Tercer extra
—JongIn quiere celebrar una gran boda tradicional. Dice que es lo menos que puede hacer por nuestra unión después de todo lo que hemos pasado.
MinSun, que había estado ordenando algunos pergaminos que contendrían futuras invitaciones para sus amigos más cercanos, lo miró de reojo y una sonrisa comenzó a aparecer suavemente en su rostro. Era uno de esos extraños momentos donde ella parecía una madre tranquila y ejemplar y KyungSoo debía aprovecharlo al máximo.
—Bueno, eso está bien. No es algo que me sorprenda, JongIn viene de una familia bastante tradicionalista así que es de esperar que quiera seguir todos los pasos correspondientes en el día de su boda, además, en el fondo a ti también te gusta la idea. No hay nada malo en ello.
—No me desagrada, pero serán tres días de celebración. Tres días que puedo usar para estar a su lado en completa soledad y tranquilidad. Mi corazón duele —se quejó con un puchero y su madre golpeó débilmente su coronilla—.
—Exageras.
—Para nada es exageración. Ya tengo que soportar demasiado dolor por tener que separarme de él mientras estamos en la etapa del cortejo y los permisos innecesarios (no es como si me mantuviera casto, todos saben que nos acostamos bastante seguido), como para también sumar tres días más a la cuenta. Voy a morir.
—¡Aigoo! ¿Cómo es que pudiste vivir siglos alejado de él y ahora no puedes soportar unos pocos días?
KyungSoo suspiró largamente, de forma lastimera y deprimente. MinSun rodó los ojos con diversión.
—Antes no había tenido la oportunidad de disfrutar de él debidamente. Ahora que sé lo que se siente estar a su lado no quiero dejarlo. Realmente estoy sufriendo demasiado.
La puerta de la casa de sus padres se abrió de repente y SeungSoo entró con una sonrisa animada; dejó el sombrero de bambú a un lado y se acercó a ellos para dejar un beso ruidoso en la mejilla de su esposa y revolverle el flequillo a KyungSoo. Finalmente, se sentó frente a él en la mesa del comedor y negó con la cabeza.
—Nadie puede estar sufriendo más que las pobres costureras que están confeccionando tu traje de novio. ¡Jamás había visto tanta presión y tensión en un grupo de personas! Incluso cerraron la tienda de costura para dedicarse completamente al traje. ¡Pobres! El joven JongIn es realmente una persona sumamente importante.
—Lo es, nadie lo duda —aportó su madre con un asentimiento y KyungSoo fijó su mirada en su padre con curiosidad—.
—¿JongIn pagó mi traje? Pensé que lo harías tú...
—De hecho, iba a hacerlo, pero cuando llegué a la tienda me encontré con la sorpresa de que todo había sido cubierto con anterioridad y que las túnicas nupciales tenían un par de días de encargo. Pude echarles un vistazo mientras estuve ahí y solo puedo decir que la familia Ahn es realmente un caso cuando se trata de indicaciones, belleza y perfección.
MinSun colocó una taza de té caliente frente a su marido y este le agradeció con una sonrisa afectuosa.
—¿Es tan impresionante?
—Es como si hubiera sido hecho para un dios. ¡Y aún le falta trabajo! Realmente increíble, muy tradicional y muy hermoso. Seguramente pesará en tu cuerpo, así que prepárate para ello.
A KyungSoo realmente no podía preocuparle menos estos detalles, sin embargo, se sentía abrumado ante la gran cantidad de dinero que JongIn estaba invirtiendo sin reparos en todo esto. Si las túnicas eran tan magníficas como su padre aseguraba, entonces el costo sería exorbitante; también estaba el propio traje de JongIn, que no quedaría detrás del suyo y sería igualmente maravilloso y exquisito, las túnicas de JongSoo y SooBin, el costo de todo el banquete, de los pergaminos de primera calidad para las invitaciones, su más que asegurado regalo de cortejo, el pago para los músicos y asistentes y el vino más delicioso y costoso del mundo espiritual.
KyungSoo quería desmayarse con solo imaginarlo, también quería ahorcar un poco a JongIn por ser tan derrochador.
¿Cómo rayos iba a retribuir todo esto? Era un chiste cruel pensar que podría hacerlo. KyungSoo no había nacido en una familia adinerada, así que no podía aportar demasiado a su propia boda y esto pesaba un poco en su corazón.
—Bueno, no es como si te faltara talento. Tal vez no podamos aportar mucho monetariamente (y tampoco es como que JongIn nos deje meternos en ese tema), pero puedes hacer algo con tus propias manos y enviárselo como un regalo nupcial. Es un lindo detalle y él lo agradecerá.
KyungSoo no se había dado cuenta de que había estado hablando en voz alta durante todo ese tiempo, sin embargo, agradeció de buena gana la idea de su madre y se dedicó a pensar en un presente significativo y hermoso para su compañero.
...
KyungSoo creía que era una fortuna que ya haya pasado la etapa del napchae¹ y el sajudanja². JongIn había sido muy serio respecto a los temas nupciales y realmente envió el documento con su información personal bastante detallada y concisa. El adivino había estado de su parte y le había dado un par de meses para planear su regalo, mientras tanto, JongIn se había sentido especialmente feliz por tener una fecha de enlace tan próxima, tomando en cuenta que a muchas parejas les toma demasiado tiempo poder casarse. Ellos estaban bendecidos y su unión sería fructífera.
Así pues, cuando todo ese proceso comenzó, JongIn había pedido seguir los pasos antiguos, separándose de él mientras los preparativos de la boda se llevaban a cabo y siendo así un excelente prometido. KyungSoo no había estado muy satisfecho, pero aceptó de todas formas. Esto le permitió planear su dote en completa libertad y sin escabullirse.
Había decidido que haría un tocado para el cabello y un anillo. JongIn era un hombre elegante, así que la opción indicada era hacer algo sencillo pero costoso, que estuviera a la altura de su portador. Por ello, KyungSoo se levantó ese sábado muy temprano, empacó algunas cosas y se lanzó directamente al bosque de las hadas. El viaje duró tres días, el permiso para entrar le tomó otro día más e instalarse algunas horas. Al acabar, estuvo realmente agotado, así que se echó a dormir para poder recuperar energías.
Finalmente, al día siguiente, KyungSoo se levantó con el entusiasmo necesario y se dispuso a buscar los materiales que necesitaría para su regalo. Encontró plata natural en la profundidad de una cueva oscura y fría, gemas azules en el caparazón olvidado de una tortuga y polvo de hadas impregnando los pétalos de las flores.
Había sido seguido de cerca por las hadas durante todo ese proceso de búsqueda, y cuando se atrevieron a preguntar directamente qué estaba haciendo, KyungSoo había respondido con una sonrisa entusiasmada, bañado en sudor y con un par de rasguños profundos en sus brazos:
—¡Estoy buscando cosas necesarias para hacerle un regalo a mi futuro marido!
Al saber la razón y darse cuenta de la dulzura del gesto, las hadas se ofrecieron a ayudarlo, proporcionándole algunas herramientas e instruyéndolo en los pasos más delicados en el momento del tallado. Ellas tenían una vena artística natural, por lo que supieron cómo llevarlo al punto de conseguir algo indiscutiblemente hermoso, bien pulido y muy acorde a su pareja.
Una semana después, cuando tuvo ambos obsequios listos, KyungSoo los miró con una enorme sonrisa, fascinado por el brillo que le arrancaba los rayos del sol y maravillado ante la visión de JongIn portándolos con su orgullo y dignidad acostumbrados. Así pues, sudando profundamente por verse expuesto al fuego y al calor del día, envolvió sus regalos y se despidió de las hadas para volver a casa.
Tres días después, cuando entraba al hogar de la infancia y se hubo encontrado con su madre limpiando la mesa del té, fue abordado de inmediato y una caja ham³ fue extendida para él. Era de tamaño mediano, finamente tallada, hermosa y adornada en plata en los bordes. Sus padres no la habían abierto, por ello se congregaron en un círculo demasiado apretado en el centro de la sala de estar y aguardaron ansiosamente mientras KyungSoo se acomodaba y dejaba el ham frente a él.
—¿Saben? Primero pueden saludarme y luego veremos el contenido —se quejó y los mayores alzaron una ceja al unísono—. Viajé tan lejos, mi cuerpo duele tanto, mis manos están callosas y mis padres ni siquiera son capaces de saludar apropiadamente a su hijo.
—Hola, hijo, ¿cómo estás, bien? Correcto, nos alegra. Aquí tienes tu caja ham, ábrela y ve el contenido para que luego nos muestres lo que has conseguido para tu prometido. Gracias, de nada —dijo su padre con cierto atropello y KyungSoo solo pudo bufar con diversión, negar con la cabeza y extender las manos para abrir la caja—.
Sus padres se apiñaron apretadamente, tratando de ver por encima de la tapa con dificultad; mientras tanto, KyungSoo se había quedado muy quieto y sus ojos se dedicaron a recorrer las telas exquisitas, brillantes y sedosas que había en el interior. Las sacó con todo el cuidado y la delicadeza que fue capaz de reunir y las abrió lentamente para que todos pudieran verlas.
La primera era una túnica de un rojo vibrante y profundo que permitía que su piel resaltara contra ella, llena de bordados dorados sumamente complicados y perfectamente diseñados sobre los puños de las mangas, el cuello y los bordes. La faja consistía en telas gruesas y firmes, el lazo sedoso igualmente bordado en oro y un pendiente de buena suerte que colgaría de su cintura y volaría con el viento. La segunda se sentía como una caricia en la piel. Era menos formal, de una tonalidad de rojo un poco menos brillante, pero igualmente hermosa; no había tantos bordados, y los que existían se limitaban a quedarse en las mangas y los hombros con una sutileza y belleza cautelosa. Esta era especialmente de su estilo, y KyungSoo sabía que JongIn la había mandado a hacer de esta manera para que pudiera usarla siempre que quisiera, a diferencia de la primera que era un poco más formal y correcta para eventos especiales y festivales importantes.
—Aigoo, qué hermosas son. ¿Es seda, cierto? Pero qué tonterías pregunto, por supuesto que es seda... Y de primera calidad. Ah, qué bueno es JongIn con nuestro bebé —alabó su padre con los ojos brillando de alegría y su madre asintió, totalmente de acuerdo con él—.
KyungSoo sonrió suavemente y acarició la tela con la punta de sus dedos. La suavidad era infinita, la túnica era liviana y se ajustaría perfectamente a su cuerpo. JongIn era tan atento, tan complaciente; KyungSoo deseaba tanto poder besarlo y agradecerle personalmente por esto.
Dobló cuidadosamente ambas túnicas y las dejó a un lado con cierta reticencia, volvió a hundir su mano en la ham y esta vez extrajo un cofre pequeño que resguardaba algunas joyas de oro puro en su interior. Eran aretes adornados con un par de rubíes brillantes que pesaban menos de lo que KyungSoo había pensando en un inicio; el anillo a juego tenía pequeños adornos y grabados y un tocado largo, fabricado por manos maestras, que tenía la forma de una magnolia de plata y polvo de hadas, con un diamante rosado en el centro y perlas en los bordes.
Luego de un reconocimiento colectivo y muchos halagos y alabanzas hacia su pareja, KyungSoo prosiguió con otro regalo más.
Esta vez fue el turno del haseon⁴. Su madre había sonreído grandemente al verlo y exclamó de inmediato:
—¡Eso! ¡Debes cuidarlo muy bien y mantenerlo seguro!
—No debes dejarlo nunca. Guárdalo en un lugar seguro para que no se estropee —aportó su padre y KyungSoo asintió y lo colocó cuidadosamente sobre las túnicas anteriores—.
Al haseon lo siguieron dos túnicas más: una roja y otra azul; por supuesto, bañadas en la misma belleza y exquisitez que portaban las primeras. Una buena carga de objetos para su futuro hogar fueron bien puestos en el ham y KyungSoo no puede evitar sonreír al ver un nuevo juego de tazas de té con una impresión de un zorro de nueve colas, una figura de un hombre, una de un chico con orejas de zorro y otra más con un dragón pequeño.
Ahí estaban: haseon, chaedan y honsu. Los regalos tradicionales por excelencia que debían ser ofrecidos a la novia o uno de los novios. KyungSoo podría derretirse ante el afecto y realmente quiso ver la cara de su prometido en ese momento.
Luego estaban otras cosas un poco más simples (pero igualmente costosas), como comida, el vino favorito de KyungSoo, cajas de té de jazmín, papel talismán, algunas cuantas prendas y joyas más y zapatos cómodos y hermosos. KyungSoo casi rió al ver la inmensa cantidad de obsequios que ocultaba la ham en su interior aparentemente mediano, y supo que JongIn había puesto un hechizo de expansión en ella para que KyungSoo no supiera la cantidad de presentes que tenía planeado para él ni protestara al inicio.
Sus padres estaban encantados. Él se encontraba resignado, pero su corazón estaba acelerado y un afecto profundo fluía por su sangre.
Luego de minutos enteros de júbilo y repaso en sus obsequios, sus padres volvieron a calmarse y sonrieron cariñosamente hacia él.
—Creo que es hora de ver tu regalo. ¿Lo tienes a la mano?
KyungSoo asintió y sacó del interior de su manga la bolsita que ocultaba el par de piezas. Su madre la tomó con suavidad y sacó delicadamente el anillo y el tocado, e inmediatamente después su mirada resplandeció con gusto y deleite sinceros. Fue entonces cuando KyungSoo supo que había hecho un buen trabajo.
—Aigoo, es realmente hermoso, Soo. Mira los detalles y el grabado, el pulido es impecable y el gusto es extraordinario.
—Tuve ayuda de las hadas —comentó, no sin cierta complacencia, y su padre chasqueó la lengua ruidosamente—.
—Tsk, como si no tuvieras talento por ti mismo. Tal vez no venimos de una familia con una grandiosa posición económica, pero sabes leer y escribir, eres fuerte, puedes crear poemas y se te da bastante bien la elaboración de joyas. Ciertamente, JongIn también está ganando un muy buen partido y esto definitivamente le encantará.
KyungSoo se sonrojó un poco, sin dejar de sonreír suavemente, y miró las piezas de plata en las manos de sus padres.
—Eso es lo que más deseo.
⋆.ೃ࿔*:・
Esa noche, justo antes de dormir, KyungSoo recibió un mensaje de parte de JongIn.
"Amado KyungSoo:
He enviado la ham esta mañana; no te molestes demasiado por la cantidad de regalos, por favor. Tuve que abstenerme porque para mí aún no es remotamente comparable a tu valor.
¿Cómo has estado? Deseo de todo corazón que te encuentres bien. ¿Has llevado bien la espera? Para mí es un poco difícil, pero sé que todo esto valdrá la pena al final.
Te amo. Realmente te extraño muchísimo.
Por favor, cuida de ti durante estas pocas semanas que nos quedan separados. Nuestros hijos piden por tu salud y bienestar todas las noches, demasiado ansiosos por tenerte de regreso. Yo deseo lo mismo.
Mientras tanto, por hoy espero que tengas una buena noche. Descansa, come adecuadamente y no te sobreesfuerces. Falta poco para poder tenerte en mis brazos de nuevo, tengamos una pizca extra de paciencia, ¿está bien?
Deseándote cerca intensamente, siempre tuyo,
JongIn".
A primera hora de la mañana, KyungSoo envió su pequeño dote con una carta de respuesta.
"Amado JongIn:
Definitivamente puse el grito en el cielo al ver la ham. ¡Tan impulsivo! Fue bastante astuto de tu parte poner en ella un hechizo de expansión. Aún así, admito que disfruté todos los regalos. Muchas gracias.
Por mi parte, sé que estoy yendo directamente contra las tradiciones, sin embargo, no hay manera en el infierno de que me quede de brazos cruzados mientras me llenas de regalos, por eso te envío este pequeño presente. Espero que lo disfrutes y lo encuentres maravilloso (mis manos y yo ansiamos que sea así).
Por favor, llena de besos a nuestros hijos de mi parte. Me estoy cuidando, estoy descansando y estoy ansiando tenerlos conmigo de nuevo. No hay nada de qué preocuparse.
También te amo y te extraño con todo mi corazón.
Cuento los días para tenerte cerca, abrazarte, mirarte y besarte. Espero que el tiempo nos permita vernos más rápidamente y que la espera concluya finalmente.
No te sobreesfuerces tampoco, ¿bien? Descansa en medio de tu trabajo duro. Sé que tendremos una boda maravillosa solo por tenerte en ella.
Te amo. Te quiero. Te adoro.
¡Espero verlos pronto!
Eternamente tuyo,
KyungSoo".
⋆.ೃ࿔*:・
Las semanas transcurrieron exitosamente y la boda se volvió una realidad. Si bien JongIn había mantenido su deseo de hacer una ceremonia tradicional, distó un poco de una de las reglas esenciales: la ceremonia se harían en la antigua Villa Kim (ahora Villa Ahn) en lugar del hogar de sus padres, primero porque en la Villa había mucho más espacio, y segundo porque había sido el deseo de KyungSoo y JongIn quiso complacerlo.
Así pues, dos días antes de la ceremonia, sus padres y KyungSoo cargaron las tablillas de sus antepasados y se subieron a sus caballos para partir a la Villa. JongIn se encontraba en su casa en el Bosque del Sur, HyeJin y WheeIn en su propio hogar y las hermanas de JongIn haciéndole compañía a su pequeño hermano menor y sus sobrinos, así que seguirían las reglas del distanciamiento hasta el final.
Se acomodaron en sus habitaciones (KyungSoo había mirado la que le pertenecía a JongIn con anhelo antes de meterse en su propia alcoba) y luego de un descanso merecido, dejaron las tablillas en un santuario exclusivo para la familia Do (KyungSoo había sacado del interior de su manga una más que había preparado y que era muy necesaria). Los tres hicieron una reverencia como saludo, encendieron incienso y ofrecieron frutas frescas y pan. Finalmente, sentado muy recto, KyungSoo sonrió a los nombres de las tablillas y les informó con cariño.
—Hola a todos, soy yo de nuevo. ¿Cómo han estado? Honestamente espero de todo corazón que se encuentren en paz absoluta. Hoy he venido a informarles que me casaré en dos días más. Estoy muy feliz, mi prometido es un buen hombre, muy ágil y talentoso. Viene de una gran familia, es respetuoso y me quiere sin reparos, así que, por favor, acéptenlo también. Estoy contando con su bendición, realmente me haría muy feliz tenerla.
KyungSoo habló con ellos un rato más, luego lo hicieron sus padres y, después de casi una hora, los mayores se retiraron. KyungSoo se quedó en el santuario por un tiempo extra, se acercó a la tablilla que había traído por su cuenta y formó una reverencia profunda y respetuosa; encendió otro incienso y acomodó su propia bandeja de ofrendas frente al nombre grabado sobre la obsidiana.
Cuando lo encontró perfectamente alineado, KyungSoo suspiró y le sonrió afectuosamente a su amiga.
—Querida hermana mayor, ¿cómo has estado? Discúlpame por tardar tanto en hablar contigo. ¿Te gusta la tablilla que he hecho para ti? Espero que sea así. ¿Cómo te encuentras, cómo está tu querido hijo? Rezo porque ambos estén bien, que sus almas hayan encontrado el decanso que merecen y pronto puedan reencarnar nuevamente.
»Querida hermana mayor, ¿recuerdas a mi hijo? Ha nacido con salud y ahora es un joven maestro exitoso, feliz y muy talentoso, además, he conseguido un hijo más; es un pequeño dragón muy revoltoso. Seguramente te gustará. Pude reencontrarme nuevamente con JongIn; tomó algo de tiempo, pero finalmente lo he conseguido y ahora estamos próximos a casarnos. ¿No es maravilloso? Sé que te hará feliz la noticia aunque lo niegues; eres así de atenta en tu interior.
»Realmente han pasado muchas cosas desde ese entonces, pero hasta ahora no han sido más que cosas buenas y maravillosas. Aún te agradezco por todo lo que hiciste por mí en ese momento. Mi querida hermana mayor es alguien excepcional, una persona que siempre tendré en mi corazón.
»Por favor, ven a mi boda. Que tu espíritu me acompañe. Sería feliz si lo hicieras. Mañana recibiré mi traje de novio y comenzaré a prepararme para la ceremonia; ¿puedes estar ahí también? Te estaré esperando. Por ahora dejaré que lo pienses y descanses un poco, ya es algo tarde, ¿cierto? Prometo venir a verte más tarde, te encenderé incienso y llenaré tu tablilla de ofrendas. Es una promesa.
KyungSoo no se despidió. Acarició la tablilla de Jennie con afecto y luego se puso de pie. Con el corazón tranquillo y un poco de paz en su alma, salió del santuario y se dirigió a la cocina para ayudar a sus padres con la cena.
⋆.ೃ࿔*:・
Al día siguiente recibieron la comida, el traje nupcial de KyungSoo y las túnicas de sus padres. La casa comenzó a llenarse de preparadores que acomodaron todo en su sitio, adornaron los largos pasillos de forma rápida y efectiva con ayuda de la magia y organizaron hasta el más mínimo detalle para que todo fuera perfecto.
Esta vez, KyungSoo puede ser completamente honesto y decir con orgullo que ha llorado al ver su traje de novio.
Y es que JongIn había preparado todo con exclusivo detalle; la tela roja era más suave que la misma seda, los bordados eran aún más delicados y complejos que la túnica de regalo que JongIn le había enviado en la ham; había más capas, más listones, más cintas y más oro. Había adjuntado, además, pulseras y aretes de plata, horquillas para el cabello, un jokduri exquisito y la tinta y el maquillaje para su rostro. Sus botas negras estaban adornadas con cadenas de plata con dijes de magnolias tintineando, la faja tenía impresiones de nubes intrincadas y elegantes y las mangas eran una maravilla, con sus líneas azules, rojas y amarillas siendo elegantes.
Su padre se llevó una mano al pecho con un par de lágrimas traicioneras abandonando sus ojos y su madre carraspeó para disimular el sentimentalismo.
—Oh, Dioses Celestiales. Mi hijo será el novio más hermoso de todo el mundo espiritual.
KyungSoo pudo o no haber estado de acuerdo.
Finalmente, el día de la boda llegó con un clima soleado y perfecto. Los árboles fueron adornados con cintas rojas, amarillas y azules, las lámparas de papel fueron esparcidas por todo el jardín, la mesa del banquete fue colocada en el exterior y la comida comenzaba a calentarse bajo la sazón de los ayudantes. KyungSoo se había despertado muy temprano para comenzar con sus propias preparaciones.
Un grupo de chicas había tocado su puerta, sonrientes y entusiasmadas, y le habían informado que ellas serían sus ayudantes personales; lo ayudarían con el tratamiento para su piel y lo vestirían adecuadamente y KyungSoo asintió con profundo agradecimiento. No había manera de que pudiera hacer todo eso por su propia cuenta.
Así, antes de las ocho de la mañana, KyungSoo fue sometido a una exfoliación corporal, a un masaje relajante y a un tratamiento exhaustivo que limpiaría su piel, la hidrataría y suavizaría al extremo. Su baño fue rociado con esencias frutales que combinaba con el propio aroma cítrico de KyungSoo y su cabello fue suavizado por manos diestras, peinado con suavidad e hidratado con maestría. El proceso completo duró tres horas y media y el resultado fue una capa rosada saludable en sus hombros, codos, nudillos y rodillas, un brillo mágico sobre su rostro y una tersura exquisita.
Inmediatamente después de salir del baño, KyungSoo fue llevado a la habitación para comenzar a ser vestido entre comentarios entusiasmados y sonrisas pronunciadas.
—Es tan hermoso. Su piel resplandece como usted, joven maestro.
—Y su cabello. Es tan largo y bonito.
—Su prometido quedará tan encantado.
KyungSoo no creía lo contrario. Incluso si no hubiese sido preparado de forma tan exhaustiva, JongIn todavía lo encontraría excepcionalmente hermoso y perfecto.
Llegó el turno de las capas interiores, dos piezas suaves y dulces completamente livianas sobre su cuerpo. Las siguieron una capa más para representar la inocencia (KyungSoo casi es víctima de una carcajada ruidosa al escuchar esto), otra como símbolo de la dignidad seguida por una más que referenciaba a la moralidad. Finalmente, llegó la capa principal: la matrimonial. Con esta las chicas fueron más cuidadosas, tomaron las telas suaves y un poco pesadas con delicadeza y gentilmente fueron envolviendo su cuerpo, colocando la faja, anudando los listones y afirmando las sujeciones en la cintura. Alisaron la falda sobre los pantalones, acomodaron los adornos de sus botas y desdoblaron los bordes de sus mangas.
Ante tal emoción, viéndose completamente de rojo, KyungSoo no fue capaz de sentir el peso de la ropa sobre sus hombros.
El siguiente paso fue trabajar sobre su cabello, que se demoraría por lo menos otra hora más, por lo que fue acomodado sobre una silla y una de las muchachas trajo una taza de té de jazmín para él. Las manos de las chicas fueron amables y delicadas, por lo que KyungSoo no sufrió de ningún tipo de tirón o dolor capilar mientras lo trenzaban, moldeaban y embellecían. Luego de obtener su permiso, recortaron un poco su flequillo y le dieron los mechones caídos para que pudiera guardarlos y ofrecerlo a sus antepasados como muestra de respeto filial. Colocaron el discreto jokduri sobre su cabeza y llenaron su cabello de plata, flores de oro blanco y diamantes elegantes.
Llegados a este punto, el trasero de KyungSoo dolía y su espalda pulsaba, pero se obligó a mantenerse de buen humor, firme en su entusiasmo.
Sus padres entraron cuando iban a dar inicio a la preparación del maquillaje y KyungSoo fue testigo de la mirada sorprendida y emocionada de su madre. Su padre ya había comenzado a llorar y él no pudo hacer más que sonreír para ambos.
—Se ven muy bien.
—Por el Emperador Celestial... KyungSoo. Mi KyungSoo... Oh, Dioses Celestiales, ¡mi hijo realmente se va a casar! ¡Es un novio!
—¡Por supuesto que se va a casar y es un novio! ¡Lo sabemos desde hace meses, SeungSoo! Soo... Te ves increíble, cariño. Definitivamente eres el novio más hermoso que he visto en mi vida.
Al escucharlo, varias de las ayudantes asintieron con vigor y aportaron sus propios halagos.
—Mi señora tiene razón. He preparado a muchos novios en mi vida, pero puedo decir con certeza que jamás vi uno tan elegante y sofisticado como el joven maestro.
—Es un reto que cualquiera desearía tomar.
—Es realmente un placer y un honor trabajar con alguien como el joven maestro. Su belleza es extraordinaria.
KyungSoo sonrió con vergüenza y sus mejillas se sonrojaron ante el bochorno inevitable. Carraspeó y asintió para todas.
—Gracias por los halagos. Ustedes realmente han trabajado duro, estoy en deuda. Papá, mamá, ¿falta poco para la llegada de JongIn?
MinSun asintió y le tendió un pañuelo a su esposo para que pudiera limpiarse las lágrimas y los mocos.
—Así es. Estarán aquí dentro de algunos minutos. Escuchamos la música que viene del pueblo, así que debemos apresurarnos.
—De acuerdo. Solo falta el maquillaje, así que estaremos bien. ¿La decoración?
—T-Todo listo. La comida fue servida, el vino preparado, las linternas acomodadas y los invitados están reunidos en el jardín. Ya ha sido organizado lo que faltaba. Solo nos quedas tú.
Esto lo llenó de tranquilidad y sus hombros se aflojaron ante el alivio. La maquillista se apresuró entonces y reunió todas sus cosas para darle rienda suelta a su arte antes de la llegada del novio. Llenó sus labios con un labial sumamente sutil, sobre sus párpados fue colocada una sombra coral, sus mejillas fueron coloreadas delicadamente y sobre sus pómulos y su frente fueron pintados tres círculos con tinta roja. Ella alejó el pincel de su rostro en el momento justo, cuando la música había llegado a la Villa y el trote de un caballo sacudió sus oídos.
KyungSoo sintió su corazón dando un vuelco y miró a sus padres con alegría. No se sentía nervioso, solo indiscutiblemente feliz. Se puso de pie y las cuentas y los adornos tintinearon dulcemente, como una suave melodía. Un espejo fue colocado delante de él y KyungSoo inhaló profundamente al verse en el reflejo. Era una imagen diferente, completamente nueva y ridículamente hermosa.
Su cabello largo fue medio recogido y habían colocado algunas trenzas adornadas con cuentas brillantes, el maquillaje lo hizo lucir joven y radiante y el rojo contra su piel resaltó la salud y el brillo de la misma. KyungSoo había quedado satisfecho, tanto que sus ojos incluso llegaron a arder.
—Dioses... Esto...
—¡Precioso!
—¡Hermoso! ¡Sumamente divino!
—Muy digno y maravilloso.
—¡Ya viene el novio! ¡Mírenlo! —se escuchó desde afuera y KyungSoo salió de su estupor cuando su madre apretó suavemente su bíceps—.
La miró con las mejillas coloradas y un calor dulce en sus ojos y ella le sonrió orgullosamente.
—Es hora de irnos, cielo. Tienes que ver a tu prometido.
KyungSoo asintió y finalmente sonrió mientras era llevado a la entrada de la casa. Afuera todo era emoción, glamur y color. La música se hacía cada vez más fuerte a medida que JongIn se acercaba, los invitados se encontraban apiñados mientras aguardaban y KyungSoo respiró profundamente tras las puertas cerradas.
Cerró los ojos por un segundo y sus labios se apretaron para reprimir una sonrisa cuando escuchó un relincho y los aplausos de los invitados. JongIn había llegado. Volvió a él una vez más.
La puerta fue deslizada entonces y ambos novios se miraron finalmente.
KyungSoo no pudo atreverse a describir lo que sintió cuando vio a JongIn vestido de azul, desmontando un caballo blanco, hermoso y orgulloso. Su corazón definitivamente se había detenido y su respiración se atascó en algún punto y, oh, sus ojos lagrimearon al notar el anillo y el tocado que había hecho para JongIn siendo llevados con dignidad. Se secó las lágrimas rápidamente para no arruinar su maquillaje y siguió a sus padres mientras era llevado hacia su novio.
En el camino, KyungSoo recibió comentarios halagadores, silbidos, aplausos y felicitaciones. Estaban sus seres queridos, sus amigos cercanos y su familia, pero KyungSoo no podía ver a nadie más que a JongIn, JongIn envuelto hermosamente por telas suaves y preciosas, JongIn con su pelo medio suelto, JongIn sonriendo con lágrimas brillando en sus ojos profundos y amorosos. ¿Cómo no verlo cuando era tan precioso, tan perfecto? Fue imposible.
Sus padres formaron una reverencia para JongIn y HyeJin, que se encontraba a su lado, luego dieron un paso lateral y lo dejaron totalmente frente a él. El silencio se hizo entonces, solo roto por algunos sollozos y un entrañable "¡Mira a papá, JongSoo! ¡Es hermoso!" que le arrancó una sonrisa afectuosa. Entonces, cuando no hubo nada interponiéndose entre ambos, formaron una respetuosa reverencia como saludo, luego otra más para mostrar sus respetos a la familia del contrario y la última como agradecimiento a los invitados que han llegado a celebrar con ambos.
Al incorporarse, JongIn dio un paso más al frente y lo tomó delicadamente de la mano, como si temiera romperlo. Así, el anillo que le había regalado en su dote quedó expuesto y su sonrisa se rizó aún más en los bordes.
Inesperadamente, sus orejas salieron de inmediato ante el contacto y el gesto trajo consigo algunas risas suaves y cariñosas. KyungSoo no tuvo tiempo de sentirse ni un poco avergonzado.
—Mi novio se ve maravilloso; su belleza es capaz de sacudir montañas enteras y sembrar un profundo deleite a cualquiera que lo mire.
KyungSoo rió por lo bajo y suspiró tontamente cuando JongIn besó el dorso de su mano, acunándola entre las suyas más grandes.
—Puedo decir lo mismo de mi novio. Tan fascinante que roba suspiros al caminar y enamora dulcemente a quien tiene la dicha de apreciarlo.
Compartieron una sonrisa afectuosa y entonces se encaminaron hacia el porche de la casa tomados de la mano, uno junto al otro mientras eran seguidos de cerca por sus padres y los invitados. Un funcionario del emperador se encontraba esperando por ellos, sonriendo tranquilamente mientras se acercaban. Al llegar al lugar indicado, tomaron asiento sobre los cojines (JongIn se encargó de ayudarlo en todo momento) y una jarra de vino y dos tazas fueron colocadas sobre la mesita baja delante de ellos.
Ahí el funcionario dio algunas palabras de recibimiento, agradecimientos a los familiares y a los invitados por reunirse y dando sus bendiciones y buenos deseos a los novios. KyungSoo no le tomó mucha importancia, si es honesto; en ese momento lo único que podía ver y en lo único que podía pensar era en el hombre a su lado.
Finalmente se les fue concedido el permiso para servir las copas del contrario con el vino dispuesto para ellos. KyungSoo sonrió mientras vertía una cantidad justa y comedida para JongIn y rió entre dientes cuando JongIn llenó completamente su taza, sabiendo sobre sus gustos por el alcohol.
Tomaron los pequeños vasos y entrelazaron sus brazos. KyungSoo inhaló el aroma a hogar de su amado inmortal y susurró por lo bajo, para que solo él pudiera escucharlo:
—Por una vida feliz y plena a tu lado.
JongIn sonrió dulcemente en respuesta.
—Por la prosperidad infinita, un amor duradero y una dicha continua.
Finalmente, bebieron el contenido de sus tazas y el lugar estalló en aplausos y exclamaciones, celebrando la unión de un nuevo matrimonio.
⋆.ೃ࿔*:・
La celebración se llevó a cabo inmediatamente después.
KyungSoo había recibido en sus brazos a un excitado SooBin perfectamente vestido con su túnica de ceremonias importantes y un abrazo apretado de parte de JongSoo, guapo y hermoso mostrando su esplendor.
Se sentaron a la cabeza de la mesa y presenciaron bailes y cantos durante horas enteras, recibieron algunos obsequios de parte de Madam Li y su familia, de JiHyun y de BaekHyun y ChanYeol, que también habían venido a la boda. KyungSoo conoció a los amigos guerreros de JongIn y recibió numerosas bendiciones de parte de algunos soldados sobrevivientes a la guerra, además, presenció un número teatral protagonizado por su SooBin, sus numerosos sobrinos y los hijos de algunos guerreros que enaltecía sus logros con tal heroísmo que KyungSoo tuvo que disimular numerosos sonrojos durante todo el proceso.
Finalmente, cuando cayó la noche y las linternas llevaron hermosura a la Villa, en el momento justo en el que JongIn y KyungSoo iban a retirarse para consumar su matrimonio mientras los demás continuaban la celebración, el cielo retumbó con inesperados fuegos artificiales que provenían directamente del pueblo.
KyungSoo sonrió con entusiasmo y su corazón se llenó de enternecimiento al descubrir que los lugareños igualmente se encontraban celebrando la unión de sus familias.
—Hemos sido bendecidos por todos, desde el cielo hasta la tierra —susurró JongIn y KyungSoo solo pudo apoyarse en su costado mientras admiraban el espectáculo en el firmamento—.
—Es lo menos que podríamos merecernos. Mi querido esposo, me encuentro muy feliz.
JongIn giró el cuello para mirarlo y una hermosa y brillante sonrisa se plasmó en sus labios carnosos.
—Este esposo amado también es infinitamente feliz.
De esta manera, sellando sus palabras con las carcajadas y las exclamaciones de sus hijos y sus seres amados de fondo, sus labios se juntaron dulcemente y la magia explotó a su alrededor.
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Napchae: Es la etapa durante el proceso de enlace en el que se busca una fecha para el matrimonio.
Sajudanja: es un documento en el que se encuentra la fecha y la hora de nacimiento del novio en el calendario lunar. Este documento se entrega a un chamán o adivino y este se encargará de determinar cuándo es el momento propicio para que la unión se lleve a cabo.
Ham: es una caja de regalos que hace la familia del novio para la familia de la novia.
Haseon: papeles oficiales del enlace que la novia suele guardar con ella incluso después de su entierro.
Chaedon: grupo de telas rojas y azules que representan al Ying y el Yang (JongIn las cambió por túnicas).
Honsu: objetos para el hogar del nuevo matrimonio.
Jokduri: corona tradicional coreana.
Nota: no escribí el proceso exacto del matrimonio ni tampoco utilicé el conjunto exacto del hanbok tradicional porque quería darle a KyungSoo un poco más de masculinidad, además, quería moldear algunas cosas que irían mejor en la historia y al final salió algo muy lindo. Aún así, la esencia de la ceremonia se mantiene y los puntos básicos están ahí, muy presentes.
Ahora, el siguiente extra será únicamente dedicado a la consumación del matrimonio, así que para aquellas personitas que no leen escenas explícitas, pueden pasar de él tranquilamente. u.u
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