Un sentimiento de amor... es algo que nunca había experimentado.
¿Así es como se siente? Lo admito, se siente demasiado bien. ¿Esto es estar enamorada? Ahora entiendo por qué la gente sufre cuando no les corresponden o terminan rompiendo con quien aman.
Yo... puede que me haya enamorado muy rápido, pero estoy segura de que lo que siento no es una simple atracción. Él me provoca seguridad, él en poco tiempo ha generado más felicidad de la que había tenido en años.
Uesugi-kun es el chico del que me he enamorado... y no me avergüenza decirlo, yo quiero estar a su lado.
Quiero que me de seguridad, quiero protegerlo, quiero que estemos siempre el uno para el otro... por favor... si existe un Dios... dame la oportunidad de estar con él, es lo único que quiero.
Él en tan solo semanas... hizo lo que nadie ha hecho por mí desde hace años... me ha hecho feliz.
Cambió mi falsa sonrisa por una verdadera.
-Itsuki Nakano.
———————————————————————-
Itsuki estaba llegando a la escuela, había estado evitando completamente a sus hermanas, así que llegaba tarde y salía temprano de su casa.
Al llegar vio que el lugar estaba casi vacío, algo obvio por la hora que era. Ante esto, la chica se sentó y comenzó a comer un pan que se preparó antes de salir.
Mientras comía, reflexionaba sobre sus nuevos y confusos sentimientos. ¿Qué hacer? ¿Cómo actuar? Y otras preguntas parecidas eran las que rondaban por su mente.
Ese momento solitario fue interrumpido por la voz de una chica que Itsuki conocía bien.
-¡Itsuki-chan!- dijo mientras abrazaba a la pelirroja.
-¡E-Ey! ¡Me vas a matar de un susto!- gritó la chica.
-Ay, que aguafiestas eres.- dijo la pelinegra mientras sonreía.
-¿Desde cuando... tenemos tanta confianza? Apenas la conozco...- pensó la pelirroja.
-Por cierto, ¿está tu novio por aquí?- preguntó la chica.
-¡Ue-Uesugi-kun no-no es mi no-novio!- dijo de manera alterada, causando que una sonrisa traviesa se formara en el rostro de Takebayashi.
-Oye Itsuki-chan... nunca mencioné a Fuu-kun.- dijo mientras se reía levemente.
En ese momento Itsuki conectó cables y su rostro se tiñó de un color rojo parecido al de un tomate.
-E-e-esto...- intentó decir, pero no sabía qué decir.
-Tranquila, tu secreto está a salvo conmigo.- dijo mientras ponía su dedo índice en su boca y le sonreía a Itsuki.
-¡Que no es así!- gritó la chica.
-¿Qué no es así?- dijo Fuutarou, quien acababa de llegar.
-Uesugi-kun...- dijo la pelirroja, pero en ese momento reaccionó y se puso más nerviosa. -U-U-Uesugi-kun!- dijo más alterada.
-¿Qué tienes Itsuki? Te veo sonrojada...- al terminar de decir eso, el chico le mandó una mirada molesta a Takebayashi.
-¿Y ahora por qué el odio?-
-¿Con qué diablos la estás traumando?- dijo mientras miraba fulminantemente a la chica.
-¡Na-nada! Siempre piensas que yo soy la mala.- dijo haciéndose la ofendida.
-No importa, ¿qué haces aquí?-
-Te estaba buscando... hay unos papeles que tengo que darte, justo pasé a recogerlos y me dio pereza ir a tu casa, como la escuela me quedaba de camino, vine a buscarte aquí.- mencionó la chica.
-Ya veo, es sobre... Raiha, ¿no es así?- dijo el chico.
En ese momento, Fuutarou tensó el puño bastante fuerte, pero sintió que una mano se posaba sobre su hombro.
-Recuerdalo, no estás solo.- dijo la chica mientras le sonreía.
-Dios... que hermosa sonrisa... ¿desde cuando Itsuki se mira... tan bien? Mejor dicho... ¿por qué hasta ahora la veo así? Es muy linda.- pensó el chico mientras se sonrojaba ligeramente.
-¡Fuu-kun! ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- decía la chica porque el peliazul no contestaba.
-¿Eh? Ah, sí sí. Gracias Take-chan.- dijo el peliazul.
-¿Take-chan?- pensó Itsuki.
-¡No me digas así! Soy mayor que tú.- dijo "molesta" la chica.
El peliazul comenzó a reír ante eso, siempre le daba risa cuando ella se molestaba.
-Bueno, ya me retiro, los veo luego tortolitos.- dijo la chica mientras salía corriendo.
-Un día me va a matar esa niña.- dijo el peliazul mientras se le marcaba una vena en la frente.
Itsuki comenzó a reír ante la actitud del chico, aunque se sonrojó por el comentario de Takebayashi.
-Bueno... hay algo que quería decirte Itsuki.- dijo el peliazul con algo de nervios.
-¿Eh? ¿Qué pasa Uesugi-kun?- preguntó la chica.
-Bueno... quería saber si... ¿tienes planes para hoy en la noche?- preguntó el chico mientras se sonrojaba un poco.
-¿Ho-hoy? No-no... por-por supuesto que no.- dijo la chica mientras negaba con las manos nerviosamente.
-Bueno... quería saber si... te gustaría... ya sabes...- decía, pero no podia terminar la oración.
-¿En serio está pasando esto? ¿No es un sueño? Acaso... Uesugi-kun... ¿está haciendo lo que creo?- pensó la chica.
Su corazón comenzó a latir rápidamente, sus manos empezaron a temblar y su rostro se tiñó de rojo.
-¿Si te gustaría... ir conmigo al festival que hay cerca de aquí?- dijo el chico bastante nervioso.
-¿Al-al festival? ¿Ho-hoy?- dijo la chica, recibiendo un sí de parte del peliazul. -Pues... me encantaría ir-ir contigo... Uesugi-kun.- respondió de forma de nerviosa.
-Genial, ¿te parece si vamos luego de las tutorías?- preguntó el chico.
-¡Claro! Será... una cita divertida.- dijo la chica.
El ambiente se quedó en silencio unos segundos. El peliazul estaba tratando de asimilar lo que Itsuki había dicho y ésta última apenas se dio cuenta que había dicho eso en voz alta.
-¿U-una ci-cita?- preguntó incredulamente el chico.
-O-o-olvida lo que di-dije... Uesugi-kun.- dijo la chica mientras movía frenéticamente los brazos.
El chico bajó el rostro y en voz baja respondió:
-Si lo qui-quieres ver así... no me molesta en lo absoluto.- dijo nerviosamente.
Ambos estaban muy sonrojados en ese momento e incluso hasta se podía ver humo saliendo de ellos.
En ese momento, cada uno fue rodeado por un brazo. Fuutarou identificó inmediatamente al dueño de este, era Takeda.
-¡Hola chicos! ¿Cómo les va? ¿Listos para otro emocionante día en este lugar? Esperen... ¿por qué están tan nerviosos?- preguntó el chico.
-Takeda... si no corres en este instante, te golpearé tan duro como aquel día.- mencionó seriamente el chico.
-No serías capaz.- respondió Takeda.
El peliazul se safó del abrazo del chico y tronó sus dedos. Si bien no era fuerte, el chico conocía cierto punto donde Takeda sentía más dolor.
Takeda se asustó y salió corriendo, con Fuutarou detrás de él.
Itsuki solo sonrió, había empezado a hacer amigos aparte de Uesugi-kun, por primera vez se sentía aceptada, segura, sabía que no se burlarían de sus intereses y/o metas.
-Tal vez... no todo es tan malo.- dijo la chica mientras ponía sus manos en su pecho.
———————————————————————-
El día pasó sin novedad, la chica sintió que el tiempo pasaba demasiado lento, esto porque estaba ansiosa porque llegara la noche.
Ahora se encontraba caminando junto a su querido tutor de vuelta al hogar de este, debido a que iban a tener tutorías.
Ambos caminaban en silencio, Itsuki se sentía muy nerviosa como para decir o hacer algo y Fuutarou... pues es Fuutarou.
Cuando llegaron Itsuki se sentó y Fuutarou se dirigió a la cocina.
El chico regresó con un plato, el aroma atrajo la atención de la pelirroja, la cual se emocionó bastante al verlo, ya que reconoció que era yakisoba.
-No soy el mejor cocinero... pero escuché que tu estómago hizo bulla cuando regresábamos, así que si quieres puedes comer un poco mientras repasamos.- dijo el chico.
La pelirroja ni lo dudó, le agradeció rápidamente y comenzó a comer.
-¡Itadakimasu!- dijo mientras juntaba las manos y sonreía.
El peliazul sonrió ante eso, en verdad que parecía una niña pequeña.
El chico se sentó y comenzó a hablarle sobre historia, así no tenía que escribir mientras comía.
La chica a pesar de estar entretenida comiendo, le puso atención al chico, aunque igual esto no duró mucho, pues ella comió como si le fueran a quitar su comida.
Tras comer, comenzó a apuntar varias cosas que el chico le llevaba diciendo, cosa que sorprendió ligeramente al chico, pues creyó que no había puesto atención.
-Creí que no ibas a anotar nada.- mencionó mientras reía.
-¿Dudas de mí? Querido, soy completamente capaz de hacer muchas cosas a la vez.- dijo la chica mientras inflaba su pecho en señal de orgullo.
-A veces sí dudo de ti.- dijo mientras ponía su mano en el rostro, ganándose un puchero de parte de la chica.
-Eres malo.- dijo la chica intensificando el puchero.
El chico comenzó a reír aún más, causando que la chica se cruzara de brazos y se diera la vuelta "enojada".
-Ay... perdón Itsuki, es divertido molestarte.- dijo aún riendo, pero la chica no decía nada. -Vamos, sabes que no es cierto...- dijo el chico mientras se acercaba a ella.
-Hmph- fue el único sonido que hizo la pelirroja.
-Bueno... me obligaste a hacer esto.- dijo el chico con una sonrisa malvada.
El chico comenzó a hacerle cosquillas a la pelirroja, el chico comenzó a tocarle en los extremos del estómago, causando que la chica comenzara a reír un poco, pues trataba de aguantarse la risa.
-Vamos, ¿acaso no sientes nada?- dijo el chico intensificando las cosquillas. Para ese punto la chica ya no pudo aguantar y comenzó a reír de manera fuerte.
-Ya de-detente.- decía la chica entre risas.
-Entonces deja de estar molesta.- dijo mientras sonreía.
-No-no quiero.- dijo mientras trataba de hablar normalmente, pero cada vez se le complicaba más debido a la risa.
-No seas terca.- dijo mientras reía junto a Itsuki.
La chica aguantó un par de segundos así, pero no pudo resistirlo.
-¡Me-me rindo!- gritó la chica mientras seguía riendo. Cuando escuchó eso, Fuutarou se detuvo y cruzó los brazos.
-¿Ya tuviste suficiente?- dijo seriamente el chico.
-Mmm... no.- dijo la chica.
-Pff, ¿qué más quieres ahora?- preguntó el chico.
-Quiero... que me abraces.- susurró.
El chico se sonrojó pues la alcanzó a escuchar, no sabía bien qué hacer, pues para él existía la posibilidad de que hubiera escuchado mal.
-¿Y si de verdad lo hice? Seguramente se enojaría... pero estoy casi seguro que escuché eso... ¿qué hago?- pensó el chico.
El chico dudó, pero eventualmente la abrazó.
Fuutarou no sintió que su abrazo había sido correspondido, así que temiendo lo peor estaba a punto de separarse.
-No... déjame estar así un poco más.- dijo la chica.
Ella hundió su rostro en el hombro de Fuutarou, sentía su cara arder y quería esconder eso, aunque era demasiado obvio.
Luego de unos segundos, ella le correspondió el abrazo.
-Podría estar mucho tiempo así.- pensó la chica.
-Esto es... se siente bien, ella huele muy bien... Dios, ¿qué me pasa?- pensó por otro lado el chico.
Tras otro par de segundos, ambos se separaron, los dos estaban del color de un tomate.
-Si-sigamos con... el estudio... ¿sí?- dijo con nervios la pelirroja.
-Cla-claro...- respondió el chico.
———————————————————————
Ambos se encontraban fuera del departamento de Itsuki.
-Vamos entonces.- dijo la chica.
-Em... no, estoy bien aquí. ¿Recuerdas lo que pasó la última vez que entré? Estaré bien, solo no tardes.- mencionó el chico.
Ambos estaban ahí porque Itsuki quería cambiarse, como había sido de "sorpresa" la invitación, ella no había llevado ropa para cambiarse y por supuesto, se negaba a ir en uniforme.
-Tienes razón... aún así, no me agrada nada la idea de dejarte aquí.- dijo la chica con preocupación.
-No te preocupes, estaré bien mientras no te tardes.- dijo mientras le sonreía.
Esa sonrisa le provocaba una sensación de seguridad a Itsuki, así que confió en él.
-Me apresuraré, ya regreso.- dijo mientras salía corriendo.
-Si no lo haces, ¡me voy sin ti!- gritó el chico. Lo último que vio fue una cara "molesta" de la chica cuando entró al elevador.
-Es adorable.- dijo el chico mientras reía levemente.
Él estuvo esperando afuera del edificio, Itsuki le informó al guardia que él era un amigo, para que no lo corriera o algo por el estilo.
Él estaba tranquilo hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos.
-¡Uesugi-san!- mencionó Yotsuba, ella estaba agachada, para estar en la misma posición que los ojos de Fuutarou, el cual miraba su celular.
-¡AAAAH!- gritó el chico. -Dios... me asustaste.- mencionó el chico mientras ponía su mano en su pecho.
-Jiji, por fin me miraste.- dijo la chica mientras sonreía.
-Tú eras... Miku, ¿no?- dijo el chico un poco confundido.
-¡No! Soy Yotsuba, el listón es la clave.- dijo mientras señalaba animadamente el listón sobre su cabeza.
-Ya veo... Yotsuba-san, ¿hay algo que necesites?- preguntó el chico.
-¡Yotsuba a secas! Y no necesito nada, solo quise saludarte.- dijo la pelinaranja mientras sonreía.
-Ya... ya veo.- dijo el chico. -Si actúo raro, podría malinterpretar las cosas y podría terminar siendo algo que me aleje más de la culpable... será mejor.- pensó el chico.
-¿Y cómo te ha tratado mi hermanita? ¿No te ha sido una molestia?- preguntó la chica.
-Para nada, es una querida amiga. ¿Y cómo es ella aquí?- preguntó el chico. -Quizás pueda averiguar cómo es tratada aquí y por qué se niega tanto cuando tiene que regresar.- pensó.
-Oh, por lo general es muy distanciada de nosotras, yo muchas veces intento hablar con ella, pero se encierra en su habitación y me ignora.- dijo con un tono triste.
-¿En serio? Ya veo...- mencionó el chico. -Esto no va a llevar a ningún lado, Itsuki dijo que trata de hablar con ellas y ella dice lo contrario... yo confío en ella, le creo a Itsuki.- pensó.
-Sí... es algo muy triste. Me gustaría que todo fuera diferente.- mencionó la chica.
-Algún día las cosas cambiarán.- dijo el chico tratando de cortar la conversación.
-¡Fuutarou-kun!- gritó una chica que salió de la nada.
-Me lleva...- pensó el peliazul.
-Tú eras... Ichika supongo, Nino es la que me odia, Miku es la... peculiar y esta enérgica es Yotsuba, así que tú debes ser Ichika.- dijo el peliazul.
-Ara-ara, hiciste tus deberes Fuutarou-kun. Así es, soy Ichika, puedes considerarme tu onee-chan.- dijo mientras lo abrazaba del brazo.
-Esto... agradecería que respetaras mi espacio personal...- dijo el chico algo nervioso.
-¿Tanto te molesta que una linda chica te abrace?- dijo mientras pegaba sus pechos al brazo del chico.
El peliazul no pudo evitar ponerse nervioso, no sabía si ella lo hacía a propósito o no.
-Sí... me molesta.- dijo de manera nerviosa.
-Vamos Fuutarou-kun, ¿cómo podría...?- dijo, pero fue interrumpida.
-¡Aléjate de él!- gritó Itsuki.
-¡Itsuki!- dijo el chico. -Eso fue bastante rápido.- pensó.
-Hermanita, que irrespetuosa eres. ¿No te enseñaron a no gritarle a los demás?- dijo la pelirrosada.
-¡Itsuki! No grites, se oye feo que hagas eso.- dijo Yotsuba en tono triste.
-Malditas hipócritas.- susurró la chica.
-No estés con ella Fuutarou-kun, mejor ven con nosotras.- dijo mientras lo abrazaba más fuerte.
-¡Sí Uesugi-san! Vamos a divertirnos mejor, ella no sabe hacer eso.- dijo Yotsuba mientras reía.
Fuutarou pudo notar que Itsuki había bajado la mirada y había tensado sus puños.
-Siempre tienen que arruinarlo todo... ¿por qué no solo me dejan en paz? ¿Tanto les molesta que sea feliz? ¿Por qué...?- pensó, pero detuvo sus pensamientos al sentir que alguien tomaba su mano.
-Por cierto, te miras muy bonita.- dijo el chico mientras le sonreía.
-¿De veras lo crees?- dijo la chica mientras se arreglaba el cabello con la mano que tenía libre.
-Por supuesto que sí, ¿te parece si nos vamos?- dijo mientras le sonreía.
-Claro...- dijo mientras le sonreía de vuelta.
Y así ambos chicos, tomados de la mano, se fueron del lugar, dejando atrás a dos hermanas confundidas y algo molestas.
-Uesugi-kun... gracias por eso.- dijo mientras se soltaba del agarre del chico.
-Oh, lo siento.- dijo refiriéndose a que la había tomado de la mano sin decirle nada. -Es solo... que me molestó cómo te hablaron.- dijo el chico.
-No... no te disculpes, sé que lo hiciste para sacarme de ahí, es admirable. Gracias por eso.- dijo la chica mientras sonreía... de manera forzosa.
-Claro... cuando quieras.- respondió.
Ambos caminaron en silencio hasta que llegaron al lugar, había música por todos lados, muchísimos puestos de comida y mucha gente.
-¡Vaya! Es tal como lo recuerdo.- dijo Itsuki de manera emocionada.
-¿Como lo recuerdas? ¿Ya habías venido?- dijo el chico.
-Cuando era niña... solía venir aquí junto a mi madre y mis hermanas. Era un tiempo bonito, nos la pasábamos jugando, comiendo en muchos lados y siempre cerrábamos la noche con el show de fuegos artificiales que hacen.- dijo la chica emocionada.
-Ya veo...-
-La última vez que vine... fue unos meses antes de que mamá muriera... me hubiera encantado que se hubieran conocido, seguro te llevabas bien con ella.-
-Seguro que sí, si crió a una chica tan maravillosa como tú, estoy seguro que me agradaría.- dijo el peliazul mientras sonreía, causando que Itsuki se sonrojara.
-Uesugi-kun...- dijo la chica.
-Je, ¿te parece si vamos a dar una vuelta a ver qué hay de divertido?- dijo mientras le extendía su mano, como indicandole que la tomara.
-¿En serio... quiere tomar mi mano? ¿Lo de antes no fue... solo para sacarme de ahí?- pensó ella.
Con nervios, ella tomó la mano de un emocionado chico. Cuando entraron en contacto, Itsuki sintió que la comenzaron a arrastrar, el chico se veía débil, pero para ella tenía fuerza.
La primera parada se dio en un juego clásico de "Tira las latas". El primero fue Fuutarou, quien de 3 intentos, logró botar 2 veces todas las latas.
Lastimosamente, para poder adquirir un premio tenía que acertar todas las veces.
-¡Mi turno!- dijo emocionada la chica.
Itsuki por su parte estuvo peor, de los 3 intentos en 1 apenas botó algunas, en los otros falló estrepitosamente.
-¡No puedo creer que exista alguien tan malo para este juego!- dijo mientras reía, causando que la pelirroja hiciera un puchero.
-No pongas esa cara, ahora te llevaré a un lugar que seguro te encantará.- mencionó el chico.
El chico la terminó arrastrando a un puesto de conida, donde pudo darse el lujo de comer como si nunca lo hubiera hecho.
-Cálmate, la comida no va a salir corriendo.- dijo entre risas el chico.
-¡Cállate!- respondió avergonzada.
El peliazul sonrió al verla comer, estaba tan concentrada que ni siquiera levantaba la mirada, pero había algo que no lo dejaba tranquilo, algo que estaba molestando a su pecho.
¿Qué era eso que sentía?
——————————————————————-
La chica llevaba una crepa y un batido mientras caminaba junto a su querido tutor.
-Es el 5to batido Itsuki, no entiendo cómo no te enfermas.- dijo el chico mientras soltaba un fuerte suspiro.
-Yo me enfermo si no como.- dijo la chica.
-Exagerada... ven, acércate.- dijo, cuando ella le hizo caso él se puso detrás de ella y le puso una venda en los ojos.
-¡¿Eh?! ¿Qué-qué haces?- dijo algo alterada la chica.
-Tranquila, terminate tu batido y tu crepa, confía en mí.- mencionó mientras la tomaba de los hombros para que no se tropezara.
Ella siguió comiendo, hasta terminar su crepa.
-¿A donde vamos Uesugi-kun?- preguntó la chica.
-Confía en mí, estarás bien.- dijo el chico.
La chica por ningún momento tuvo miedo de que él le hiciera algo, la confianza que le tenía era muy alta y ella se sentía segura con él.
-Vamos, ¿falta mucho?- preguntó la chica, pues sentía que llevaba rato caminando.
-No seas llorona, ya casi.- mencionó el chico.
La pelirroja se resignó y dejó que el chico la guiara. En un punto sintió cómo el peliazul la detenía.
-Dame tu mano, te ayudaré a subir.- dijo el peliazul.
Itsuki se sonrojó increíblemente, el sentir la mano del chico hacía que su corazón latiera muy rápido. De esa manera lograron llegar hasta donde tenían que llegar.
-Y listo... hemos llegado.- dijo el chico. Itsuki por alguna razón comenzó a sentir frío, el viento le pegaba en todo el cuerpo y eso hizo que comenzara a darse una idea de donde estaba.
Inserte "Just the way you are" de Bruno Mars y continúe leyendo.
-¿De qué va... todo?- dijo la chica mientras sentía como la venda era removida de sus ojos.
-Bueno... dijiste que siempre venías con tu familia... y que lo último que hacían era ver los fuegos artificiales.-
Itsuki alzó la mirada, solo para encontrarse con las luces que iluminan la ciudad de manera impresionante.
-Sé que probablemente no es lo mismo... pero me gusta pensar que esto sirve de algo.- mencionó el chico mientras volteaba la mirada a los fuegos.
El silencio reinó por unos segundos, Itsuki hasta sintió que ni las luces sonaban.
-¿Por qué te esfuerzas tanto...?- preguntó ella mientras bajaba la mirada. Esto hizo que el chico la volteara a ver de manera sorprendida. -Lo de hace rato... me ayudaste incluso con mis hermanas... desde que te conozco me has ofrecido tu amistad, me enseñas... estás ahí para ayudarme... ¿por qué?- mencionó la chica.
-Porque... eres importante para mí. Me duele ver el cómo te tratan... me recuerda a mí... y no quiero que sufras más. No quiero ver que tu rostro se llene de lágrimas o dolor... solo deseo verte sonreír... si tengo que darte una razón, es esa. Quiero que sonrías, por eso lo hago, quiero que sonrías y que seas feliz.- dijo el chico.
-Malgastas tu tiempo y esfuerzos en alguien como yo... ellas me tratan así porque tienen razón, no estoy a su nivel, no tengo el carisma de Ichika, no tengo la belleza de Nino... mucho menos la inteligencia de Miku y ni hablemos del optimismo y energía de Yotsuba... yo solo soy... una chica con nada importante para mostrar, una chica estúpida que le gusta comer.-
-Si el tiempo y los esfuerzos son para ti, no es un gasto. Itsuki... puede que tengas razón, no estás al nivel de tus hermanas... porque tú eres mucho mejor que ellas. No importa lo que digan, yo tengo una manera de verte y nada ni nadie va a cambiar eso.- respondió el chico.
-¿Qué diablos puedes ver en alguien como yo?- preguntó ella.
-Veo a una chica que se esfuerza, que no se rinde, una chica divertida, una chica inteligente. Veo a una chica que no importa lo que digan, es amable, eres una chica que tiene lo que muchas desearían tener... tienes justo lo que me gusta de una mujer...-
Tienes un corazón puro y hermoso.
-Uesugi-kun...-
-Puede que mis palabras no sirvan de mucho... pero estoy seguro que tu mamá estaría orgullosa de ver en quién te has convertido. Eres increíble, tal y como eres. Me gustaría que tú te vieras desde mi perspectiva, porque notarías que tienes muchas cualidades, te darías cuenta que eres una mujer fuerte... y también muy hermosa.-
El chico se acercó a ella y puso su mano en el rostro de la chica.
-Cuando sonríes... siento algo extraño en mí... como si el mundo se detuviera, siento que solo estás tú. Si tú vieras eso, te sorprenderías de lo que realmente eres.- mencionó el chico.
-No hay nada que cambiaría de ti... Itsuki... me gusta todo de ti.-
La chica sintió cómo varias lágrimas descendían por su rostro, sentía muchísimas emociones en ese momento, no sabía cómo reaccionar.
Solo hazlo. No lo dejes ir.
Siguiendo a su corazón, ella se acercó rápidamente. Su cerebro trató de detenerla... pero cuando el corazón decide hacer algo, es imposible detenerlo con sentido común.
Las emociones son peligrosas, siempre se debe tener cuidado con ellas... pero al corazón no le importó eso.
And when you smile
The whole world stops and stares for a while
'Cause girl, you're amazing
Just the way you are
Las luces iluminaron a la pareja, una pareja que selló su amor esa noche.
——————————————————————
Esa noche sus corazones se unieron por primera vez.
Esa noche, entendieron que todo lo que había pasado antes...
No había sido una casualidad.
El destino los había unido.
————————————————————-
Próximo capítulo: De cara con el diablo
¿Y qué tal? Personalmente, me gustó muchísimo escribir este capítulo, realmente me encanta mucho este libro, por eso siempre trato de escribir lo mejor posible.
Saben que siempre aprecio sus votos y comentarios, realmente me gusta ver que esta historia tenga muchos comentarios positivos, me motiva a seguir escribiendo.
Creo que no hay más qué decir, espero que les haya gustado.
Fin de la transmisión.
-Writer_Bryan.
(¿Por qué es tan bella?)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro