⚠️Éste capítulo contiene violencia intrafamiliar, la historia no pretende promover el abuso. Si eres sensible a estos temas puedes dejar de leer cuando quieras.

Tengo el lagrimal en sequía, el corazón se me ha marchitado y la esperanza de ha dado a la fuga -Valentina Romanetti.

Taehyung preparó nuevamente su maleta, ni siquiera había utilizado la mitad de las cosas que había llevado a casa de Jungkook. Por el silencio que hubo en el coche era bastante evidente que cada quien estaba en su propio mundo. Taehyung pensaba en cómo haría para convencer a Jungkook de que no se quedara en casa a esperar a su padre como estaba planeando hacer, mientras que el alfa hacía todo lo posible por mantener el autocontrol cuando se trataba de la persona que ha hecho sufrir a su destinado por años.

Para Jungkook ya no era una opción dejar ir a Taehyung y haría cualquier cosa para mantenerlo lejos del monstruo de su padre. En cuanto llegaron a la casa del omega, el alfa quiso entrar, pero aunque su padre llegaba en la tarde, a Taehyung lo ponía de los nervios el hecho de que Jungkook estuviese tan cerca de su casa.

El omega le insistió para que volviera a casa, ya que éste tenía intenciones de esperar a su padre en el interior de la casa algo que le aterraba al castaño, quería evitar tanto como pudiera la furia de su padre y la de su destinado también; Taehyung sabía que iba a llegar enojado por lo que se había enterado y encontrar a Jungkook en la casa solo iba a traer problemas, de eso el omega no tenía dudas.

—No Jungkook, tengo que ir solo, tú esperas en el apartamento porque te conozco, cuando yo le cuente sobre ti, será más fácil presentarte. —Taehyung quería convencerse de lo que le decía al alfa. La verdad es que le tenía tanto miedo a su padre y de lo que era capaz, que aún no quería que Jungkook lo conociera.

—Tae, él no te escuchará —replicó Jungkook con desesperación.

—Lo harán ¿sí? Espera en tu casa y si pasa algo te llamo —le aseguró el castaño.

—Promételo —pidió el alfa en un susurro.

—Te lo prometo mi alfa. —Jungkook aún no estaba seguro de dejar ir a Taehyung, no le parecía para nada una buena idea que él esperara solo la llegada de su padre, pero terminó cumpliendo los deseos de su destinado y se marchó.

Durante todo el día no hizo más que dar vueltas por todo el apartamento, había dejado a Taehyung en su casa hace horas y le escribió cada cinco segundos. Intentó mantenerse tranquilo y con la mente ocupada en otra cosa, se convenció de que si pasaba algo lo iba a sentirlo y Taehyung lo iba a llamar.

El omega se limpió toda la casa antes de que su padre y su hermano llegaran, incluso les preparó comida, era su forma de evitar cualquier tipo de regaño o golpiza. Se mantuvo en contacto con Jungkook para que no se preocupara tanto, eran las siete de la noche cuando escuchó el sonido reconocido del auto de Ji hoon, con el corazón acelerado esperó en la sala de estar.

—Por la Luna, que hambre tengo —exclamó Sehun al entrar a la residencia dejando su maleta en el vestíbulo de la entrada. Como era de esperarse cruzó frente a Taehyung yendo directo la cocina.

—Déjame felicitarte desde ahora, oficialmente eres rico hermanito —comentó Sehun tumbándose a su lado en el sofá, con el tazón de naengmyeon que le había guardado.

—¿De qué estás hablando? —preguntó Taehyung sin entender que Sehun quería decir con eso.

—No te hagas el idiota, estoy hablando de Bogum —replicó con la boca llena. En ese momento su padre entró arrastrando sus maletas.

Taehyung se puso de pie para saludarlo con una reverencia y solo recibió una mirada completamente fría y sería. El omega inspeccionó su expresión para identificar cualquier indicio de enojo, pero su rostro era demasiado neutro.

—¿Qué hiciste para comer? —cuestionó ingresando a la cocina.

—Fideos fríos —respondió Taehyung desde la sala de estar. Su corazón latía con fuerza contra su pecho y los múltiples mensajes que estaba recibiendo de Jungkook solo lo empeoraba.

Taehyung esperaba que su padre le gritara en cuanto llegara, lo regañara por alguna cosa o hasta que hablara inmediatamente sobre Jungkook, en cambio comió sus fideos, se fue a su habitación y estuvo hablando por teléfono por horas. Taehyung quiso aprovechar esa tranquilidad para tocar el tema de su destinado, era el mejor momento para hacerlo.

—¡Taehyung! —lo llamó desde su despacho. El omega respiró profundo antes de salir de su recámara y dirigirse donde se encontraba su padre, cerró la puerta detrás de él y sentó en la silla frente a su escritorio, al ver el semblante tranquilo y relajado de su padre tuvo la confianza suficiente como para abrir la boca y hablarle sobre Jungkook, pero éste fue interrumpido.

—¿Recuerdas que te dije que era importante que te llevara bien con Bogum? —su pregunta confundió por completo al omega, pero éste asintió en respuesta—. Bien, siempre te he dicho que no necesitas esa estúpida carrera universitaria, sino un buen esposo.

El corazón de Taehyung empezó a latirle desbocado cuando notó el rumbo que tomaba la conversación, Bogum y esposo en una misma oración era algo que no podía resultar bien. Taehyung mantuvo su mirada en su padre, quien ojeaba unos papeles.

—Quiero un buen futuro para ti y ese está en Bogum, el debe de estar firmando en este momento su contrato de matrimonio contigo. —Taehyung se atragantó con su propia saliva al escuchar aquellas palabras.

—¿Matrimonio? —cuestionó palideciendo, en ese momento su padre levantó la mirada y el omega notó en sus ojos y en su aroma algo diferente. Había algo más detrás de todo esa serenidad.

—Los bienes ya han sido entregados, firma y has tus maletas, no te estoy preguntado, agradece que te estoy dando un buen futuro, desde hoy tu alfa será Bogum, punto —demandó con altura.

En ese momento todo empezó a ser más evidente para Taehyung y se regañó mentalmente por evitar las señales, si no se hubiese engañado a sí mismo podría haber evitado lo que su padre intentaba hacer. Recordó en lo mucho que se esforzó para que tuviese una buena relación con Bogum, incluso el alfa intentó en más de una ocasión preguntar al respecto. Todo estuvo siempre en sus narices y el solo se hizo de la vista gorda. Se sintió tan estúpido al creer que solo quería dar una buena impresión cuando en realidad Ji hoon lo estaba vendiendo como si fuese solo un objeto y no su hijo.

—¿Papá te estás escuchando? No puedes controlar mi vida de esa forma, no voy a firmar nada, no soy un objeto que solo puedes vender al mejor postor —se quejó Taehyung. Puede que tuviese miedo de enfrentarlo, pero había cruzado la línea, realmente lo estaba vendiendo y quien sabe con cuáles beneficios que ya estaba adquiriendo, lo que ponía en una situación difícil al castaño.

—Debes estar muy confiado para tener el atrevimiento de desafiarme Taehyung —masculló su padre masajeando su frente—. ¡Vas a firmar los papeles ahora! —alzó su voz haciendo sobresaltar al omega.

—No voy a hacerlo, no eres dueño de mi vida papá —respondió Taehyung tratando de mantener la calma y su respiración tranquila, se estaba muriendo del terror, pero ya había dado el primer paso, no había vuelta atrás.

—Todo por ese maldito chico con el que te andas restregando, ¿crees que no sé qué te ves con ese alfa y que has estado con él durante mi tiempo fuera de casa? Primero dejas que Woo bin te marque y a los dos segundos ya estás con alguien más.

Al escuchar el nombre de Woo bin las lágrimas de Taehyung amenazaron en salir, no podía creer que su padre se había desecho de aquel alfa solo porque él estaba buscando uno con fortuna. El poco agradecimiento, aprecio o cualquier indicio de sentimiento positivo hacía su padre se esfumó en ese momento, definitivamente no le importaba ni un poco.

—Yo no me dejé marcar, ¡él me obligó y tú lo sabes! Jungkook fue quién me salvó de una muerte segura por tristeza y dolor, porque tú y Sehun no son capaces de ver más allá de sus propios asuntos —reclamó Taehyung y su padre lo observó con los ojos abiertos mientras apretaba su puño en la mesa.

—No me importa quién es ese alfa o lo que sea que te haya hecho, te vas a casar con Bogum y no se discute más.

—¡No es cualquier alfa! —bramó Taehyung exaltado.

—¡No me importa! —vociferó Ji hoon con su voz de mando—. ¡No te atrevas a alzarme la voz!

La voz escandalosa de su padre hizo que se encogiera en su lugar, aterrado Taehyung se puso de pie junto a su padre, quien lo tomó por las mejillas y el omega empezó a notar en sus ojos la furia que se aproximaba.

—Que Woo bin le haya dicho a Sehun solo me enfureció más saber que seguías viéndote con ese alfa, se supone que te presenté a Bogum para que olvidaras ese capricho, ¿qué es lo que tiene diferente? —cuestionó amenazante mientras estrujaba aún más las mejillas del omega, para dejarlas ir con brusquedad.

—Es mi destinado —masculló Taehyung sujetándose del espaldar de la silla detrás de él y solo escuchó una risa burlona por parte de Ji hoon, una risa que se hizo más estridente y sardónica, llena de ironía, algo que aterrorizó a Taehyung. 

—¡Firma ya lo malditos papeles! —gritó Ji hoon y Taehyung volvió a negarse dando un paso hacia atrás mientras su padre se acercaba nuevamente—. ¡Taehyung deja de desobedecerme! —vociferó acercándose peligrosamente al omega que intentaba con manos temblorosas buscar el móvil en sus pantalones.

Taehyung volvió a sentir pánico por su padre, hace tiempo que no sentía tanto miedo al punto de irregular su respiración, vio cómo su vena sobresalía en su frente y supo que en ese momento debía llamar a Jungkook o terminaría muy mal.

—Realmente estás agotando mi paciencia Taehyung —masculló apretando su mandíbula. Nervioso y aterrorizado abrió la puerta para salir de aquel lugar, si se quedaba algo terrible le iba a pasar, lo sabía muy bien.

Cuando estuvo a punto de llamar a Jungkook, la mano de su padre le arrebató el teléfono de la mano haciéndolo estallar en contra el piso, mismo que pisoteó hasta dejarlo hecho añicos. Taehyung intentó alejarse corriendo escaleras abajo, pero dos fuertes latigazo en su espada hicieron que éste cayera al piso al poner un pie en el último escalón, se quejó al sentir el ardor de los dos fuertes latigazos recibidos, miró a su padre desde el piso quien tenía el cinturón con el que siempre le pegaba.

—¿Crees que puedes solo alzarme la voz y desobedecerme sin tener un castigo? —interrogó mientras tomaba a Taehyung por el cabello obligándolo a ponerse de pie.

El castaño buscó con la mirada a Sehun en busca de ayuda, pero no lo encontró en la planta baja, sintió las manos de su padre impactar con fuerza contra su mejilla, Ji hoon lo tomó por el cuello y lo arrojó hasta la pared haciendo que éste se deslizara hasta caer en el piso sintiendo una horrible punzada en su espalda por el impacto.

En un intento de cubrirse, la hebilla del cinturón corto sus antebrazos. Sintió el cuero de la correa arder en su pecho, le pidió a su padre una y otra vez que no lo hiciera, que se detuviera, pero lo único que consiguió fueron más azotes.

—¡Maldito mal agradecido! —gritó mientras obligaba a Taehyung a ponerse de pie—. ¡Vas a firmar! —ordenó por enésima, obteniendo como respuesta una negación de su hijo.

Su padre estaba cada vez más más furioso, tanto que no le bastó solo con la correa, sino que también lo tomó por el cuello con fuerza y lo lanzó contra la pared por segunda vez. Taehyung intentó una y otra vez salir de las garras de la bestia de su papá, se arrastró por el piso con las mejillas empapadas en lágrimas, mezcladas con la sangre por las heridas del broche de metal, apretó sus ojos cuando sintió las manos de su padre arrastrarlo por los pies.

—¡Déjame! —pataleó Taehyung entre llanto con las pocas energías que le quedaban. Nunca había intentado defenderse de su padre, pero en aquel momento, mientras sentía la ira de Ji hoon quemar en cada partícula de su ser, lo intentó porque en el fondo sabía que si alguien no llegaba pronto esta vez podría llegar a matarlo.

—¡Cierra la boca! —vociferó con rabia, Taehyung a duras penas se puso de pie, no podía dejar que su padre hiciera con él lo que quisiera. En un intento de alcanzar el teléfono en la repisa debajo de la televisión sintió una patada en las costillas que lo dejó en el piso nuevamente.

Aun cuando su padre le gritaba y golpeaba con furor, intentó llegar al teléfono como sea, necesitaba a Jungkook. Se arrepintió tanto por no haberle hecho caso, debió dejar que se quedara con él, ahora estaba siendo maltratado peor que nunca y su destinado no tenía idea de lo que sucedía, le aterraba que esta vez Jungkook no llegara para salvarlo. Intentó llamarlo, aunque sabía que no funcionaría si no llevaba su marca, otra cosa por la que se arrepintió. En el fondo tenía la esperanza de que llegara.

—¡Ese alfa no vendrá a salvarte! —El omega dejó salir un fuerte grito de dolor al sentir una patada en su muñeca, creyó haber escuchado un hueso romperse y el llanto se hizo presente con el dolor atravesando todo su cuerpo.

Taehyung se arrastró por el piso con dificultad tratando de llegar a la puerta y viendo como su padre lo fulminaba con una mirada oscura y una sonrisa maliciosa en su rostro. Se inclinó frente al omega y jaloneo su cabello arrastrándolo al centro de la sala, el omega se quejaba y en un intento de salir de su agarre lo mordió y le escupió la cara.

—¡Maldito omega malcriando! —gritó soltando con brusquedad el cabello de Taehyung—. ¡Me vas a conocer! —vociferó y lo siguiente que el castaño sintió fue un palo impactar contra su espalda.

—¡No!, ¡papá no! —gritó Taehyung de dolor intentando agarrar con su mano menos adolorida el palo de madera con el que su padre le golpeaba. Sintió el sabor metálico de la sangre en su labio partido y su nariz herida a causa de un puñetazo.

—¡Firmaré! —chilló con desesperación arrastrándose con sus codos lejos de Ji hoon—. ¡Firmaré lo que quieres, pero ya no me pegues! —suplicó entre llanto, pero su padre no dejaba de arremeter contra él.

—¡Por favor! —rogó sintiendo como cada golpiza lo hacía más y más débil. A su padre ya no le importaba el matrimonio, el contrato, nada, estaba cegado por la ira y Taehyung lo pudo ver en sus ojos de lobo, grises verdosos. Y por el breve segundo que miró sus temibles ojos, percibió lo mucho que su padre lo odiaba.

—¡Papá déjalo! —escuchó la voz de Sehun desde las escaleras—. ¡Te vas a meter en un problema!

—¡No te metas, él se lo buscó! —gritó Ji hoon.

Entre sollozos, Taehyung ya no fue capaz de gritar por ayuda, escuchó como Sehun intentaba quitarle a su padre de encima, pero éste lo único que recibió fue un regaño de su padre con una voz de mando que lo obligó a obedecer. El omega tirado en el piso y siendo golpeando sin cesar se volvió un ovillo mientras sentía a cuerpo ser apaleado con fuerza como si de un animal se tratara, se cubrió el rostro mientras sollozaba, solo deseaba que se detuviera.

Su padre no dejaba de gritarle lo sucio, descarado e inservible que era. El castaño dejó de luchar, ya no soportaba tanto dolor, su sufrimiento se hizo tan grande que prefirió darse por vencido mientras era atacado con furia.

El dolor se hizo cada vez más insoportable, sus manos se debilitaron dejando al descubierto su rostro ensangrentado con rasguños y moretones. Su vista empezó a nublarse y los oídos le zumbaban, solo podía escuchar el palo impactar contra su debilitado cuerpo y el lento latir de su corazón. En ese instante, deseó más que nunca estar muerto, al menos eso le quitaría el desgarrador dolor que sufría todo su cuerpo.

—Jungkook, por favor —sollozó entre jadeos usando inconscientemente su voz de omega. Se preguntaba por qué Jungkook no había llegado a rescatarlo nuevamente, se preguntó si ese sería su último respiro, si finalmente después de tanto tiempo su padre iba a lograr su amenaza de matarlo.