Le dedico esta novela ligera a mi mamá.

Narra ???.

Valla que esto es un poco extraño, verla con esta edad, ese tamaño y esa inocencia...todo lo contrario a ella...

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En un hospital se podía apreciar a un hombre de alrededor de 19 años, teniendo proporciones un poco más grandes que la mayoría de la gente en "este" tiempo, cabello largo y rizado de color negro en su mayoría, con ligero toques rojos y dos mechones rubios en las entradas del hombre, todos esto atado en una simple cola de caballo, una ligera barba de candado bien cuidada y afeitada, pero con rastros de crecimiento en la parte inferior de la cara, labios delgados, nariz algo grande y puntiaguda, ojos que por su mirada relajada parecían pequeños, cejas un poco pobladas y frente algo pronunciada. Eran los rasgos que podías identificar del sujeto, pero lo más notable era el enorme saco de color negro que llevaba encima, dejando a la imaginación la mayor parte de la ropa del hombre.

Pero ¿qué era lo que veía exactamente este tipo tan detalladamente?, simple, era la puerta donde adentro se había llevado a cabo un parto, de parte de una mujer de cabello oscuro, ojos cafés, con una cara redonda y algo cachetona sin llegar a lo exagerado, está era la madre de una recién traída a este mundo, una hermosa bebe que a simple vista se veía simple, pero si mirabas bien, llevaba uno que otro rasgo facial de la madre, la cual lloraba de felicidad absoluta junto a su esposo. Un hombre fornido, algo llenito y el cabello algo rojizo, unas cuantas canas y con una barba completa ligeramente cortada, llevando un equipo de carpintero, dando a entender que corrió lo más rápido posible de su trabajo al hospital.

-Veamos de lo que eres capaz de lograr niña...veamos de lo que eres capaz...-Hablo el hombre para sí mismo, mientras caminaba tranquilamente por el pasillo, sin rumbo alguno, solo...una caminata.

Nadie decía nada, las enfermeras pasaban al lado de el como si nada, los doctores ni siquiera lo notaban, los pacientes no lo tomaban como algo que tener en cuenta. O al menos así fue hasta que en un descuido de una de las enfermeras la cual leía unos papeles, caminaba directamente hacia el hombre con un paso acelerado hasta que...nada paso, como si de niebla se tratase, el hombre fue atravesado por la mujer, provocando un escalofrío en esta misma, la cual miro en donde debería estar el hombre, lugar, donde había la nada absoluta, mientras que el hombre caminaba en esa "nada" como su fuera el dueño del lugar.

-Veamos que grandes problemas tienes y el como lo solucionas, pequeña pecosa...-Dijo el hombre al salir del hospital mientras escuchaba como una melodía el llanto de una bebé.