Capitulo 11
Mientras me dirigía a la dirección que Diana me indicó, estuve pensando en algunas cosas.
"¿Por qué esa voz volvió? Me obligó a hacer algo que no quería"
Entre más oscura se hacía la noche, más fría se volvía. Las luces de la ciudad se iluminaban tanto que parecía un solo destello, el sereno ya cubría las ventanas de los edificios.
Mientras que las calles, estaban llenas de autos que conducían, por dondequiera. Para ser sincero era muy relajante ver la ciudad de noche, pero solo.
"No con compañía"
Aceleré para llegar más rápido. Pero al hacerlo, Diana aprieta mi cintura.
Sobresalté a su repentino apretón que me dio. El regreso a ver detrás de mí y ella solo me mira a través del casco. No dije nada y luego me concentré en el camino.
Luego de unos minutos busco camino para llegar a esa dirección, con los letreros de las calles. Pasé un rato conduciendo entre las calles, me sentí perdido y desacelero.
"Pero al hacerlo... Diana me guío"
—Ya casi llegamos —me dijo Diana, —Gira a la derecha en la siguiente esquina —me indico y yo solo obedecí.
—A la izquierda, después de dos calles más — me dijo señalándome con su mano izquierda y le hice caso.
Este lugar me hace conocido, pero...no entiendo por qué, hasta que pasamos por un cartel de un restaurante, junto a un semáforo.
"Siempre lo veía antes de llegar a la casa"
Seguí derecho hasta que ella me indico el lugar donde tenía que detenerme. Era un edificio de departamentos como el mío.
"Solo se veía más elegante"
Me detuve, ella bajó de la motocicleta y se quitó el casco. Su cabellera cayó sobre su espalda, cubriéndola por completo, hasta su cadera.
—Bueno, aquí es donde vivo —me indico con una sonrisa. No dije nada y desvió mi mirada al frente.
—No sé porque me hayas traído a mi casa—pausa—. Tampoco que sé que habría sido de mí, sino no lo haces—me mira con agradecimiento —Gracias
"No escuchas o estás sordo"
—De nada —conteste
Ella me sonrió
"De repente me empecé a sentir un poco mal..."
—Tengo que irme —justifique
—Ah, sí está bien— me sonrió. Los dos nos quedamos en un momento de silencio incómodo.
—Dijiste que ya te ibas —me mencionó
—Si, pero no me puedo ir...si no me das mi casco —dije arrogante.
—Ah es cierto —dio una sonrisita
"Esa risita...me dio escalofríos que recorrió toda piel"
Se acercó a mí y me entregó el casco en mis manos.
—Gracias por el favor —me dijo mirándome a los ojos.
La mire, pero por corto tiempo y
luego la desvíe. Dio media vuelta y caminó hacia la entrada del edificio.
—Hasta mañana Louis—dijo abriendo la puerta del edificio.
Luego de eso, me quedé quieto por un momento sin entender nada. De un momento a otro mis manos empezaron a temblar involuntariamente. Pensé que era por el frío que estaba empezando a levantarse.
Traté de calmarme, pero no funcionó. Así que me levanté de la moto y di algunas vueltas para ver si se me pasaba.
"Lo raro aquí es que nunca me había pasado por esta situación, está es la primera vez que me pasa"
Pasaron algunos minutos y dejé de temblar un poco y aproveché para irme a casa. Comencé a manejar. Pero poco después no sabía dónde me encontraba, estaba demasiado desorientado. Me estacioné en una orilla, y saqué mi celular.
Escribí la dirección en el GPC y me trazó el camino. Resulta que no estaba tan lejos de mi casa, me encontraba a unas 3 cuadras.
Me sorprendió un poco por qué Diana vivía a solo unas calles de la mía y si algún día lo sabe, no quisiera visitas inesperadas de parte de ella.
Al fin de cuentas llegue a mi departamento. Cuando lo hice, mi cabeza empezó a punzar, era como si me la estuvieran aplastando, llegué al punto de ya no pude soportar más con el dolor y me dirigí a mi habitación y me acosté en la cama.
Me sentía cansado y sin querer cerré los ojos.
De repente desperté...estaba de pie. Observaba algunas cosas familiares, pero de fondo todo tenía un color blanco opaco.
"Recuerdo este lugar, estábamos en mi viejo hogar de niño que estaba a las afueras de la ciudad"
En un instante que analizaba el lugar, un niño de playera verde y pantalón azul, corrió a lado mío, con una carta en mano. Observé su cara, pero estaba borrosa y mejor decidí seguirlo.
Mientras lo seguía, a lo lejos escuché un tono de llamada. Me puse a pensar en esta situación hasta que llegue a algo...este es un recuerdo que tengo. Cuando menos lo pensé ya había alcanzado al niño y estaba a lado de unas escaleras.
El niño se detuvo, traté de tocarlo, pero mis dedos traspasaron su cuerpo.
"Como si yo fuera un fantasma"
Cuando lo toque, se ocultó detrás de las escaleras. Después, el tono de llamada dejó de sonar, se escuchaban susurros por todos lados, entre toda esa luz opaca. Los susurros repetían lo mismo, una y otra.
"Todo es tu culpa"
De un instante a otro escuché un llanto desgarrador de una mujer que me hizo estremecer y mi cabeza empezó a punzar. Cubrí las palmas de mis manos en los oídos, para dejar de escuchar aquellos susurros.
Entre dolor y nervios empecé a cerrar los ojos, hasta que el niño llamó mi atención.
—¡¡Mamá!! —grito aquel niño, corriendo y perdiéndose entre lo profundo de la opacidad de esa luz, soltando aquella carta de papel amarillento, que hace rato traía en manos.
"Cómo me hubiera gustado haber hecho algo para cambiar lo paso... pero no lo hice"
Cerré mis ojos con fuerza
"¡¡YA NO QUIERO ESTAR AQUÍ, POR FAVOR!! ¡¡¡QUIERO IRME...QUIERO DESPERTAR DE ESTA MALDITA PESADILLA!!!"
Apreté mis dientes con furia
Abrí los ojos y me levanté todo agitado. Me llevé las manos a la cara y me senté a la orilla de la cama. Estuve en esta posición un buen rato.
Respiré una y otra vez hasta que normalicé mi respiración. Mire la ventana, estaba amaneciendo. Encendí mi teléfono y eran las 4 de la mañana. Me levanté y fui al sanitario. Miré el espejo varios minutos, mientras recordaba cada parte de la pesadilla.
"Esto no es normal, esto nunca antes me había pasado"
Deje de pensar en ello cuando escuche un pequeño ruido dentro de mi estómago. Tal vez tenía hambre, por qué desde ayer en la tarde, no había comido ni un bocado de comida.
"Estos últimos días no he estado comiendo bien, por estar concentrado en el trabajo y la universidad. Por suerte, no me he desmayado en la calle o en la universidad"
Pero, aunque no tenga la necesidad de comer, voy a tener que hacerlo. Me dirigí a la cocina y abrí el refrigerador. Y saque unos 4 huevos, 5 rebanadas de jamón ahumado y 2 de queso americano. Puse a calentar el sartén y agregué aceite. Corté el jamón en trozos y lo puse a freír en el sartén ya previamente calentada. Quebré los huevos en un recipiente y los revolví con un tenedor. Cuando el jamón estaba frito, agregue los huevos.
Tomé una cuchara de madera y revolví.
Cuando estuvo bien cocido. Serví mi comida en un plato de cerámica blanco, puse una cuchara dentro y lo coloqué en la mesa. Volví a la cocina, tomé las dos rebanadas de queso americano y me serví agua en un vaso de vidrio. Fui a la mesa y me senté.
Abrí los sobres de las dos rebanadas de queso y las agregue en la superficie de mi desayuno. Antes de sentarme a comer, encendí el televisor y lo cambié al canal de las noticias. Volví a la mesa y el queso se había derretido encima. Tomé mi cuchara y empecé a comer.
Mientras observaba las noticias de la mañana recordé algunas cosas que noté ayer.
"Cuando estaba manejando en la esquina de la plaza, creo que observé a Carl afuera platicando con unas chicas. ¿Sería él? ¿O tal vez lo imaginé?
Pero la pregunta aquí es ¿Por qué está allí todavía? ¿Eva lo llevó junto con ella para ir de compras con Diana o era el plan de Eva llevar a Diana y que Carl fuera después?"
Comí una cucharada de la comida y me recargué en la mesa para pensar mejor.
"Bueno la primera no tiene lógica, de ser así Diana me lo hubiera dicho. En fin, ese era el plan de Eva que estaban discutiendo ayer en la universidad."
"Espera ....¿Que estoy pensando?"
"Estúpido...Estúpido...Estúpido"
—¿Por qué estoy pensando estás cosas? —murmure para mí.
Un timbrazo salió de mi teléfono y lo saqué de mi bolsillo. Mi alarma de las 5:40 me había sacado de mi discusión interna. Eso quería decir que tenía que empezar a arreglarme para la universidad.
Apagué la alarma y comí lo último que me faltaba. Después de ello lleve mis platos al fregadero y los lave.
Enseguida me dirigí al baño. Me quité toda mi ropa y entré a la bañera. Abrí la llave de la ducha, el agua cayó en mi piel y recorrió todo mi torso y mi espalda marcada.
"Hace unos meses empecé a hacer ejercicio y me vino muy bien"
La hora del baño es la hora que amo de todo el día. Es donde la piel y el sistema nervioso se relaja con el tacto del agua fría. La mente se da un leve descanso de tantas preocupaciones y disfruta cada segundo que tiene en ese momento.
A consecuencia la piel se eriza, mientras más va cayendo el agua te acostumbras y allí es dónde te das cuenta de que no quieres salir de la regadera. Tal vez sea la única persona que le gusta esto, pero si tan sólo lo disfrutarán como lo hago yo. Lo entenderían.
Al cabo de unos minutos termine de bañarme ya estoy frente al espejo lavándome los dientes. Tomó un trozo de hilo dental y limpié los restos de comida que tenía en mis dientes.
Concluyendo esa acción me dirijo a mi habitación.
Una playera negra, encima un suéter gris y un pantalón negro, eso fue lo primero que elegí para vestirme. Después de ello tomé un cepillo de cerdas que tenía en la mesita de noche y cepillé mi cabello varias veces, solo para desenredar los rizos que noté hace un rato, frente al espejo.
Luego de desenredar, alboroto mi cabello dejándolo alborotado, con su rebeldía en proceso. Para terminar, tome un encendedor y cigarrillo.
Lo prendí y empecé a inhalarlo.
Algunos dirán que el Cigarrillo es malo, déjenme decirle que sí, si lo es. Pero hacerlo causa una sensación placentera y me distrae de mis problemas y preocupaciones de todos los días. En pocas palabras despeja mi mente, parece que hacerlo no existo, me lleva a un lugar tranquilo y oscuro.
Lleno de paz
"Drogado, esa es la palabra que las personas lo describirían. Si, júzguenme todo lo que quieran, pero eso nunca cambiara, menos ahora"
Terminando el cigarrillo, tome mis llaves de mi moto y salgo de mi departamento.
Pero cuando estuve a punto de salir por el marco de la puerta, un escalofrió recorrió mi cuerpo, como mi algo me hubiera tocado por detrás del hombro. Regrese a mirar dentro de mi departamento, pero no note nada. No le tome importancia y salí para ir abajo e irme a la universidad.
¿QUE LES PARECIO EL CAPITULO MIS AMORES?
¿QUE CREEN QUE TIENE O LE ESTA PASANDO A LOUIS?
Les debo una disculpa por no haber actualizado. Pero me di un tiempo de hacerlo.
¡Así que aquí lo tienen!
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