POV Jisoo

- No, no, no, e-eso no puede ser no, usted está mal

- Yo, te recogí de la basura, cuando Kang Seulgi, te dejo a tu suerte. Eras tan solo una niña recién nacida, yo no tuve corazón para dejarte sola, así que te cuide hija, te crié como mi hija

- ¡¿Y así tan fácil me lo dice?!

- ¿Y tú qué crees hija? ¿Qué para mí es fácil decirte esto? No hija, tú no sabes lo que he sufrido de solo pensar que este momento llegaría

- ¡¿Y POR QUÉ HASTA AHORITA?!

- Porque no es justo, ni para ti, ni para el señor Kim que yo siguiera callando. Yo nunca hubiera dicho nada Jisoo, si las circunstancias no me hubieran obligado a hacerlo

- No, e-esque me...me cuesta tanto entenderlo. ¡Por favor dígame qué no es verdad! ¡DÍGAMELO!

- ¡ES LA VERDAD JISOO! ¡REACCIONA! - Grito tomándome de los brazos moviéndome bruscamente. - ¡Es la verdad!

- Por eso se puso así cuando le hable de Rosé, cuando la traje a vivir a la casa, por eso siempre estaba tan nerviosa de estar con ella

- Pues hija, tú no sabes la angustia que yo sentí porque su madre fué quien te abandonó en aquel basurero cuando estabas recién nacida

- ¿Por qué lo hizo?

- Hija, pues solo ella y su conciencia lo saben. Ella nunca me dió ninguna explicación

- ¡Es por eso que ella me odia tanto! ¿Ella lo sabía?

- Si Jisoo, ella sabe todo

- Ahora lo entiendo perfectamente. - Me levanté y fui directo a darle de golpes a una de las almohadas. - ¡Yo quiero que esto sea un sueño! ¡Esto no puede ser verdad, no!

- ¡Jisoo! ¡Tranquila hija por favor! - Me tomó en sus brazos y me acurrucó en su pecho. - Yo también quisiera que esto fuera un sueño y terminara ya. Sí yo no dije esto antes era porque yo tenía mucho miedo de que tu me abandonaras al saber que yo no era tu madre

- No diga eso que me lastima. -
Me separé un poco de ella para mirarla a los ojos. - Usted es mi mamá. Por qué usted me crío cuando esa señora se quiso deshacer de mi, porque usted me dió todo lo que una niña quisiera, me dió amor

- Pero Jisoo

- ¡No! Yo no tengo como pagarle que me haya criado como suya. Qué me enseñara que el dinero no es lo que importa, que me compartiera su pobreza. - Tomé su rostro con mis manos. - Escúchame, yo nunca la voy a dejar, nunca

- Pero hija. Tú papá te necesita, han sido más de veinte años de sufrimiento. Lo justo es que lo quieras tanto como a mí. - Me sentó nuevamente sobre la cama, para tranquilizarme un poco

- Ahora que lo pienso, el señor Kim indirectamente me ayudó en casi todo. Me ayudó con el trabajo, la vez que lo conocí, cuando mi hijo estaba enfermo y el se ofreció a pagar todo

- Pues claro hija, si la sangre llama. Y aunque ustedes no sabían la verdad, pues su corazón sí. Ándale hija, ve con tu padre que te está esperando, que lo que más quiere, es que le des un abrazo y todos los besos que siempre añoró

Caminamos lentamente, hasta lo que vendría siendo la cocina. El señor Kim estaba sentado, se levantó rápidamente al verme. Se acercó a mí, estirando sus brazos para que fuera hacia el.
Me tomó entre sus brazos, dándome un abrazo muy fuerte.

- Mi hija, Jisoo. - Con su mano, acariciaba mi espalda y también mi cabello. - Hija mía. - Nos separamos y nos sentamos. - Este es el regalo más grande que jamás pude tener, después de vivir tantos años engañado pensando que mi hija estaba muerta

- Yo ni siquiera se qué decir señor Kim

- ¿Señor Kim?

- Usted debe entender que para mí esto es muy difícil, vivir todo este tiempo engañada, ni siquiera se qué pensar

- Lo se, lo sé, y lo entiendo perfectamente, jamás voy a presionarte Jisoo, poco a poco los dos vamos a asimilar ésto. Es muy fuerte la noticia que los dos recibimos y no es fácil para ninguno de los dos. Solo te pido que no me niegues el derecho de llamarte hija

- No puedo negarselo

- Hija, tiempo al tiempo. Y lo mas importante, es que ya estamos juntos. Ahora hablando de Seulgi, yo procederé legalmente para meterla en la cárcel, ella se lo merece después de todo lo que te hizo

- No, no quiero que haga nada contra ella

- ¿Pero por qué? Sí ella te hizo sufrir tanto, te hizo vivir una vida que no merecías

- Pero es la madre de la mujer que amo

- ¿Qué? ¿Estás enamorada de una de sus hijas?

- Sí, de Rosé. Por ella, solo por ella, le quiero pedir que no haga nada, no quiero verla sufrir

******

Días después

- Entonces...¿Él es tu padre? - Preguntó Nayeon al contarle todo lo que había pasado. - No puedo creerlo

- Imagina como estoy yo

- No puedo creer que esa señora haya hecho tal cosa. Esa es una razón más para que ya no estés junto a su hija, la rubia esa

- Ella no tiene la culpa de los actos de su madre

- Claro, como digas. - Volteó los ojos. - ¿Qué es lo que quieres?

- Me iré a vivir con el señor Kim a su casa. Me quiero llevar a Taeyang

- No, claro que no. Ya te había dicho que no lo alejarás de mi

- Entonces ¿qué días podré verlo?

- Los fines de semana

- Quiero que vaya a la escuela. Quiero darle todo lo que yo no tuve, por favor, coopera conmigo Nayeon

- Eso me parece bien, claro que lo apoyaré

- Muchas gracias. Nayeon, yo, no me quiero llevar mal contigo, se que han pasado muchas cosas pero, hazlo por mí hijo, nuestro hijo

******

Estaba debajo de aquel árbol, recostada, recordando todo lo que había pasado en los últimos días, del nuevo cambio que ha llegado a mi vida y también en Rosé, en lo mucho que la extraño, en que tal vez nuestro destino sea nunca estar juntas.

- Desde hace días que peleamos, no he dejado de venir aquí cada tarde. - Después de varios días sin verla, la tenía nuevamente frente a mí. - Esperando a encontrarte

- ¿Creí que no querías volver a verme?

- Un día después de lo sucedido, Irene fue a la casa. Escuché a mi madre y a ella hablar de que su plan había funcionado

- Todo fue una trampa, como yo te lo había dicho

- Jisoo, perdóname por favor. Perdóname por no haberte creído, por haberte juzgado sin antes pedir una explicación

- No te preocupes Roseanne, Todo Está perdonado. - Observé cómo sonrió, para luego sentarse al lado mío

- ¿Y tú? ¿Cómo haz estado estos días? Escuché que haz estado conviviendo mucho con el señor Kim, tu jefe

- No mal intérpretes las cosas. Hace unos días me confesaron una verdad que aún me cuesta  creer

- ¿Puedes contarme?

- No se si deba decirlo, siento que a mí no me corresponde decirte esto, porque tiene que ver con tu madre

- ¿Mi madre? ¿Qué hizo? Dime por favor

- Rosé, yo, yo...soy hija del señor Kim Seung

- Pero ¿Qué estás diciendo? Mi madre alguna vez me contó sobre eso. Jisoo, su hija murió junto con su esposa, eso no puede ser verdad

- No murió, yo soy su hija

¿Qué te pasa? Estás demente

- Tu mamá me abandonó, cuando mi madre dió a luz, les hizo creer a todos que yo había muerto, me llevó a un basurero y estaba dispuesta a  dejarme morir. Afortunadamente llegó mi madre Sooyoung, me crío como su hija

- Pero...¿Por qué? ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué mi madre haría tal cosa? No puedo...no puedo creerlo

- No sé, eso solo se lo puedes preguntar a ella