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Vuélvete mejor

Cuando llega el momento en el que se debe cambiar, ya sea porque la vida te obliga o porque tú mismo decides hacerlo, se debe tener mucho cuidado.

Muchas personas que son nobles pierden su camino y se convierten en seres aislados y egoístas. Todo esto por cambiar, pero para mal.

¿Cómo se cambia para bien entonces? Una pregunta complicada sin duda alguna. El concepto de bien y de mal es distinto para todos.

Si tuviera que responder esa pregunta, entonces diría que un buen cambio es cuando lo que tienes bien lo haces evolucionar y no lo abandonas.

Eso es algo que Itsuki tiene que hacer. Cambiar sin dejar de ser ella misma, sin dejar de lado esa bondad y amabilidad que tiene con todos los demás.

Ella es una chica especial, no hay dudas de eso. Puede ser una tonta, una molestia e incluso algo inútil... y a pesar de todo eso, sé que ella es mejor que yo.

Si quiero ayudarla a cambiar y si quiero estar a su lado hasta que nos graduemos, entonces yo debo ponerme a su nivel primero.

Ella no merece la inseguridad que la acecha, pero las palabras no harán que eso desaparezca. Únicamente las acciones van a afectar.

Por eso, seré alguien mejor, para poder ayudar a mi querida amiga.

No importa si es la chica de Kioto o no. Ella es una chica que necesita un empujón para salir del abismo donde se encuentra... y yo mejoraré para poder ser ese empujón.

Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo.

-Fuutarou Uesugi.

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Fuutarou se encontraba caminando junto a Itsuki. Ambos se dirigían hacia la escuela e iban charlando animadamente.

-Pero te lo juro, esa vez llegué tarde porque por el sueño, apagué la alarma como 5 veces. Desde ese día, hay veces en las que incluso me despierto antes.- dijo el chico para después reír.

-Me pasa igual, necesito tus consejos para evitar eso.- dijo la chica mientras reía también.

-Por supuesto, te pasaré el truco.- dijo el chico.

De pronto, llegaron a un semáforo, este marcaba en verde para los peatones, aunque empezó a titilar, señalando que estaba a punto de cambiar.

Fuutarou llegó y se detuvo... pero Itsuki no lo hizo.

-¡Itsuki! Ya está en rojo para nosotros, regresa.- dijo el chico con preocupación.

Pero nada, ella siguió caminando... y un auto se dirigía hacia ella a toda velocidad. Fuutarou sintió cómo todo se ponía como si estuviera en cámara lenta y vio que ella se volteó y le dijo.

-No pudiste salvarme... adiós Uesugi-kun...- dijo mientras unas lágrimas descendían por sus mejillas.

-¡Itsuki!- gritó el chico.

El peliazul se despertó de golpe y aunque no había gritado, su movimiento repentino despertó a Itsuki.

-¿Uesugi-kun? ¿Qué pasa? ¿Una pesadilla?- preguntó la chica, aún somnolienta.

-Sí... algo por el estilo.- respondió mientras trataba de calmar su ritmo cardíaco y respiración acelerada.

La chica se sentó y puso su mano en la mano del chico.

-¿Quieres hablar de eso?- preguntó.

-No... por ahora solo quiero descansar.- respondió el chico.

La chica asintió y se recostó nuevamente, sabía que no podía insistirle, él era terco a más no poder y hablaría de eso cuando estuviera listo.

Él se levantó y fue a tomar agua para despejarse un poco.
Luego de unos cuantos minutos regresó y notó que la chica estaba dormida ya.

El chico con algo de temor, volvió a recostarse. Se volteó y quedó cara a cara con Itsuki

-Pase lo que pase... voy a salvarte Itsuki... aunque me cueste mi propia vida. Te salvaré de ese abismo en el que te encuentras. No dejaré que se repita lo de hace años... no perderé a nadie más- dijo el chico.
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Itsuki abrió lentamente los ojos, lo primero que pudo ver fue a Fuutarou durmiendo plácidamente a su lado, pero había una cuestión...

¡Ella estaba abrazándolo!

-¡¿Qué demonios?! ¿Cómo terminé así?- se preguntó internamente la chica.

Lentamente, retiró su brazo del pecho de Fuutarou y salió de la cama.

Revisó su celular y notó que aún faltaban 20 minutos para la hora en la que usualmente se levantaba. Sabía que todo estaba en orden puesto que la alarma del chico no había sonado aún.

Lentamente se dirigió a la cocina para poder servirse un vaso de agua. Luego de servirse y tomar, escuchó leves golpes que provenían de la puerta.

Al principio decidió ignorarlos, puesto que creyó que era algo de su imaginación, pero los golpes comenzaron a intensificarse.

La chica, preocupada porque el ruido no despertara a su amigo, puesto que sabía que no había dormido bien, decidió ir y abrir la puerta.

-Buenos días... ¿qué se le ofrece...?- preguntó ella mientras se rascaba el ojo.

Frente a ella se encontraba una chica pelinegra.

-¡Hola! Tú debes ser... Itsuki-chan, ¿verdad?- dijo de manera emocionada la chica.

-¿Itsuki... chan? Sí... ¿te conozco de algún lado?- preguntó la pelirroja mientras reaccionaba.

-Oh, lamento mis modales. Yo soy Takebayashi, seguro que Fuu-kun te ha hablado de mí.- dijo mientras sonreía.

-¿Fuu... kun? Me imagino que hablas de Uesugi-kun... lamento decirte que no tengo idea de quién eres, no me ha hablado de ti.- respondió la pelirroja.

-Ese idiota...- dijo mientras pasaba por el espacio que había dejado Itsuki entre ella y la puerta.

-E-espera... él aún... y ya se fue.- dijo mientras observaba como la chica iba directamente al peliazul.

La chica se acercó al peliazul y le sopló en la oreja, provocando que el chico se despertara abruptamente.

-¿Qué mierda?- preguntó sorprendido, aunque sus ojos se abrieron completamente al ver a Takebayashi.

-¿Es en serio Fuu-kun? ¿Cómo está eso que la chica que te provoca mariposas no conoce mi existencia?- dijo mientras hacía un puchero.

-También me alegra verte, pero... ¿Mariposas? Dios... ¿de qué diablos hablas?- respondió el chico.

-No te hagas el tonto, no hubieras recurrido a mí si no sentías que esa chica te generaba cosas raras. Primero, te olvidas de mi existencia, segundo, solo me hablas cuando necesitas algo y tercero, esa chica no tiene la mínima idea de que yo existo.- dijo la pelinegra.

-Creo que estás exagerando sobre todo el asunto...- mencionó el chico.

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Los 3 chicos estaban en la mesa desayunando, Fuutarou le explicó que apenas y había tenido oportunidad de hablar y darse a conocer con Itsuki, por lo que había pasado por alto el detalle de que ella era su mejor amiga.

La chica comprendió y se calmó, no sin antes darle un par de pellizcos al chico por haberse "olvidado" de ella, aunque finalmente terminó abrazandolo, sin duda era una chica muy peculiar.

Itsuki se extrañó por la actitud de la chica, aunque no le puso tanta importancia. Si era amiga de Fuutarou, seguro era buena persona.

-Y dime Itsuki-chan... ¿no te molesta que te diga así?- preguntó la pelinegra.

-No... está bien.- respondió con extrañeza la chica.

-Bueno... ¿cómo te ha tratado este tonto, Itsuki-chan?- preguntó amablemente la chica.

-Pues... bien.- dijo, aunque inconscientemente se sonrojó.

-¿Y ese sonrojo Itsuki-chan? ¿Acaso sientes algo por mi mejor amigo?- pensó mientras miraba a la chica.

Fuutarou no decía nada, se mantenía al margen, aunque se sorprendió cuando Itsuki se sonrojó.

-¿Por qué se sonroja?- pensó el chico.

-Él... ha cuidado de mí e incluso arregló una metida de pata que tuve hace poco. Puede que lo haya conocido hace poco, pero puedo decir con seguridad que soy más feliz desde que lo conozco.- dijo mientras sonreía.

-Ya veo, me alegra saber que te ha tratado bien.- dijo la pelinegra mientras sonreía.

-A todo esto, ¿qué haces aquí Takebayashi? Digo... hablé contigo hace apenas unos pocos días.- dijo el chico confundido.

-Bueno... te dije que regresaría pronto... y eso hice.- dijo para después comenzar a reír.

-No imaginaba que unos días luego de hablar por teléfono... diablos, ya había pasado mucho tiempo.- dijo el peliazul.

-Tengo una idea...- pensó la peliazul.-Oye Fuu-kun, ahora que regresé debemos ir en una cita, me la debes.- dijo mientras sonreía. -Quiero ver tu reacción, querida...- pensó mientras reía internamente.

-Ah... cierto, te lo prometí. Bueno, está bien... hoy luego de clases vayamos al centro comercial.- dijo el chico mientras suspiraba.

Itsuki se sorprendió bastante ante lo dicho por la pelinegra.

-¡¿U-una cita?!- preguntó con algo de preocupación. Aún no sabía por qué, pero escuchar eso provocó una ligera molestia en su ser.

-Creo que no estaba tan equivocada.- pensó la pelinegra. -Por supuesto, él me prometió que saldríamos cuando regresara, debo aprovechar ahora. ¿Sabes lo difícil que es hacer que este tacaño te invite siquiera a un helado?- mencionó de manera cómica la chica.

-Vamos, sabes que no es ser tacaño, se le llama pobreza. Pero antes de aceptar... ¿hay algún problema si hoy no tenemos tutorías?- preguntó mientras miraba a Itsuki.

-No... claro que no Uesugi-kun, después de todo lo estás haciendo voluntariamente, no puedo obligarte.- dijo mientras mostraba una sonrisa nerviosa.

-Gracias, prometo reponer este tiempo perdido.- mencionó con una sonrisa.

Itsuki asintió y apartó la mirada. Sabía que si lo seguía viendo se iba a sonrojar mucho más.

-Parece ser que este tonto necesita una ayudita. Descuida Itsuki-chan, tu onee-chan Takebayashi te va a apoyar con este idiota.- pensó mientras sonreía levemente.

-¿Qué mierda tramas ahora?- preguntó el chico mientras miraba la extraña sonrisa de la pelinegra.

-Nada nada, ¿por qué la desconfianza?- preguntó mientras se hacía la ofendida.

-Porque te conozco, por eso desconfío.- respondió el chico mientras negaba.

Así pasó un rato hasta que tanto Itsuki como Fuutarou debían ir hacia la escuela, así que se levantaron y arreglaron sus cosas.

-Bien, sabes que puedes quedarte aquí si no tienes a donde ir ahora. Aún tienes las llaves de aquí... ¿verdad?- preguntó el peliazul.

-Eh... sí, pero sabes que no me gusta entrar como si fuera mi casa, por eso prefiero tocar la puerta.- mencionó de manera nerviosa la pelinegra.

-Desearía que Takeda fuera como tú, me arrepiento de haberle dado llaves, entra como si fuera su casa...- mencionó el chico mientras suspiraba negativamente.

-La confianza que se tienen esos 3 chicos... es simplemente increíble.- pensaba la chica al escuchar todo eso.

Y no era para menos, habían sido amigos desde pequeños, crecieron juntos e iban a todos lados juntos. Primero eran solo Fuutarou y Takebayashi, luego se les unió Takeda y desde entonces, han sido un grupo de amigos inseparables, casi como si fueran hermanos.

Así, los chicos partieron del hogar del peliazul, dos de ellos con dirección a la escuela y la otra chica se dirigía hacia su nuevo hogar.

Takebayashi se encaminó hacia el lugar donde iba a vivir, era bastante lujoso, sus padres habían conseguido muchísimo dinero en esa época fuera del país, pero necesitaban seguir trabajando, así que Takebayashi viviría sola.

Desde que llegó, lo primero que hizo fue ir a visitar a su mejor amigo, su padre le dijo que estarían alistando su hogar en el transcurso de la mañana.

Finalmente, llegó y entró al dichoso edificio. Todo iba normal, hasta que en la entrada vio que habían dos chicas hablando.

-Te lo digo, parece que se la tragó la tierra.- mencionó una chica.

-Es raro eso... bueno, mientras menos molestias mejor para mí.- le respondió la otra.

Takebayashi saludó animadamente, pero fue ignorada por ambas, que solo pasaron de largo. Ella no le tomó mucha importancia y siguió su camino, llamó al elevador y subió... pero cuando vio de reojo a las chicas una última vez comprendió algo...

-Verás, dejando a un lado que sea ella o no, primero que nada su inseguridad me asusta a veces, pero no es algo de lo que pueda hablar justo ahora. Dime, ¿crees que exista una razón por la que ocultarías que tienes hermanos? Para ser precisos, ¿cuatro hermanas y que resultan ser quintillizas?-

-Ay mierda...- dijo la chica mientras miraba como la puerta se cerraba.

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Fuutarou se encontraba sentado, él esperaba impacientemente la llegada de su amiga.

Eventualmente, llegó.

-¡Fuu-kun! ¡Hola!- saludó mientras movía la mano de un lado a otro.

El chico se acercó y la abrazó, si bien la había visto en la mañana, no estaban solos y no se habían saludado bien.

-A eso sí que se le puede llamar bienvenida.- dijo la chica mientras reía.

-No jodas, tú fuiste la loca que entró a soplarme en el oído... sabes que odio eso y te valió.- dijo molesto el chico.

-Ya ya, no seas amargado. Ven, hay algunas cosas de las que quiero hablar contigo.- dijo mientras lo jalaba.

Caminaron por bastante rato, primero el chico acompañó a la pelinegra a comprar algunas cosas, luego se detuvieron en una heladería porque la chica quería uno.

-Bueno, ya que por fin podemos descansar...- mencionó la chica mientras tomaba asiento,

-Tú eras la loca que estaba comprando sin control, no te quejes.- respondió el chico.

-Sí sí... en fin... ¿cómo te ha ido?- preguntó la chica.

-Oh... pues bien, he estado bien en la escuela y...- no pudo terminar porque la chica lo interrumpió.

-Sabes que no hablo de eso.- dijo la chica mientras lo miraba fijamente.

El peliazul suspiró y cerró los ojos, para después decir:

-No se te escapa nada... ¿no es asi?- dijo el chico de manera negativa.

-Sabes bien que no puedes esconderme nada, ni te esfuerces.- dijo ella.

-Bien... para ser sincero, estoy mal... muy mal. Cada día que pasa no puedo evitar soñar despierto e imaginar cómo sería si nada hubiera pasado. Las pesadillas no paran, si no es de mi pasado, es sobre mi presente y el temor hacia el futuro. Siento que no puedo más.- dijo él.

-Por lo de Raiha... ¿verdad?- dijo ella.

El peliazul solo asintió de manera triste.

Narra Fuutarou
Aún recuerdo claramente la última vez que la vi... fue hace muchísimos años.

Flashback
-Onii-chan... ¿a donde fueron papá y mamá?- me preguntó. Juro por mi vida que nunca había sentido un dolor tan grande en mi pecho como el de ese día.

-Fueron... a un lugar mucho mejor.- respondí.

-¿Por qué no nos fuimos también?- preguntó ella. En ese momento me quebré internamente, ni siquiera yo sé cómo le hice para no llorar.

-Porque... tenemos que seguir el legado de nuestros padres, es pronto para irnos. Algún día los volveremos a ver, de eso estoy seguro.- dije, aunque si soy sincero, ni siquiera yo creo en todo eso.

En ese momento, entraron varios señores y luego de ellos entró mi tía, Nyoko Uesugi.

-Ambos deben venir conmigo, ahora están bajo mi custodia. Rápido porque tengo mucho trabajo.- dijo ella de manera enojada, pero eso solo provocó que yo me enojara más.

Un tiempo estuvimos viviendo con ella, pero por ciertos motivos... me terminé hartando de esa vida y corrí...

Sin mirar atrás.

Recuerdo que intenté llevarme a Raiha, pero ésta se negó a irse, sabía que si ambos corríamos estaríamos en peligro.

Y tenía toda la razón. Yo puedo cuidarme solo... ¿pero cuidarnos a los dos? No, ni en un millón de años.

-Te esperaré pacientemente Onii-chan... porque sé que pronto volverás por mí, ¿verdad? ¿Me lo prometes?- dijo mientras alzaba su dedo meñique.

-Prometo que volveré pronto. Te lo juro...- dije mientras alzaba mi dedo meñique también... aunque bueno...

Han pasado 5 años desde ese día.

Fin flashback

-El dolor por el que he pasado es... indescriptible. A veces hay noches en las que ni siquiera puedo dormir... por miedo a soñar con lo mismo una y otra vez.- dije.

Cuando intento dormir, recuerdo a mis padres, recuerdo a mi hermana... e imagino una vida feliz. ¿Qué hice para merecer esto?

¿Por mi culpa Raiha tendrá una mala vida? ¿La tratarán bien? ¿Está sana?
Solo pensar en eso y no tener respuesta es algo que me carcome todo mi ser.

-Lo sé Fuu-kun... pero estoy aquí para ti. También Takeda está para apoyarte e incluso esa chica... Itsuki-chan, también está para ti. Puede que hayas perdido mucho y que nosotros no nos acerquemos para nada a lo que es tu familia... pero no te abandonaremos. Te apoyaremos hasta el final.- me dijo mientras me miraba fijamente.

-Pero... yo quiero proteger a Itsuki. ¿Cómo podré hacer eso si ni siquiera soy capaz de proteger mi propio corazón? ¿Acaso un enfermo puede cuidar a otro? No puedo hacer nada bien... ¿por qué se me cruzó por la mente la idea de que podía ayudarla?- dije con dolor en mi corazón.

¿Cómo puede alguien como yo ayudar a una chica que seguramente sufre en su hogar?
¿Cómo puede una persona rota ayudar a que alguien igual sane?

No puedo...

Yo... no puedo salvar a Itsuki Nakano.

-Te lo repetiré las veces que sean necesarias... no estás solo. No tienes por qué salvar a esa chica... al menos no solo. Si tu no puedes hacerlo porque estás roto... entonces yo te ayudaré a sanar. Juntos... podremos entonces salvar a Itsuki Nakano.-

-Pero... aún así...- intenté decir, pero me interrumpió de nueva cuenta.

-Fuutarou Uesugi. Recuerda esto, nunca te abandonaré. He estado a tu lado desde que éramos niños, a pesar de la distancia que nos separó estos años... a pesar de haber perdido contacto, aún seguimos juntos, ¿no es así? Puedes confiar en mí, te apoyaré hasta el final.- me dijo, justo antes de abrazarme.

No sabe lo agradecido que estoy... porque ella esté junto a mí. Ella y Takeda me han mantenido a flote estos años... algún día se los recompensaré.

-Takebayashi... te lo agradezco. Pero... aprovechando, quiero pedirte otra cosa.- dije, si alguien puede ayudarme, es ella.

-Que exigente, solo porque eres tú...- me dijo ella.

-Quiero saber de una vez por todas... si Itsuki es la chica que conocí en Kioto.-

-Entendido... aunque hablando de identidades secretas... hay un problema.- me dijo... ¿ahora qué demonios pasa? -Verás... creo que vivo en el mismo edificio que Itsuki-chan.- me dijo luego de suspirar.

-¿Por qué dices eso? ¿Cómo estás tan segura?- le pregunté. ¿Qué pruebas tiene?

-Vi a 2 chicas igualitas a Itsuki-chan hablando en la entrada del lugar. Realmente hubiera creído que una de ellas era Itsuki-chan.- me respondió.

-Ya veo... es un gran problema para ser sinceros, pero nos las apañaremos.- dije con seguridad.

-Espero que tengas razón.-
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Narración normal
Itsuki estaba encerrada en su cuarto, al haber regresado a su casa no recibió siquiera preguntas de parte de las chicas sobre su desaparición, solo había podido entrar porque tenía llaves.

Narra Itsuki
Ayer... me sentía tan segura... tan tranquila... ¿por qué él es tan importante para mí? Ni siquiera yo entiendo mi propio corazón.

Pero esa chica... Takebayashi... hay algo que no me gusta de ella... por más que pienso, no logro distinguir por qué no me agrada del todo.

¿Será por la cercanía que tiene con Uesugi-kun? No... no puede ser eso... al menos creo que no...

Desearía que hubieramos estudiado hoy también, es la única vía de escape de este horrible lugar.

Mientras estaba acostada, pude escuchar cómo la puerta se cerraba con fuerza, asumo que es Nino y su ya conocido mal genio.

-¿Por qué mierda la dejaron entrar? Si ya estaba afuera, ahí debería haberse quedado.- escuché gritar a Nino.

-Nino tiene razón, par de estúpidas. Era una gran oportunidad para deshacernos de la basura y ustedes la dejan regresar.- dijo Ichika con enojo.

Sí... definitivamente yo soy esa basura de la que hablan...

Sé que no valgo nada, quizás realmente fui un error y todos estarían mejor sin mí...

Nunca lo entenderé... ¿por qué me odian tanto? ¿Qué les hice yo? Mamá... perdóname, tal vez incluso tú pensabas así de mí...

Me levanté con un semblante triste, diablos... ni siquiera quiero verme en el espejo..., me dirigí hacia la puerta de mi cuarto, con intenciones de salir y eso hice. Necesito estar lejos de aquí tanto como me sea posible.

Bajé las escalares y pude notar que todas se percataron de mi presencia, sus miradas se enfocaron sobre mí durante unos segundos hasta que Miku rompió el silencio.

-¿Qué haces ahí parada como tonta? Fuera de mi vista.- dijo ella.

Cuando escucho esas palabras, siento como si una gran fuerza estrujara muy fuerte mi pecho. Quiero que todo se detenga cuanto antes...

-¿Aparte de sorda eres estúpida? Ya la escuchaste, largo de aquí.- dijo Nino con ira.

-Yo... perdón.- dije mientras salía rápidamente del lugar, o bueno... debería decir, que todo quedó en un intento.

Yotsuba me colocó el pie, causando que cayera y me lastimara el rostro. Pude notar que incluso derramé algo de sangre, aún no me he recuperado de lo de ayer.

Ellas... comenzaron a reírse de mí... otra vez.

No pude aguantarlo más y corrí de vuelta a mi habitación, fue un grave error intentar cruzar la barrera Nakano.

¿Por qué no puedo ser feliz? Es todo lo que realmente deseo. No pido riquezas, no pido el amor, no pido inteligencia... solo quiero felicidad. Quiero sentir lo mismo que siento cuando paso tiempo con Uesugi-kun.

Él me hace feliz, es un chico como ningún otro. Uesugi-kun... por favor...

Sálvame.

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Una chica rota.
Un chico destrozado.

Ellos... estaban destinados a conocerse.

No, no fue una casualidad.

Fue el destino.

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Próximo capítulo: Resfriado y sueños.

Vale... ni qué decir esta vez. ¡Primer capítulo de año!

Espero que les haya gustado, saben que aprecio cualquier cosa que digan :)

Y... también tengo un anuncio...

¡Sacaré otra historia de las quintis!
Estando ya en la recta final de "5 estrellas, 1 constelación" debo preparar el terreno para la próxima.

Así que así como saqué esta, dejaré en sus manos cuál es la que quieren que saque.

1. Addict (Fuutarou x Nino)

2. Death of a Bachelor (Fuutarou x Ichika)

3. La novia de mi amigo (Fuutarou x Miku)

4. My favorite girls (Pos harem xd)

Comenten en la que les gustaría que sacara, cada una de estas tiene ya su "prólogo" por así decirlo, el cual lo pueden encontrar en mi libro de One-Shots de Gotoubun no Hanayome.

Eso es todo por ahora, me despido.

Fin de la transmisión.

-Writer_Bryan

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