Extra II
Para (T/N) era toda una novedad poder ir a la biblioteca como lo había visto en tantas películas. Si bien en su país había bibliotecas, no estaban tan bien equipadas y actualizadas como las que encontraba en Shibuya. Hasta podía reservar una sala de estudios solo para ella si lo hacía con tiempo.
Pidió los libros que quería, todos sobre análisis de obras japonesas clásicas, y tomó asiento en una de las mesas grandes para compartir. Se dispuso a empezar a estudiar, dejando que el tiempo pasara y, para cuando se dio cuenta, la biblioteca estaba llena, sobre todo por estudiantes universitarios.
Decidió darse un descanso e ir a comprar un yogurt de su sabor favorito. Dejó sus cosas en su sitio, sabiendo de antemano que nadie le quitaría el puesto ni las movería y puso rumbo hacia las máquinas expendedoras. Sin embargo, de camino, se sorprendió al escuchar lo que parecía un discusión en una sala de estudio grupal. Fingió no enterarse de nada y se apresuró a la máquina expendedora, pero como en Japón tenía una suerte deplorable en lo que respectaba a no meterse en líos, se encontró de frente con la persona que salía de la sala de estudio.
Era un chico alto, llevaba el cabello largo en una cola y tenía puestas la gafas más ridículas que había visto.
—Ah, eres tú.
Reconoció la voz y la chica parpadeó, incrédula.
—¿Baji?
—¿Quién más? —repuso, jugando con las monedas que descansaban en la palma de su mano.
—Es que no te reconocí... ¿Usas lentes?
—No, pero me hacen más inteligente.
Lo dijo con tanta convicción que ella no fue capaz de contradecirlo. Baji siguió de largo hacia las máquinas expendedoras, refunfuñando sobre cómo Chifuyu siempre le ganaba en "piedra, papel y tijeras". Ella fue tras él solo porque iban en la misma dirección. Lo cierto era que no quería inmiscuirse demasiado con ellos porque no quería tener nada que ver con Kazutora... Y Baji le daba miedo.
Esperó a que Baji terminara para luego buscar su yogurt y regresar a estudiar, pero se sorprendió cuando Baji se hizo a un lado, esperando a que ella pusiera las monedas. (T/N) quiso pensar que no tenía malas intenciones porque era amigo de Manjiro, pero a veces le costaba dejar atrás sus prejuicios. Luego, Baji la acompañó hasta la puerta de la sala de estudio.
—Bueno... Cuídate. —Baji le lanzó una mirada insegura.
—S-sí. Nos vemos. —Ella le sonrió, deferente.
Baji la observó alejarse y suspiró mientras empujaba el picaporte. Chifuyu le lanzó una mirada de reproche, los brazos estirados sobre el escritorio como si fuera Peke J. Lo cierto era que los dos se estaban dando por vencidos con esa sesión de estudios porque no entendían nada de trigonometría.
—¿Por qué tardaste tanto, Baji?
—Me encontré con la amiga de Mikey...
—Oh... ¿Y por qué tienes esa cara?
—Es que... —Baji se mesó el cabello—. Deberías decirle que venga a estudiar con nosotros.
—¿Eh? ¿Por qué? ¡Invítala tú! Si a Mikey le interesa tanto, ¡yo no quiero tener problemas!
—Tiene cara de ser inteligente.
—Viniendo de ti...
—¡¿Qué quieres decir con eso?! —Baji le lanzó una leche chocolatada—. Me preocupa porque había unos tipos mirándola raro, pero como tú te llevas con ella...
—¡Yo no me llevo con ella! ¡Literalmente, hemos hablado en dos ocasiones! —Chifuyu se puso de pie, molesto, pero fue a hacer lo que le pedía su amigo porque también lo preocupaba.
No fue difícil encontrarla. Era la única chica cuyo alrededor estaba despejado. No entendía cómo los japoneses podían ser tan prejuiciosos y se molestó un poco, pero lo que terminó de enojarlo fue ver al grupo de estudiantes de preparatoria que cuchicheaban entre ellos con inquina sobre la chica. Chifuyu, al pasar por su lado, escuchó a uno decir:
—Ya voy yo.
Y se levantó, pero cayó de nuevo sobre la silla cuando Chifuyu interpuso el brazo y lo obligó a quedarse en su sitio, les lanzó una mirada amenazante y se acercó a la chica, quien apenas reparó en su presencia.
—¿Quieres ir a estudiar con nosotros? —preguntó Chifuyu, sentándose frente a ella con una sonrisa amigable.
—¿Contigo y Baji?
—Sí. Estamos estudiando trigonometría, pero se nos da fatal. —Chifuyu se percató lo ordenado que tenía su espacio—. Tú eres becada, ¿no? ¡Seguro eres súper inteligente!
—No soy... —Ella se ruborizó, pero exhaló despacio—. De acuerdo, creo que aquí ya se está llenando demasiado y están haciendo ruido.
Chifuyu la ayudó a cargar algunos de sus libros. Eso había sido más fácil de lo que creía y tendrían ayuda extra, lo que era un alivio considerando que empezarían a perder la cabeza. (T/N) les echó un breve vistazo a los chicos que habían estado hablando de ella y empezaban a irse.
—Gracias, Chifuyu.
—¿Por qué?
—Por venir a buscarme... Aunque me las hubiera sabido arreglar. Probablemente solo querían que aceptara salir con uno para presumir que estaban con una extranjera o solo buscaban burlarse.
—Eso... —Chifuyu bajó la mirada—. Son unos idiotas y no deberías tener que lidiar con ellos, ni tú ni nadie.
Ella sonrió y entró después de él a la pequeña sala de estudios con un escritorio, cuatro sillas, una pizarra y un sofá. Había varios libros desparramados sobre la superficie y Baji sorbía los restos de su jugo de naranja, repantigado en la silla.
—Antes de empezar —dijo (T/N)—, no quiero que hablemos nada de Manjiro. Vinimos a estudiar, así que debemos concentrarnos.
—De acuerdo —repuso Baji y encestó el envase de cartón en el basurero—. ¿Sabes trigonometría?
—¿Qué es lo que no entienden? —Ella dejó sus pertenencias a un lado y se apoderó de una esquina de la mesa—. Gracias, Chifuyu.
El chico se sentó a su lado mientras ojeaba los ejercicios. Ninguno de los dos le respondió y ella intercaló la mirada entre ambos. ¡Debían estar bromeando!
—¿Saben que va de triángulos? —Los dos asintieron—. Una de las cosas más importante es saber la clasificación de los triángulos. ¿Quizás los sabes tú, Baji?
—¿Por sus lados y por lo ángulos?
—¿Me preguntas o me dices?
Ambos chicos respingaron por el tono severo de su voz. Baji se aturulló solo un poco y respondió:
—Lo digo.
—Muy bien. Chifuyu —el aludido pasó saliva—, ¿cómo se clasifican los triángulos por sus lados?
—Isosceles, equilátero y...
—Escaleno —dijo ella después de una prolongada pausa de Matsuno—. El isósceles, por regla, tiene todos sus lados igual y, por lo tanto, sus ángulos serán de 60°, todos los ángulos de un triángulo deben sumar 180°. El isósceles tiene dos lados que miden lo mismo, por lo que los dos ángulos de estos extremos serán iguales; eso lo demostró Tales de Mileto. Por último, el escaleno es aquel que ninguno de sus lados es igual y, por lo tanto...
—Sus ángulos son distintos —concluyó Baji.
—Sí, muy bien. —Ella sonrió—. Ahora, por sus ángulos tenemos que...
Los dos amigos escucharon con atención la explicación de la chica. Partía de lo más básico para aclarar sus dudas y profundizar en temas más complejos. Cuando creyó que al fin habían entendido, empezó a asignarles ejercicios mientras ella se concentraba en sus propios estudios.
—No, Baji, solo tienes que hallarle la lógica al gráfico.
—¡¿Pero por qué si estamos hablando de triángulos vienen y meten un círculo?!
—No le prestes atención al círculo, sino al radio, que resulta ser la base del triángulo —dijo ella.
—Como es isósceles... Los dos ángulos de la base deberían ser los mismos, ¿verdad? —A Chifuyu se le iluminó la mirada.
—¡Exacto! Ya tienes varias pistas, Baji, tú puedes hacerlo.
Baji se concentró en el ejercicio, haciendo los trazos de los números y las incógnitas con cuidado, prolongando el tiempo que tenía para pensar, hasta dar con un resultado. Se sonrojó un poco cuando (T/N) volvió a felicitarlo. ¿Cómo era posible que fuera tan buena dando clases? Estaba entendiendo todo y creía que podía empezar a resolver los ejercicios por su cuenta. Quizás este año no tendría tantos problemas con matemáticas y no preocuparía a su mamá.
Cuando terminaron, Baji le dijo que esperara mientras Chifuyu y ella recogían los libros.
—¿Te distrajimos de tus estudios? —preguntó Chifuyu.
—No, me sirvió para repasar algunas cosas.
—Sabes mucho, considerando que ambos estamos en el mismo grado y Baji está en uno superior...
—Estudié mucho para venir acá. Nada más. —Ella le lanzó una sonrisa nerviosa—. Pero ustedes tienen que pulir sus bases, ¿saben?
—Eso...
Chifuyu agradeció la interrupción de Baji quien apenas entró le tendió una bebida a (T/N).
—Gracias por hoy.
—N-no tenías que molestarte. —La chica tomó el yogurt de su sabor favorito y sonrió, definitivamente, había malinterpretado a Baji.
—¿Podrías volver a estudiar con nosotros? —preguntó Baji, ajustándose los lentes y colgándose la mochila al hombro.
—... Está bien.
—No te sientas obligada —agregó Chifuyu.
—No, en serio me gustaría. —Ella curvó los labios.
Ambos amigos celebraron mientras empezaban a discutir sobre cuándo y dónde podrían hacer su siguiente sesión de estudios. Eran buenos chicos, aunque (T/N) no quería inmiscuirse más que eso. No quería que el futuro se enredara aún más por entrometerse. Pensaba todo eso, inconsciente de los eventos que se desencadenarían pronto.
Continuará...
¡Muchas gracias por leer!
N/A: Ustedes no pueden siquiera imaginar lo adorable que me pareció la imagen jajaja
Este extra lo acabo de escribir porque siento que era lo que me faltaba para que todo este arco tuviera algo de sentido; aunque sigue sin convencerme.
Nos leemos el martes.
¡Lávense las manos! >.<
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