Capítulo 7
Espero a que todos se hubieran quedado dormidos, se puso de pié y caminó lo más silenciosa que pudo, si alguien despertaba haría preguntas, y sí ponía excusas, como que quería hacer sus necesidades harían más preguntas o se ofrecerian a acompañarla.
Salió del campamento pasando por el interior del túnel mooso, cuando estuvo afuera no le costó mucho caminar y renocer lugares y olores, <<el olor a tierra mojada viene en ésa dirección>> penso. Pasó por un por un pequeño caminó que cruzaba con otro, miró y pensó <<por allá debe estar el clan de la amapola>>, por un momento se le cruzó por la mente que está era su oportunidad de huir, no había ningún río que le impidiera el pasó, dio un paso adelante, era su tentadora oportunidad de volver a casa, pero, ¿en verdad ése era el caminó correcto?, ¿cómo sabía qué así volvería a casa?, podría perderse con facilidad, ni hablar sí una patrulla la encontraba.
Movió ésas ideas de su cabeza agitandola, era imposible para ella al menos por ahora, sólo tenía que esperar a tener más experiencia, reconocer mejor los olores y saber pelear, se motivó con éso, sólo debía esperar, sí, la espera sería larga, pero valdría la pena -ya voy mami, espérame-
Siguió su caminó hacía el río, cuando llegó se sentó cerca de un arbusto de flores lilas, miró las flores, y le parecio lindo el color suave de éstas -flor lila- dijo pensando que sería un buen nombre para un gato. -tal vez cuando tenga cachorros alguno podría llarmarse así- se dio cuenta de lo tonta que había sonado, agitó su cabeza de nuevo -no estoy para pensar está clase de simplezas- murmuro molesta con sigo misma por pensar en ello.
-Si viniste- zarpa de tigre y su compañera aparecieron -sí, aquí estoy, apresuremonos, estoy dejando pasar mi hora de sueño- la gata gris rio -ojojo, que ruda eres- los 2 gatos se sentaron junto a ella -¿y bien?, yo no se casi nada, expliquenme- exigió zarpa marrón.
-yo representó el tigre, y tú el puma, se supone que tenemos las cualidades de ésos felinos- explicó el gato atigrado.
-¿así?, ¿cuáles son?- preguntó escéptica.
-yo tengo la fuerza del tigre, y tú la resistencia del puma, los demás, el sigilo de la pantera, y la velocidad del leopardo, lo consulté con el hiervador cuando tuve mí sueño, y además hay historias que cuentan de como los felinos lograron hazañas con ésas cualidades- dijo el gato.
La aprendiza amazo la tierra con la pata -¿y esperas qué me crea ésas historias de vetetanos, mientras sólo tienes un ridículo sueño qué cualquiera podría tener?, se acabó, yo me largo- se puso de pié -¡ESPERA!- dijo con voz ahogada el otro.
Se interpuso en su caminó -no es cualquier sueño, son sueños que el clan de la Aurora nos envía porque sabe que es nuestro destinó- intentó razonar él.
-¿destinó?, mí único destinó es volver a mí casa con mi madre, no las alucinaciones de un gato loco, yo no pertenezco aquí, no soy una gata de clan, no creó en el clan de la Aurora, soy una mascota a la que le gusta que la mimen, no una salvaje que pelea por un pedazo de tierra o carne- gruño con despreció.
-vaya...- dijo la gata gris y miro a otro lado -te lo dije- le recriminó.
-pero...pero...- tartamudeo el gato -eres una mascota...- zarpa marrón puso los ojos en blanco -felicidades, volviste a nacer- empezó a caminar pero el aprendiz le pisó la cola -oh, por mí madre, ¿quieres qué termine de sacarte el ojo?- lo amenazó furiosa.
-tienes que ser tú, ¿en verdad no has experimentado nada parecido?- insistió, zarpa marrón le mostró los dientes y apretó los ojos, un recuerdo invadió su mente como la noche tomando el lugar del día.
Estrella de rama en su "entramiento" más de una vez había intentado derribarla, pero no había podido, y en su lugar había tomado represalias contra su rostro, oreja, y omóplato, ¿sería éso? -tal vez...- dijo rendida consciente que decir eso sería como admitir que el aprendiz tenía razón.
-lo sabía, ¿cómo y cuándo pasó?- movió la cola, zarpa marrón hizo una mueca, odiaba repetir ése momento -fue cuando le rasguñe el rostro a pequeño cenizo, el cachorro de una gata que se unió al clan, no fue mi intención pero ésa bola de pelos era un dolor de cabeza, entonces el lider se puso furioso y me llevó a un area de entrenamiento, y ahí trató varias veces de que cayera al pisó pero como no lo lograba término por dejarme estás cicatrices- contó refiriendose a sus cicatrices.
-sabía yo que estrella rama era un gato sin escrúpulos-
-¿espera pequeño cenizo?, ¿cómo era la gata que se unió a tú clan?- preguntó zarpa de tigre.
-cola nevada, es una gata blanca- dijo sin darle importancia.
-ella fue exiliada del clan, nos traicionó- dijo molesto zarpa de tigre.
-¿qué les hizo?- preguntó zarpa marrón.
-estaba conspirando contra nosotros con otros gatos- le explicó la gata gris.
-entonces es peligrosa para el clan- dijo zarpa marrón -pero no me creerán, estrella rama es su pareja, recién descubrimos que sus hijos son de él-
-no me sorprende, traidora siempre es traidora y hasta ocultaba sus secretos- sentenció zarpa de tigre enojado.
Los 3 gatos acordaron entonces seguir reuniéndose en el mismo lugar, en la noche -soy zarpa de carbón por cierto- le digo a zarpa marrón la aprendiza gris, la gata marrón asintió y se despidieron, rogo porque aún no fuera muy tarde como para dormir un poco, y sobre todo que nadie hubiera despertado.
-con que una profecía- zarpa marrón erizo la cola y saco las garras lista pars pelear, miró a todos lados -atrás de ti- indicó y zarpa marrón se volteó con la intención de arremeter contra el intruso pero -¡¿Zarpa de nieve?!- ella se alteró, no, no, no, todo se arruinó -¡¿qué haces aquí?!-
-siguiendote, te escuche salir, pero nunca pensé que pasaría esto- dijo la gata albina.
Esto definitivamente no estaba bien.
-entonces eres parte de una profecía-
-¿lo escuchaste?- le preguntó preocupada.
-absolutamente todo, puma-
Zarpa marrón movió la cola irritada, se dio la vuelta y caminó, pero zarpa de nieve se interpuso -oye, tengo muchas preguntas-
-pues pregúntale a ése tal zarpa de tigre, no tengo ni la menor idea, se lo mismo que tú sabes por espiarme, de todos modos se equivocó de "puma"- azotó la cola contra el suelo con impaciencia.
-entonces la próxima vez quiero venir con tigo- exclamó la gata albina.
-no- se negó la aprendiza marrón -¿en serio le crees las alucinaciones de ése cerebro de conejo?-
-tal vez sea verdad- le da un golpe en el hombro -éso es por ser irresponsable y no preveer que ésos 2 pudieron engañarte- la riño.
La aprendiza marrón toco su hombro -como sea, déjame pasar-
-no, hasta que me dejes venir con tigo-
-ehg...está bien- acepto derrotada.
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