Taehyung nunca había usado tanto su lengua antes, de hecho jamás la había usado antes ni para besar, pero estaba amando la sensación del contacto de la suya con la de Seokjin. El toque de ambas le enviaban pequeñas descargas eléctricas a su vientre y fue esa misma sensación peligrosa la que lo hizo empujar débilmente al alfa, eso y el prominente miembro del pelimorado rozando su estómago.

Ambos respiraban de manera entrecortada.

--Perdón, me... excedí. --se disculpaba Seokjin, sin atreverse a mirar al omega a la cara. --t-te dejaré a solas un momento. --y sin esperar respuesta se ponía la toalla en la cintura y salía del baño. --Eres un idiota, Seokjin... --se decía a sí mismo una vez afuera.

Taehyung quedaba solo y confundido en el baño. No entendía por qué se sentía rechazado al ver cómo Seokjin lo dejaba ahí, en la ducha. Aunque en realidad sí quería que se fuera, sin embargo también lo quería ahí con él. Ya tenía los labios hinchados y rojos de tanto que lo había besado durante las últimas horas. Negaba con la cabeza, procedía a aplicarse shampoo y poner el agua un poco más fría.

A los minutos salía del baño, vestido con una bata blanca. Seokjin estaba sentado en la cama ya vestido, con el pelo aún húmedo.  Al ver entrar a Taehyung a la habitación, no pudo evitar dejar ir un suspiro.

--Ahora debo averiguar qué hacer con todo esto... --es lo que decía el omega, nada más al ver al alfa. --No sé si mi novio me perdone. Ni siquiera sé si deba decirle. Aish...

--No creo que esa marca sea fácil de ocultar, Taehyung... --exponía el alfa, con expresión atormentada.

--¿Marca?... ¿Cuál...? --el omega abría los ojos, horrorizado al recordar --No... no... --de repente llevaba su mano al cuello. ¿cómo no la vio? ¿cómo no la sintió, siquiera? Estaba muerto, era omega muerto. Corría hasta el espejo que estaba a la entrada de la habitación y con pánico lograba verla.

Muchas veces había visto marcas de lazo en omegas, la mayoría eran horribles, incluso la de su propia madre lo era, algunas hechas a la fuerza, otra hechas casi con rabia. La suya era... bonita. Solo eran dos colmillos y un par de dientes, pero era una marca limpia, casi hecha con cuidado. Y eso fue lo que lo tiró al suelo a llorar.

Si las circunstancias fuera distintas, si hubiera conocido al alfa en otro momento, si tan solo hubiera entrado en celo en su casa... Tal vez, solo tal vez... Llevó una mano a su marca y la otra a su rostro para llorar y llorar desconsolado.

--En serio, lamento mucho haberla hecho. Me haré responsable, eso está claro... --se detenía mirando al omega quien a esas alturas le devolvía la mirada --por alguna extraña razón, que aún no logro comprender, no me arrepiento. --el alfa se sentaba en el suelo junto al castaño. Acariciaba uno de sus rizos y tomaba la mano que aún estaba posada en el cuello del omega. --Me haré responsable.

--¿Y qué se supone que... haremos? --iba a decir "harás", pero era un adulto y no podía echarle toda la culpa a Seokjin, después de todo, recordaba perfectamente haberle ofrecido su cuello, totalmente sumiso, para que lo mordiera. Esa imagen jamás se borraría de su memoria.

--No lo sé, no tengo idea. --el alfa botaba todo el aire retenido en sus pulmones --Creo que lo primero es decirle todo a Woo. Explicarle lo que pasó estos últimos días, pedirle perdón por haber hecho lo impensado y no poder cumplir la promesa que le hice de casarme con él. Seis años de relación se fueron al carajo. --el alfa miraba con tristeza a Taehyung y se enternecía al ver su nariz y mejillas rojas por el llanto. Acercaba su mano hasta acunar una de sus mejillas. --¿Sabías que tenía toda mi vida perfectamente planificada? --el omega lo miraba entre curioso y sorprendido. --Así es, absolutamente todo. Y todos los días eran perfectamente monótonos también. Hasta que choqué con un omega en la entrada de la facultad. Desde ese momento, perdí el hilo de mi vida y ya no sé qué es lo que pasará mañana. No tengo la menor idea. --Seokjin soltaba una risita irónica.

--Mis padres me van a matar, es en serio. --el omega se sorbía la nariz y procedía --Mi novio... ex novio, creo, estamos juntos hace un año. Solo nos podíamos ver una hora al día y nunca solos. Nos hemos besado contadas veces y nada más. Mis padres son extremadamente estrictos. --Taehyung de repente temblaba. --Ellos aún no perdonan el hecho de que soy un omega y no un alfa, como ellos querían. Estoy seguro de que me sacarán a patadas de casa si se enteran de lo que he hecho contigo.

--Me haré responsable-

--Aún así, --interrumpía el omega --es vergonzoso, al menos para ellos lo es. Que su hijo haya sido marcado por alguien quien no era su esposo, o novio. Que haya permitido que un extraño me tocara... --el omega tomaba la mano que el alfa aún tenía en su mejilla y la retenía ahí. --no lo perdonarán.

--Te cuidaré, solo... dame tiempo, algunos días, menos de un mes. --Seokjin ahora tomaba la otra mejilla del chico bonito. --No pienso abandonarte. --deseaba poder besarlo, pero sabía que sería imprudente en ese momento. --dame tiempo, ¿está bien?.

--Está bien. Creo que debería vestirme... me siento tranquilo. Aunque mi celo aún no termina, qué extraño...

--Oh. Eso es porque te di supresores. No me los querías recibir, así que me los eché a la boca y te los dí... Lo mismo con el agua... Lo siento. --Seokjin lamentaba haber sido invasivo con el chico, pero si no le daba los supresores, todavía estarían follando como animales y aunque él sí quería, no podía retener al omega ahí, sobre todo después de las llamadas y mensajes insistentes a su teléfono.

--Oh, no, está bien. Gracias. --decía Taehyung, poniéndose de pie. --Cuando entro en celo soy muy obstinado. Mis padres solían inyectarme supresores directamente en la glándula, --decía, tocándose el cuello y haciendo una mueca de dolor --hasta que el endocrinólogo les dijo que eso era muy peligroso para mi salud. --el castaño soltaba un suspiro y comenzaba a buscar sus cosas.

--¿Te irás ahora? --preguntaba el alfa, mientras veía como el chico se vestía, quedando embelesado por sus curvas y marcas.

--Sí, debería irme pronto. Antes de que me ataque otra ola de calor... --avisaba, para luego ruborizarse. Primero por lo del celo y segundo porque se estaba vistiendo ante la atenta mirada del alfa... y no se había dado cuenta.

--Yo... lamento haberte mirado, pero en serio eres muy hermoso. --el alfa carraspeaba y se aclaraba la garganta. --te llevaré a casa, pero antes creo que sería prudente un pañuelo en tu cuello y algún neutralizador de olores.

--Tienes razón --el omega asentía en acuerdo. --También necesito tu número telefónico, es mejor que nos mantengamos en contacto. Digo, por lo de la marca y eso... --proponía el castaño con timidez. Miraba al alfa, quien aún no le apartaba la mirada y se sentía cohibido. Era muy guapo, demasiado, quería volver a probar esos labios pomposos y sentir sus cálidas manos sobre su piel canela, quería...

El alfa se ponía de pie y se acercaba al castaño. --Me vas a volver loco con tus feromonas, Taehyung... --le susurraba al oído el alfa, haciéndolo estremecer.

--Lo lamento, es que... aún estoy en celo... --tragaba saliva al sentir la respiración del alfa en su cuello. Sus piernas volvían a temblar. Jamás se sintió así de lujurioso. Se relamía los labios nervioso y volvía a desprender feromonas de manera casi involuntaria.

--Si no salimos de aquí ahora, juro que... --el alfa no terminaba la frase

--¿Qué... ? --susurraba el omega, con los ojos cerrados. --¿me harás algo si no salimos de aquí? --inquiría agitado.

--Quiero hacerte tantas cosas, omega...

--¿Cómo cuáles...? --¿Que importaba si llegaba más tarde a casa? De todas maneras, ya estaba jodido, en sentido figurado.

El alfa comenzaba a repartir besos por el cuello y mandíbula del omega. Daba pequeños mordiscos, tratando con todas sus fuerzas de no dejarle más marcas. El castaño decidía explorar la suave piel del alfa por debajo de su ropa.

--A la mierda. Quiero follarte otra vez, omega --expresaba Seokjin y tomaba la cintura del chico, devorando su boca, explorando con su lengua su cavidad. Recorría cada rincón con ella, mordisqueando su labio de vez en cuando.

Taehyung volvía a bajar el cierre del pantalón del alfa, casi con hambre y este a su vez desnudaba al omega con maestría. Sus cuerpos ardían, sus manos quemaban.

--Al...fa... --decía Taehyung entre beso y beso. Chasquidos y chapoteos groseros se proyectaban por la habitación, al igual que las feromonas de ambos, totalmente dominantes. El omega daba un salto, enrrollando sus piernas en la cintura del alfa, quien a su vez, fácilmente lo atrapaba.

Seokjin comprobaba la entrada del omega, notando que seguía dilatado por las rondas anteriores. Ni siquiera lo llevaba al sofá, esta vez lo llevaba a la mesa.

--«Sí, de todas maneras ya estoy jodido» --pensaban ambos de manera sincronizada, antes de que SeokJin se hundiera en Taehyung.

Ambos suspiraban de alivio al sentirse conectados, como si estar separados fuera una tortura. Y entre estoques, ambos iban dejando marcas en el otro, sabiendo que no se volverían a tocar dentro de algún tiempo, quizás mucho, mucho tiempo.