Capitulo 4🐺
Todo puede tener belleza, incluso lo más horrible —Frida Khalo
Otra pintura terminada, otra más que reflejaba el dolor de Taehyung y que quedará escondida en los más recóndito de su armario. Cuando vio a su padre subir a su auto, limpió sus manos llenas de pinturas, y no es hasta que terminó de irse que bajó tan de prisa como su cuerpo adolorido le permitía; tomó su mochila que seguía en el piso de la sala y nuevamente tomó el bus a la universidad.
Cuando miró la hora en su móvil, se dio cuenta que ya había perdido una clase realmente importante, así que no podía darse el lujo de perderse una más. De su esfuerzo y dedicación dependía que tan brillante sería su futuro. Su padre podía decir todo lo que quisiera sobre él, pero no le permitiría que le impidiera estudiar algo que amaba tanto hacer. Ser un omega no iba a arruinar sus sueños.
Ser omega le quitó muchas cosas; la felicidad y el amor propio fue lo primero que le arrebató, la libertad de ir a sus lugares favoritos con sus amigos y sin miedo de estar fuera de casa durante la noche. Nunca pensó que llegaría a odiar tanto su subgénero, y lo hacía porque era una persona de alma libre que tuvo que renunciar a ello por el simple hecho de ser omega.
Taehyung corrió por el campus tratando de llegar al aula y se sorprendió al ver la cantidad de personas que había en los pasillos. Estaba tan desesperado por llegar, que solo le gritó a los demás para que le permitieran pasar. Al doblar en el pasillo que daba a al salón de clases, su cuerpo impactó contra el de un chico alto, casi caen juntos al piso, pero el chico tuvo bastante resistencia como para sostener los brazos del omega y mantenerlo de pie.
—Perdón —masculló el castaño antes de seguir su camino. Siquiera le vio el rostro, solo sabía que corría tan rápido como podía, sin importarle el dolor de su cuerpo. No quería llegar tarde, odiaba perderse el primer momento de una clase porque después se perdía con facilidad.
Llegó al salón de clases casi con el corazón en la boca y disculpándose por su tardanza. Dibujo 2 era su última clase del día y por suerte no se perdió el inicio de la clase, no cuando ya no se trataba de teoría, sino que debían practicar allí.
Cuando dieron las seis de la tarde, Taehyung recogió sus cosas mientras en el momento que se terminó la clase. Al salir, un Jimin entusiasmado arropó a su mejor amigo en un fuerte abrazo, lastimando los recientes golpes del castaño, quien apretó sus labios y mordió el interior de su mejilla para no dejar salir un quejido. En ese momento deseó que su amigo no fuese tan cariñoso.
—Por fin llegó el momento —comentó alegre, mientras tomaba a Taehyung del brazo para caminar juntos hacia la salida. A pesar del ardor en su cuerpo y el cansancio, el omega decide acompañarlo a esa cafetería a la que tanto quería ir.
En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en el dichoso café. La verdad es que tenía una vibra bastante relajante, la música de fondo apoyaba su pensar. Los matices de los colores grisáceo y blanco hacían que la cafetería luciera bastante elegante y moderna, algunas partes de las paredes eran rusticas lo que le daba un toque más vintage. Las frases en las paredes laterales le daban esa esencia juvenil y brillante que necesitaba, una de ellas provocó una sonrisa en el rostro de Taehyung cuando leyó: "no tenemos wifi, hablen entre ustedes".
Por alguna razón, Jimin se sentó cerca de la puerta, en una mesa para dos pegada al ventanal, lo que les proporcionaba una vista del exterior. La calle estaba concurrida y la cafetería de pronto también se empezó a llenar. El rubio decidió invitar en esa ocasión, después de todo él fue quien insistió en salir, así que terminó ordenando waffles de mora azul para ambos, americano frío para él y smoothie de fresa para Taehyung.
—Hace mucho que no salíamos juntos —opinó Jimin cuando llegó junto a su amigo.
—Ya no tenemos el tiempo de antes —respondió Taehyung con una sonrisa de lado.
—Sobre todo tú, andas muy apresurado desde que iniciamos el segundo año de universidad —comentó al cruzar sus piernas y juntar las manos sobre su regazo, acción que hacía a menudo.
—Es que tengo muchas cosas que hacer en casa, parece que soy el único que sabe cocinar en ese lugar —explicó exasperado.
—Que compren comida preparada, tampoco eres un esclavo —sugirió.
Taehyung pensó en lo mucho que esa palabra lo describía, aun así le sonrió, pero cuando estaba a punto de decir algo cuando llamaron al rubio con la orden lista.
—Cambiando de tema, ¿cuándo piensas buscarte un alfa? Con tu cuerpo yo ya tendría cientos que elegir. —Su pregunta tomó al omega desprevenido, quien se removió incómodo en la silla de madera, preparando una respuesta que no delatara su situación.
—No estoy interesado en ningún alfa, tampoco estoy buscando a nadie por si planeas presentarme a algún alfa que quiera cortejarme. —Taehyung se apresuró a explicarle. Lo conocía muy bien, ha hecho eso otras veces.
Jimin era un omega que amaba serlo, era dominante y bastante coqueto, pocas veces se deja intimidar por los alfas. Todo lo contrario a Taehyung.
—¿Qué te pasó en la mano? —preguntó cambiando de tema y llevándose un bocado de waffles a la boca.
—Ah, no es nada, me quemé cocinando —mintió escondiendo la mano que su hermanastro pisoteó la noche anterior.
Jimin se encogió de hombros y miró a su alrededor como si estuviese buscando a alguien. Taehyung aprovechó ese momento para estar pendiente de la hora y solo pensaba en la paliza que posiblemente tendrá al llegar a casa.
—Déjame ponerte al tanto de lo que pasa en nuestra facultad, ya que estás muy ocupado, te has perdido de todo. —El castaño asintió con la cabeza mientras comía de los waffles y escuchaba lo que su amigo tenia para decir. Él siempre estaba al tanto de todo lo que sucedía en la universidad, Taehyung siquiera sabía como conseguía informaciones tan detalladas incluso fuera su facultad.
—Hay un alfa que se trasladó a nuestra universidad hace algunos meses, hay...
—¿Por qué no me extraña que se trate de un chico? —preguntó Taehyung con los ojos entrecerrados.
—Sigue comiendo y escúchame —demandó el rubio apuntándolo con su dedo índice, una vez más con esa mirada que solo causó la risa de Taehyung, quien le hizo ademanes a su amigo para que continuara.
—Se está volviendo algo popular en nuestra facultad y ni siquiera está en artes, estudia negocios o algo así. Al parecer es todo un papacito, dios griego de cuerpo escultural, Adonis en su máxima expresión—explicó Jimin con emoción y el castaño no pudo evitar reprise por la forma en la que acaba de describir a ese chico.
—Vaya, me sorprende que no sepas que marca de calzoncillos usa, ¿y por qué es un Adonis en su máxima expresión? —preguntó tomando de su bebida.
—Eso es lo que dicen, yo solo te estoy repitiendo todo lo que escuché. Nunca lo he visto, pero ese hombre sí que sabe llamar la atención —contestó ignorando por completo el primer comentario de su amigo.
—Ya, ¿y cuál es el chisme entonces? —Taehyung estaba seguro de que había algo más detrás de ese entusiasmo. Jimin desdobló sus piernas y se movió emocionado, acercándose por encima de la mesa y pidiéndole al castaño que hiciera lo mismo.
—Dicen que es muy serio, algo frío, sexy...
—Al punto Mochi.
—Al parecer tiene un vínculo roto —masculló como si se tratase de un secreto. Taehyung se dejó caer nuevamente en la silla y se rio de ello.
—¿Y eso qué tiene de malo? —preguntó y Jimin abrió más sus ojos, como si fuera la cosa más obvia.
—Su omega fue asesinada, no sé si sea cierto, pero el punto es que, su vínculo no fue roto porque ya no se amaban y si tenían un lazo fuerte hay poca oportunidad con él, lo que lo hace más deseable —Taehyung se rio por el descaro que tenía su amigo para hablar de esas cosas.
Taehyung consideraba que Jimin sabía mucho más de su "especie" que él. Nunca mostró interés en aprender ninguno de esos asuntos sobre la costumbre del ciclo lunar que con el tiempo se perdió, pero su amigo conocía muy bien la historia de cómo sus ancestros se reunían en manadas durante la luna roja, y mostraban su parte animal, momento en el que dejaban ver por completo su casta; donde los alfas eran de pelaje negro oscuro como la noche y omegas blancos como la nieve.
Durante este ciclo de plenilunio, era el momento en que alfa y omega encontraban a su pareja destinada, por lo mismo que están dejando ver todo de sí. La historia contaba que en ese periodo la luna solo se pondrá roja cuando los destinados se encontraran, algo que es muy poco probable que suceda. Todo eso lo sabía porque Jimin siempre hablaba de ello cada que tenía la oportunidad, se preocupa mucho porque él no sabía ni la mitad de lo que el rubio sabe. Era muy insistente en el tema.
—Primero, eso no es nuestra incumbencia—aclaró—. Segundo, eso no tiene nada de especial Jimin, mi padre perdió a su omega y no tuvo problema alguno en encontrar a otra —señaló, pero este negó con la cabeza repetidas veces.
—Tu papá pudo hacerlo porque tenía a su cachorro, el alfa del que hablamos no tiene cachorros y es de nuestra edad, Tete. —En realidad tenia buen punto, pero todavía le seguía pareciendo algo para nada escandaloso que tuviera un lazo roto, no es un asunto de lo que la gente debería estar hablando.
—Ah, olvidé otro detalle —dijo dejando su vaso en la mesa—. Es pura sangre, lo que es aún más raro.
—¿Y?
—A veces creo que no conoces siquiera un poco a tu especie, Tae —se quejó rodando los ojos—. Sabes que los alfas no pueden reproducirse entre ellos, que sería la única forma de ser un pura sangre, que este chico lo sea, significa que aparte de sentir todo mucho más que un alfa normal, también es muy raro en su especie porque solo nace un alfa puro cada 50 años.
Taehyung escuchó con atención la explicación del rubio, en realidad aquello si le parecía algo interesante. No recordaba a Jimin hablándole sobre este tema.
—Entonces, eso es lo que lo hace especial, no el que tenga un lazo rato o que sea un Adonis en su máxima expresión—señaló Taehyung con desdén.
—Oh, es la primera vez te veo interesado en un alfa, ¿acaso te gustó? —preguntó alzando sus cejas.
—Ni siquiera se de quien estamos hablando, ¿cómo me va a gustar alguien que no conozco? —cuestionó Taehyung terminándose su smoothie de fresa. Volvió a mirar la hora en su móvil, ya era bastante tarde, si no volvía a casa lo antes posible, estaba seguro que se iba a meterse en serios problemas.
—Si quieres puedo averiguar quién es y presentártelo, de todas formas, no es mi estilo, no creo que pueda lidiar con un pura sangre, tienen fama de ser bestiales —comentó Jimin con desdén.
—No, Jimin, ya te dije que no estoy interesado, ni siquiera tengo un "estilo de alfa" —aclaró el castaño, pero su amigo no parecía escucharlo, tenía su mirada fija en otra parte.
—Yo si tengo uno, mira detrás de ti, el de la gorra blanca —susurró el rubio. Taehyung miró por encima de sus hombros y vio a un chico más o menos de la misma estatura de su amigo hacer fila para ordenar.
—Ya sabía yo que querías venir aquí por algo más, ¿ahora quién es este? —preguntó, riendo por la cara de embelesado del omega sentado frente a él.
Con total entusiasmo y emoción, Jimin le contó como su camino y el de aquel desconocido se cruzaron de la manera más caótica posible. Taehyung sonrió por el descaro que tuvo su mejor amigo al mentirle, diciendo que nunca había estado en aquel lugar, cuando en realidad iba todas las mañanas, fue así como se dio cuenta de que el chico de la gorra blanca iba a la misma universidad que ellos.
—Entonces, estamos aquí por él —afirmó cuando el rubio terminó su relato.
—Claro que sí, necesito saber si ya tiene pareja antes de dar el siguiente paso. —Taehyung niega con la cabeza y se ríe por el atrevimiento de Jimin.
—Debo volver a casa —le hizo saber a su amigo mientras me levantaba listo para marcharse.
El omega deseaba quedarse otro rato hablando con Jimin, extrañaba poder pasar tiempo con él, pero había llegado el momento de su realidad. No quería volver a casa, porque sabía que probablemente me recibirían con una golpiza.
—Te acompaño a casa.
Ambos emprendieron su camino a casa. Durante el camino en autobús Jimin no dejaba de hablar de ese chico que conoció hace pocos días, se había encontrado con él en varias ocasiones, aunque no hayan cruzado palabra alguna, lo único que el omega sabia era que por una inexplicable razón le gustaba mucho. Al llegar a la casa pintada de blanco en su exterior, Jimin siguió el camino hasta su casa, mientras que Taehyung debía enfrentarse a su realidad.
—¡Por fin llegas, Taehyung! —chilló emocionado Sehun. A la omega le extrañó cuando este lo abrazo—. Woo Bin trajo ramen para que no tuvieras que cocinar hoy.
—Que bien —contestó, sintiéndose incómodo al escuchar ese nombre. Fue entonces cuando sintió el olor a alcohol. Sehun estaba medio ebrio, quizás drogado, porque de ninguna otra manera él lo abrazaría.
—¿Dónde estabas? —cuestiona papá saliendo de la cocina.
—En casa de Jimin, me necesitaba para algo —se excusó esperando alguna brusca reacción de su parte.
—Que sea la última vez que llegues a esta hora a mi casa, a veces olvidas cuál es tu lugar como omega —señaló desapareciendo por la cocina.
Taehyung se quedó parado en medio de la sala, sorprendido de que fue lo único que obtuvo por haber llegado tarde a casa, supuso que estaba demasiado cansado como para enojarse con él. Subió directo a su habitación y cerró con llave, se volvió costumbre hacer eso cuando Woo Bin estaba su casa. Pretendía quedarse encerrado hasta el día siguiente, pero el gruñido de su estómago lo obligó a bajar por comida.
Al bajar las escaleras se sorprendió al no ver a Woo Bin por ningún lado, esperaba encontrarlo junto a su hermano, pero no había rastro del alfa en toda la planta baja. Calentó con emoción el ramen y volvió a su habitación a pasos sigilosos, tratando de evitar hacer cualquier tipo de ruido que llamara la atención de los demás, pero al parecer estaban sumergidos en la película que veían en la sala de estar.
Se dio la oportunidad de poner música mientras comía sentado el piso y de espaldas a la puerta. Estaba cansado de estar tan alerta todo el tiempo, en ese momento tenía la tranquilidad que deseaba tener siempre.
—Mmm, delicioso —masculló para sí mismo.
Dejó el tazón vacío en una esquina para tirarlo más tarde y se permitio bailar un poco al compás del jazz de Amy Winehouse de fondo, movió sus caderas de un lado a otro, disfrutando de la lenta melodía de Love Is A Losing Game.
Por primera vez en mucho tiempo disfrutó de un tiempo para él, giró sobre sus pies tarareando con las manos en el aire y la cabeza echada hacia atrás.
Se sobresaltó al ver una figura en el umbral de su habitación, en ese momento se maldijo por haberse confiado y dejado la puerta media abierta.
—Bailas muy bien —opinó Woo Bin de brazos cruzados y apoyando su hombro del umbral.
El alfa se acercó a Taehyung lentamente, lo que causó que el corazón del omega se acelerara; el miedo se hizo presente y cualquier rastro de tranquilidad se esfumó.
—No te detengas por mí.
La siguiente canción que se reprodujo fue Wake Up Alone, y en ese momento Taehyung le pidió a su cuerpo que diera un paso atrás cuando el intruso en su habitación se acercaba cada vez más. Titubeante dio un paso atrás, pero Woo Bin lo tomó por la cintura para apegarlo a su cuerpo.
—Qué bueno que te gustó el ramen.
El omega se preguntó por cuanto tiempo lo estuvo observando. El alfa frente a él hizo que ambos se movieran al compás de la música. Woo Bin apoyó su barbilla en el hombro del castaño, a quien le resultaba nauseabundo su aroma a tabaco.
El omega apenas estaba moviendo mis pies, no quería tenerlo cerca, menos tomándolo por la cintura y prácticamente obligándolo a bailar con él. Taehyung cerró sus ojos con fuerza cuando el alfa empezó a besar y olfatear su cuello. Woo Bin hizo un camino de besos por sus hombros, quitando con una mano la tela que lo cubría.
—Cada día hueles mejor —masculló el alfa con voz ronca.
La respiración del castaño se volvió irregular cuando el chico succionó ligeramente sobre su hombro, en ese instante abrió los ojos de golpe e intentó zafarse de su agarre, pero éste presionó aún más contra su cuerpo.
—A-aléjate de mí —tartamudeó. Woo bin levantó la mirada y lo miró directo a los ojos. El omega sintió como esa mirada lo desnudaba y el miedo se apoderó de su cuerpo.
«¿De verdad nadie va a interrumpir esto?» pensó.
—Serás mío —susurró el alfa pasando su dedo índice sobre los labios del castaño—. Serás mío Kim Taehyung.
Escuchar su nombre de la boca de Woo Bin fue la cosa más asquerosa que había escuchado, seguido de eso el alfa presionó sus labios contra los del omega y lo besó aun cuando no fue correspondido.
—Serás mi omega —musitó sobre los labios temblorosos de Taehyung, luego sintió las manos del alfa apretar sus nalgas y así sin más, se fue de su recámara, dejándolo desconcertado, aterrado y sintiéndose completamente sucio.
Cuando reaccionó cerró la puerta con llave y corrió hasta a su cuarto de baño, donde también me encerró con seguro solo por si acaso. Se despojó de su ropa con desesperación y manos temblorosas; la arrojó al piso con fuerza, pisándola una y otra vez.
Taehyung se metió debajo de la ducha y estrujó todo su cuerpo tratando de quitarse con desesperación ese horrible olor a tabaco y pino, en el proceso sus lágrimas se mezclaron con el agua que caía sobre su cuerpo. Estrujó con fuerza sin que le importara lastimar sus heridas, solo quería que el toque de ese alfa se borrara de su cuerpo.
Lentamente se deslizó por la pared dejando caer la esponja de baño, arropó sus rodillas mientras lloraba desconsoladamente debajo de la lluvia artificial, peguntándose por qué le permitió hacer eso, ¿por qué simplemente no le dijo que no? Solo tenía que alejarlo de él, pero ¿qué hubiese pasado si ponía resistencia? Posiblemente se volvería peor.
¿Hasta cuándo?, ¿hasta cuándo tendrá que soportarlo? Es lo único que se preguntaba mientras se sumergía en un mar de lágrimas y llanto, recordando los labios de ese alfa en su cuello y sus sucias manos en su cuerpo.
¿Qué les pareció? Los leo👀.
¿Qué tanto Odian a Woo bin?
Yo se que ansían el momento de encuentro entre Jungkook y Tae, las cosas se darán a su tiempo, ese momento llegará🥰.
Nos vemos en el próximo capítulo. Cuídense mucho, besos❤️
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