ir?

—Aun no Ángela, no es tu tiempo.

La luz del sol que entra por la pequeña ventana de la habitación, me pega directo en la cara y me molesta, no tarda mucho en escuchar la voz de mi amiga.

—Debes ir a clase— Se sienta en una esquina de mi cama— Vamos a levantarte.

—Si no te amara, me tiraría de la azotea.

—Me puedes decir que hiciste anoche después de ir al café.

—No quieres saber.

—Ángela.

Flash black.

—Por fin llegaste Ángela— Dice Bruno un poco aburrido.

—No exageres Bruno, además estabas con tu amor.

—Pero eres mi otro amor.

—Porque me llamaron para que venga.

—Quisiera regalarte lo de tu uniforme— Lo miro mal— Pero se que no lo aceptarías, así que te conseguí un trabajo a medio tiempo.

—Ya tengo dos trabajos.

—Ningunos son decentes.

_Mira quien habla.

—Chicos— Advierte Rochi.

Una risa en el café, me hizo voltear a ver unas mesas atrás, allí veo a Mateo junto a Selena, están riendo juntos y ella le toma la mano, él se sonroja, pero no la aparte, se sienten tan cómodo.

No sé qué le dice Selena que el voltea a nuestra mesa, no los dejo de observar, me levanto, puedo se sentir la mirada de mis amigos, pero me dirijo a la salida, veo mi moto y subo en ella.

Conduje hasta una casa grande y custodiada, en uno de los mejores vecindarios, los de seguridad al verme abren el portón, así que pasó y estaciono mi moto para luego bajarme de ella.

La casa era de dos pisos, con un gran jardín, las paredes del frente de la casa eran blanca, tenía de lado izquierdo una mata no sé cómo se llaman, le digo enredadoras, que llega hasta una de las ventanas de arriba que la reconozco como cuarto de huéspedes.

Puedo escuchar la música a todo volumen, entro y veo a chicos besándose, otros haciéndolo en el sofá, sigo mi cambio y veo a mi jefe bajando las escaleras, hasta que se acerca a mí.

—¿Vienes a despedirte?

—¿A qué te refieres?

—En 3 días es tu prueba de drogas, así que por esa semana no te vas a drogar—Solamente rio— Sé que lo haces escondida de tu amiga.

—Me conoces un poco.

—Vamos— Toma mi mano y me lleva a la oficina— No deberías hacerlo, pero este lugar es más seguro.

—¿Desde cuándo me cuidas?

—Desde siempre— Se acerca a mí, pasa su dedo índice por mi labio inferior— Me voy.

—Necesito algo más.

—¿Qué?

—Necesito que alguien llegue tarde mañana la práctica, que salga positivo en el examen de drogas, si eso no funciona entonces en la noche antes del concurso— Me interrumpe.

—La mato.

—No, tan sólo detenga la.

—Se quién es, pero ¿Si anda con su amiguito?

— A Mateo no lo toquen.

Fin del flash black.

—¿Entonces que hiciste?

—Nada, así que vamos.

Digo al levantarme, voy al baño hace todo lo que debo hacer, para luego salir peleando con el cepillo.

—Siempre se te enredar el cabello.

—Si es normal— Lo le pongo cuidado y me ato el cabello así— Hoy no iré a clase, debo ir a trabar para conseguir el dinero del uniforme, cúbreme.

—Cuidare.

—Estaré en la cafetería, Bruno me llamo anoche y me explico.

—Está bien, pero ¿Vas así? — Tenía el cabello con nudos, pero atado en una cola de caballo, mi camisa manga larga negras, y mi pantalón, mis zapatos de plataforma.

—Sí, no me pondré para eso algo de color.

Ambos reinos y seguimos nuestros días, trabaje hasta las 5 de la tarde en la cafetería, desde allí salgo corriendo al gimnasio, el entrenamiento iba hacer a las 6 pm así que en mí que llegó a mi cuarto me quito rápido la ropa, para colocarme la deportiva eh ir al gimnasio, camino rápido por los pasillos y veo a Mateo alejándose de Selena, para luego ver a unos de los chicos de la fiesta de anoche acercarse a ella, le dicen algo y ella sale corriendo.

Corro al entrenamiento y mi entrenadora me ve.

—Llegaste algo tarde, 10 vuelta al gimnasio.

Sin discutir lo hago, este concurso es muy importante para mí, entrevista calentamiento, hacer piruetas se fueron las horas, eran las 9 de la noche cuando estamos terminando y llega Selena.

—Lamento llegar tarde, pero me habían dicho que mi madre tuvo un accidente, pero resulta que era una broma muy pesada entrenadora.

—No te puedo creer eso Selena, ¿Quién te hizo esa broma?

—Eso salió de una persona que está enferma, esa fue Ángela.

—Está loca, estuve todo el día entrenando, además no te hablé.

—Esos fueron tus amigos.

—¿Fue Bruno, Rochi, Christopher?

—No.

—Así que no fui yo, una calumnia es grave ¿verdad profe?

—Pueden denunciarte por eso Selena, además sin pruebas no te puedo creer, limpia el gimnasio, mañana hablamos, será la prueba de drogas así que no me vengan con sorpresa.

—¿Mañana? — Pregunto.

—¿Algún problema?

—Ninguno entrenadora.

Selena y yo nos miramos más por unos momentos, camino y la tropiezo "Sin querer" y sigo mi camino.

Trato de mantener mi mente positiva, pero los días que fueron transcurriendo seguía con el mismo sueño, todos eran diferentes, el tomando mi mano en la playa, en el parque, dónde sea decía lo mismo, mi jefe cumplió la prueba de semana salió positiva a cocaína, así que la sacaron del grupo que irá al campeonato, pero la dejaron ir a ver, para que aprendieran, la verdad sentí algo feo, pero seguí entrenando, la hora se estaba acercando, camino de una lado a otro por el gimnasio, cuando siento que toman mi brazo.

—Todo saldrá bien— Volteo y el me abraza— Quería estar aquí para ti, no sé por qué.

No pude responder cuando me llaman, saldo corriendo, pero antes de hacerlo le sonrió, comienza la música, entre cantos, pirueta todo marcha bien, hasta a la mitad de la rutina me lastimo el tobillo, sonrió como si nada fuera pasado y continuamos.

Al terminar vamos a nuestro lugar donde nos preparamos y se acerca mi entrenadora.

—¿Estás bien?

—Solo necesito un poquito de hielo, lo lamento.

—Lo importante es que estés bien.

—Aún faltan otros 3 grupos, debemos ir, si necesitas algo llama.

—Estaré bien entrenadora.

Ella se aleja sin decir nada más, levanto mi pierna y la coloco enzima de otra silla, voy a tomar mi celular cuando veo a mateo entrar.

—¿Estás bien?

—Si.

—No te creo, ¿Por qué me alejas de ti?

—Fuiste tú mismo.

—¿Yo? Si no me hablas ya.

—La última vez que lo hicimos, defendiste a tu amiga.

—Es mi amiga y tenía la razón— Se acerca a mí y se pone a mi altura— No puedes alejar a todos porque no te den la razón.

—Si eso te molesta ¿Por qué no te alejas?

—No lo sé —Pone un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y se acerca más a mí, sus labios rozan los míos— No entiendo por qué.

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Mil gracias por darle está nueva oportunidad a esta increíble Historia.

Gracias mis fantasmitas por su apoyo incondicional, días tras día trato de realizar un capitulo con amor para ustedes.

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