ANDREW

Tener a Ainhoa tan cerca de mí y a solo unos milímetros de distancia de sus labios me está desafiando de manera peligrosa. Aunque lucho por mantener a Ashley en mis pensamientos, tengo claro que no puedo serle infiel. No obstante, enfrentar la tentación está resultando abrumador. Es la primera vez que experimento esta voraz atracción que Ainhoa despierta en mí. Cada día y cada noche, su imagen se adueña de mi mente, me estoy volviendo loco.

Sus labios, entreabiertos y provocativos, parecen una invitación ardiente que me invitan a besarlos. Observarla lamerse los labios es una provocación tentadora a la que me resisto con todas mis fuerzas.

Maldición... Necesito urgente distancia entre nosotros, alejarme de ella. Sé que fue un error venir a esta fiesta.

Aunque intento alejarme, es como si una fuerza magnética me empujara involuntariamente hacia sus labios. Nuestras respiraciones se entrelazan, compartiendo el mismo aire. Incluso nuestras narices se rozan suavemente.

No puedo permitir que dos años de relación con Ashley se desvanezcan por el impulso del momento. Sin embargo, esta atracción no puede definirse como una simple calentura. Es un sentimiento desconocido y arrollador que me está consumiendo. Ashley ya ha comenzado a notado mi distanciamiento y frialdad. No quiero decepcionarla... Yo... yo no quiero fallarle...

Me separo de Ainhoa con la intención de alejarme de ella y no...

Al diablo con todo, voy a besarla y después enfrentaré las consecuencias. Apoyo mis manos en su cintura y me acerco a esos labios irresistibles, listo para cruzar la línea que cambiara el rumbo de todo.

—Dijo que iría a la cocina a buscar más cerveza. —Escucho a lo lejos, reconozco una de las voces y la otra es completamente nueva para mi.

Ainhoa me empuja por el pecho, trato de detenerla pero es tarde, desaparece de mi campo de visión.

Llevo mis manos a mi cabello con frustración.

—Estuve a punto de echar a la borda mi relación. —murmuro.

Paso mis manos por mi cabello, segunda vez que me pasa y no logro controlarme. Que tiene ella que hace que me olvide de todo, incluso de mi relación.

—Ander, aquí estabas. —Dice Ray junto a una chica. —Ella es Camille, una de las amigas de Ainhoa.

—Hola —Saludo con una sonrisa.

Vuelvo con ambos al patio trasero, la fiesta está al máximo muchos están bailando, otros están bañándose en la piscina, otros conversando y bebiendo.

—Ven vamos a bailar —Me dice Vivían tomándome del brazo.

—Necesito un trago antes.

Anuncio y camino hasta la mesa. Quizás un trago me ayude a despejar mi mente.

—¿Estás bien? —pregunta.

—Si —contesto dudoso.

Me mira extraña, me conoce bien y sabe que no estoy bien.

—Andrew Miller. No me mientas, algo te pasa.

Llevo el vaso a mis labios. Es mi mejor amiga, pero como le contaré que estuve apunto de engañar a Ashley, no una. Sino dos veces y lo peor de todo es que no me arrepiento y si la tuviera aquí en frente mio la besaría.

—Es que... —Abro la boca para contarle,pero me quedo en silencio.

Ainhoa está bailando con un chico, y no es un baile cualquiera él tenía sus manos en su cintura. Tenso la mandíbula, quiero alejar las manos de su cintura y ser yo quien ponga mis manos ahí. Donde estaban hace unos minutos atrás.

Él la besa, y ella se deja... mi enojo y frustración van en aumento ya no solo quiero alejarla de él, sino que quiero estamparle mi puño al idiota que está besando a mi.... Ni siquiera es mi amiga, no es nada mío.

Miro al cielo con frustración

¡Joder! qué me pasa con esta chica. Pienso.

Vivían me toma del brazo —¿Me vas a decir que te pasa o tengo que adivinarlo?

Respiro pesadamente mientras observo la escena. —Me voy. —Anuncio dejando el vaso con fuerza derramando su contenido sobre la mesa.

Vivían me sigue —Andrew espera...

—Nos vemos. Chao.

Salgo por la puerta y la cierro con fuerza, estoy enojado, estoy furioso. Porque no puedo ser yo quien la bese, porque nos interrumpieron cuando estuve apunto de besarla. Si la hubiera besado ahora estaría conmigo y no con él.

Subo a mi auto y vuelvo a azotar la puerta. Tomo el volante con fuerza, y comienzo a conducir sin un rumbo fijo.

—No puedo estar molesto por ese beso... no es mi novia. Debo pensar en mi novia y solo ella debe importarme. —Golpeo el volante con frustración la imagen del beso con aquel chico sigue reproduciéndose en mi mente.

Llego hasta el departamento de Ashley y bajo del auto aún muy enojado.

—Hola —Saludo al portero.

—Hola joven Ander.

Subo las escaleras hasta el quinto piso, necesito calmar mi enojo. Llego hasta su puerta y antes de presionar el timbre respiro hondo y contando hasta diez.

Presiono el timbre y espero pacientemente, en mi mente aún sigo contando, ya voy en el mil y aún no logro calmarme completamente.

—Hola amor, no sabía que vendrías —Me dice cuando abre la puerta.

No digo nada, solamente entro y cierro la puerta con el pie, me acerco a ella y la beso. La beso con desesperación más que pasión, Ashley me corresponde el beso, ella trata de cambiar la intensidad del beso a uno con más pasión, pero en mi mente no hay pasión. La tomo de la cintura con una mano y la giro para apoyarla contra la puerta.

Mis manos recorren su cuerpo, su cintura y sus piernas desnudas. Mi boca baja a su cuello robándole jadeos de sus labios.

Rápidamente bajo mis manos hasta su trasero y la levanto para que enrolle sus piernas alrededor de mi cintura, la llevo hasta la cama y la dejo sobre ella. Me acomo entre sus piernas y comienzo a desnudarla y repartirle besos por su cuerpo desnudo.

La imagen de Ainhoa besando a otro vuelve a mi cabeza como una película que no deja de reproducirse. Las imágenes se intercalan entre nuestro casi beso y el beso con el idiota ese.

Los jadeos se escuchan por toda la habitación, muerdo su cuello y vuelvo a sus labios hasta llegar al orgasmo.

Ashley se acomodo sobre mi pecho y con mi brazo la rodeo por la cintura, cubro nuestros cuerpos con la sábana.

—Te amo —Me dice.

Tome aire y abro la boca para responder pero no sale nada de mis labios, las palabras se quedan atascadas en mi garganta.

—Descansa cariño.

Fue lo único que pude decirle, la beso en la frente y me acomodo para poder dormir.

Dos horas después y sigo sin poder cerrar los ojos para dormir, me levanto de la cama, busco mi bóxer con mis pantalones y voy a la cocina en busca de un vaso con agua y aprovecho de tomar mi celular que está en mi chaqueta.

Me siento en uno de los sillones que están en la terraza. El aire fresco de la madrugada me hará bien.

Abro Instagram y lo primero que me aparece es una foto de Ainhoa con sus amigos en la fiesta. Me quedo admirando la foto, su sonrisa.

Porque tiene que ser tan linda, porque no puedes salir de mi mente, quiero pensar en Ashley como la pienso a ella, quiero poder mirar a Ashley de la misma forma que estoy empezando a mirar a Ainhoa, quiero sentir ese deseo por Ashley y no por Ainhoa.

—Soy un pedazo de mierda completamente jodido.

Mi celular vibra iluminando la pantalla con una notificación de Instagram.

AinhooaaCampell te ha enviado un mensaje. 

𓃭

Holaaa!!! ✨

Espero que les este gustando la historia, tanto como a mi me gusta escribirla.

¿Qué les parece el capítulo?

No olviden dejar su voto o un comentario.

Se los agradeceria muchísimo 🫶🏻

Gracias por leer, un abrazo 🧡