Capítulo 28🐺
No tengo otro lugar a dónde ir, pues mi amor por ti es el sol, y tu corazón , para mi es el cielo —Clairel Estevez
La noche fue larga para Taehyung y Jungkook, no desperdiciaron ni un solo segundo juntos, solo hubo pausa durante la cena, ambos extrañaban tanto sentir sus cuerpos siendo uno solo, que solo fue cuestión de descanso de media hora para volver a encontrarse en un beso que los llevaba a tocarse nuevamente o el roce de sus cuerpos aún desnudos que provocaba una excitación inmediata. El ambiente entre ambos era realmente pasional, los te amo y los gemidos de placer mientras se acariciaban y dejaban marcas en el cuerpo del otro, dejaba claro lo mucho que se necesitaban.
Jungkook no creyó que Taehyung fuese tan seductor, lo supo cuando éste fue capaz de volver a recibir oleadas de placer, incluso de las tres veces que lo hicieron, él fue quien inició una de ellas. Era tan juguetón y travieso que Jungkook seguía acostumbrándose a ver ese lado de él, le encantaba, debía admitirlo. Verlo tomar la iniciativa lo ponía y mucho. La forma en la que él gateaba de sus piernas hasta sus labios dedicándole una mirada lujuriosa, como lo marcaba con una delicadeza que no dejaba de ser estimulante. Era increíble cómo podía pasar de la ternura a lo coqueto y verse tan bien, solo él podía hacer algo así, lo que volvía loco a Jungkook.
A la mañana siguiente Taehyung sintió todo su cuerpo adolorido, tanto que no se creía capaz de levantarse de la cama. Vio todas las marcas que había dejado Jungkook la noche anterior y sonrió al recordarlo. Cuando intentó moverse sintió como sus extremidades dolían, cada musculo de su espalda y sus brazos, realmente habían pasado la noche y parte de la madrugada como lobos en celo; si eso fue mientras no estaban en su ciclo, ¿Qué les esperaría cuando lo estuvieran? Taehyung creyó en lo que dijo su amigo, ciertamente no iba a poder caminar.
—Buenos días bebé oso, tenemos una hora para estar listos —Jungkook lo sacó de sus pensamientos impuros, al ver que el alfa iba medio vestido, con el torso al descubierto no ayudaba a esos pensamientos.
—¿Bebé oso? —cuestionó Taehyung aún estirado en la cama, que en ese momento le parecía de lo más cómoda.
—Así te ves al despertar, con tu cabello esponjoso y tus ojos de cachorrito tierno —explicó Jungkook sonriente mientras se acercaba al omega, dejando un corto beso en sus labios.
Taehyung se aferró al cuerpo del alfa, sintiendo la cálida piel de su pecho en su mejilla y el aroma a chocolate puro que desprendía de su cuerpo recién aseado. El omega quería quedarse así durante todo el día, pegado a su destinado, pero debía asistir a clases, especialmente cuando iniciaba un nuevo semestre, tenía un horario y maestros diferentes, en el fondo le entusiasmaba las cosas nuevas que iba a aprender sobre el arte, pero en ese momento prefería quedarse todo el día en casa con su alfa.
—¡Agh! Me duelen hasta las uñas —se quejó Taehyung al sentarse en la orilla de la cama. Se frotó los ojos con las manos y a duras penas se levantó de la cama, Jungkook no dejaba de dar vueltas por la habitación mientras tendía la cama y escuchaba los quejidos de su omega que salió de la habitación para volver con su cepillo de dientes en manos.
La noche anterior solo les dio tiempo para comer algo, en cambio el bolso de manos de Taehyung seguía estando en la sala estar, a diferencia de su maleta, Jungkook se tomó la molestia de acomodar su ropa en el closet que compartirán durante el mes.
—Son los resultados de una intensa noche de placer —replicó Jungkook viendo desde su lugar que Taehyung parecía estar contando los pasos de lo lento caminaba desde la puerta de la recamara, se rio por lo bajo al notar que tenía los ojos medios cerrados y algo hinchados. Su cabello estaba realmente esponjoso y despeinado, lo que al alfa le pareció adorable.
—¿Me dormí sin limpiarme? —cuestionó Taehyung al notar lo pegajoso que estaba su pecho y su trasero.
—Caímos rendidos inmediatamente —afirmó Jungkook—. Estabas exhausto, te llevé a la cama y te dormiste en un segundo, yo me recosté a tu lado recuperando el aliento, pero también me dormí sin darme cuenta —relató el alfa dirigiéndose al omega, dejo caer su barbilla en su hombro derecho y lo abrazo por cintura.
—Supuse que estarías muy cansado, te preparé un baño caliente para relajar tus músculos —le hizo saber Jungkook.
Cargó al omega en sus brazos con suma delicadeza, dejándolo en la tina que había preparado después de haber algunos 10 videos que explicaran como preparar un baño relajante, así que terminó por acondicionar la bañera con agua caliente, cítricos, sal y café, al principio le pareció algo muy raro, pero la verdad es que no olía mal y según su búsqueda elimina el cansancio y reactiva los músculos.
—Debiste dormir un poco más conmigo y nos bañábamos juntos —sugirió él omega sintiendo las manos de Jungkook masajear su espalda. Taehyung no pensó que lo necesitaba tanto hasta que él alfa frotó en los lugares que más le dolían, lo hizo por varios minutos.
—Eso no iba a ser posible, conociéndonos íbamos a terminar en sexo, tú no tienes las mismas energías que yo y debemos ir a la universidad —indicó Jungkook dejando de masajear—. Sumérgete más, en veinte minutos estarás como nuevo.
—Gracias, Kookie —susurró Taehyung cerrando los ojos mientras sentía el caliente del agua por todo su cuerpo, era realmente relajante.
Mientras Taehyung tomaban su baño, Jungkook preparó infusión para los dos, necesitaban reponer las energías después de una noche tan caótica. Terminó de cambiarse, mientras lo hacía el omega se le unió aun con el cabello húmedo y una toalla envuelta en su cuerpo.
—¿Cómo te sientes ahora? —preguntó Jungkook pasando por sus hombros una remera negra.
—Revitalizado —contestó Taehyung imitando la acción de Jungkook.
En cuanto Taehyung miró la hora, se dio cuenta de que debía llegar a clases en 20 minutos, se apresuró en terminar de alistarse, con desesperación preparó su mochila, salió corriendo hasta la entrada del apartamento.
—Bebe tu té, es medicinal —le ordenó Jungkook mientras se colocaba una gabardina azul grisáceo en el vestíbulo, Taehyung se tomó la medicina de un solo trago, casi quemándose la boca y salió a pasos apresurados junto a al alfa.
En el camino el omega no dejaba de repiquetear su dedo índice en el móvil, mirando cada cinco segundos la hora, dudaba que pudieran llegar a tiempo, aunque Jungkook no tena clases hasta las nueve de la mañana, se apresuró en llegar a tiempo para Taehyung, solo fue cuestión de estacionarse cuando el castaño se despidió con un beso que apenas y el alfa pudo apreciar de lo rápido que fue. Salió disparado del auto y corrió por el campus.
—¡Cuídate! —le gritó Jungkook mientras veía como se alejaba, solo recibió un corazón con los dedos como respuesta, lo que hizo que el alfa sonriera enamorado. Verlo correr de esa manera le recordó aquella vez que Taehyung lo chocó en medio del pasillo, la diferencia estaba en que ahora llevaba una boina negra que cubría parte de su cabello.
Jungkook mató el tiempo que le quedaba sentado en los bancos del patio de la facultad de artes, decidió ponerse en contacto con su secretaria y verificar la agenda que tenía para el día. Mientras tanto Taehyung no logró concentrarse por completo en su clase debido a que podía ver a Jungkook desde su aula, estaba de espaldas y él omega no dejaba de pensar en todo lo que había hecho anoche.
—Tae, ¿Qué cosas sucias estas pensando y a quién miras así? —preguntó Kyung en un susurro para que la maestra al frente no se diera cuenta de su cuchicheo.
—Ese chico va a hacer que pierda la cordura si no se va de ahí pronto —aseguró Taehyung en un susurro, mordiéndose el labio inferior. Observó como Jungkook se sentaba de lado con su móvil en la oreja, peinó su cabello a los lados y tan solo esa mínima acción lo hizo ver aún más sexi. Los recuerdos de la noche anterior llegaron y la imagen que tenía de Jungkook, jadeando, mirándolo a los ojos y empujando su cabello a los lados como lo había hecho ahora, le hacía querer besarlo en ese momento.
—Mírate, derretido por un alfa, cálmate ya, tus feromonas empiezan a ser evidentes —le advirtió Kyung. Taehyung desvió la mirada y sintió como algunos compañeros lo observaban ligeramente sorprendidos.
Se había excitado viendo a Jungkook y se sintió como un depravado, trató de evitar mirar por la ventana tanto como pudo y concentrarse en su clase. Sus feromonas de excitación fueron lo suficientemente evidente como para que algunos de sus compañeros se dieran cuenta de ello.
La hora de almuerzo llegó y estaba más que ansioso de ver a Jungkook. Mientras esperaba que el alfa saliera de clases se encontró con su mejor amigo, con quien hace mucho no compartía y evidentemente estaba enojado por eso.
—Podemos hacer algo después de clases, Mochi —sugirió Taehyung usando el apodo que le tenía, para tratar de endulzar y evitar que se molestara más.
—¿No tienes algo que hacer con Jungkook? —cuestionó desviando la mirada.
—Tiene trabajo, me estoy quedando con él, le pediré permiso para que nos veamos en su apartamento —aseguró Taehyung abrazando a su amigo por los hombros, pero este lo apartó.
—Ya deja los celos —se quejó sonriente Taehyung obligándolo a mantenerse cerca de el en un abrazo, por lo general el que hacia esas cosas era Jimin no él—. Tu querías que yo tuviera a un alfa y ahora que lo tengo tu no quieres.
—Jungkook se puede ir a la mierda —maldijo en voz baja causando la risa de Taehyung, que le resultó contagiosa y terminó riéndose junto al castaño. Taehyung sabía que su amigo y Jungkook se llevaba bien, por eso no tomó en serio sus palabras.
—Parece que estas muy a gusto con él, ¿excitándote en medio de una clase? Eso no es digno del meritorio Taehyung —señaló con las cejas levantadas.
Taehyung esperaba que Kyung no le hubiese dicho nada a Jimin, pero claramente estos dos eran el uno para el otro, ninguno mantenía la boca cerrada cuando se trata de eso.
—Solo fue por un momento —se quejó Taehyung dejando ir a su amigo.
—Estaba que se devoraba con la mirada al alfa —añadió Kyung recibiendo una mirada fulminante de Taehyung.
—Puedo hacerme una idea de todas las marcas qué hay debajo de esa ropa —señaló Jimin riendo, quien se sorprendió al ver cómo las mejillas del omega se coloraban—. Lo dije bromeando, pero parece que es verdad —expresó Jimin empujando ligeramente los hombros de Taehyung mientras subía y bajaba sus cejas.
—¿Qué tan bueno es? —preguntó curioso.
—El paraíso en la tierra —contestó de inmediato Taehyung llevando su mirada a su mejor amigo. Le sonrió y Jimin se movió emocionado en su lugar.
—¿Están hablando de sexo a esta hora el día? Respeten el horario de comida —escucharon la voz de Hoseok llegando a la mesa con su comida en manos y Jungkook detrás de él, quien tomó la mano de Taehyung y éste lo mira extrañado cuando le pide que se levante.
—Comeremos fuera —informó Jungkook al grupo mientras sostenía la mano de su destinado que ahora se encontraba de pie a su lado.
—Protéjanse y por favor no me maltrates a mi bebé —le pidió Jimin con una sonrisa cómplice.
—¿Tu bebé? —le preguntó Jungkook con seriedad.
—Sí, mi bebé, yo lo conocí primero que tú Hulk —le reprochó Jimin.
—De bebé nada más tiene el rostro —insinuó Jungkook con una sonrisa ladina y lo único que recibió fue un golpe en sus hombros por parte de Taehyung.
—Alfa insolente —masculló entre dientes y medio en broma el rubio. —Yo también te quiero Jiminie. —Fue lo último que dijo el alfa dejando a Jimin y al resto del grupo sorprendidos por la sinceridad de las palabras de Jungkook, quien mantuvo a su destinado cerca de él mientras se dirigían a la salida.
Durante el tiempo que Jungkook se la pasó sin poder ver a Taehyung, compartió bastante con Jimin, le pareció que era bastante divertido, confiado y muy franco. No tenía miedo de decir cualquier cosa, era muy hablador. Terminó comprendiendo porque era mejor amigo de Taehyung, de alguna forma él lo cuidaba mucho, casi como si fuese realmente su bebé y eso le gustó a Jungkook, pero le hacía sentir un poco mal el hecho de que éste no sabía lo que pasaba con el castaño y su padre, pero decidió callar; si su omega no le había contado debía tener sus razones y no iba a ser quien arruinara su amistad.
En poco tiempo Jungkook fue capaz de cogerle cariño a Jimin, le agradaba saber que Taehyung tenía a una persona como él a su lado, alguien con quien podía contar, en quien podía confiar con los ojos cerrados. Su amistad era hermosa y Jungkook se esforzó por llevarse bien con el omega, lo que no le resultó difícil.
Jungkook llevó a Taehyung a un restaurante que se encontraba a pocos minutos de la universidad, en todo el camino hasta la plaza su destinado no dejó de insistir en saber a dónde iban. El pelinegro no podía dejar de sonreír al ver lo adorable que se veía el omega cuando era demasiado curioso. Se pasearon por la plaza hasta llegar al segundo piso donde se encontraba el lugar que Jungkook había visitado incontables veces por la gran variedad de comida coreana.
Taehyung sonrió al ver lo acogedor que era el restaurante, consideró que debía ser bastante bueno para que estuviese tan lleno, especialmente de extranjeros. Jungkook ocupó un lugar cerca de una de las ventanas y cerca de una de las columnas del amplio lugar, donde podía tener más privacidad con su destinado, mismo que estaba encantado con el ambiente que se desarrollaba a su alrededor.
—¿Por qué hoy comemos fuera? —preguntó Taehyung luego de haber ordenado.
—Posiblemente hoy llegue tarde a casa, por eso quiero pasar tiempo a solas contigo —explicó Jungkook.
—Oh, ¿puedo invitar a Jimin mientras no estás? —cuestionó Taehyung haciéndole ojitos a Jungkook para que éste aceptara.
—Claro, también es tu casa Tae —aclaró Jungkook tomando la mano del omega que sonreía de oreja a oreja. Jungkook pensó en lo realmente feliz que éste era cada vez que su padre no estaba cerca. Es como si Ji hoon fuese la fuente de toda su infelicidad, de eso no tenía dudas.
Ambos compartieron un agradable momento mientras comían la especialidad del lugar, Bibimbap. Aún tenían media hora sobrante para volver a clases, así que decidieron caminar por el parque que se encontraba prácticamente frente al campus de la universidad. Taehyung se perdió en la hermosura de la primavera mientras caminaba de la mano con Jungkook, ambos se sentaron en uno de los bancos y echaron su cabeza hacía atrás con la mirada en el cielo despejado y el color rosado de las flores de cerezo que lo rodeaban.
—La primavera es hermosa —susurró Taehyung aún con la mirada en el cielo, sin darse cuenta que el alfa lo observaba con admiración.
—Me recuerda a ti —confesó Jungkook cosquilleando debajo de la barbilla del omega.
—¿Por qué? —preguntó el Taehyung ahora con la mirada en su destinado.
—Eres tan colorido, fresco y hermoso como la primavera Tae, tus colores son realmente preciosos y cautivadores. —Taehyung lo miró con una sonrisita tímida y sus mejillas sonrojadas. Nunca nadie le había dicho algo como eso, incluso se consideraba una persona poco «colorida» como lo describe Jungkook, creía que era todo lo contrario, opaco y para nada tan hermoso como la primavera. Que el alfa lo viera con esos ojos, lo hacía sentir la persona más hermosa del mundo.
Taehyung abrió la boca para responderle, pero en ese momento su mirada notó como a lo lejos alguien lo miraba con intensidad, solo bastó de una mirada para reconocer la silueta de Woo bin y el terror que sintió cuando éste le sonrió lo abrumó por completo. Su corazón se aceleró y de forma involuntaria su cuerpo empezó a tiritar con escalofríos.
—Tae, ¿Qué te pasa? A que le tienes tanto miedo —pregunto Jungkook alarmado cuando notó cómo Taehyung mantenía su mirada fija en el alfa que ahora se dirigía a ellos.
Por cómo el aroma de Taehyung cambió a ser mucho más amargo, supo lo realmente aterrado que estaba al ver como su cuerpo reaccionaba, le recordó cuando lo encontró en medio de la calle, marcado y temeroso de todo el que se le acercaba, tenía la misma mirada llena de terror.
—Jungkook, ¿po-podemos irnos por favor? —tartamudeó aún sin mirarlo a la cara.
—¿Por qué? Dime qué sucede Tae —le pidió Jungkook tratando de ver a quien miraba su omega.
—Por favor, no quiero estar aquí —instó con la voz temblorosa tanto como sus dedos. En el momento que el alfa se levantó para irse, Woo bin llegó a su lado.
—Taehyung, tiempo sin verte —dijo este con una sonrisa cínica sin hacerle caso a Jungkook. Cuando Woo Bin se acercó para saludarlo con un beso en la mejilla él omega tomó la mano de Jungkook con fuerza y en ese momento se encontró con los ojos del causante del estado temeroso del castaño.
—¿Tu quién eres? —le preguntó Jungkook empujándolo por los hombros ganándose una mirada de desprecio por parte de Woo bin.
—Un amigo, uno muy cercano, ¿no es así? —se dirigió al omega, quien apretó cada vez más la mano de su alfa.
—Nunca escuché de ti, claramente no quiere estar cerca tuyo, ¿Qué le hiciste? —preguntó Jungkook desafiante dando un paso hacia adelante dejando ir la mano de su destinado.
—Nada que él no quisiera, ¿Quién eres tú? —contestó Woo bin levantando su mentón con superioridad.
—La persona que te molerá a golpes si te le vuelves a acercar a Taehyung.
—Espera, no le contaste de...
—Ya vámonos, por favor —le interrumpió Taehyung volviendo a tomar la mano de Jungkook, quien le enviaba dagas con la mirada al alfa frente a él.
—¿Qué te hizo? —cuestionó el pelinegro aún con su mirada amenazante en Woo bin. El omega sintió como las feromonas del alfa empezaba a ser muy fuertes, se estaba enojando mucho en ese momento.
—N-nada, ya vámonos —balbuceó él omega al sentir la intensa mirada de Woo bin en él.
—Deja de mirarlo así —gruñó Jungkook con su voz de alfa y en ese momento, el omega supo que debía sacarlo de allí antes de que éste perdiera el control. Jungkook volvió a empujar a Woo bin, esta vez con más fuerza.
—No, Jungkook, vamos. —El pelinegro no le hace caso y toma a Woo bin por el cuello de su camiseta.
—No te quiero ver cerca de él, si quieres conservar esa sucia cara mantente alejado de mi omega —le riñó.
—¿Tu omega? Yo no veo una marca —mofó Woo bin, lo que hizo que Jungkook se enojara y le pegara un puñetazo en la cara.
—Jungkook, no, ya déjalo —Taehyung se metió en su camino tratando de evitar más alboroto—. Ven, vámonos. —Jungkook forcejeó para quitar al omega del medio, pero Taehyung hizo resistencia.
—Por favor, me quiero ir ahora —le suplicó Taehyung tratando de tranquilizar al alfa con sus feromonas, lo que finalmente logró funcionar. Jungkook lo vio a los ojos y notó su mirada llena de terror, tomó su mano y lo arrastró con él, dejando a Woo bin detrás.
Aun con las manos temblorosas y su corazón latiendo demasiado rápido caminó junto al pelinegro que no dejaba de mirar hacia atrás esperando encontrarse con el alfa que había causado terror en Taehyung casi en cuestión de segundos.
Cuando se detuvieron para que él omega recuperara la compostura y que su respiración volviera a ralentizarse. Estuvo muy asustado de ese alfa, demasiado y eso solo lo llevó a concluir una cosa, algo muy malo le había hecho a su omega, lo primero que hizo fue preguntar: —¿Quién era él?
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