Habitación del sacerdote.
Aprovechando el momento nos dirigimos hacia la pieza de su padre, pulcra y ordenada, mi amigo entro con miedo, porqué podría llegar en cualquier momento y sorprendernos, normalmente a estas horas volvía. Yo por el contrario curioso y con ganas de hallar algo sorprendente entre sus pertenencias, buscamos sin desordenar, y dejando todo en su lugar, conversando entre nosotros, de imaginar encontrarnos con textos antiguos ó algún artefacto de poder, estábamos entusiasmados el tiempo volaba, y anochecía, mi amigo me insto en dejar todo tal como lo encontramos y volver a la sala de estar, eventualmente irme, pero yo sentía que algo podia hallar, entre tanta su insistencia, tuve que decidir si:

-Seguía buscando entre sus partencias:
Capitulo A2.2.1

-Volver a casa:
Capitulo A1.4