Xavier

Abro los ojos de golpe, estoy sudando, miro a mi alrededor y no hay nadie. La habitación del hotel está completamente sola, o sea, estoy solo. ¿Dónde carajos se han metido?

Me levanto y me tengo que volver a sentar en el sofá. Estoy mareado y con un mal sabor de boca. ¿Qué me ha pasado? Intento volverme a poner en pie, mantengo el equilibrio, voy al cuarto de aseo y me lavo la cara con agua bien fría. Cuando me miro al espejo veo mis ojos rojos, los tengo un poco hinchados pero nada preocupante. Salgo fuera, cojo mi chaqueta y cuando me dispongo a salir me encuentro en la puerta de la habitación de Adrian y Sara a toda la cuadrilla, incluida Sara, que tiene una cara de cabreada que da hasta miedo. Qué intimidante puede ser algunas veces la pequeñina...

-        ¿Cómo estás? -Me pregunta Adrian con preocupación.

-        ¿Cómo quieres que esté? Por cierto, ¿por qué habéis dejado que me durmiera? ¿Habéis encontrado algo? ¿Has encontrado el lugar?

-        Sí, habíamos subido para despertaros pero Sara nos estaba...

-        ¿Qué, qué? Os habéis enterado y no nos habéis despertado... Un momento, ¿me habéis drogado? ¿Enserio? ¡Seréis desgraciados! -Mi sangre está demasiado alterada. Estoy muy cabreado... -¿Dónde está? Quiero un puñetero lugar ¡ya!

-        Tranquilízate, vamos a ir cuando comprobemos que el lugar es exacto...

-        Lo quiero saber ya, puede que no esté joder... -Doy una patada a la puerta de nuestra habitación y entro mosqueado, sentándome en el borde de la cama. Sara viene y se sienta a mí lado, está enfadada con ellos también y, la puedo entender.

-        Primera, no hace falta que os enfadéis, tú -Dice señalando a Sara. -Estabas con un ataque de nervios y tú -Me señala a mí. -Tenias que descansar. Ese ánimo bajo no ayudaba y estarías más tranquilo si descansabas. Íbamos a subir ahora mismo a despertaros y punto. No quiero escucharos a ninguno de los dos. Jorge va a volver a comprobar el lugar exacto y vamos a ir a por ella, ¿ha quedado claro?

-        Sí mi sargento... -Dice Sara asqueada. Adrian se gira para no aguantarnos y se sienta al lado de Jorge para ver si el lugar que indica es exacto. Sara me mira y yo tengo la mirada perdida en un punto de la habitación. El sueño, ¿será una señal? Espero que no, no quiero que muera entre mis brazos. Mi corazón vuelve a doler y sin darme cuenta me lo estoy tocando con la mano. -¿Qué pasa Xavier? ¿En qué piensas? -Habla flojo para que no nos escuche nadie.

-        Nada... -Sigo sin mirarla.

-        Mírame. -Me gira la cara con la mano para que la vea. -¿Qué pasa? Sé que es duro pero, están haciendo todo lo posible, yo también estoy enfadada pero quieren lo mejor para nosotros.

-        He soñado con ella, que la encontrábamos...

-        ¿Y?... -Me anima a continuar.

-        Moría entre mis brazos Sara... Era tan doloroso que aun siento esa presión en el pecho, ese dolor de no verla nunca más sonriendo, mirándome con esa carita de ángel, con esos ojazos verdes, con esa mirada especial.

-        No se cumplirá lo que has soñado. No lo vamos a permitir, Daniel no se va a salir con la suya, va a pagar por todo lo que os está haciendo. Tenlo presente, además, si lo encontramos te daré permiso para que lo mates. Alegaremos que te atacó... ¿podrás con ello?

-        Y tanto... no sabes las ganas que le tengo a ese imbécil. -Le digo con una sonrisa que no llega a mis ojos y ella lo sabe.

-        ¡Es el mismo lugar! Vamos, dos de dos... es cierto. -Dice Jorge. Yo no tengo ni idea de lo que ha hecho pero, si él lo dice, será verdad. -Vamos levantad el culo, nos vamos.

-        Ya vamos, ¿dónde está? Dime algo... -Le digo a mi amigo con desesperación.

-        Está en una casa a las afueras de la ciudad, cerca de la casa rural. La hemos tenido tan cerca y tan lejos a la vez... Eso me revienta. -Me dice mirándome serio.

-        Debemos ir en cuidado, Daniel no está solo y puede tenerlo protegido. -Dice Kiks. Él lo conoce un poco, puede guiarnos un poco, saber cómo actúa o algo parecido.

Salimos del hotel a toda velocidad, subimos todos en un mismo coche y nos vamos hacia la zona que ha puesto Jorge en el GPS. Cuando faltan un par de metros, Jorge estaciona el coche entre dos árboles que tienen muchas ramas y se puede disimular un poco. Salimos del vehículo y nos dirigimos hacia la casa con cuidado de que no nos vean. En el camino oímos vehículos salir de la casa. Nos acostamos en el suelo evitando que nos pillen. Cuando vemos que ya están bastante lejos, decidimos seguir hacia delante. Esta vez, íbamos agachados por si a caso salían más... no nos podíamos permitir que nos pillaran, no ahora que ya estábamos aquí.

La casa es muy grande pero también muy vieja. No está en buenas condiciones, debe haber estado mucho tiempo abandonada hasta que la ha ocupado el imbécil de Daniel. La casa tiene una verja, lo cual, nos complica el paso a ella. Maldigo por lo bajo y Jorge me mira con una ceja alzada como si me dijera "Idiota, ¿qué no sabes que yo llevo de todo?" Y, en efecto, del bolsillo saca unos alicates. Empieza a romper la verja de hierro haciendo un redondel donde podamos pasar. Tarda un poco en hacerlo ya que el agujero tiene que ser grande para poder pasar...

***

Estamos en la parte trasera de la casa, todos apoyados en la pared mirando hacia el exterior para poder observar si viene algún coche y poder salir por patas. De momento, la suerte nos sonríe y no hay nadie. La puerta trasera está cerrada, tendremos que buscar otra manera de poder entrar. Miramos para todas las direcciones y empezamos a caminar. De pronto Jorge se para y tropezamos todos contra todos. ¿Qué hace? ¿Por qué para? Se gira y pone el dedo en medio de sus labios y señala la ventana que está medio abierta. Vale ya entiendo, pretende que entremos todos por la ventana sin hacer ningún ruido, cosa difícil... Somos muchos, algo haremos, seguro estoy de ello.

Acaba de abrir la ventana hasta arriba, con mi ayuda consigue entrar dentro. Se va a la puerta ve que no viene nadie y la cierra con cuidado. Doy un pequeño salto y consigo posicionarme bien para entrar. Kiks entra sin problemas y Sara igual. Cojo Adrian de los brazos y lo subo un poco, al fin, todos juntos y sin hacer ningún ruido. Sorprendente. Nos giramos para salir por la puerta en cuanto Adrian tropieza con una silla. La coge antes de que caiga al suelo y nos mira con cara de suplica. Sara niega con la cabeza y Jorge abre la puerta. Mira a ambas partes y salimos uno detrás de otro. ¿No hay nadie? Esto está demasiado silencioso, ¿será normal?

Recorremos toda la planta baja y no hay nadie. O aquí no hay nadie y se han ido todos en esos coches que hemos visto antes o hay algún sótano o ático. Claro, ¿por qué no se me ha ocurrido antes? Me paro ipso facto y todos me miran extraños.

-        Por aquí no va a estar, si la tiene secuestrada no estará a la vista de todos. Tiene que estar arriba o abajo... -Digo susurrando.

-        Tienes razón, ¿nos separamos? -Pregunta Kiks.

-        Si, es lo mejor. Kiks, Sara y Jorge vais a ver si hay sótano, Adrian y yo vamos a ver arriba. Si lo encontráis, con un grito es suficiente, teniendo al "líder" los otros no me preocupan.

-        Está bien. -Dice Adrian. Se acerca a Sara y le da un corto pero intenso beso en los labios. Esta pareja se hará fuerte a causa de esto, estoy seguro de ello.

Cada uno va al lugar que he dicho. Nosotros buscamos por todas las habitaciones de la planta de arriba pero, no hay resto de ella. Sin esperanza alguna empezamos a bajar por las escaleras y Adrian me para de golpe.

-        ¿No has oído?

-        ¿El qué? -Digo intrigado.

-        Mierda, sube rápido... -Me dice cogiéndome del brazo y arrastrándome hasta arriba de las escaleras. Asomamos nuestras cabezas por la mierda de barandilla de la casa y vemos salir a Daniel de una de las habitaciones. Debo de ir a por él pero Alex debe de estar ahí dentro. Miro a Adrian y él me mira con la misma mirada de complicidad. Salimos de nuestro escondite y bajamos despacio. Intentamos abrir la puerta por la que ha salido pero está cerrada con llave. Daniel se ha metido en una de las habitaciones de la planta baja, le seguimos y cuando terminamos de bajar todas las escaleras para enfrentarnos contra él, aparecen Kiks, Jorge y Sara sobresaltándonos.

-        Joder... que susto nos habéis dado. -Dice Adrian llevándose la mano en el pecho.

-        No hemos encontrado nada... -Dice Sara desilusionada.

-        Nosotros lo hemos encontrado a él y, posiblemente a ella. -Dice Adrian para tranquilizarla. Nos quedamos todos mirándonos y pensamos lo mismo.

Nos posicionamos todos enfrente la puerta, me preparo para dar el golpe a la puerta para abrirla y cuando voy hacerlo la puerta se abre. Daniel se queda parado al vernos y la patada que iba a la puerta la recibe él. Me tiro sobre él y empiezo a propinarle golpes. La rabia acumulada sale en ese mismo instante.

-        ¿Te gusta? Así es como deberían tratarte basura, es lo único que eres... atadlo en una silla, que no escape y llamad a la policía. -Digo en gritos mientras busco en su bolsillo la llave. ¡Aquí está!

Salgo disparado hacia arriba, supongo que los demás se encargaran de él. Cuando me dispongo a abrir la puerta escucho a Adrian gritar: "Xavier sácala ya, han provocado un incendio!" Me importa una mierda, vamos a salir de aquí te lo prometo Alex.

-        ¡Alex, Alex... estoy aquí! ¡Alex! -Le grito para que sepa que estoy aquí, sé que está ahí, el corazón me lo dicta.

Abro la puerta y ahí está mi princesa llena de sangre y tirada en el suelo. Me acerco a ella rápidamente y la abrazo con todas mis fuerzas, ella hace muecas de dolor, disminuyo la fuerza pero sigo abrazándola.

-        ¡Xavier salid ya de ahí! -Oigo decir a Adrian desde el exterior.

Veo como Alex me quiere decir algo pero no puede, lo vuelve intentar y noto su fresca mano en mi mejilla. Miro sus ojos verdes fijamente y escucho un pequeño susurro "Te amo" es lo único que dice antes de cerrar sus párpados y que su mano caiga muerta a su lado. No, no lo voy a permitir...

-        No Alex no... Despierta, no cierres tus ojos hermosa, no me puedes dejar solo, no ahora que te he encontrado. Alex mírame, te lo pido... -Le digo suplicando. Las lágrimas salen solas, no quiero perder al mayor tesoro de mi vida - Alex por favor abre tus lindos ojos. ¡Alex! Por favor, te necesito... te necesito como el aire para respirar... Te necesito muchísimo. Vuelve a mi lado, Alex, no me dejes. -Le golpeo con la mano las mejillas y veo como vuelve a abrir sus ojos muy poco, está débil pero, ver que está despierta ya me da fuerzas suficientes para salir de aquí.

La cojo en brazos e intento salir, está todo en llamas, no sé por dónde pasar joder... La ventana por la que hemos entrado, tengo que conseguir pasar. Me tengo que arriesgar. Paso corriendo con Alex en brazos, las llamas han quemado un poco mi piel pero, me da igual. Alex sigue mirándome fijamente, beso su cabeza cuando llegamos a la dichosa ventana.

-        ¡Coged a Alex, vamos rápido! -Digo con desesperación al ver que las llamas nos pueden alcanzar. Ahora que la tengo no puedo ser yo el que se quede aquí. Me cogen a Alex y yo salto por la ventana.

-        Alejémonos de aquí, puede ser peligroso. -Dice Jorge mirando la casa.

-        Aquí están los dos culpables de todo. Ella fue la que prendió el fuego... la hemos pillado con las manos en la masa. -Dice Kiks orgulloso de haberlos cogido. Yo solo puedo pensar en lo desgraciada que ha sido la maldita.

Llevo a Alex entre mis brazos, la escucho respirar con dificultad pero sigue viva, eso es un gran motivo para tener una sonrisa en mi rostro. La tengo conmigo y eso es lo importante. Mientras caminábamos hasta llegar al coche escuchamos un gran estallido, nos giramos y vemos la casa saltar por los aires. Nos quedamos pasmados viendo como la casa dejaba de existir hasta que Jorge nos avisa de que la policía ya estaba allí. Nos damos la vuelta y los agentes bajan a toda velocidad, nos preguntan qué ha pasado y con detalles les contamos todo. Además, tenemos pruebas que los incriminan a los dos y una testigo. Se los llevan esposados y una agente se ha ofrecido a llevar a Alex al hospital ya que llegaríamos antes. No he rechazado su ayuda y me he subido con ella a la parte trasera. La tengo sentada en mi regazo, no aguanto más y la vuelvo abrazar con fuerza. Noto como ella me corresponde el abrazo, a pesar de que está muy débil.

-        Mi princesa, tenía tantas ganas de tenerte aquí conmigo, juntos, al fin. Te quiero, te quiero mucho, perdóname por... -No me deja terminar, sellando sus labios con los míos y dejándome claro que me quiere con toda su alma.

 Mis lectoras aquí está el capítulo!! Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí :)

La canción: "Sabes" de Reik. Es muy bonita y creo que le va muy bien al capítulo, la recomiendo :))

Un besitooo y hasta el próximo :D