Capítulo 10
-despierta de una vez- gruño una voz gruesa, la aprendiza abrió poco a poco sus ojos, otra vez aquél gato.
Estaba aún aturdida.
-estás en una pradera, y desmayada- le aclaró. Caminó hacía un charco y se sentó frente a el.
La aprendiza se levantó y miró el lugar, el otro azotó la cola contra el suelo molesto -¡¿estás esperando a qué te lo ordene?!, ¡ven aquí!-
Fruncio el ceño, se quedo quieta y alzó la barbilla de forma retadora -me rehusó-
El otro sacó las garras y soltó un bufido furioso, zarpa marrón tembló un poco -¡entonces no perderé mi tiempo!, ¡despierta de una maldita vez!-
-oye, pan, está despertando-
Zarpa marrón abrió sus ojos, levantó la cabeza mirando a los gatos, erizo todo el pelaje de su cuerpo y se levantó de un saltó con las garras envainadas -¡hey!, ¡hey!, calmada- dijo un gato blanco con manchas marrones.
Retrocedió lo más que pudo hasta chocar con una superfice dura -no te asustes, pequeña- miró a una pequeña gatita azul grisasea de ojos verdes -*¿pequeña?, sí ella es menor que yo* pensó basándose en la voz de la otra gata -estoy segura de que soy mayor que tú- objeto la de ojos ambar.
-ah, la casi ahogada al fin despertó- un gato rojizo apareció por un hoyo, un hoyo, zarpa marrón miró alrededor, estaba dentro de una casa de 2 patas *¿son mascotas?*
El gato rojizo se acercó a la aprendiza -¿cuál es tu nombre?- ¿quién se creía qué era él para hacerle preguntas?, azotó la cola contra el suelo indicando que seguía siendo hostil con los desconocidos -es inútil, déjala ir, no nos servirá de nada- zanjó el gato blanco y marrón.
-silencio- ordenó el gato rojizo sin quitarle los ojos de encima a la aprendiza -se que eres una gata de clan-
Le bufo *¿có-cómo lo sabe?* pensó alterada, movió la cola violentamente haciendola chocar contra la superficie que le impedía avanzar -¡no soy de clan!-
-apestas al clan de la calavera-
El gato blanco y marrón se acercó al rojizo -felix, dejémosla ir, pueden buscarla- habló con miedo.
-idiota, la usaremos para chantajear-
Zarpa marrón soltó una carcajada -cerebros de conejo, el líder me odia, y soy una sangre mezclada, no valgo nada para el clan- les explicó burlándose.
-te lo dije- reprochó el gato manchado.
El gato rojizo sacó las garras y rasguño el pisó irritado -puedes largarte- se rindió y se hizo a un lado para dejarla pasar.
*eso fue muy fácil* caminó hasta el hoyo, antes de pasar a través el, pudo escuchar un sollozo, lo ignoró y salió, la gatita azul gris salió detrás de ella
-el tiene malas intenciones, ¿sabes?- zarpa marrón la miró por encima del hombro -sólo quiere recuperar a su pareja- prosiguió la gatita.
Zarpa marrón giro de nuevo la cabeza -no se ilucionen con migo, no les servire de nada- corrió alejándose de la casa, corrió y siguió corriendo.
Pero, ¿a dónde hiba?, no lo sabía hasta que reconoció un olor
-es por allí- le dijo él.
-¿qué hay por allí?- le preguntó.
-2 clanes, el tuyo, y uno come peces-
-el clan del reflejo, debieron quedarse ahí después del fuego- supuso y caminó en ésa dirección sin opción, pensó en su padre, era de los únicos que no era un cerebro de conejo con ella y siempre tratada de demostrarle su cariño, además, ¿quién sería su mentor?, pensaba esto olvidando que tenía planeado irse.
-¡ESTÉ ES TERRITORIO DEL CLAN DEL REFLEJO!, ¡LARGO!- una patrulla conformada por 6 gatos se interpuso en su camino.
-puedes sacarle un ojo uno e irte corriendo, sólo por si te interesa- zarpa marrón miró a su compañero -no- le negó a él.
-¡última advertencia!- una gata gata blanca corrió hacia ella -¡ZARPA MARRÓN!- era zarpa de nieve.
La aprendiza retrocedió un poco -está bien, era una aprendiza perdida-
Se unió a la patrulla y caminaron devuelta al campamento del clan del reflejo, no dijo nada en todo el camino, incluso cuando la gata albina le hacía preguntas, ella sólo le respondía de manera cortante con respuestas de: "No", "Sí" o "Está Bien".
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