Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo LVIII: Despedida

Tuvo que respirar profundo cuando puso un pie en el aeropuerto de Narita, de algún modo, lo hizo con el otro y pronto se halló siguiendo a su madre. Seguía molesta porque el día anterior había llegado más tarde de lo que había prometido, pero no pudo hacer demasiado cuando los chicos del dojo le habían organizado una despedida sorpresa. Y tampoco porque no quería separarse de Manjiro y él la abrazó por al menos media hora antes de despedirse, sin poderle prometer que iría al aeropuerto para verse una última vez

Sin embargo, su mamá no le había reclamado demasiado porque empezó a quejarse de su brazo. Lo cierto era que sabía que una vez estuviera en su casa, en su país, seguro la regañaría a sus anchas y no sabía qué tanto iba a hacer ni qué repercusiones tendría. Se había descuidado porque la señora Matsuda era permisiva, pero su madre siempre la había controlado. Aunque la chica ni siquiera estaba segura por qué lo hacía cuando no era conflictiva, le gustaba estudiar, superarse a sí misma y tenía sus objetivos, al menos los que eran a corto plazo, claros. Si le preguntaban, consideraba que era una buena hija. El mundo no se acabaría porque tuviera novio, que fuera un pandillero era un plus impredecible.

Se fueron a registrar con la aerolínea. Su madre la llevó para que le colocaran un forro protector al equipaje. Le estaba preguntando si necesitaba hacer algo más cuando escuchó que llamaron el nombre de la menor.

—¡Hina! —La joven dejó todo y corrió a los brazos de su amiga—. No pensé que... ¡Deberías estar en clases!

Hina le sonrió y le dirigió un vistazo a la mamá de su amiga e inclinó la cabeza de forma respetuosa. Ya la había conocido, en el hospital, y creyó que solo estaba preocupada.

—Bueno... ¡Takemichi me ayudó a escapar! —Se rio, orgullosa de haberse salido con la suya.

—¡¿Qué?! ¡Takemichi! —reclamó la otra chica, apenas percatándose de que el chico también estaba ahí.

Sin embargo, su corazón se estrujó cuando vio la ligera sonrisa de Chifuyu. Sin pensarlo, fue corriendo hacia él y lo estrechó en un abrazo. No se habían despedido bien porque a Chifuyu lo seguía aturullando la mirada de Manjiro sobre cada una de sus interacciones. La sorprendió que él correspondiera el abrazo con más intensidad de lo esperado.

—Gracias por venir, Chifuyu —le susurró cuando se separó, y tuvo que parpadear varias veces para cerciorarse de que los ojos de Chifuyu realmente estaban anegados.

—¿Y por qué a mí me reclamas? —se quejó Takemichi, entornando los ojos.

(T/N) se giró para verlo y él curvó los labios. No sabía si era buena idea abrazarlo, considerando la última vez en la que se desmayó. Sin embargo, él extendió su mano, su sonrisa insinuándose un poco más y ella lo abrazó con cuidado, dejándolo anonadado por un segundo, pero no tardó en devolverle el gesto, aunque los recorrió una ligera corriente que los hizo separarse pronto.

—Cuida de Manjiro, por favor. Cuida de todos.

—Si viajas al futuro, cuéntame qué ves. Yo aún debo despedirme de todos —dijo Takemichi en voz baja y le sonrió con confianza—. ¡Pero creo que todo irá bien!

Ella le sonrió e iba a decirles unas últimas palabras cuando su madre la llamó para que entraran a la zona de embarcación. (T/N) apretó los labios, pero le dio otro abrazo a Hina y se despidió de sus amigos de nuevo. Sin querer, echó un vistazo a la entrada, pero supo que Manjiro no se aparecería mágicamente.

El corazón le pesó un poco, pero se apresuró a la puerta que daba al área de embarque. Su madre ya había pasado el equipaje de mano y dejado los objetos de metal en la cinta. Ella se disponía a hacer lo mismo, tan nerviosa como lo había estado en su viaje hacia Japón. No quería tener problemas con los policías ni pasar un momento vergonzoso, a pesar de que el personal era extremadamente amable y la guiaban, en español, sea dicho de paso, sobre todo lo que debía quitarse.

Sin embargo, cuando iba a cruzar, gritaron su nombre. El corazón le dio un vuelco y se detuvo en seco, ganándose una mirada interrogativa por parte de su madre y de la señorita apostada en la puerta. Miró a la trabajadora y dijo:

—¿Puedo regresar un momento?

—Pues... —La mujer pasó una mirada entre la adulta y la chica y asintió—: Creo que es importante despedirse de los amigos.

—¡Gracias! —La chica le sonrió y se dirigió a su madre—: Lo siento.

Sin pedir más permisos, se dio media vuelta y corrió al encuentro con su novio, que la recibió entre sus brazos y la alzó en volandas, cuidando de no lastimar su brazo. Manjiro estaba sudado y tenía la respiración agitada, el esfuerzo encendiéndole las mejillas.

—¡Lo logré! —celebró y estrechó un poco más a su novia.

—¡Gracias por venir!

—Tenía que hacerlo, no podía simplemente...

—¡¿Lo logramos?! —exclamaron Emma y Draken al mismo tiempo, la sorprendió la expresión exultante de Emma.

(T/N) se apartó de Manjiro con suavidad y corrió a abrazar a su mejor amiga. Se había despedido de ella la mañana del día anterior, pero sabía que no era suficiente. Despedirse de su mejor amiga era tan difícil como hacerlo de su novio. Sin embargo, se rio cuando Emma le dijo:

—¡No sabes lo divertido que es ir rápido con una silla de ruedas! Ken-chan me trajo todo el camino corriendo.

—Me aseguré de que no fuera a tener un accidente, por si acaso —agregó Draken ante la mirada que le lanzaba la chica—. Aunque fue divertido.

—Queríamos despedirnos de nuevo. —Emma tomó sus manos mientras su amiga se acuclillaba para quedar a su altura—. Seguiremos hablando, ¿verdad?

—Sí. —(T/N) apoyó la cabeza de sus piernas—. Eres mi mejor amiga, Emma, no puedo perderte. Ni a ti, ni a Hina.

—¡Podríamos hacer videollamadas! —saltó Hina con entusiasmo—. ¡En doce años, tenemos que seguir siendo amigas!

Emma se rio, de acuerdo, pero (T/N) volteó a ver a Hina con sorpresa. Era un número bastante específico y significaba una sola cosa. A sus espaldas, Manjiro también reparó en el intercambio y le lanzó una breve mirada a Takemicchi, tendría que hablar con él luego.

Después de que las tres se abrazaran, (T/N) se giró hacia Draken y le dio un breve abrazo, que pareció sorprenderlo, aunque atinó a darle un par de palmadas en la espalda. Alzó la mirada hasta la de él y dijo:

—Cuida de Emma y de Manjiro, por favor.

—Tenlo por seguro. —Curvó los labios—. Ahora, deberíamos despedirnos. Creo que... tu mamá no está muy feliz.

Ella rio, nerviosa, pero asintió. Luego, se giró hacia su novio y apretó los labios, dubitativa. Manjiro le regresó la mirada y ella se decidió.

Un abrazo.

Eso era lo único que podía ofrecerle, caso contrario, no estaba segura de cómo reaccionaría su madre. No era como si le hubiera prometido que no saldría con nadie, pero ese tampoco había sido el plan. No quería arriesgarse.

Manjiro fue quien cortó la distancia y la abrazó con fuerza mientras inhalaba su aroma. Ella no dudó en imitarlo, sintiendo el corazón de Manjiro latiendo, desenfrenado, contra su pecho. Cuando creyó que se apartaría, él acortó aún más la distancia en uno de los besos más dulces y, paradójicamente, tristes, que habían experimentado.

Manjiro acunó su rostro y se permitió perder en el tenue contacto, en lo que esperaba que no fuera un último beso, pero que lo disfrutaría como uno porque no creía que sería capaz de experimentar algo similar, la mezcla de dicha y de la angustia más desesperante. Sus latidos se aceleraron cuando ella posó su mano sobre la de él y entrelazó sus dedos apenas.

(T/N), cuando se separaron, por mucho que deseó poder inclinarse de nuevo para otro y otro y otro beso más, sintió lo que Manjiro susurró contra sus labios en una tenue exhalación, protegido por la confidencia que siempre había entre sus besos. Ella sonrió, y, pese a que era cruel, la llenó de júbilo, así que respondió:

—Yo también te amo.

Continuará...

¡Muchas gracias por leer!

N/A: No podía dejar que solo se despidieran así, además, me gustan las escenas dramáticas de despedidas en el aeropuerto xD Es por ver tantos doramas.

Mi mamá creo que sí me enclaustraba si hubiera hecho todo lo que hizo nuestra prota xD En primer lugar, no me hubiera dejado viajar a Japón sola.

Ahora se viene la relación a distancia >.<

Tengan un excelente día.

¡Coman bien! >.<

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro