Hoy sería el segundo día en mi colegio nuevo, por ahora todo estaba marchando muy bien nada comparado a mi colegio anterior. Era el día en el que nos tocaba la clase de educación física, mis compañeros eran divertidos y atentos, diferentes a los de mi antiguo colegio, realmente me gustaba estudiar ahí, sentía que había llevado al lugar correcto. Los minutos seguían pasando, y seguía sintiendo una mirada encima de mí, miré para todas partes y me encontré nuevamente con aquellos ojos marrones que tanto me gustaban ¿Me estaba mirando? Era eso o simplemente estaba enloqueciendo. 

—¿Quién te gusta del salón? —preguntó Nessa de la nada sacándome de mis pensamientos.

—Yo eh... —no podía decir quién me gustaba, las únicas que me hablaban por ahora era Jade y Nessa, no podía dejar que lo supieran, a Jade no le agradaba y siempre pensé que una amistad valía más que un hombre—. Me gusta... Me gusta —miré para todas partes y dije el primer chico que vi— Daniel.

Ellas parecían estar confundidas, al parecer les había sorprendido mi respuesta, pero aún así parecían feliz con mis gastos o eso era lo que yo creía, pues Nessa sabía que no era verdad, sabía que mi corazón le pertenecía a Álex desde la primera vez que lo vi.
Los días seguían pasando, cada noche íbamos a la fiesta que celebraban aquí, mientras mi madre miraba los juegos artificiales  yo no quitaba mi mirada de aquel chico, era la mejor parte de la noche. Seguía pareciendo una acosadora y no lo negaba, era realmente hermoso.

(...)

Había llegado el día, el día en el que mandaría esa solicitud de amistad y empezaría una conversación con ese chico, claro, si es que me acepta, realmente quería formar una amistad estable hasta que pudiera expresar mis sentimientos sin temor a ser rechazada, pero... ¿Y si tenía novia como lo había supuesto aquel día en la tienda? ¿Y si no le gustaba? ¿Y si se burlaba de mí? No sabría cómo seguir en aquel lugar si el llegara a rechazarme, aprender a vivir con ello no estaba en mis planes.

—¿Podemos hablar? —preguntó Nessa sacándome nuevamente de mis pensamientos. Yo solo asentí—. Sé que te gusta Alex, tranquila, no le diré a Jade.

—No quiero que ella se enoje conmigo. —susurré mientras hacía un leve puchero.

—Lo sé, pero no tenías porqué mentir sobre quién te gustaba. Ella no va a controlar tu vida, tú eres dueña de tus sentimientos y es a ti a quien te gusta, no a ella. No cometas un error solo por conservar una amistad que no es del todo buena. —aconsejó sin titubear. Yo la miré sorprendida, pero solo suspiré, quizás tenía razón, no debí haber mentido, pero simplemente quería saber que se sentía tener una amiga de verdad.

El tiempo pasó más rápido de lo que esperaba, me dirigía hacia mi casa mientras miraba mi celular, Alex ya había aceptado mi solicitud, eso ya era un gran paso, por algo se empieza. No lo pensé dos veces y le escribí un "Hola" realmente estaba nerviosa, no quería equivocarme, no aquí. Al llegar a mi casa mi madre me recibió con una sonrisa como siempre solía hacerlo, mientras cambiaba mi uniforme sonó mi celular, rápidamente lo tomé y contesté.

—Hola Yuli. —saludé.

—¡Pero miren quién se acordó de que tenía mejor amiga! —gritó con fuerza. Retiré un poco el celular al sentir el grito de la morena.

—Tampoco es para tanto. —reí por lo  bajo— ¿Cómo han estado las cosas por allá?

—Normal, nada nuevo. Oh, Dilam consiguió novia. —informó.

Eso había sido un balde de agua fría que me había caído encima sin avisar, mi corazón latía muy rápido y en cada latido sentía que se rompía más y más. Sí, me gustaba Álex, pero una persona especial como lo había sido Dilam, no se olvida de la noche a la mañana, esas cosas llevan tiempo y no podía negar que aún me dolía, sería una hipócrita si dijera que me da igual.

—¿Aleja? ¿Sigues ahí? —preguntó la morena al otro lado de la línea.

—S-sí —respondí tratando de no titubear. Respiré profundo y hablé—. Me alegra que haya conseguido novia.

—Eso no te lo crees ni tu misma, sabes que lo amas —comentó—. En fin, me tengo que ir, adiós.

—Bye Yuli. —colgué.

Diría que las palabras de la morena son completamente ciertas, pero no. De verdad me alegraba, me alegraba saber que el ya había encontrado a alguien más con quién ser feliz, mi presente era otro y él no estaría ahí, además, empezaba a sentir cosas muy fuertes por otra persona, aunque sabía que esa persona no sentía lo mismo, pero eso no significaba que mis sentimientos dejarían de existir.

Miré mi celular nuevamente y aquel chico había contestado, un sentimiento de felicidad había nacido en mi interior, mi primer paso hacia salido perfecto. Deguimos hablando normalmente por largas horas, estaba chateando con el chico que me gustaba ¿Qué más le podría pedir la vida? Y aunque él no sabía la existencia de mis sentimientos, sabía que lo sospechaba y eso era un avance más. Los días pasaban y pasaban, nada interesante que contar, así que para mí eran simples días sin trama. Le había hecho la pregunta a Álex, le había preguntado sobre si tenía novia, estaba curiosa por la respuesta y la vez tenía miedo de decepcionarme.

—Hoy le dirás a Daniel lo que sientes —dijo Jade. La miré sorprendida, yo no le quería decir eso, no me interesaba, no me gustaba, no, no y no—. Tú también le gustas, así que lo más probable es que sean novios.

—Pero... —me interrumpió.

—Nada de peros ¿Cuál es el problema? Te gusta y tú él, no sea tonta. —musitó. En qué lío me había metido por Dios.