Capítulo XXVI
"¡Estados unidos, allá vamos!"
Río al escuchar a Amy cantar desde la ducha.
—¿Esa es Amy?—pregunta Brenan a través del telefono.
—Si, es ella. Ha conocido a una banda de no sé donde que cantan en español y se le ha quedado pegada una de sus canciones o que se yo—respondo.
Nos estábamos alistando porque en un par de horas iríamos al aeropuerto, estamos quedandonos en un hotel en Roma para que no se nos hiciera tan largo el viaje a tomar el avión.
Ya me duché y alisté, solo falta la pequeña y tratar de que no se nos olvide nada.
En la empresa no querían dejarme ir, pero también entendieron que no quería estar ahí y nadie me podía prohibir quedarme. Igualmente llegué a un trato con el gerente, pues cada vez que la empresa requiriera mis servicios estaría dispuesta a ayudar, no me molestaba, iba a ofrecer el trato de igual manera.
—Cariño, se que dije que en cierta fecha estaría ahí, pero se me ha atrasado unos papeles y no puedo irme todavía—comenta—. La visa no me la han querido dar y tengo que resolver esos problemas, ya sabes...
Ahora entendía cuando por mensajes me decía que teníamos que hablar.
—No te preocupes, amor. Sé que esos tramites pueden llegar a ser agobiantes y demorados, no obstante, no se te olvide que tenemos que decirle a tu familia y a la mía—aclaro—, porque si papá quiere matar a alguien, que lo haga contigo.
—Oh, vaya, gracias—pronuncia con sarcasmo.
Reímos de aquellos.
—Siento que tu padre me matará, la última vez que estuve con él... digamos que no fue una charla amable.
—Ya, por eso tenemos que hacerlo juntos.
—Por mi parte, no te prometo que Arthur se lo tome de buena manera, lo siento por eso—se disculpa—: tomando en cuenta que tú puedas sentirte mal en ese momento.
Mi corazón se derritió por dentro. Me encantaba su fase de preocupación por mí, que se disculpara por algo que no hace ni haría él, me da un poco de evasión en cierto sentido, pero entiendo porqué lo hace. Cualquier hermano quisiera tapar al suyo cuando no le cae bien la pareja.
Hablamos por unos minutos más y ya luego tuvo que cortar, creo que lo requerían para algo en la firma, pues se encontraba ahí.
Mis maletas estaban listas, yo estaba lista, eufórica. Quería llegar ya a la casa de mis padres que solo saben que iremos de paso, ni se imaginan que ya me tendrán más cerca y para ellos. Que podré invitar a mi madre a cenar a mi nuevo hogar o que podré ayudarle a mi padre en la jugueteria, que sé yo, solo quiero verlos de nuevo para abrazarlos, reprenderlos por la pequeña preocupación que me hicieron pasar cuando papá no llegaba a casa y mamá pensaba que la estaba engañando.
***
—Me gusta esto—comenta Amy.
Ya estábamos en el aeropuerto esperandonpara abordar el avión.
—¿Hacerte mierda la espalda en una silla de aeropuerto?
Se ríe.
—No. Esto—hace un gesto a las maletas y a mí—: irnos a otro país. Sé que me porté mal en gritarte la última vez que estuve contigo en la casa de mis padres, lo siento por eso.
—No te preocupes—sonrío—, ya lo he olvidado. Mira donde nos ha traído eso, estás acá conmigo, a nada de irnos a vivir a un país casi desconocido para ti.
Me gusta que a Amy le guste esto. Como sonríe, como le brillan los ojos al hablar de todo lo que se nos viene encima. Ella quiere ir con todo.
Yo también tenia esa sensación a esa edad. Esas ganas de comerse al mundo sin importar nada. Es lindo, te hace ver de una manera diferente la vida.
—¿Tus padres se han comunicado contigo?—pregunto.
Ella baja la mirada. No sé muy bien lo que pasa con ellos, no exactamente, por lo que preferí preguntar, pero ya veo que era mejor quedarme callada.
—No. Realmente espero que no lo hagan, la última vez no se preocuparon mucho por mí—sonríe ironica—. Ni siquiera contestaron el celular hace un par de días cuando intenté comunicarme con ellos.
—Siento preguntar, no quería...
—Tranquila, no es como si me afectara como lo hacía antes—trata de quitarle importancia—. Cambiando de tema, cuéntame algo, ya ni siquiera sé mucho de tu relación con Brenan.
Eso me hace sonrojar un poco, lo que provoca su ruidosa risa.
—Bueno, ya no es como lo era al principio, siempre discutiendo y así. No, ya hemos pasado esa etapa, luego de que nos profesaramos el amor por el otro, todo cambió—creo una sonrisa y mirada soñadora se instala en mi rostro—. Todo ha cambiado desde ahí, es casi el mismo de antes. Siempre estamos riéndonos y casi no hay temas en los que nos pongamos a discutir. Es él, mi Bren.
Cuando termino de hablar veo en el rostro de Amy un deje de tristeza, pero lo deja pasar rápidamente antes de darme las felicitaciones, etc.
—Espero algún día encontrar un amor tan real como el de ustedes, el destino los volvió a unir luego de muchos años.
—Tal vez fue la casualidad, ¿Quién sabe?—la miro antes de decir lo siguiente—: es difícil, a veces puedes rendirte en el camino o probablemente jamás lo encuentres.
—¿Qué cosa?—pregunta.
—El amor. Es tan raro de encontrar, casi como si no existiera. Pero lo hay. No siempre es en el ámbito romántico, pero hay algo fraternal, una conexión que solo tienen unas personas. En el mundo puedes decir que amas a muchos, ¿si es real o no? Solo tú lo puedes decir. Sin embargo, cuando ves a esa persona con la que quieres pasar el resto de tu vida a su lado, solo lo sabes.
—Te has puesto filosófica.
—¡Pero si me he enredado un montón!
En eso escuchamos el llamado a los pasajeros del vuelo que nos pertenece.
—Venga, vamos. ¿Lista para una nueva vida?
—Jamás he estado más preparada.
Nos miramos antes de soltar la frase:
—¡Estados Unidos, allá vamos!
—¡Estados Unidos, allá vamos!
Hola. Hello. Ciao.
Me he desaparecido por aquí, pero he vuelto. Ya estoy por terminar mi año académico, lo que significa que no he tenido tiempo para nada más que tareas.
Espero que les esté yendo bien y puedan disfrutar de su día a día.
Sin más que agregar, besos.
@cbsckey
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro