Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXXII: Árbol

—¡Peh-yan! —(T/N) le lanzó el balón en el momento justo para que el aludido realizara una canasta.

Con el nuevo punto, Chifuyu chocó sus palmas con las de ella, celebrando que la brecha con el otro equipo crecía cada vez más.

—¿Cómo es que ustedes dos son tan buenos juntos? —acusó Smiley.

—Al parecer, tenemos mejor sinergia que ustedes —provocó la chica al frente de los dos gemelos.

Chifuyu la codeó porque creía que se había pasado, pero los dos hermanos inclinaron la cabeza sin enterarse de nada.

—Es mejor que no lo sepan. —Mitsuya los atajó a ambos del cuello para que reanudaran el juego.

A (T/N) se le estrujó un poco el pecho. Este Mitsuya lucía tan genial como siempre, sin fantasmas persiguiéndolo ni con una carga invisible en los hombros. Tampoco quería que Mitsuya siguiera por un camino capaz de torturar su alma. Y, por supuesto, quería que Chifuyu siguiera a su lado, quería que hablaran de mangas y de temas más delicados, quería que fueran buenos amigos.

Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar en un futuro incierto cuando el partido se reanudó. Estaba sudando a cántaros y, cuando interceptó a Hakkai con el balón, aprovechó la oportunidad y se lo robó cuando el chico se quedó petrificado.

Akkun y Angry le reclamaron, pero Hakkai se volvió un amasijo de palabras ininteligibles y apartó la mirada cuando se cruzó con la de Mikey, que había decidido no participar en ese partido para disfrutar de la imagen de su novia corriendo de un lado a otro.

Cuando decidieron terminar ese partido, Chifuyu, Peh-yan, (T/N), Suzuki y Takuya celebraron todos los puntos que habían amasado, aunque habían podido hacer muy poco cuando Mitsuya empezó a jugar en serio. Decidieron terminar por ese día puesto que empezaba a oscurecer.

Mikey observó cómo Takuya le ofreció un pañuelo a (T/N) para que se secara el sudor, y también cómo Angry le pedía consejos para encestar canastas de tres. La vio reír con Chifuyu y molestar de forma amistosa a Peh-yan. Mitsuya le dijo algo que la hizo reír y mirar en dirección de Manjiro. Akkun le dio una palmada amistosa en el hombro y Suzuki pareció agradecerle el juego.

Mikey no pudo imaginársela en otro escenario que no fuera ese. Aunque no tenía un puesto oficial, formaba parte de ToMan y todos parecían comprenderlo. Le gustaba percatarse de que ella era capaz de llevarse bien con sus compañeros, de que ellos estarían para ella si algo le llegara a ocurrir a él.

Sintió el corazón pesado y se obligó a apartar esas ideas irracionales. Nada le podía pasar al pandillero más fuerte de Kanto. Y, a pesar de que los fascinaba verla interactuar con sus chicos, empezaba a extrañarla.

Así que se aproximó a ellos, procurando no llamar la atención y la tomó con suavidad de la muñeca y la apartó del ambiente jocoso, hasta ocultarse bajo la sombra de un árbol. Quería tenerla cerca y buscó alguna excusa para que no se viera como un niño que no soportaba estar alejado de su persona favorita. Se decantó por sacar a colación todas las veces que ella había estado a punto de decirle algo para luego apretar los labios y respirar profundo, como si quisiera mantener la compostura.

—¿Quieres decirme algo? —dijo, entornando los ojos sobre su rostro, que aún estaba agitado por la actividad física.

—¿Eh? Pues... —Se puso de puntitas, como evaluando la distancia entre ellos y los demás.

—Podemos hablar de cualquier cosa, excepto si quieres terminarme. Eso es un no rotundo.

—¿Qué? —Ella rio entre dientes—. ¿Por qué querría terminar contigo?

Manjiro se encogió de hombros, percatándose de cada pequeño cambio en su expresión, en cómo un sonrojo florecía en sus mejillas y, una vez más, les daba un rápido y casi imperceptible atisbo a sus labios.

Sin embargo, no pudo reaccionar cuando ella lo tomó del cuello del suéter para acercarlo y, sin previo aviso, juntó sus labios. Era cálido y suave, su corazón dio un vuelco y el estómago le revoloteó en cientos de mariposas, tanto que creyó que saldría despedido al espacio sideral.

Uno.

Dos.

Tres segundos.

Y se separó.

Manjiro estaba anonadado, con una ola de sentimientos arrollándolo mientras su mente ataba cabos sobre lo que acababa de ocurrir porque había sido demasiado breve. Ella lo soltó de a poco, un arrebol encendiendo sus mejillas.

—¡Eso era lo que quería hacer!

Evitó su mirada cuando lo dijo y se apresuró a escabullirse para pasar la vergüenza sola porque no creía que hubiera estado a la altura del otro beso. Sin embargo, Manjiro la atajó por el brazo para hacer que lo encarara de nuevo y, hundiendo los dedos entre el sedoso cabello en la base de su nuca, volvió a besarla.

Si bien no le arrebataba el aliento como había ocurrido en el futuro, la besaba con vehemencia, sin desperdiciar energía en el movimiento de sus labios mientras la mano en su brazo se deslizaba hasta acercarla por la cintura. Sintió las piernas flaquearle mientras el corazón martillaba contra su pecho, al punto que temía que él fuera capaz de escucharla, pero fue una agradable sorpresa descubrir que era capaz de seguirle el ritmo.

—Si vamos a besarnos, hay que hacerlo bien. —Manjiro curvó los labios cuando se separó y rio entre dientes—. Tu corazón lo puedo sentir agitándose si estamos así de cerca...

—No te burles, que tú también estás sonrojado...

—Aunque ¿en serio no has tenido novio antes? Ese beso...

—¡He practicado con la almohada! —atajó ella, azorada.

Manjiro rio de buena gana, exultante. Él no solía ruborizarse, así que la chica bebió de esa imagen como una sedienta en un oasis. Pero cuando se enfrentó a sus ojos de abismos insondables, se encontró con que la miraba con dulzura y cariño, y, en ese momento, pudo creer que, cuando Manjiro le dijo que la amaba en el futuro, era por los sentimientos que ese momento le evocaban.

—Voy a besarte de nuevo —susurró Manjiro cuando se inclinó hacia ella una vez más, pareciéndole inconcebible haber desperdiciado el preciado tiempo que pudo haber empleado en sus besos.

A (T/N) se le entrecortó la respiración, respondiendo a las exigencias de los labios de Manjiro. Sus manos se deslizaron por su pecho hasta apretar el tejido cálido del suéter. Descubría que le encantaba lo cerca que estaban cuando se besaban y la ligereza de los labios de Manjiro sobre los suyos. Halló fascinante el cosquilleo de su respiración sobre su piel y cómo sus manos buscaban donde encajarse.

—¡Mikey!

Manjiro murmuró una imprecación y se separó, satisfecho al descubrir el violento sonrojo en las mejillas de su novia. Estaban ocultos detrás del árbol, así que estaba seguro de que no los habían visto, aunque imaginaba que sospecharían lo que estaban haciendo y no le importaba.

—Takemichi puede ser muy inoportuno, ¿no crees? —Su novia no tardó en alcanzarlo después de conseguir que el rubor le bajara.

Manjiro curvó una ceja por su insinuación, pero asintió.

—Lo voy a ahorcar si no es para algo importante.

—¡Lo dices en broma! —Ella lo codeó amistosamente.

—... Bueno, a Takemicchi no me gustaría lastimarlo. Es importante para mí.

Manjiro trotó hasta Hanagaki y (T/N) curvó una ceja. Él le había conversado de su hermano, de Emma, de Draken y de Mitsuya, de Baji y Kazutora, de Pah-chin y de Peh-yan. Le había hablado de todos, pero no imaginaba que tuviera a Takemichi en tan alta estima, y solo en ese momento reparaba en que también era bastante permisivo con él.

La joven prefirió ir donde Hina y Emma mientras los chicos hablaban. Sus dos amigas le lanzaron una sonrisa maliciosa.

—¿Y bien? ¿Qué hacían por allá detrás? —dijo Emma.

—Nada —repuso ella, sonrojándose—. Solo hablábamos porque le respondí que lo quería.

—Por lo general, ese tipo de declaraciones suele llevar a otras cosas —dijo Hina, fingiendo inocencia.

Emma asintió con vehemencia y (T/N) se dejó caer entre ambas. ¿Cómo querían que les explicara todos los sucesos que la llevó a besarlo porque deseaba a Manjiro de un modo que sobrepasaba su raciocinio? ¿Que había fantaseado con el tacto de su boca y con el recorrido de sus manos? ¿Con sus dulces palabras y sus miradas honestas? Quizás Hina lo entendería, pero era algo que consideraba íntimo y no estaba lista para compartirlo.

—Pero ¿y tú, Emma? ¿Qué tanto hablabas con Draken?

Emma se encendió y Hina le lanzó una mirada a la otra chica, indicándole que su cambio de tema no había sido sutil.

—No mucho, hablamos de la escuela y del dojo... También me estaba contando unas historias de cuando era pequeño, antes de conocer a Mikey.

—¡Son tan lindos! —declaró Hina.

—Y tu sigues aquí, convenciéndote de que no siente nada por ti —molestó (T/N).

Emma hizo un puchero y le dio un golpecito, pero se distrajo cuando notó que todos los chicos estaban escuchando las palabras de Takemichi, aunque no llegaban hasta ellas.

—¿Qué crees que este pasando?

—... Lo más probable es que Takemichi... —Hina agitó la cabeza y luego se encogió de hombros—. No lo sé, pero parece que ya vamos a irnos.

Las tres chicas se pusieron de pie para reunirse con los demás, cuando (T/N) se tropezó con una piedra y dio un par de pasos a trompicones hasta impactar contra Takemichi. Cuando sus manos la tomaron por los antebrazos para estabilizarla, sintió como si le estuvieran pasando electricidad y ambos se separaron de un salto. Esta vez, la chica chocó con Mitsuya.

—¿Están bien? —preguntó Chifuyu, alarmado.

—¡Literalmente entre ustedes dos saltaron chispas! —dijo Yamagishi, estupefacto.

—Estoy bien —dijo la joven, percatándose de que Manjiro fruncía levemente el entrecejo, pero que, al notar su mirada sobre él, curvó los labios—. Seguro yo estoy con un poco de electricidad estática.

—Sí, bueno, no parecía eso —musitó Akkun, cerciorándose de que Takemichi estuviera bien.

—Nah, no es nada —insistió Takemichi con una sonrisa nerviosa porque no entendía por qué siempre le pasaba eso con ella.

Hina enlazó el brazo con el de su novio y dijo:

—Llévame a mi casa, Takemichi.

—Por supuesto, no te voy a dejar regresar sola —le respondió y ella le sonrió, haciéndolo sonrojar y reír tontamente enamorado.

Todos se despidieron menos Manjiro, Draken, Emma y (T/N), que empezaron a caminar en dirección a sus casas. Mikey y Draken iban unos pasos por detrás, bromeando entre ellos, mientras las dos amigas reían por tonterías. (T/N) no entendía cómo esos momentos de calma podían extinguirse en el futuro. Por qué ella y Emma no continuaban hablando si sentía que nunca había congeniado así con otra chica, ni siquiera con Hina, a quien también quería mucho.

Después de caminar más de media hora, Manjiro tomó la mano de su novia y se despidió de los otros dos.

—Llevaré a Emma a casa —dijo Draken, meneando la cabeza en dirección a Mikey.

—Cuídala —repuso Mikey, dándose media vuelta.

Emma se despidió de su amiga con la mano y luego igualó el paso de Draken con entusiasmo. La otra pareja hizo lo mismo y empezaron a andar en total silencio. Luego de un par de cuadras recorridas, Mikey dijo:

—¿Estas bien?

—¿Qué?

—Te estás frotando los ojos.

—Oh... Me empezó a doler un poco la cabeza, nada más.

Manjiro arrugó el entrecejo y dijo:

—Las pocas veces que he visto que tú y Takemicchi se tocan, siempre ocurre lo mismo.

—¿Qué cosa?

—Chispas y tu dolor de cabeza.

—Yo creo que es solo una coincidencia...

—¿Hay algo más que tú hayas notado?

—No realmente. —(T/N) se frotó la barbilla y luego soltó una exclamación de sorpresa—. Pues, ahora que lo mencionas, también...

—¿También?

—No, no es nada.

Manjiro le lanzó una mirada de circunspección y ella suspiró:

—He estado teniendo sueños extraños.

—... ¡¿Con Takemicchi?!

—¡No! ¡¿Qué te pasa?! Es el novio de mi amiga. Los sueños siempre tienen que ver contigo, tonto.

—Ah, vale.

Los dos se quedaron en silencio para luego echarse a reír. Manjiro chocó sus cabezas de forma afectuosa mientras apretaba sus dedos entrelazados.

—¿Y de qué son? ¿Son sueños pervertidos?

—¡¿Qué?! Claro que no... —La chica no pudo evitar recordar el beso con el Manjiro de cabello negro y se puso colorada.

—¡Oh! ¡Fuertes declaraciones, (T/N)cchi!

—¡¿Y por qué te ves tan contento por eso?!

—¿Qué chico no se pondría feliz de escuchar que su novia lo desea?

—Desear es un poco...

—Tecnicismos, nada más. —Él se rio entre dientes—. Aunque yo también he soñado contigo.

—¡¿Eh?!

Manjiro se rio otro poco más hasta sonreírle con calidez.

—Aunque no son sueños triple X.

—¡Yo nunca dije...!

—Mira, ya casi llegamos. Como siempre, cuando hablo contigo el tiempo se pasa rápido.

Ella imitó su puchero y Manjiro se aseveró una vez más que era hermosa, y se sintió afortunado de haberla conocido y compartir ese instante de sus vidas. La chica, por su parte, suspiró y se adelantó al descanso de la entrada de la casa. Su cabeza aún seguía doliendo, aunque no tanto como en ocasiones anteriores.

—Nos vemos —dijo ella, traicionándose al regalarle una sonrisa.

—Nos vemos. —Manjiro curvó los labios y se acercó más a su novia.

—Creo que...

La chica parpadeó, sorprendida, cuando Manjiro se puso de puntitas y depositó un beso en su frente.

—Es un beso de buenas noches.

(T/N) se encendió y él rio entre dientes para después alejarse por el sendero. Se pregunto qué habría desbloqueado en la naturaleza de su relación luego de besarlo. No quiso divagar demasiado cuando la señora Matsuda la recibió y le dijo que el agua de la tina estaba aún caliente, una indirecta que recién la hacía caer en cuenta de que apestaba a sudor.

Antes de irse a dormir, luego de cenar algo ligero junto a la señora Matsuda y contarle sobre las novedades del día, le pidió un paracetamol para lo que intuía que, en un par de horas, se convertiría en un migraña.

Con el cansancio de los partidos de básquet que jugó y las nuevas emociones que se arremolinaban en su pecho, no tardó en quedarse dormida y, a medida que se sumía en el mundo onírico, sentía su cuerpo hundirse más y más en las profundidades de un futuro distante.

Continuará...

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Ahora sí hay beso oficial xD Recuerdo que la escena del beso la escribí primero que todo el capítulo porque deseaba con la pasión de mil soles hacerlo por el contraste entre el beso del futuro con este.

Datos irrelevantes de la historia: Comencemos con que casi no uso honoríficos cuando escribo (costumbre que dejé atrás hace muchos años xD), pero en mi cabeza Hina, Takemichi y Emma usan "chan" para nuestra prota; Draken, Chifuyu, Kisaki y Mitsuya no usan ninguno; mientras que la mayoría de los miembros de ToMan usan "san" porque es la novia del jefe; Peh-yan a veces no usa honoríficos porque se le olvida xD

Espero que estén teniendo una magnífica semana. Por mi parte, conseguí la beca para mi posgrado, así que estoy exultante jaja

¡Cuídense mucho! >.<

P.D.: Grité al ver animado el beso de Koko a Inui del mismo modo que lo hice cuando lo leí en el manga jaja Por cierto, a Akane la animaron preciosísima.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro