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Capítulo 45🐺🔥

⚠️  Éste capítulo contiene lemon, lo que puede ser incómodo para algunos lectores. Has sido advertid@, lee bajo tu propio criterio.

¿La mejor música? La que hace tu corazón agitado después de hacerme el amor —Danns Vargas

Parpadeantes y brillantes luces blancas iluminaban el gran árbol de navidad en la sala de estar del apartamento de Jungkook; el fuego de la chimenea, las risas y el olor a comida recién hecha que es servida en la mesa, representa el vínculo familiar entre la pareja de destinados y sus amigos, quienes en fecha de fin de año celebraban la navidad que no pudieron tener juntos.

Jungkook invitó a sus amigos a celebrar el fin de año juntos, incluyendo a Namjoon y Seokjin, a quienes Taehyung no tardó en presentarle, ansiaba que Jin conociera su verdadera pareja. El omega le contó a Jungkook de la extraña, pero hermosa relación que tenían los alfas y como aquello influyó tanto en que fuera a buscarlo aquel día en la graduación.

La armonía que había en la casa era inigualable, con los chistes malos de Jin y los comentarios tan ocurrentes y sin filtro de Jimin, pero lo que provocaba que estallaran en risas eran las carcajadas de Hoseok por la cosa más simple.

Taehyung miró a su alrededor notando la calidez del lugar a pesar de que afuera hacía frío y pensó en lo afortunado que era de haber conocido aquellas personas, recién había vuelto a casa y sentía como si nunca se hubiese ido, sus amigos seguían siendo los mismos; el ambiente en el apartamento de Jungkook le traía recuerdos de todo lo que habían pasado allí. En ese momento, mientras veía como Jimin bailaba sin vergüenza alguna, delante de todos y con una copa de vino en manos.

Taehyung debía admitir que su amigo era muy bueno en el baile y que éste estuviese mostrando sus mejores pasos a los demás de una manera tan seductora y tierna a la vez, era hermoso de ver, aún más las miradas coquetas que le dedicaba a Yoongi, quién casi nunca sonreía, pero cuando se trataba de Jimin era todo muy diferente. El castaño observó como éste miraba a su mejor amigo con ojos brillantes, fue entonces cuando supo que Jimin había encontrado lo que tanto buscaba, alguien que solo tuviese ojos para él y que lo mirara como si fuese la estrella más brillante de toda una galaxia, justo como lo hacía Yoongi. Y eso, eso hizo feliz a Taehyung.

Después de aquel espectáculo de Jimin siendo él, el castaño notó como Jungkook empezó a secretearse con su amigo, pero Taehyung no le dio mucha importancia y volvió a la cocina para regresar junto a sus amigos con otra botella de vino.

—Tranquilo, no es como si él fuese a rechazarte —alentó Jimin al alfa que se encontraba nervioso a pesar de que ya había planeado lo que estaba a punto de hacer.

—¿Está mirando? —preguntó Jungkook nervioso tratando de mirar de reojo a Taehyung.

—Jungkook, toma el maldito anillo y haz tu trabajo, Hobi está listo para grabar —demandó el omega pasándole con discreción la cajita morada que el alfa le había entregado a Jimin por precaución.

—No estoy listo —confesó.

—¿Qué te pasa estúpido? Es tu destinado —cuestionó Jimin con las cejas levantas y los ojos ligeramente abiertos—. Por la Luna, ¿tendré que darte un último empujón?

—¿Y si dice que no? —Jimin puso los ojos en blanco al mismo tiempo que se llevaba una mano a la cintura.

—¿A dónde se fue el macho alfa puro que eres? Enserio que sorprende como Tae te tiene comiendo de su mano —opinó el omega dando el último sorbo de su bebida mientras veía como su amigo se acercaba con la botella de vino en manos.

Taehyung se acercó a ellos abrazando al alfa por la espalda, haciendo que éste se sobresaltara un poco, el omega besó la espalda ancha del azabache, haciéndole saber al alfa que estaba cerca y que estaba pendiente de él, un acto simple pero demostrativo. El castaño se acercó a su mejor amigo y le llenó la copa nuevamente, mientras lo hacía, Jimin le pidió a Jungkook con una mirada insistente que aquel era el momento indicado.

El alfa tragó en seco y sujetó de la muñeca a Taehyung, quién lo miró extrañado viendo cómo su amigo le quitaba la botella de las manos y se iba de allí.

—¿Qué pasa? —le preguntó Taehyung a Jungkook, quién miró a sus amigos y vio a Jimin haciéndole ademanes con las manos.

—Yo..., tengo algo que decirte —susurró Jungkook mirando a los ojos a su omega. Taehyung confundido asintió esperando lo que el alfa tenía para decirle, quien tomó sus dos manos y lo miró a los ojos.

—Antes de conocerte pensé que mis noches de dolor eran por mi lazo roto, pero resultó ser que yo sentía tu dolor porque tu lobo me llamaba, me necesitaba —confesó Jungkook en un susurro—. Recuerdo que en mi peor noche te encontré al borde del abismo y como si fuese ayer, recuerdo la plenitud que sentí cuando nos tocamos piel con piel.

—Jungko...

—Déjame terminar —le pidió con ojos brillosos—. Nunca te conté lo que sentí, pero al tocarte; imágenes de nosotros cruzaron por mi mente, supongo que de nuestra vida pasada como destinado, y le agradezco tanto a Luna por unir nuestros caminos.

—Hubiera deseado haber llegado antes y evitar todo el dolor por el que tuvimos que pasar, pero solo el destino sabe lo que hace y con qué razones —consideró Jungkook—. Tae, te amo tanto que esta vida y la otra no son suficientes para demostrarlo, mi amor por ti es tan grande que daría mi vida por ti —expresó Jungkook acariciando la mejilla del omega que ahora tenía los ojos brillosos por las hermosas palabras del alfa.

—Planee esto de una forma muy diferente, pero no quiero esperar más. —Taehyung lo observó nervioso cuando notó que éste dejaba ir sus manos para buscar entre sus bolsillos. Recordó que no estaban solos y miró a sus amigos que parecían estar viendo un espectáculo sonriendo de oreja a oreja, incluso llegó a ver una lágrima en el rostro de su mejor amigo. Cuando volvió su mirada a Jungkook lo vio de rodillas frente a él con un anillo de oro deslumbrante en una cajita de terciopelo morado.

—¿Te casarías conmigo? —preguntó Jungkook esperando la repuesta del omega.

Taehyung sorprendido y emocionado asintió dedicándole una gran sonrisa al alfa, quién lo alzó en un abrazo que hizo reír al omega para luego colocar el anillo en su dedo anular. Taehyung lo miró sin poder creerlo y como respuesta sujetó entre sus manos el rostro del alfa para depositar en sus labios un corto pero significativo y lleno de amor beso. Ambos se separan y vuelven su atención a sus amigos, quienes se acercaron a ellos con la emoción a flor de piel.

—¡Felicidades! —chilló Jimin abrazando a su amigo con fuerza—. Mereces esto y más, estoy tan feliz por ti Tete —consideró el omega con la voz quebrada y con lágrimas que no pudo evitar. Le alegraba tanto que finalmente su mejor amigo podría ser plenamente feliz junto a la persona que amaba, por años lo vio fingir su bienestar y ver lo feliz que le hacía Jungkook simplemente le emocionó.

Después de felicitaciones y abrazos, todos esperaron en medio de cantos y bailes el Año Nuevo que se aproximaba. Taehyung no dejaba de ver el anillo en su dedo, que en lugar de tener el diamante sobre el aro éste se encontraba incrustado en medio del aro, lo que lo hacía bastante elegante. Ladeó la cabeza para encontrarse con la mirada de su ahora prometido, quién le sonrió para luego dejar un cálido beso en  la mejilla del omega, mismo que terminó recostándose en el pecho del alfa mientras miraba lo ebrio que parecían estar Namjoon y Hoseok, quienes cantaban a todo pulmón en el karaoke improvisado que se habían montado.

Jungkook y Taehyung recibieron el Año Nuevo en los brazos del otro, mientras observaban desde la azotea del edificio los fuegos artificiales que estallaban en el cielo. El alfa giró su cabeza y observó con admiración el rostro del omega que miraba con impresión los fuegos artificiales, sin darse cuenta sonrió al ver las delicadas facciones del rostro de Taehyung, a pesar de toda la algarabía a su alrededor y del sonido casi ensordecedor de la pirotecnia, toda sus atención estaba en su destinado, como si éste fuese el único allí. Con sutileza rodeó la cintura del omega y lo mantuvo cerca de su cuerpo.

—¿A dónde fue Hobi? —preguntó Jungkook mientras bajaban las escaleras en dirección al apartamento.

—Dijo que se encontraría con Kyung, creo que están saliendo —contestó Jimin—. Nosotros también nos vamos, ustedes tienen cosas que hacer y nosotros también —opinó el rubio

—Relaja las nalgas y diviértete —le susurró Jimin a su amigo al mismo tiempo que apretaba el trasero del omega con una sonrisa traviesa en rostro.

—Ay Jiminie —masculló entre risas Jungkook al ver lo atrevido que estaba su amigo. El y Yoongi eran los últimos en despedirse.

—Discúlpalo Taehyung, esta intolerable esta noche —comentó Yoongi al escuchar al omega.

—¿Disculpa? —cuestionó Jimin con indignación mientras se superaba del abrazado de su amigo—. ¿Acaso quieres quedarte sin postre?

—Eso es algo que has intentando en incontables ocasiones, yo perfectamente puedo, tú no —contraataco Yoongi tirando del brazo de su omega.

—Ojalá fueras malo en eso, pero no lo eres, eres como una dulce golosina que no puedo dejar de...

—Jimin, ya cállate —le interrumpió Yoongi dejando salir un suspiro al ver lo hablador que estaba. Todos consideraron que debió haber bebido de más como para estar así, de todos era el que más toleraba el alcohol.

En cuanto la pareja se quedó a solas en la casa, Jungkook cerró la puerta y se quitó los zapatos en la entrada, dándole la espalda a Taehyung tan solo por un segundo y cuando se dio la vuelta se encontró con la mirada lasciva que le brindaba su omega mientras se quitaba la bufanda de seda que llevaba en el cuello, la mirada de Jungkook se detuvo en los labios de Taehyung, quién pasó su lengua sobre ellos de una forma bastante seductora.

Cuando el alfa dio un paso hacia adelante, Taehyung se alejó y con una sonrisa traviesa en los labios caminó de espaldas hacia la recámara y sin dejar de observar al alfa que lo devoraba con la mirada. Jungkook al ver como el omega se quitaba los botones de la camisa blanca de mangas largas que llevaba puesta, hizo lo mismo con su ropa.

—¿Qué intentas hacer? —cuestionó Jungkook mordiéndose el labio inferior viendo el pecho ahora descubierto de su destinado. Deseaba con desesperación tocarlo.

—Yo también tengo algo preparado para ti —informó Taehyung en un tono de voz bajo y bastante seductor.

—¿Eso implica que yo no pueda desvestirte? Quiero hacerlo —pidió Jungkook deshaciéndose de su camiseta con furor, lanzándola a la cama. Taehyung lo miró deseoso recorriendo el robusto y tan marcado cuerpo del alfa, la tinta negra en su brazo derecho lo hacía ver tan sexi y deseable.

Sin darle una respuesta Taehyung se le acercó tomándolo por el rostro y levantando solo un poco su cabeza para poder llegar a sus labios, mismos que besó con lentitud. Sus manos abandonaron su rostro para deslizarse por los abdominales del pelinegro, hasta llegar al miembro ahora erecto del mismo; caricia que a causó en él un jadeo que fue ahogado por la suavidad de los labios del omega qué pasó del labio superior de Jungkook hasta el inferior, al mismo tiempo que acariciaba el bulto en sus pantalones. Succionando delicadamente el labio del alfa, se alejó poco a poco para luego dedicarle una mirada brillosa por la sensualidad de aquel beso tan excitante para ambos.

—Espera aquí y deshazte de ese pantalón, parece molestarle —susurró Taehyung señalando su erección.

El omega entró al cuarto donde ya tenía su ropa acomodada en el armario que por el momento compartía con su destinado. Sacó de las gavetas la ropa interior que había comprado para el día anterior, pero la necesidad de estar juntos fue tan intensa que no les dio tiempo a hacer más nada que solo sexo.

—¿No vas a sal...

Jungkook se quedó a media frase al ver a Taehyung, quién se detuvo en el umbral del baño con una mano en su cintura y la cabeza ligeramente echada hacia atrás y una sonrisa divertida en su rostro. El alfa miró con la boca abierta el bóxer negro de diseño transparente y de encaje floral con tirantes que se ajustaban alrededor de las piernas del omega, quién ahora caminaba hacia él pelinegro sentado en la orilla de la cama.

—¿Te gusta? —preguntó con una sonrisita.

—Debo admitir que estoy muy sorprendido —opinó Jungkook al ver lo bien que le quedaba aquella lencería.

Sabía lo atrevido que era Taehyung, pero nunca espero que éste llegara a usar algo como eso, ni en su imaginación se vería tan bien como lucía en aquel momento, con la tenue luz de la habitación y esa mirada traviesa que le dedicaba. Era como tener a alguien completamente diferente frente a él, pero algo que amaba era que a pesar de tener algunas marcas se sintió seguro con su cuerpo, algo que el alfa sabía que le costaba.

—Quiero darte tanto o más placer del que me das —susurró Taehyung empujando levemente a Jungkook para que éste se recostara sobre la cama apoyándose en sus codos. El omega gateó sobre él y mientras lo hacía el alfa abrió los ojos al darse cuenta de que su ropa interior no tenía entrepierna, es decir que todo estaba al aire libre y podía tocarlo cuando quisiera sin tener que quitar la prenda. Miró con detenimiento la lencería del castaño y levantó la mirada hasta encontrarse con la de su destinado.

Taehyung hizo un camino de sonoros besos desde los muslos del pelinegro hasta su abdomen, pasó sus manos por el miembro del alfa que seguía cubierto por la tela de su bóxer, acarició con lujuria el pecho del alfa y volvió al bóxer que le empezaba a molestar, así que se deshizo de aquello dejando al azabache completamente desnudo. El omega colocó sus piernas a cada lado del cuerpo del alfa, estirándose hacia adelante para capturar sus labios en un beso hambriento, necesitado. El roce del trasero de Taehyung con la erección del alfa provocó que ambos jadearan en medio del beso.

A Jungkook le encantaba ver esta faceta de su prometido; le gustaba tenerlo encima suyo, tocándose por detrás mientras el besaba sus pezones. El alfa abrió los ojos para ver cómo el castaño disfrutaba tocarse a sí mismo, no era algo que veía con frecuencia y descubrió lo mucho que aquellas acciones le excitaban.

Taehyung bajó su mirada y luego de ver cómo el alfa se colocaba el preservativo, tomó entre sus manos el miembro de su alfa empujándolo con lentitud en su interior, lo que provocó un gemido en ambos. Jungkook sintió la húmeda en la entrada de su compañero y la calidez de su interior.

El azabache deslizó sus manos por las piernas del omega y no pudo evitar tirar de las ligas de su lencería, causando un jadeo por parte del omega. Apretó lo glúteos de Taehyung mientras éste se movía a su propio ritmo sobre él, algo que a Jungkook le pareció muy excitante. La forma en la que el castaño se movía apoyando sus manos en las piernas del alfa fue algo que el pelinegro no pudo soportar por mucho tiempo. Aunque le encantaba tenerlo sobre él, con la cabeza echada hacia atrás y escuchando esos gemidos de voz profunda que tanto amaba; Jungkook se sentó en la cama abrazando el cuerpo de Taehyung para dejarlo sobre la cama.

El omega sintió un vacío en su interior cuando el alfa se apartó por pocos segundos, Jungkook hizo que éste se colocara de rodillas sobre la cama, tomó la camiseta que se había quitado antes y con esta amarró las muñecas del omega detrás de su espalda, lo tomó por el cuello e hizo que apoyara por completo su pecho sobre la cama y mientras el azabache levantaba su pelvis sintió como éste lo volvía a llenar con su virilidad, igualmente de rodillas en la cama el alfa se impulsó al interior del omega tomándolo por el bóxer de encaje, prenda que provocaba en Jungkook unas increíbles ganas de azotarlo, algo que se resistió de hacer. Quería ser tan cuidadoso como pudiera.

—¡Alfa! —gimoteó Taehyung el sentir como Jungkook golpeaba su próstata con ímpetu, lo que causaba que el omega sintiera que se desvanecería en cualquier momento.

La posición le permitía llegar tan profundo como necesitaba para provocar los gritos de Taehyung. Algo que a él le fascinaba escuchar.

Jungkook apretó las nalgas del omega y con el ceño fruncido sintió una corriente atravesar su cuerpo mientras subía de velocidad, al darse cuenta de los gemidos guturales del omega se detuvo de golpe y desató el amarre en su muñeca. Con la respiración agitada salió de él para dejarlo reposar sobre su espalda, el alfa levantó su mirada hacia el ventanal frente a él y notó la Luna llena que iluminaba la habitación que ahora se encontraba a oscuras. Se aseguró de que Taehyung estuviese bien y respiró profundo antes de moverlo más cerca de la ventana.

—Tae —lo llamó el alfa mientras despojaba al castaño de la única ropa que llevaba puesta, necesitaba sentir su piel hacer contacto con la de Taehyung, sin nada de por medio.

—Mmm —susurró el castaño con los ojos cerrados mientras el alfa besaba su cuello y lo penetraba con erotismo.

—Quiero que seas mío —susurró Jungkook moviéndose lentamente de adentro a afuera con las piernas del omega enrolladas en su cintura.

—Kookie —masculló jadeante, tomando entre sus manos el rostro del alfa para mirarlo directo a sus ojos—. Quiero ser tuyo.

Ese fue el permiso que Jungkook necesitaba para incrementar sus estocadas en un vaivén que hicieron que el omega arqueara su espalda al sentir el intenso placer que recorrió todo su cuerpo, sentir la cercanía de sus cuerpos y sus respiraciones jadeantes era realmente como el paraíso para ellos.

Jungkook besó las marcas del omega con delicadeza, apartó el cabello de la frente de su compañero y lo besó con pasión sin detener sus movimientos, podía sentir lo cerca que estaba del clímax y por los gemidos de Taehyung supo que éste estaba por llegar al orgasmo. El alfa lo miró a los ojos en busca de una segunda aprobación y con las cejas levemente fruncidas y los labios entreabiertos, el castaño asintió en respuesta. Estaba listo para recibir a Jungkook como su alfa.

Jungkook lamió entre el cuello y su hombro, cerca de la clavícula y al recibir la luz de la Luna en sus cuerpos el alfa mostró sus dientes lobunos. Al momento que clavó sus caninos en la clavícula del omega sintió el abdomen del mismo contraerse y seguidos de eso el caliente de su fluido. Jungkook pudo sentir el reconocido cosquilleo que anunciaba su orgasmo, mismo que llegó justo después del omega. Tuvo que aplicar más fuerza para que sus dientes penetraran las glándulas debajo de la piel del omega, mismas Taehyung abrió dándole paso a las feromonas del pelinegro.

Jungkook sintió como el castaño enterraba sus uñas en su brazo, quien por más que intentó ocultarlo al final dejó salir un quejido de dolor al sentir los dientes del alfa morderlo. El pelinegro lamió la mordida recién hecha con la intención de curarla con las propiedades curativas de su saliva.

Así, con la luz de Luna infiltrándose a través del ventanal, mientras los aromas de alfa y omega se mezclaban, se unieron física y espiritualmente a través de un vínculo inquebrantable incluso después da la muerte.

En ese momento, con la respiración agitada, sus lobos volvieron a unirse para siempre, lo que reforzó su conexión de destinados, algo que ambos podían percibir por la sincronía de sus corazones. La conexión era tan intensa que Jungkook podía sentir lo que Taehyung, sus sentimientos parecían conectarse entre sí, era como una explosión de nuevas sensaciones en su interior.

Cuando Taehyung levantó su mirada se encontró con los ojos lobunos del alfa, rojos brillantes, mismos que lo miraban como si después de años volvían a encontrarse, en ese momento mientras parecía estar mirando más allá de su físico, apreció una plenitud en su interior, un paz y seguridad. Ambos se sintieron completos.

Acarició el rostro de Jungkook y a pesar de que la marca en su cuello dolía un poco le dedicó una sonrisa de satisfacción.

—Eres mío —susurró el alfa orgulloso.

—Siempre lo he sido, éste solo fue el encuentro oficial de nuestros lobos —corrigió Taehyung.

Y como si ya no se tratara solo de ellos dos, Jungkook masculló: —Te dije que siempre te encontraría, mi omega.

Taehyung cerró sus ojos al sentir las caricias en su rostro por parte del alfa, tener ese contacto de piel con piel, al latir de sus corazones que parecía ser uno y la mezcla de sus aromas, recompensó cada segundo de sufrimiento.

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