Tu amor ha sido un gran encuentro, un tesoro; mi premio mayor, lo voy a cuidar, siempre, en las profundidades de mi corazón —Clairel Estévez

Cuando ambos recuperaron el aliento, Jungkook se levantó para ir al baño en el que se deshace del preservativo usado. Mientras que Taehyung permaneció con los ojos cerrados en la cama, aun reponiendo las energías gastadas, le daba pereza mover un solo músculo, cuando sintió unos brazos fuertes levantarlo.

—¿Tan rápido otra ronda? —cuestionó mientras abrazaba al alfa por el cuello y recostaba su cabeza de los hombros del mismo, inhalando su fragancia.

—Vamos a lavarnos —respondió Jungkook dejando al omega en el interior de la nueva bañera blanca ya preparada y se sienta detrás de Taehyung, a quien se le notaba agotado.

—¿Te hice daño? —preguntó el alfa en un susurro mientras limpiaba el cuerpo del omega con delicadeza.

—No, pensé qué sería más doloroso —admitió él omega recostándose del pecho de su destinado con los ojos cerrados mientras éste limpiaba su cuerpo.

—Al final si me controlé un poco, me asusté cuando te vi temblar —confesó el alfa pasando la esponja de baño por los hombros del castaño. Dónde fue sido marcando, la misma que ya había desaparecido, pero debería esperar un tiempo para volver a ser mordido.

—Es normal Jungkook, era mi cuerpo respondiendo a la oleada de placer —explicó en un murmuro él omega sintiendo la respiración del alfa en su rostro, algo que le relajaba bastante.

—No tienes que ocultar tu verdadero yo conmigo, tu has visto todo de mi, yo también quiero ver todo de ti —le pidió Taehyung dándose la vuelta ligeramente para poder ver a Jungkook a los ojos. El omega rodeó con sus piernas al alfa, quien continuó lavándolo, esta vez limpió su entrada con tanta gentileza que hacía sonrojar al omega.

—Es un poco aterrador y no quiero lastimarte —admitió Jungkook dejando la esponja flotar en el agua, mientras mojaba el cabello del omega y lo peinaba hacia otras.

—Pero, ninguno de nosotros está en celo, no puede ser tan malo —susurró Taehyung entrecerrando sus ojos al sentir las sutiles caricias del alfa en su cabello. Tomó el estropajo y empezó a frotarlo contra el cuerpo de Jungkook.

—¿Estás tan asustado por que soy hombre? —preguntó Taehyung dejando de mirarlo a los ojos, concentrándose en el movimiento de sus manos en el pecho de Jungkook. Tomó su silencio como un si.

«Entonces eso es lo que le molesta» pensó Taehyung mientras pasaba la esponja por los hombros del alfa.

—Puedo resistirlo, nuestro cuerpo está preparado para ello, no deberías tener miedo de mostrarte como eres, si te gusta azotar, amordazar y ese tipo de cosas puedes hacerlo —le aseguró Taehyung lavando el cabello del alfa que se mantuvo en silencio, viendo cómo el omega se preocupaba por él—. Después de todo, tenemos una palabra de seguridad, si por alguna razón siento que ya no puedo más, la usaré —añadió concentrado en el suave cabello de su destinado.

—No se trata de eso, yo soy... muy violento a veces, antes podía controlar mi instinto, pero contigo es muy difícil, mi lobo se apodera de mi cuerpo y mente, tengo miedo de que un día pueda hacerte daño por no saber cómo suprimir mi instinto animal.

—Jungkook, tu me quisiste con todas mis cicatrices y yo te querré como eres realmente, así seas salvaje o no —indicó Taehyung mirándolo a los ojos, cuando la verdad es que él también tenía un poco de miedo de conocer ese lado de Jungkook, pero estaba seguro de que lo soportaría y que nunca tendría que usar la palabra de seguridad.

—Es algo natural, yo se que los alfas puros responden con más intensidad a su lado salvaje y quiero conocer todo de ti, lo bueno y lo malo, es no no cambiará lo que siento por ti —le hizo saber Taehyung, Jungkook acarició la mejilla del omega con su pulgar y le dió un beso suave, lleno de amor. Taehyung le correspondió tocando su antebrazo sintiendo el reconocido cosquilleo cada vez que el alfa lo besaba de esta manera, con tanta gentileza y pasión.

—Me alegro de haberte encontrado —masculló Jungkook sobre los labios de su destinado—. ¿Estás muy cansado?

—Ahora mismo estoy más hambriento que cansado —admitió Taehyung sonriendo sin mostrar sus dientes.

—Voy a prepararte algo muy delicioso —aseguró Jungkook depositando un beso la frente del omega.

Dejó que Taehyung se quedara por un rato más en la bañera y en cuento seca su cuerpo, usa tan solo unos pantalones de chándal. Con su cabello aún goteando, sacó todo lo que iba a necesitar para la cena, dejándolo en la encimera.

Mientras sacaba un paquete fideos de cristal de despensa tarareaba una canción, cuando sintió unos brazos rodearlo, el aroma dulce de Taehyung invadió toda la cocina, algo que le encantaba al alfa, tenerlo en su departamento hacía que quisiera quedarse con él todo el día, viendo películas, abrazándolo y besándolo.

Ninguno de los dos quería apartarse del otro por más de un minuto, ahora que habían estado juntos, su conexión de destinados se hizo más fuerte, el lobo de Jungkook estaba listo para marcarlo como suyo pero el alfa quería ir al ritmo del omega, aún así las ganas de marcarlo estaban allí. El miedo a perderlo se aclimataba en su pecho con furor y es por eso que deseaba tener una vinculo más fuerte con Taehyung.

—Te ves muy bien con mi ropa —halagó Jungkook viendo que él omega llevaba la camiseta que antes tenía puesta, en su delicado cuerpo en forma de reloj de arena, la camiseta en el se veía sexi y al mismo tiempo adorable.

—Me gusta llevarla porque tiene tu aroma —señaló Taehyung sonriente sentándose en el taburete de la cocina, viendo a Jungkook cocinar.

—¿Quién te enseñó a cocinar? La mayoría de alfas que conozco no cocinan, le dejan eso a los omegas —preguntó Taehyung sacando el móvil mientras le tomaba fotos al alfa, que seguía de espaldas a él mientras cortaba algunos vegetales, su espalda estaba descubierta y se veía demasiado bien.

—Mucha gente se quedó en la antigüedad, cuando no había una ley que protegiera a los omegas, es completamente normal que un alfa sea amo de casa —explicó Jungkook salteando los vegetales ya cortados—. Pero la mitad de la población sigue pensando que solo es cosa del omega, que ellos son solo un objeto, que no tienen derecho a trabajar, eso es algo por lo que todavía se lucha; es un avance que haya una ley que los proteja, lastima que no funcione en su totalidad —lamentó Jungkook.

Esa era la forma de Jungkook decirle al omega «denuncia a tu padre», pero ambos sabían qué posiblemente sea una pérdida de tiempo, porque aunque haya una ley, ese reglamento no aplicaba para todos los casos y eso era lo difícil. Que Taehyung hiciera algo respecto a su padre, no significaba que se iba a solucionar, más bien, que después de eso, podría haber peores consecuencias con Ji hoon. Solo eso, le impedía a ambos hacer algo al respecto por esa vía.

—No respondiste mi pregunta —aclaró él castaño pensativo. Se dio cuenta que Jungkook le había cambiado el tema por completo, quizás había algo de lo que no quería hablar y cuando el alfa se mantuvo en silencio Taehyung pensó que había metido la pata.

Jungkook solo susurró un «mmm» y él omega sintió como el aroma del mismo cambió ligeramente. Habían sentimientos de por medio y no quería hacerlo sentir incómodo, por lo que estaba preparado para pedirle que no respondiera si no quería, cuando el pelinegro abrió la boca para hablar.

—Un poco mi madre, pero la mayoría de las cosas las sé por Suzy —confesó Jungkook moviéndose de un lado a otro mientras cocinaba.

—Oh, ¿y Suzy es? —Taehyung no quería presionarlo a contarle cosas que no estaba preparado para contarle pero la curiosidad que tenía en aquel momento fue mayor. Pero recordó el hecho de que Jungkook nunca lo había presionado a contarle lo que pasaba realmente en su casa y se arrepintió de haber preguntado por la chica cuando en el fondo sospecha de quien se trataba—. No, olvi...

—Está bien, me quedo callado porque nunca he hablado de esto con nadie más que con mi doctora y todavía me resulta difícil —explicó Jungkook dándose la vuelta para fijar su mirada en él omega—. Suzy fue mi mejor amiga de toda la vida y mi... omega por algunos años.

—Hace casi dos años que fue asesinada y si, recién dejé de tomar mis antidepresivos, un lazo roto de algo que no le deseo a nadie —relató Jungkook volviendo su atención a la carne de res que se cocinaba en el sartén.

—Lo siento —susurró Taehyung jugando con sus dedos sobre la encimera de granito negro—. Pero... ¿estás bien ahora? —cuestionó el castaño preocupado de que alfa aún no haya podido superar la muerte de su omega.

—Gracias a ti — respondió Jungkook sorprendiendo al omega, quien levantó su mirada encontrándose con los oscuros ojos del alfa.

—¿A mi?

Jungkook sirvió el Japchae en dos platos blancos, para luego dejarlos en el comedor, mientras que Taehyung se quedó perplejo cuando el alfa parecía ignorarlo y hasta se sintió mal por un momento. Hasta que vio como Jungkook se acercó lentamente hacía el, lo tomó por la cintura e hizo girar su cuerpo hasta él. El alfa se colocó en medio de las piernas del omega aun con sus manos en la cintura del mencionado.

—Taehyung yo estoy vivo gracias a ti —admitió mirando a los ojos al castaño, quien seguía confundido por sus palabras—. El último deseo de Suzy fue que yo encontrara a mi destinado, nunca me esforcé por encontrarte pero la Luna hizo su trabajo y nuestros caminos se cruzaron —explicó Jungkook llevando un mechón del cabello de Taehyung detrás de su oreja.

—Yo estaba agonizando cuando mi lobo interior te sintió cerca, hice un montón de cosas inconscientemente cuando en realidad mi lobo te estaba buscando, entonces sentí tu aroma en la universidad y nunca logré verte, pero en el fondo sabía que se trataba de ti y sabía que me necesitabas.

La palabras de Jungkook sorprendieron aún más a Taehyung, no esperaba que él le contara todo aquello, lo miraba con los ojos abiertos sin saber cómo asimilar toda la información que le daba.

—Así que tú me salvaste, sobreviví a un lazo roto, a una agonía y sufrimiento físico/emocional por ti. —El omega sintió un picor en la orilla de sus ojos—. Y te amo por eso Taehyung, por salvarme cuando estuve al borde de la muerte.

Él omega no pudo evitar dejar salir las lágrimas, todo lo que le decía era demasiado hermoso, nunca pensó que él realmente fuese alguien tan importante en la vida de alfa y ahora lo podía confirmar, se sentía tan pleno al saber que si le había dado algo a Jungkook, ya no podía sentirse culpable por solo recibir, él también tenía algo que darle y eso le emocionó tanto al punto de llorar.

—Gracias por aparecer en mi vida cuando más te necesitaba, es bueno saber que no fui el único en recibir algo bueno, me alegra que hayas podido sobrevivir y que... yo haya sido la causa —balbuceó Taehyung con la mirada en el piso mientras el alfa limpiaba sus mejillas húmedas por las lágrimas, levantó su mirada y vio los ojos brillosos del alfa.

—Gracias por recordarme lo que se siente ser amado, Jungkook —confesó él omega—. Yo también te amo por eso —susurró Taehyung antes de besar los labios del pelinegro.

Ambos se sumergieron en un beso pasional y sutil, con las emociones a flor de piel, era lo más sincero que se había dicho desde que se conocieron y cada palabra merecia ser sellada con un beso tan delicado y lleno de sentimientos como el que compartían, sintieron el latir del corazón del otro y cómo sus aromas se mezclaba rodeándolos en un aura de amor puro y verdadero.

*Japchae es un platillo coreano hecho a base de fideos de fécula de camote salteados con vegetales y carne, casi siempre de res.