Capítulo 41🐺
Dicen que una mente ocupada no extraña a nadie y mírame aquí, con mil cosas que hacer y siempre elijo pensarte —Fredy Jiménez
En los brazos de su madre y con su padre preparando te medicinal para de alguna forma aliviar el dolor de su hijo. Jungkook recuperó la compostura y aunque el dolor no se había ido por completo, era más soportable. Con la insistencia de sus padres este terminó yendo a su casa, donde después de tanto tiempo volvió a dormir en aquella recámara que no había usado desde ellos 18 años.
El silencio de su hogar y el sonido de la brisa en el exterior le trajeron algo que el necesitaba en aquel momento, tranquilidad y con eso pudo dormir tranquilo, abrazado a la camiseta de su omega.
El siguiente día fue más llevadero para el alfa, la presión en su pecho se había ido, aunque sabía que volvería, esperaba que fuese así. El alfa tenía intenciones de volver al ritmo normal de su vida, pero su padre le pidió que se quedara, después de todo no había hablado apropiadamente de lo que había pasado y Jungkook tampoco quería que explicarle sobre Taehyung, aunque no lo lograra, quería pensar lo menos posible en su destinado porque le preocupaba que con ello su lobo volviera a inquietarse como lo hizo la noche anterior.
Al final terminó contándole todo lo del matrimonio y la partida de Taehyung, se esforzó por mantener la calma en todo momento y por suerte pudo hacerlo.
—¿Cuándo vas a aprender a usar tu poder Jungkook? Aish, ya no hay mucho que se pueda hacer ahora, hay un matrimonio de por medio —señaló Sung poniéndose de pie frente a su hijo que seguía sentado en el sofá de la sala de estar.
—Debiste haber hecho algo antes, podías irte del país con él, podías enfrentar a su padre de la manera correcta, ¿por qué te vuelves tan débil cuando se trata de tu omega? Debería ser lo contrario —cuestionó su padre. Pregunta que el mismo hizo al darse cuenta de que había algo de verdad en sus palabras.
—Jungkook tienes que dejar de pensar con ira, a veces creo que olvidas que eres un alfa pura sangre y que puedes hacer más que romper cosas y matar gente —reclamó su padre—. Siento decirte esto, pero te lo dejaste quitar de las manos y Taehyung solo tomó la vía más fácil, los dos tienen la culpa de lo que está pasando.
Jungkook no tenía el atrevimiento de contradecir a su padre, mucho de apartar la mirada, después de tantos años lo estaba regañando.
—Tienes que dejar de ser tan orgulloso con tus antecesores, acéptalo, no importa que quieran aprovecharse de ti por tu apellido, usa ese poder Jungkook —demandó Sung en un tono de voz tranquilo a pesar de tener en su rostro una expresión molesta.
Jungkook no hizo más que asentir con la mirada en el piso mientras escuchaba a su padre, sabía que se merecía toda esa reprimenda. Desde que entró a la universidad dejó de presentarse con su apellido, le molestaba que la gente lo identificara como "el último alfa puro de la familia Jeon", el peso de su ascendencia era mucho. Los maestros en la escuela siempre esperaron que él fuese el mejor en todo solo por ser un "Jeon", creció con eso impuesto y por eso empezó a evitar usar su apellido.
El alfa creyó que nunca iba a necesitar recurrir a las relaciones de su familia, pensó que solo él era suficiente, pero no, ahora se daba cuenta de que necesitaba ser Jeon Jungkook, no solo Jungkook.
—Lo siento padre —se disculpó en voz baja el pelinegro.
—No te disculpes, tenemos trabajo que hacer, creo que ya es hora de que uses el poder que tienes como se debe —señaló su padre.
Aquel día Jungkook pasó el día con su padre, quien mantuvo la cabeza del alfa ocupada en boxeo y taekwondo, para luego llevarlo hasta la estación de policías donde tenía bastantes relaciones, veteranos que por alguna razón estaban vinculados con su familia desde hace mucho tiempo.
El alfa sabía que su padre tenía buenas relaciones con el gobierno, pero esas relaciones no fueron suficientes cuando había algo que ellos no tenían y que era muy necesario para ir detrás de Ji hoon y el Sung woong. Jungkook y sus padres intentarían por todos los medios solucionar el problema de una buena vez, pero no parecía ser tan fácil como creían.
Después de haber visto como su padre usaba la influencia de su nombre, con la sensatez que el pelinegro deseaba tener, no desistió su búsqueda de pruebas para darle a Ji hoon lo que realmente merecía, cárcel. Si quería volver a estar con su destinado, debía ocuparse de su padre primero y fue lo que hizo durante meses.
Jungkook conocía a personas que podían ayudarlo con su búsqueda, pero al parecer habían escondido a su destinado debajo de las piedras, no se encontraba por parte. Había cambiado su teléfono, nadie, siquiera Jimin sabía dónde vivía, es como si lo hubiesen borrado de la existencia.
Habían pasado dos meses desde la partida de Taehyung, cada vez era más difícil para el alfa mantenerse a flote en aquella situación, era cada vez más dolorosa y lo único que lo mantenía vivo era su conexión con el omega, de todo eso era lo único bueno que tenía en aquel momento y sabía que debía ser buena señal que ellos, aun con todo lo que había pasado, con el enojo y decepción que sentía el alfa, la conexión de destinados se mantuviera. Lo malo es que no era tan fuerte como para encontrarlo.
El tiempo seguía corriendo y Jungkook no era capaz de saber del paradero de Taehyung, le dolió aún más que este no haya dado siquiera una pista de donde se encontraba, lo que terminó hiriendo aún más al lobo del azabache. Entonces, cuando ya había agotado sus recursos para encontrarlo se dio por vencido, pensó que si Taehyung no lo había buscado era porque este estaba más bien con Bogum.
Día y noche Jungkook se cuestionaba si acaso el vivir con aquel alfa por dos meses había despertado algún interés en Taehyung. Lo único que lo dejaba dormir tranquilo en las noches era el saber que no había sido marcado, pues de haber sido así percibiría lo poco que sentía al omega. Le preocupaba que el castaño sintiera algo por Bogum y que de alguna forma se sintiera a gusto viviendo con él, era lo único que pasaba por su cabeza al ver que este parecía haber tomado muy bien la separación de un año.
Jungkook dejó de esperar la llegada del omega, también dejó de buscarlo, si este lo necesitaba tanto como él, lo encontraría. Se rehusaba a creer que Taehyung no sufría como él lo hacía, pero era lo que aparentaba su desgarradora ausencia.
Estar lejos de su destinado lo mantenía triste todo el día, es por eso que Jungkook desviaba su atención a cualquier otra cosa que no tuviese que ver con el omega. Empezó a trabajar hasta tarde en la empresa, sus horas de sueño eran casi nulas, se sumergió en trabajo y asignaciones de la universidad, después de todo estaba a muy poco de graduarse, lo que lo mantenía bastante ocupado.
En ese tiempo, Jimin realmente llegó a preocuparse por la salud del alfa, quien había dejado de compartir con ellos en la facultad, todos podían notar la tristeza en sus ojos, su comportamiento corroboraba aquello. El rubio notó que este se saltaba las comidas, apenas y podía verlo en un día; siquiera su mejor amigo Hoseok lograba estar con él y darle su apoyo, cuando lo intentaba Jungkook lo alejaba diciendo que tenía cosas que hacer. El alfa no permitió que sus amigos lo cuidaran, difícilmente compartían en clases y en cuanto terminaban, salía disparado a la empresa donde se quedaba hasta muy tarde en la noche.
Llegaba a casa solo a dormir y a veces no podía hacerlo cuando los recuerdos de Taehyung martillaba en su cabeza de una forma muy molesta, de nada le servía la camiseta que le había dejado si ya no tenía su aroma, lo único a lo que podía aferrarse era a su amor por el omega, aun así, cada día que pasaba perdía un poco más la esperanza de que dentro de algunos meses iban a encontrarse.
Se preguntó una y otra vez como seria, ¿de verdad el omega planeaba sólo quedarse a vivir con Bogum por todo un año y no darle siquiera señales de vida a Jungkook?, ¿Cómo sería un encuentro entre ellos después de un año?, ¿incómodo? La verdad es que a Jungkook le parecía algo muy absurdo todo aquello, no había forma de que después de tanto tiempo las cosas siguieran iguales entre ellos, si es que dé en serio se encontrarían.
El alfa por lo general pasaba el fin de semana en el bosque de su familia, donde se ejercitaba hasta el cansancio o seguía los pasos del hombre que se encargó de arruinar su relación con su destinado, había desistido de la búsqueda de Taehyung, más no de la pruebas que necesitaba obtener de su padre, no podía dejar que Ji hoon siguiera caminando libremente por la calle después de todo lo había hecho y el empeño que había puesto en alejar al omega de su lado, no olvidó todo el sufrimiento que le causó a Taehyung y él debía pagar por todo lo que le hizo .
Durante su seguimiento Jungkook esperaba encontrarse con las personas que se relacionaba Ji hoon. Notó como el hombre se reunía casi siempre el mismo día y a la misma hora con el líder de una organización que Jungkook y su padre desdichadamente conocían. Fue en ese entonces que comprendió el terror de Taehyung hacia su padre, ese hombre era capaz de cualquier cosa con tal de tener poder y dinero. Su ambición es lo que lo llevaría a las ruinas o eso creía Jungkook.
Las personas con las que estaba haciendo negocios, eran los mismos que prostituían omegas, los vendían y hasta se decía que experimentaban con ellos. Los alfas y beta no estaban exentos de aquellas atrocidades, eran conocidos por romper lazos y Jungkook lo sabía; algunas alfas por más dominante que estos fueran eran asesinados por aquella banda de malhechores con los que Ji hoon tanto se reunía. El alfa pensó que seguramente estaba planeando cosas muy malas para su hijo, incluso para el alfa que seguía viviendo con él, si fue capaz de vender a su propio hijo era capaz de cualquier cosa.
Cuando descubrió esa turbia información, tuvo miedo por Taehyung, podía soportar un año sin verlo sabiendo que al final podría encontrarse. Pero saber en las cosas que estaba metido su padre le atemorizaba que este le hicieran algo muy malo a su destinado. Por eso se apresuró para llegar al fondo de todo aquello y hacer todo lo que estaba a en su poder para evitar que le hiciesen algo a Taehyung.
Por primera vez en su vida, usó la influencia de su apellido como debía y contactó a cualquier persona que pudiera ayudarlo a conseguir las pruebas que necesitaba. Pero Ji hoon pareciera saber cubrir muy bien las cosas que hacía y eso le molestaba al alfa, pues no tenía nada más que fotos de sus reuniones con su gente, lo que no le servía para nada.
Después de otro día fallido en conseguir pruebas incriminatorias para el padre de Taehyung, Jungkook se encontraba sumergido en botellas de alcohol después de haber tomado tanto hasta el punto de no poder mantenerse de pie su cuenta. Las punzadas volvieron a hacerse presente y con ello sus ganas de encontrar a Taehyung.
El alfa se encontraba en un pequeño bar cerca de su casa, mismo que solía visitar con bastante frecuencia en los últimos meses. Antes había tomado trazando sus límites, pero aquella noche todo parecía ir peor que nunca para el pelinegro, quien terminó demasiado ebrio.
—Maldita sea —se quejó cuando intentó volver a casa. Se rio de la situación y posterior a eso sintió como unas manos lo ayudaban a caminar hasta un auto que era completamente desconocido para él.
Estaba demasiado borracho como para preocuparse por ello, solo quería deshacerse del dolor y olvidar todo aquello que le causaba sufrimiento, el aroma era una fuerte combinación entre menta y café, así que supo que se trataba de un alfa dominante.
—Vamos Jungkook, no lo hagas más difícil —masculló el alfa que intentaba sacar al azabache del auto. Pero este lo único que hizo fue mostrar sus colmillos y sus ojos rojos.
En un intento de patada lo único que el ebrio alfa logró fue marearse aún más, toda su cabeza daba vueltas, estaba débil y cansado de pelear. Cuando fue llevado a rastras hasta su apartamento, Jungkook intentó reconocer el aroma que le parecía tan conocido. Pero no pudo saberlo, terminó tumbado en el vestíbulo de su apartamento, el alfa que lo ayudó a llegar solo lo mantuvo de pie hasta la puerta y desapareció.
Jungkook asoció inmediatamente aquel aroma con los recientes eventos de su vida, entonces comprendió que solo había percibido ese aroma en dos personas, Taehyung y Bogum, en definitiva, no era la fragancia del omega. Se trataba de Bogum, pero el alfa estaba muy borracho como para pensar mucho en ello, así que terminó olvidándolo y cayendo en un profundo sueño.
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