Narra Ainhoa

Llegamos con Margot al lugar en donde habíamos acordado celebrar mi cumpleaños. "The Moon" es una nueva discoteca que abrió la semana pasada.

—Por fin llegan—, dice Ray saludándonos en la entrada de la discoteca. —Y hermosas que se ven, Andrew se caerá de espaldas cuando te vea, ¡Feliz cumpleaños! —añade con una sonrisa mientras me abraza.

—¡Gracias! —respondo con una sonrisa, correspondiendo el abrazo —¿Cómo estás? —pregunto tomándolo del brazo después de separarnos del abrazo.

Margot también lo toma del otro brazo quedando entre nosotras. —¡Dios! Estoy en el paraíso. Espero no despertar nunca. —dice Ray mirando al cielo al mismo tiempo que nos abraza por la cintura y comienza a caminar con nosotras a su lado, riendo.

Llegamos hasta los sillones donde están todos los chicos, conversando y bebiendo, pero no veo a Andrew con ellos.

—¿Quién es el cumpleañero, Ray o Ainhoa?— Pregunta Damián riendo, viendo la cara de felicidad de Ray.

Todos reímos.

—¡Hola! ¡Feliz Cumpleaños! —Me saludan todos cuando llego junto a Margot y  Ray.

Busco a Andrew con la mirada entre los que están a nuestro alrededor y tampoco se encuentra ahí, me pareció raro ya que me había enviado un mensaje avisando que ya estaba en el lugar junto a Fede.

Fede me sonríe y apunta con su cabeza hasta las barandillas, donde Andrew se encuentra apoyado.

Me giro y comienzo a caminar hasta donde está él pero, una mujer se me adelanta y se acomoda a su lado. Los quedo mirando desde mi posición sin decir nada, atenta a lo que está ocurriendo frente a mis ojos.

—Hola guapo— lo saluda la mujer acercándose a su lado  —¿Bailamos?

La sangre me comienza a hervir mientras los miro fijo frunciendo las cejas. Andrew niega sin mirarla.

—Vamos, te aseguro que lo pasaremos bien. —Dice acercándose a él.

Reí con ironía para mi misma.

«Es nuestra perra». Reclama mi subconsciente.

Por primera vez en la vida estamos de acuerdo en algo.

Andrew le sonríe mientras están hablando pero no logro entender completamente por lo alto que está la música, me acerco unos centímetros más para hacerme notar y escuchar la conversación.

—Tengo una habitación de hotel aquí cerca, por si te aburres—, pone su mano en su espalda—y decides pasarlo bien un rato.

Empiezo a respirar de manera más agitada y pesada. Estoy enfadada, celosa, y este idiota ni siquiera se a preguntado si llegue, justo en ese momento se gira y me ve.

Rafa llega a mi lado junto a Margot y Derek; y él último coloca una mano en mi hombro, tratando de tranquilizarme.

—Zorra—, murmuro con una tos exagerada para que me escuche. Mis amigos y Andrew me miran y sonríen.

—¿Perdona? ¿Dijiste algo?—, me preguntó la mujer, mirándome de arriba abajo con aire de superioridad.

—Además de zorra, ¿también eres sorda?—, respondo con un toque de sarcasmo.

Desvía su mirada de mí y mira a Andrew con coquetería. —Lo pasaremos bien.

Habla, di algo. ¿Estás considerando aceptar su propuesta?, pensé, mirando fijamente a Andrew. Si acepta que se olvide de mi existencia para siempre.

Andrew me mira y extiende su mano hacia mi. —Por fin llegas, amor. Te estaba esperando— me dice, ignorando a la mujer que esta a su lado asombrada.

Finalmente, pensé.

—Claro, amor, vamos a pasar un buen rato juntos—, respondo mientras camino hacia Andrew, sonriéndole victoriosamente a la mujer —¡Oops! parece que tendrás que encontrar a alguien más para  follartelo en tu habitación de hotel—. Añado, fingiendo una ligera tristeza. Puse ambas manos en el rostro de Andrew y le doy un breve beso en los labios.

Cuando nos separamos, vuelvo a mirar a la mujer con una expresión de superioridad en el rostro, dejando claro que él es mío.

La mujer me mira indignada y se aleja sin decir una palabra.

Andrew pone su mano en mi cintura, —¿Te pusiste celosa?—. Me susurra en el oído.

—No, no estoy celosa—, dije sacando su mano de mi cintura con un leve tono de molestia en mi voz.

—Admítelo mi amor, te pusiste celosa—, dice volviendo a tomarme por la cintura y vuelvo a quitar sus manos de mi cintura.

—Quiero un trago—, dije mirando a Margot y ella asiente.

Me acerco a Margot y la tomó del brazo para ir juntas a la barra, los chicos vienen detrás nuestro y escucho a Derek —Amigo, nunca la había visto así de celosa—, le dice a Andrew.

Me detengo en seco y me doy vuelta —No estoy celosa— y continuo caminando.

Rafa intervine —Si lo está—, y añade riendo.

Si estoy celosa, pero no lo voy a admitir, son mis amigos y me conocen bien. Con Margot llegamos a la barra, aún estoy enojada. Pido tres shots de tequila para mi y Margot pido tres más para ella. Andrew se coloca detrás mío posando ambos brazos en la barra, dejándome sin salida al mismo tiempo en que el barman nos entrega los shots de tequila.

—¡Vaya! empezamos suave la noche—, me dice mientras me observa tomar el primer shot.

—Cállate—, le respondo sin mirarlo y tomo mi segundo shot, sintiendo como el líquido caliente cae por mi garganta. Me molesta que se dejará coquetear por esa mujer y que no le haya dicho nada cuando se le comienza a insinuar.

—Cállame—, me dice en un susurro coqueto.

Lo miro de lado con una sonrisa—Toma, para que te calles—, le digo mientras le paso el shot que me queda.

Derek, Rafa y Margot miran la escena con cara de diversión.

Con el shot en mano, Andrew me mira con una mezcla de sorpresa y complicidad. Acepta el trago y se lo bebe sin apartar la mirada de la mía.

Los chicos se miran entre ellos, dándose cuenta de la tensión que se ha creado, deciden darnos un poco de privacidad y se alejan hacia el lugar donde están los demás chicos. Estoy a punto de decir algo, pero Andrew se acerca aún más a mí, sus labios rozan mi oído mientras susurra:

—Lo siento amor si te hizo sentir incomoda, yo solo te estaba esperando a ti. Eres la única que me importa y con quien quiero terminar esta noche en mi cama o en cualquier parte —dice repartiendo besos en mi cuello. —No quiero que estés celosa, Ainhoa.

Mi corazón da un vuelco ante sus palabras y la forma en que pronuncia mi nombre con tanto erotismo hace que se me olvide todo. Me giro para quedar frente a él, nuestras miradas se encuentran de nuevo, esta vez con una intensidad diferente.

Decidida a no dejar que el momento se escape, me acerco a él y rozó mis labios con los suyos en un suave beso. La electricidad se desata entre nosotros, el deseo y la pasión que habían estado ocultos estallan en ese instante. Cuando nos separamos, el aliento entrecortado y los ojos brillantes, Andrew me toma de la mano y me guía hacia la pista de baile.

La noche avanza, llena de risas, bailes, aquel momento ya ha quedado en el olvido. Llevamos varios tragos y mi cuerpo ya comienza a sentir los efectos del alcohol recorriendo mis venas. Andrew está bebiendo menos que yo, tiene que trabajar mañana temprano así que decidió controlarse y ser el adulto responsable.

Estoy bailando junto a Andrew quien tiene su cuerpo pegado al mío moviéndonos al compás de la música. Nuestros amigos están a nuestro lado disfrutando de la música y de la fiesta.

Ray y Margot están bailando muy juntos al lado nuestro, nos miramos con Andrew y sonreímos. 

—Parece que todo quedará entre amigos. —Le comento a Andrew riendo.

Margot se separa de Ray y me mira con una sonrisa disfrutando de la noche.

—Dale hasta abajo que ese culo responde
Bebé, no te haga', tú eres under
Yo sé to' lo que tú esconde', eh-eh
Tú y yo vamo' a hacer más de una noche, eh-eh.

Cantamos mientras bailamos pegando nuestras espaldas y bajando al ritmo de la música, elevando nuestros tragos.

El Dj cambia de canción y en su mezcla pone "La pregunta" de J Álvarez. Me acerco más a Andrew mientras le canto y bailo coqueta, junto mi espalda con su pecho y continuó bailando coquetamente, sus manos están en mi cintura apretándome más a su cuerpo, apoyó mi cabeza en su hombro, y él lleva sus labios a mi cuello.

—Te haría el amor aquí mismo—, me dice en un susurro en mi oído. —Me estas provocando Ainhoa.

Sonrío al escuchar sus palabras en mi oído, provocando que mi piel se erice y siento la excitación de sus palabras.

—¿Qué te detiene?—, le pregunto en un susurro con un pequeño jadeo.

Toma mi mano —Ven conmigo—, me dice guiándome al baño.

Entramos al baño, por primera vez no hay nadie en el baño, le pone el cerrojo en la puerta.

Por suerte es de esos baños individuales. Pienso.

Me arrincona contra el lavabo besándome con fuerza, le correspondo el beso con la misma intensidad y pasión sus manos suben por mi cuerpo acunando mis pechos dándole un pequeño apretón provocando que suelte un jadeo.

Mis manos están en su cuello acercándolo más a mí para profundizar más el besos, nuestras lenguas están entrelazadas jugando. Andrew me gira para que vea nuestro reflejo a través del espejo. Comienza a besar mi cuello, sin dejar de mirarme a través del espejo, lo ladeo mi cabeza, para que tenga un mejor acceso a él.

Sus manos comienzan a recorrer mis piernas llegando al borde de mi vestido, deslizándose lentamente hacia arriba.

Suelto un jadeo —A-andrew....

—Shh— sisea mientras termina de sacar mi vestido dejándome en ropa interior. Vi cómo lleva sus dedos a su boca para lamerlos y dirigirlos a mi intimidad. Apoyo mi cabeza nuevamente en su hombro cerrando los ojos para disfrutar de su tacto y el placer que me está provocando.

Dejo de sentir su tacto por lo que levanto mi cabeza y miro sus ojos a través del espejo.

—Esto no lo necesitamos—, dice mientras rasga mis bragas.

—¿Por qué la rompes?—, intento decir entre jadeos.

—Porque no las vamos a necesitar—, dice en un susurro mientras las guarda en su bolsillo trasero.

Sus manos vuelven a mi intimidad, con dos de sus dedos abre mis pliegues para deslizar un dedo por todo el lugar, sus besos van a mi cuello, muerde y lame toda mi cuello, dejando algunas marcas. Aumenta la velocidad de sus movimientos e introduce dos de sus dedos y el pulgar hace círculos en mi centro. 

Con su mano libre, desabrocha mi brasier quedando completamente desnuda antes sus ojos. Comienza a masajear mi pecho, pellizcando mi pezón.

Suelto un jadeo, mi orgasmo está cerca.

—Córrete —, dice un poco autoritario lamiendo mi cuello —me gusta sentir como te corres en mis dedos.

No aguante más, sus palabras calientes hicieron que el orgasmo llegará más rápido.

Lleva sus manos a su pantalón y escucho el sonido de su bragueta bajar. A través del espejo veo todos sus movimientos, se quita su camiseta. Ambos estamos completamente desnudos. Pone su mano en mi espalda empujando delicadamente para que me apoye en el lavabo, siento como mis pezones reaccionan al frío del lavabo provocando que se escape un jadeo de mi boca, separo mis piernas y se posiciona en mí entrado, espero con ansias que se introduzca en mi pero no lo hizo. Lo mire con deseo.

—¡Feliz Cumpleaños, mi amor!—, me dice susurrando en mi oído, al mismo tiempo que se introduce en mi. Ambos gemimos ante el contacto. Sus movimientos son rápidos y precisos, cierro los ojos para disfrutar más el momento.

—No los cierres, quiero que mires mientras lo hacemos—. Me dice firme, tomando mi cabello enrollándolo en forma de coleta, su otra mano está en mi espalda, se inclina hacia dejando besos en mi espalda.

No dejo de gemir y jadear ante sus movimientos, por suerte la música es fuerte porque sino ya nos hubieran descubierto.

—¡Oh! Andrew...—grite.

—Me gusta escucharte gritar mi nombre mientras gimes—, me dice mientras lleva su mano a mi intimidad.

Me embiste con fuerza, lleva ambas manos a mi cintura, moviéndome junto con él, haciendo que la embestida sea más profunda.

—Me vengo—, le dije en un jadeo.

—Espera... aguanta un poco más, amor—, dice cerrando los ojos y dejando caer su cabeza hacia atrás, verlo de esa forma siento que en cualquier momento llegaré al orgasmo. Cada segundo sus embestidas son más fuertes y rápidas, no dejamos de jadear. Estoy tratando de aguantar lo que más puedo, pero verlo así no me lo facilita.

No pasó mucho más para que ambos nos corriéramos a la vez dejándonos con la respiración entre cortada.

Una vez que recuperamos nuestra respiración, le di un beso en los labios.

—Nunca lo había hecho en un baño público— le confieso dándome la vuelta —y los volvería a repetir si es contigo—, le dije mientras le mordía el lóbulo de su oreja.

—Cuando quiera repetimos—, dice sonriendo mientras se coloca su ropa.

Busco mi vestido y me arreglo frente al espejo.

—Tendré que salir sin bragas, porque alguien me las rompió.

Sonríe angelicalmente y me da un beso en la punta de mi nariz —te compraré otras.

Salimos del baño juntos, y fuimos directo a la barra para tomar algo.

—Dame un Whisky y un gin tonic porfa—, dice Andrew mientras pone su mano en mi cintura.

Esperamos nuestros tragos mientras nos miramos con una sonrisa, en eso llega Damián junto a Vivían y Damián apoya sus manos en mis hombros.

—Así que aquí están— nos dice —Quiero un Vodka y un Manhattan por favor— dice Damián al bartender que nos está atendiendo.

Estamos conversando animadamente los cuatro cuando Damián me mira y se acerca a mi oído —¿Por qué tienes una marca roja en el cuello?— Me mira con una sonrisa cómplice —no conocía esa faceta tuya querida amiga—, me dice en un susurro, y luego sigue hablando con Andrew animadamente. Siento mis mejillas teñirse levemente.

Volvemos a la pista de baile junto a nuestros amigos. Con Andrew nos comenzamos a mover al ritmo de la música con miradas y sonrisas cómplices.

—Faltaron los porritos—, nos dice Fede bailando con Margot, mientras el dj mezclando "marisola"

—Damián tiene uno en su auto—, dice Derek un poco más alto para que podamos escucharlo.

—Cuando salgamos, lo probamos—, dice Ray mientras acerca a su acompañante a su cuerpo.

Andrew sonrió asintiendo y continúa bailando conmigo. Damián y Vivían fueron por otro trago.

—Te traeré otro trago, tu vaso está vacío—, me dice Damián y yo le sonrió.

Son las tres de la madrugada y sé que Andrew mañana debe de levantarse temprano, así que nos iremos pronto.

Me acerco a su oído —Si quieres podemos irnos.

—No quiero arruinar tu diversión amor se que lo estás pasando bien, además estas celebrando tu cumpleaños—, dice acercándome a su cuerpo.

—No arruinas nada amor—, le digo mientras beso sus labios.

Después de un par de canciones más con Andrew decidimos que es hora de irnos. Nos acercamos a nuestros amigos para despedirnos.

—Chicos, nos vamos con Ainhoa—, avisa Andrew.

—Nos vemos mañana, Ainhoa—, me dice Margot en un abrazo. —Nos juntamos en la entrada de la universidad para que entremos juntas.

Nos despedimos de mis amigos y salimos al exterior, el aire fresco y frío me golpeó en la cara, sintiéndome un poco mareada.

—¿Estás bien amor?—. Me pregunta Andrew tomando mi mano.

—Si, estoy bien. Solo me sentí mareada un poco—, dije riendo.

Me toma de la cintura para estabilizarme y me guía hasta su auto, una vez que llegamos, abre la puerta del copiloto para mi y antes de subirme le deje un beso en los labios. Cierra la puerta y camina hasta el lado del piloto.

Suelta una carcajada cuando me ve luchar con el cinturón.

—¡Aaaaag! Maldito y estúpido cinturón—. Exclamó mientras tiro con fuerza el cinturón.

Andrew se inclina hacia mí para ayudarme con el cinturón.

—Gracias.

—No hay de que —deja un beso en mi mejilla y se acomoda en su asiento.

—Andrew, ¿qué queda si le pongo una sábana a un burro? —pregunto de repente.

Andrew me mira curioso y niega.

—Un burrito sabanero—, digo riendo.

Andrew se une a mi risa contagiosa, y así llegamos hasta el estacionamiento de su departamento entre risas y chistes míos.

Llegamos a su piso, abre la puerta para que entremos y al momento de cerrarla, me mira preocupado.

—¿Estás bien?

Niego mientras llevo mis manos a mi boca. Corro hasta el baño del primer piso, pero para mi nueva lista de humillaciones no alcanzó a llegar al baño y soltando todo en el pasillo.

Andrew viene rápidamente hasta mí y cuando el vómito se detiene un poco, continúo mi camino hasta el baño.

—Lo siento mucho, lo limpiare —Dije justo en el momento en que vino otra arcada.

Andrew toma mi cabello y comienza a acariciar mi espalda.

—No te preocupes, yo limpio.

Niego con la cabeza, y termino de evacuar todo lo que he bebido, sentándome en el suelo para descansar.

—Perdóname por favor. Qué vergüenza. —digo cubriendo mi rostro con mis manos.

Me entrega un vaso con agua —Quédate ahí, limpiaré tu desastre —me dice con una sonrisa.

—No me mires, debo estar horrenda con todo el maquillaje corrido.

—Tu n'es pas affreuse, tu es magnifique, Ainhoa. Tu es la femme la plus belle que j'aie jamais rencontrée, et chaque jour qui passe, mon cœur bat plus fort pour toi. Ta seule présence illumine ma vie.

Mi boca se abre, sorprendida. Siempre supo hablar francés, y todas esas confesiones que le hice en francés las entendió completamente.

Traducciones:

—Tu n'es pas affreuse, tu es magnifique, Ainhoa. Tu es la femme la plus belle que j'aie jamais rencontrée, et chaque jour qui passe, mon cœur bat plus fort pour toi. Ta seule présence illumine ma vie:  No eres horrible, eres hermosa, Ainhoa. Eres la mujer más hermosa que he conocido y cada día que pasa, mi corazón late más rápido por ti. Sólo tu presencia ilumina mi vida.

𓃭

Holaaa!!! ✨

Espero que les siga gustando la historia, tanto como a mi me gusta escribirla .

¿Qué les parece el capítulo?

Tu apoyo es esencial para mi, así que no olvides comentar y votar 😊
Solo quedan cinco capítulos para esta novela llegue a su fin 😞

Gracias por leer, un abrazo 🧡

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