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Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 7🌹

﹙🌿﹚⊹

       Desde el día en el que ChangBin se comportó de una manera extraña Félix ha estado más que distante, y ¿porqué no estarlo? ...que tu amigo mas cercano halla tocado tu cuerpo de esa manera es bastante extraño, demasiado para él, claramente ese es un comportamiento que no puede ser admitido entre dos alfas.

Félix miraba a travez de la ventana, su amigo estába ahí, llegando a la escuela, su corazón se aceleró cuando un pensamiento se acercó a su mente, pues estaba recordando el día en el que conoció a ChangBin, después recordo el motivo por el que comenzaron una platica más tarde y recordó su objetivo; enamorar a un omega.

Félix repasó el salón con su mirada deteniéndose ocasionalmente cuándo dos chicas llamaron su atención, Momo y Tzuyu, las dos futuras omegas.

No sabía con quien intentarlo primero, Tzuyu es básicamente la perfección si hablamos de belleza, y Momo es divertida y tiene una personalidad muy agradable, bien Momo primero.

Félix ideo un plan perfecto, Momo dejaba caer a menudo su lápiz, puede ser algo torpe aveces, muchas de esas veces el le devuelve su lápiz, comenzaría por mostrar una sonrisa cada que lo extienda ante sus ojos agradecidos, ChangBin le había dicho que su sonrisa es muy hermosa, quizás funcionaría.

Lo puso en practica la primera vez que tubo la oportunidad y recibió a cambio la coqueta sonrisa de la niña, félix se sintió triunfante y cerró su puño y lo trajo a su pecho con emoción.

Si tan solo Félix fuera un lobo presentado podría percibir la auténtica escencia de enojo que emandaba abundantemente a sus espaldas.

¿Cómo se atrevía? ¿Cómo fué capaz?

ChangBin estaba más qie consiente de la distancia que había marcado su pequeño e ingenuo omega, lo resentia todos los días y eso no le hacía nada bién, lo hacía lucir descontrolado y lastimosamente su personalidad y su estado de ánimo se veían afectado.

Fué hasta el cuarto día que explotó momo dejaba caer su lápiz a proposito; y ésta vez la niña fue tan atrevida que invitó a Félix a su casa a jugar.

No, claro que no... Félix definitivamente la rechazará.

—Si claro, vamos a jugar.

No, no, no y ¡NO!.

¿Una loba de trece años invitando a un niño a su casa a jugar? Claro que NO, es decir... NO.

Pero claro, ChangBin no se atrevió a decir nada porque parecería extraño.

El sabía que si le decía a Félix que el realmente es un omega se desepcionaria de si mismo, el le ha contado más de una vez que desea presentarse pronto como un alfa para que él y su padre dejen de ser una carga para sus abuelos.

Decírselo a Félix conyeba muchas consecuencias;  como confesar el hecho de su lazo de su amor destinado y no es que el no quisiera contarlo de una buena vez y dejar que Félix se quede a su lado justo ahora.

Las palabras de su madre resonaban en su cabeza constantemente;

"Si le cuentas ahora, podría ser que sufra mucho"



        Felix en la casa de Momo no fue bien recibido, la castaña se esforzaba nerviosa por hacer sentir bien a Félix, después de la mirada acosadora de su hermano mayor;  además su madre no le había dejado ir al cuarto de la chica loba a jugar a solas, así que estaban en el patio jugando a las escondidas.

Era el turno de Félix, sabía que era algo tonto jugar a eso a su edad, pero la verdad la estaba pasando bien, estaba descubriendo el jardín de la casa y le parecía precioso, ahora estaba detrás de las girlandas concentrado en los movimientos de Momo cuando sintió una mano sobre su hombro.

Giró sin pensarlo mucho; el hermano de Momo, lo supo enseguida al ver los ojos indescriptibles, usó su palma como mordaza y su brazo como transporte al cuarto de limpieza, lo dejó frente a la puerta, donde el se colocó como garrotero.

Félix nunca se había sentido gan invulnerable como en ese momento en toda su vida, mil cosas pasaron por su mente, pues la cara y la intensa expresión permanente en la cara de ese jóven no ayudaba nada.

El chico inclinó su cara cortando el de por sí; pequeño espacio entre ellos y bajó la seja cuando por fin dejó escapar su sentencia.

—Pequeño imbécil, si veo que tú o cualquier otro lobito estúpido entra a ésta casa va a experimentar algo de lo que jamás querrá experimentar.

Félix tragó fuerte, el mayor lo había arrincado en el trascurso de su discurso, pero al final lo más sensato para el fué asentir confirmando su acuerdo.

La mirada penetrante y un indice culpador lo señalaban.

—Ahora vas a irte y nunca más regresarás a éste lugar.

El mayor se hizo a un lado y habido la puerta dejando a Félix con su condicionada libertad en busca de su sentencia.

Rápidamente encontró a momo escondida en los escalones del almacén; se despidió, pero ella no mostro mucha sorpresa sinó decepción.

—Hasta mañana.

         Las cosas se pusieron un poco extrañas; Momo seguía siendo la chica amistosa y accecible de siempre, pero ya no dejaba caer su lápiz.

ChangBin lo notó, claro que sí, y félix dejo de lado una vez más su misión de encontrar pareja para el futuro olvidandolo por completo.

Eso no era lo único, ChangBin conoce a la perfección el aroma de Félix había captado el mínimo avance en el desarrollo de la escencia, su lobito está creciendo poco a poco y eso lo hace sentir bien, ChangBin anhela con el día en que su pequeño se presente.

Más aún, sueña con el día en el que su omega lo eliga como alfa, el día en el que se deje marcar después del cortejo.

Pero sabe que aún hace falta años, aún falta dos meses para el cumpleaños numero trece de su pequeño, debe esperar primeramente su presentación...después darle algo de tiempo y finalmente pedir permiso para cortejarlo.

—Félix... ¿Eres capaz de percibir mi aroma?

—No, lo siento Hyung.

—Hagamos una apuesta

—¿Qué aposta hyung?

—Adivina mi olor, y yo adivino el tuyo.

—No es justo, tu olfatp ya está desarrollando.

—Y mi aroma también, si hueles de serca podrias notarlo fácilmente... Si ganas tu puedes pedirme lo que quieras y si yo gano... Vas a tener que tejerme un sueter a mano.

—¡Eso es injusto hyung! ¡No! —Félix cruzó sus brazos sobre su pecho y ladeo su cabeza ofendido.

—Aunque pudiera olfatearte solo percibiría una parte de tu olor por tu edad, pero yo adivinare exactamente tu escencia, si me equivoco en tan solo un detalle yo perderé.

Eso convenció a Félix, accedió pero con la condición de que su hyung se dejara olfatear a profundidad sin sentirse incomodo, y lo haría después cuando estén solos, así que ChangBin lo llevó al hueco de las escaleras en hora de descanso.

—¿Quién primero?

—Tú.

ChangBin lo había planeado todo, tomó supresores aún sin estar serca de su celo, el haría lo necesario por tener ese contacto intimo con su omega.

Félix comenzó a olfatear, primero tomó su muñeca y luego olfateo sobre sus venas, descubrió un povo más la mangas largas de su chaqueta y paseo su nariz por la extención de su brazo, y Félix negó, siguió con su cuello. ChangBin se recargó sobre la pared y se dejó hacer, félix se paró de puntitas para poder alcanzarlo. ChangBin lo ayudó, lo sostuvo por sobre tres sentimetro de su cintura para su equilibrio y Félix pasó su nariz.

ChangBin se mantenía quieto, pues el rose de su pequeño aceleraba su corazón tanto que si comenzaba a hablar tartamudearia; félix ahora parecía confiado.

Félix dejó caer sus mano sobre la de ChangBin indicándole que ya no necesitaba de su ayuda, ChangBin obedeció, pero las manos de félix seguían sosteniendo las suyas, cuando el comenzó a bajar su nariz por su pecho murmuro un satisfactorio "mmmmm" pues la sonrisa en sus rojizos labios solo podía significar que su aroma era de agrado para su pequeño omega y eso hacía que el orgullo se inchara más sobre su pecho.

—¡Chocolate! Hueles a chocolate Hyung... ¿cierto?

—Digamos que sí, faltan detalles pero lo adivinaste, pero yo te diré exactamente cada uno de los detalles de tu escencia y cuando te presentes tendré un sueter calentito.

ChangBin giro a su pequeño y lo dejó con adoración sobre la misma pared, era su turno y el sabía exactamente el olor de su pequeño y estaba a punto de degustar con si se tratara de un banquete, comenzaría con sus extremidades y terminaría por lo mejor... Su cuello.

ChangBin juntó las delgadas pero bien formadas muñecas de Félix y las olfateo, definitivamente esa parte olía a malteadas, pero si subía a su cabecita y olisqueaba su cabello oleria a fresitas, y un poco más abajo de su oreja, fresa con crema, y aún más abajo el su cuello, leche condensada, ChangBin dejó pasar su lengua en el espacio entre su cuello y hombro, ahí donde algún día clavaria sus dientes y probaría su sangre perfumada, ahí había un festín de olores, todos juntos, armoniosamente que no resultaba empalagoso, más bien adictivo.

ChangBin contó hasta díez y se separó de su pequeño, sabía que debía medir su tiempo o las cosas se saldrían de control.

Félix parecía algo nervioso, ChangBin lo confirmó inspeccionando en su escencia, el de verdad podía percibír su olor, quizas porque espera que su escencia sea digna de un alfa.

Pero no, el no mentiría, es la forma de demostrar en el futuro que siempre conoció su olor.

—Malteada de fresa, fresa con crema y leche condensada.










🖇¿Estan listos para la maratón? Porque io sí!

Nos leemos en unas horitas!

Maratón 1/3 bebes! 🍒

🌿Lin~

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