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Miedo

Miedo

-¡Más rápido! Maldición -, gruñó Naruto mientras cortaba el teléfono con la llamada a Sakura, ya había perdido la cuenta de las veces que la había llamado, pero seguía intentando.

-Hago lo que puedo-, gruñó a su vez Sai.

Naruto se agarró de la manija de arriba de la ventana cuando el auto dobló en una esquina, los neumáticos chirriando y resbalando por la calzada mojada. Él tenía la mirada en el teléfono, marcando una vez más.

- Joder...-, murmuró Sai haciendo que él alzará la vista cuando, otra vez, la llamada era recibida por el buzón.

Naruto de congeló mientras veía todo el barrio oscuro, como la boca de un lobo. Él también maldijo. La radio que mantenía en el auto hizo un ruido.

-¿Namikaze?

Naruto cortó la llamada y tomó el auricular, apretó el botón mientras sus dedos se apretaban en la manija por arriba de su cabeza.

- Aquí, Namikaze. 10-45(Todas las unidades). 10-1(acudan a mí posición. Necesito ayuda). 10-18(urgente). 10-32 (informar transmisión/Refuerzos) Repito: 10-1. 10-18. 10-32.

El auto hizo otro deslizamiento cuando volvió a doblar, con una maldición murmuradas de Sai. Naruto no dijo nada cuando su compañero bajo un poco la velocidad. Entendía, el asfalto era muy peligroso con esta extraña lluvía que caía con tanta fuerza. Estaban tan cerca, que sería un terrible ironía chocar antes de llegar a Hinata.

- 10-39(este mensaje fue entregado).

- Posible 10-72(Agresión con arma blanca). Dar aviso a 10-30(ambulancia). 10-10(disputa en curso).

- 10-4 (mensaje recibido).

Naruto volvió a dejar la radio, y apagó la sirena, sabiendo que alertarían al asesino si llegaban con tanto ruido y podría matar a Hinata si es que la tenía. Ahora entendía porqué Hinata no le contestaba el teléfono, tal vez el celular de Sakura se había echado a perder con el agua.

Su corazón golpeó con locura cuando distinguió su calle cuando Sai volvió a girar. Estaban a unos pocos minutos, deseaba que Hinata estuviera bien y haya sido sólo una paranoia suya. Pero su corazón se apretó fuertemente.

Naruto sacó su pistola mientras tiraba el inútil teléfono en la parte trasera. Acomodó su chaleco antibalas y reviso que todo estuviera en su lugar.

-No te lances adentro como un idiota- murmuró Sai mientras bajaba más la velocidad.

Naruto no contestó cuando Sai giró para frenar en su patio delantero. Él se precipitó fuera del vehículo antes de que se detuviera por completo. Escuchó por arriba de las gotas fuertes el llamado de Sai, pero él no prestó atención mientras se movía para ir al costado de la casa.

No podría entrar por la puerta. Parecía una mierda, pero era de buena calidad y no se rompería a menos que lanzará el auto sobre ella. Llegó a la petisa verja del costado y la soltó, cayendo en el barro en cuclillas. Justo un relámpago alumbró la oscura noche y sus ojos se abrieron enormes cuando vió la compuerta abierta. Buscó rápidamente, mientras se acercaba, algún signo de que Hinata podría haber huido por allí, pero no encontró nada.

Naruto giró la cabeza cuando un sonido de chapoteo llegó desde su espalda. Sai estaba sobre él, con el arma también lista. Su compañero se puso en cuclillas al lado de él.

—Parece que quiso salir— murmuró sacando una pequeña linterna y apuntando al suelo de la entrada.

Él lugar estaba lleno de agua, pero Naruto pudo ver hundimiento finos, paso los dedos por allí, dándose cuenta que tendría que haber sido dedos.

—Da aviso—, gruñó antes de entrar al compartimiento poniendo su panza al suelo y arrastrándose hacia adentro de la casa.

Justo estaba peleando para pasar sus hombros por la puerta del armario cuando dos disparos explotaron desde adentro de la casa.

Su corazón subió hasta su garganta mientras peleaba por levantarse. Escuchó los gritos de Sai desde atrás de él..

—¡10-18! ¡10-31! (Un delito está en curso)

Naruto corrió apenas estuvo fuera. Se tropezó con Potes y los pateo mientras iba hacia la puerta de la cocina.

Los disparos habían sonado desde su habitación.

Naruto se precipitó por el pasillo, resbalando con algo viscoso y húmedo. Sai llegó con la linterna para alumbrado y ambos se dieron cuenta que era sangre. Sai siguió el rastro hacia la puerta de la habitación levemente cerrada.

Se obligó a él mismo intentar pensar lo que tenía que hacer, pero ya estaba actuando antes de que la voz de su razón hablara. Apoyó su espalda al lado de la puerta, Sai estaba del otro lado. Hasta ellos llegaron la voz de una mujer, pero él no pudo distinguir quién podía ser.

Naruto levantó una mano, diciendo con su puño que primero entraría él, que estuviera atento. Sai asintió mientras su cuerpo se tensaba.

No podía esperar más.

Se puso frente la puerta y la pateo con un pie, se lanzó al suelo, esperando un disparo o cualquier cosa y giró, para terminar cerca de su cajonera. Era una ventaja saber dónde estaba cada uno de sus muebles. Naruto se incorporó en una rodilla, teniendo la otra pierna flexionada mientras apuntaba a la cama.

La ventana que estaba tras la cama estaba rota, la lluvia caía furiosamente por la abertura y el viento soplaba agitando las cortinas. Naruto distinguió dos cuerpos sobre la cama y su respiración se contuvo. Escuchó un ruido del otro lado de la habitación y apuntó hacia allí.

Sai entró para apuntar con su linterna y arma a una muy pálida Sakura que se agarraba el estómago. Naruto reconoció su ropa mientras ella respiraba con dificultad.

De repente, la lluvia mengüó. Las gotas dejaron de ser grandes e imperdonables y comenzó a caer mas lentamente. Naruto aún estaba shockeado, con una rodilla en el suelo mientras miraba a Sai correr a Sakura.

—10-1 (acudan a mí posición. Oficial necesita ayuda).  10-18. Solicito 10-30—, gritó en el pequeño transmisor que tenía sobre su hombro.

Naruto volvió la mirada a la cama e intentó levantarse, temiendo lo peor cuando ninguno de los dos cuerpos se movieron.

—Lo siento, Naruto— llegó hasta él la voz rota y rasposa de Sakura.

—Silencio fea, aprieta fuerte eso—, gruñó Sai con su apodo cariñoso para su compañera.

Naruto sintió que la habitación se movía en círculos cuando dió un paso hacia la cama. Pudo distinguir el cuerpo casi desnudo de Hidan sobre otro más menudo.

Hinata...

Él se precipitó hacia la cama y se esforzó para sacar el cuerpo inerte de Hidan sobre Hinata. Hasta él llegaron los ruidos de las patrullas y ambulancias.

—Ve a abrir la puerta— gruñó Sakura con voz llena de dolor—. Estaré bien.

Naruto no prestó atención mientras giraba lentamente el rostro de Hinata. Tembló entero al ver sangre en su cuerpo casi desnudo, pero el lugar estaba demasiado oscuro para saber si era suya o de Hidan. Dió una mirada al rostro del diácono y encontró su mirada vacía dirigida a él, con una leve sonrisa. Como si él bastardo supiera que había conseguido su propósito.

Naruto lucho contra las lágrimas.

Él buscó desesperadamente el pulso en su muñeca y quiso morir cuando no lo sintió. Acercó su rostro a la boca de Hinata, poniendo su mejilla cerca de la nariz. Su propio aliento volvió cuando sintió un débil soplido. Sus dedos buscaron en el cuello y en el muslo desnudo.

Encontró el pulso justo cuando varios policías y enfermeros entraban.

Le costó, pero se hizo a un lado cuando dos doctores se precipitaron a la cama...

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