Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Trabajo

Trabajo

Tres meses después

Naruto no volvió a saber de Hinata de nuevo. Simplemente ella volvió a desaparecer.

Por un lado lo agradeció, por otro lado la odio un poco más. Ella volvió a perturbarlo, lo suficiente para que Hatake, su jefe, notará de su distracción. A casi mes y medio del asesinato, el asesino volvió con un nuevo cuerpo.

Lo supo, reconoció todos los patrones para que se encendiera la alarma de un asesino en serie se hubiera instalado en Konoha. Era otra mujer de entre 40 a 45 años, la mujer era trabajadora de una empresa del centro, viuda, una mujer dulce por lo que habían dicho los compañeros de ella. Hatake decidió que Naruto trabajará junto con el equipo de Sakura, que se encargaba de la violencia contra las mujeres, cuando confirmaron la violación.

Naruto investigó hacia atrás, en otros estados, como en Suna por un caso similar. Encontró uno de hace tres años atrás, de cuatro asesinatos de distintas mujeres, con distintas vidas. Una había sido una estudiante, de apenas unos 23 años, la otra una madre de 35, que había dejado dos pequeños niños y un esposo destrozado, luego una mujer soltera de 29 y por último una mujer mayor de 45 años con hijos grandes.

Todos tenían las mismas similitudes.

El asesino les advirtió. Les mando mensajes intimidatorios por casi dos semanas, las mujeres habían hecho la denuncia, pero la policía no había llegado a nada hasta que ellas  habían muerto. El detective Gaara, de Suna, se sumó al caso.

Además de eso, tenía una clase de "rituales" que seguía. Torturaba a su víctima primero mentalmente, cuando decidía atacar, siempre lo hacía en la casa de la víctima. Naruto aún no entendía cómo podía encontrarla solas, como lograba entrar sin usar la fuerza.

No encontraban ninguna abertura forzada, no encontraban huellas ni cabellos. Él bastardo usaba hasta condón. Era como si él supiera todos los pasos que debía seguir para no ser cazado. Y eso era lo que más le gustaba a ellos. La anticipación hacia que su último movimiento, el asesinato, fuera tan bueno y tan adictivo para esos enfermos.

Las mujeres eran atadas y violadas, no las golpeaba, Sakura no entendía cómo llegaba a lograr que las mujeres no pelearán. Cuando los resultados de toxicología llegaron lo supieron.

Él las drogaba.

El bastardo estaba a un paso adelante que ellos.

Lo que Gaara resaltó, fue que esta vez el asesino había sido más rápido que él anterior. En Suna se había tomado unos meses antes de volver a atacar. Naruto mandó a Sai para que averiguara en la Niebla por más casos similares. También puso una alerta para saber de una denuncia de una mujer de entre 22 a 50 por amenazas de un desconocido. Pero nadie salió a flote.

Parecía que él se estaba tomando su tiempo esa vez.

Él dejó de pensar en Hinata y se concentró en lo único que era bueno...

— Deberías descansar por lo menos seis horas seguidas...

Naruto levantó la mirada para sonreír a su amiga, se masajeó la sien donde un dolor sordo se había instado desde hacía dos o tres días.

—Estoy bien—, prometió mientras volvía la mirada a la computadora.

Estaba desesperado por encontrar algo, cualquier cosa para evitar que el bastardo atacará a otra inocente.

—Eres bueno en lo que haces Naruto.

Él se detuvo y levantó una vez  más la mirada para ver cómo el delgado cuerpo de Sakura caía de manera poca femenina sobre la silla que mantenía en su escritorio.

—Siento que algo se me escapa— gruñó un poco enojado con el mismo. Sonrió al ver que su amiga había dejado una taza de café en su mesa, lo tomó con una inclinación de cabeza—. Gracias.

Naruto dio un sorbo y suspiró de satisfacción, no sabía que necesitaba un líquido caliente. Sonrió a su amiga, pero notó su mirada preocupada. Decidió desviar el tema antes de que empezará.

—¿Cómo está mí ahijada?— preguntó mientras volvía la mirada a la pantalla de la computadora.

Estaba en el expediente de Hanna, la víctima número uno en Suna. Habían encontrado en la escena una hebra de cabello, desgraciadamente, el ADN no coincidía con nadie que estuviera en la red. También estaba que sólo tenían un parcial de ADN y no uno completo...

—Grande y nerviosa. Ya sabes—, sonrió Sakura—. Los primero dientes son difíciles..

—Oh, me imagino— murmuró Naruto. Aunque no la miró, ya que estaba leyendo lo que los detectives de Suna sacaron del departamento de la chica.

—Sasuke está algo preocupado, pero le dije que es normal que le saliera un cuerno en medio de la cabeza en esa edad.

—Oh, si—, estuvo de acuerdo él sin saber lo que decía—. Complementa normal.

—Y las manchas púrpuras. Todos los bebés pasan por eso.

—Si. Él teme debe confiar más en ti—, concordó.

Naruto gruñó cuando el golpe le dió de lleno en la cabeza. Miró a Sakura con los ojos entrecerrados mientras se sobaba la parte adolorida. Él dolor de cabeza sólo empeorando.

—Si serás imbécil. No me estás escuchando—, dijo ella enojada.

—No puedo Sakura—, gruñó él también levantándose de su silla y alzandose en toda su estatura—. Tengo que encontrarlo.

Sakura lo miró con el ceño feroz.

—Todos queremos hacerlo Naruto. Pero debes descansar por lo menos unas horas seguidas.

Naruto gruñó y se dejó caer en la silla de nuevo.

—No tengo tiempo..— declaró mientras tecleaba en su computadora.

—¿Lo haces por él... O por "ella"?

Naruto se detuvo, con la mirada fija en la pantalla, pero en sus pensamientos vió la foto más reciente de Hinata en su Facebook. Sus ojos perlas grandes, sus facciones delicadas. Ella parecía divina, una diosa preparada para distraerlo.

Levantó la mirada mientras entre cerraba sus ojos celestes a ella y estaba por contestar cuando la puerta donde estaba los despachos de sus chicos se abrió de golpe. Kiba entró a tropezones, su rostro iluminado mientras levantaba una hoja que le parecía conocida, dentro de una bolsa de evidencias.

Naruto se levantó de nuevo mientras Sakura se volvía para ver cómo Kiba casi corría hacia su escritorio. Dejó la bolsa transparente sobre su escritorio y su sonrisa sólo creció.

—Tenemos su próxima víctima—, declaró—. Ella acaba de llegar a la estación para mostrar la carta que apareció en su buzón está mañana.

Naruto tomó la hoja, viendo las letras de revistas pulcramente pegadas en órden.

"Serás mía, pequeña niña. Lo juro"

Naruto sintió su corazón golpear duro, al fin él había vuelto y esta vez estaban listos. Él estaba dispuesto a cuidar él mismo a la mujer para que ella no sufriera la misma suerte que las otras víctimas.

—¿Está ella aquí?— preguntó mientras rodeaba su escritorio.

Kiba asintió y miró a la puerta.

—¡Tráela Shino!— pidió con un grito.

Naruto miró con una sonrisa a Sakura, ella también parecía emocionada. Escuchó los pasos atrás suyo, e intentó relajarse y mostrarse sereno. Era importante que la mujer lo viera seguro, necesitaba que ella supiera que no iba a fallar y atraparía al asesino antes de que la tocará.

Se volvió cuando Shino se aclaró la garganta, acomodando su camisa para tener una mejor impresión, aunque no podía hacer mucho con sus cabellos locos y desordenados.

Se quedó congelado cuando ojos perlas le devolvieron la mirada estupefacta.

—¿Hinata?— preguntó con hilo de voz—. ¿Tú... Tu recibiste esta nota?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro