Este es un fanfic sin ánimo alguno de lucro y que no intenta vulnerar derecho alguno de parte de quienes sean los que tengan los derechos sobre las franquicias de "destino final", "the big bang theory" y "mil maneras de morir"

DESTINO FINAL 6: EL FIN DEL BIG BANG

Capítulo 7: Mil maneras de morir

Fecha: 13 de Abril del 20xx

Lugar: ciudad de Pasadena, California, Estados Unidos

Conozcan a Barry Kripke, un físico teórico que trabaja en el instituto tecnológico de California (Caltech), Kripke padece de rotacismo, una enfermedad fonética que según él merma su vida social. La verdad, Barry es un cretino que con su miserable personalidad ahuyenta a cualquier persona.

Esta despreciable rata de dos patas vive en las afueras de Pasadena y cada fin de semana se pone a trotar por los alrededores, bueno, digamos que "trotar" es un término relativo. Lo que hace en realidad Kripke, es ponerse ridícula ropa deportiva y simular trotar cuando pasa justo por delante de la ventana de una chica albina de nombre Larou.

La chica será albina, pero de que tiene un buen par de... pestañas, las tiene.

Larou, tiene cuatro perros rottweiler de gran tamaño y corpulencia. Estos "cachorritos" le fueron regalados a la pechugona por parte de Kripke, quien quería impresionar a su vecina.

Kripke, no era ningún amante de los animales pero disimulaba muy bien y cada vez que su "enorme" vecina tenía que viajar, Larou le encomendaba la tarea de cuidar a los perros al baboso y recalcitrante nerd.

Kripke convenció a Larou, de nombrar a los perros: Sheldon, Leonard, Howard y Raj.

Seguro a los cuatro rottweiler los nombres no les gustaron mucho ya que cada vez que Kripke tenía que cuidarlos, estos le gruñían amenazadores, aunque claro, el desecho humano de Kripke también les gruñía.

Teniente Henry Morgan: sargento del departamento de policía de Texas. Unidad K9

―Los perros de ataque como los rottweiler, pueden ser muy mansos si se los entrena desde pequeños. Una cosa que no debes hacer frente a estos perros es mirarlos fijo a los ojos y enseñarles los dientes al mismo tiempo, como si estuvieras gruñéndoles. Los perros lo tomarán como si estuvieses retándoles a atacar.

A parte de gruñirles, Kripke les trataba mal echándoles agua fría de vez en cuando. Los cuatro perros seguro tenían ganas de zamparse al idiota, pero una gruesa reja de metal en el patio trasero les impedía de darse el gusto.

Kripke se divertía molestando a los perros, lo que el desecho humano no sabía, era que a lo largo de los años los perros se iban orinando justo sobre los goznes de la reja y estos poco a poco iban disolviéndose.

Licenciado Armando Erástegui: bioquímico de industrias Monarch, Pensilvania.

―La orina de las personas o en este caso los perros, tienen un porcentaje de ácido que aunque no muy fuerte, puede a la larga interferir con la densidad molecular de ciertas estructuras en especial los metales innobles como el hierro. De hecho, en abril de 2003, el condado de Derbyshire, gastó más de 50 mil dólares en una consultoría para investigar el fenómeno de los hidrantes de agua y el desgaste estructural de sus bases debido a la orina de los animales.

El buen licenciado no está mintiendo, de hecho, ese mismo año muchos postes de luz de metal en Croacia cayeron y mataron a una persona debido a la orina del mejor amigo del hombre.

Sheldon, Leonard, Howard y Raj, no eran para nada amigos de Kripke y cada vez que el cara de chancleta los molestaba, ellos empujaban la reja con sus patas en un vano intento de morder los patéticos huesos del nerd.

Un día, antes de que su muy bien proporcionada dueña retornara de su viaje, los perros trataron de morder a Kripke, quien se reía a mandíbula batiente de ellos.

Esta vez las cosas resultaron diferentes. Los dos goznes de la reja se rompieron ante la continua embestida de los caninos y estos ni cortos ni perezosos procedieron a enseñarle a Barry Kripke, la ley de Murphy.

Doctor Elías Esposito: médico residente del hospital Humbolt, Mineapolis, Estados Unidos, área traumatología.

―La mordedura de un perro se mide por unidades BFQ y la del rottweiler, es la mordedura más fuerte de los caninos domesticados incluyendo el mastín. En este caso el sujeto sufrió desmembramiento de las dos extremidades superiores e inferiores. Aunque es raro que se produzca este resultado, es decir, desmembramiento de las cuatro extremidades, lamento decir que he visto muchas veces casos de pacientes que sufrieron desmembramiento de extremidades superiores, si estos casos son tratados pronto el paciente logra sobrevivir.

Por desgracia para Kripke, no sólo perdió las extremidades superiores, también las inferiores, y con estas últimas ambas arterias femorales.

Capitán Marc Bassinger: oficial (retirado) del departamento de policía de Nueva York, Estados Unidos.

―En toda mi carrera he visto como víctimas de robo han sobrevivido disparos a quemarropa ya sea en el cráneo o en el cuello, pero cuando alguien recibe un balazo en la arteria femoral, es poco lo que se puede hacer, necesitas mucha suerte para sobrevivir algo así.

Los rottweiler, empezaron a comerse la cara de Kripke y a triturar su cráneo, por fortuna, el sujeto ya estaba muerto debido a la pérdida de sangre por la arteria femoral, causa de muerte: shock hipovolémico.

Kripke creyó que nombrar a los rottweiler con los nombres de sus compañeros de trabajo en la universidad sería divertido. Creyó que molestar a los perros sería divertido y creyó que si ayudaba a su vecina pechugona con los chuchos obtendría algo de diversión. Bueno, adivina qué Kripke, no sólo el karma, también los perros pueden morderte el trasero.

MANERA DE MORIR NUMERO 111: ...A LO PERRITO.

CONTINUARÁ...

Notas finales del autor: siempre veo en internet que la gente pregunta cuál es la diferencia entre "destino final" y "mil maneras de morir". Bueno, en la franquicia de películas "destino final" la gente se asusta; con la serie para Tv "mil maneras de morir", la gente se ríe, esa es la diferencia.

Los datos en las entrevistas, son verídicos por si lo preguntan.

Espero que tengan a sus perros bien amarraditos...