Capítulo 19🐺🔥
🔞⚠️Éste capítulo contiene lemon, por lo que puede ser incómodo para algunos lectores. Has sido debidamente advertid@ así que lee bajo tu propio riesgo.
Que buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo —Mario Benedetti
Taehyung no podía estar más feliz y satisfecho de haber subido a la torre luego de haber visto la puesta del sol, la noche llegó tan rápido que el atardecer se fue en un pestañeo, el omega estaba con las emociones a flor de piel, lo que provocaba en Jungkook una sonrisa que no siempre mostraba, lo que hacía sentir al omega afortunado de poder apreciar su sonrisa tan encantadora.
Durante la última parte de su recorrido por la torre, Taehyung tomó tantas fotos como pudo de la gran vista que tenían, estaban tan altos que las luces de la ciudad parecían un océano de estrellas y ambos sentían que flotaban sobre ellas.
—¿Quieres cenar aquí o en casa? —preguntó Jungkook mirando la hora en su reloj.
—¿En tu casa? Yo no pienso cocinar —respondió Taehyung sujetando la mano de su alfa mientras se dirigían a la salida.
—¿Quién dijo que lo harías? Compré algunas cosas que quiero probar, pero quise preguntarte primero —explicó el alfa.
—¿Por qué tienes que ser tan caballero? Haces que me gustes cada vez más —admitió Taehyung causándole una risilla entre dientes al pelinegro.
El camino devuelta al auto es un ambiente relajado, en el que Tehyung no dejaba de hablar de todo lo que había experimentado en el recorrido, mientras que Jungkook solo lo escuchaba atento y sonriente la verlo como un niño que acababa de recibir el regalo que pidió para navidad. Durante el viaje al apartamento, Taehyung revisaba todas las fotos que había tomado, sonrío al ver la gran cantidad de selfies que llenaban su galería, incluso le tomó fotos al pelinegro en las que no miraba y resultaron ser las mejores.
Dejó ir su teléfono cuando sintió la mano del alfa en su muslo, Taehyung fijó su mirada en los tatuajes y vio cómo éste tomaba su mano para besarla con ternura, él omega dejó ir su mano para empujar hacía atrás el cabello de Jungkook con lentitud, apreciado su facciones con detenimiento; deslizó sus dedos largos por el lóbulo de su oreja hasta llegar a los aretes que éste siempre llevaba, algo que al castaño le parecía realmente sexi.
—No hagas eso —le pidió Jungkook mirándolo de reojo.
—¿Por qué?, ¿es tu debilidad? —cuestionó Taehyung ladeando una sonrisa. Él realmente sabía cómo provocar a Jungkook, le gustaba hacerlo.
Solo había visto la parte dominante del alfa a medias, mientras lo besaba o cuando lo defendió aquella noche y no creyó que desearía tanto conocer al lobo interior de Jungkook, la daba tanta curiosidad, quería conocer ese lado animal que tanto controlaba cuando estaban juntos. Dejó ir su oreja y se concentró en los labios entreabiertos del alfa, de repente el ambiente se volvió más caluroso y Taehyung solo quería besar ese lunar debajo de sus labios.
Notó que habían llegado al estacionamiento del edificio, Jungkook parecía estar demasiado callado para su gusto, cuando su lado atrevido y provocativo estaba saliendo a flote poco a poco. Una vez se quitaron los cinturones de seguridad, Taehyung arropó con sus manos el rostro del alfa, buscando contacto de labios, Jungkook dejó salir un suspiro ahogado cuando sintió los labios del omega presionar los suyos.
—¿A qué le tienes miedo? —preguntó entre besos Taehyung, pero no recibió más respuesta que un beso profundizado, Jungkook lo besaba con tanta pasión que le resultaba difícil de creer que alguien lo besara de esa manera.
«Si así besa, no imagino cómo será en la cama» era lo que estaba en la mente del omega siempre que sus labios se encontraban con los de Jungkook.
En busca de estar más cerca del cuerpo el alfa y sin separar sus bocas, como pudo Taehyung se sentó sobre las piernas del pelinegro mientras acariciaba su cabello sedoso.
—Quiero que me hagas tuyo —pidió el omega entre jadeos y su respiración agitada.
—Deberíamos llegar a casa primero, ¿no crees? —señaló Jungkook bajando a Taehyung de sus piernas—. Primero déjame tranquilizarme antes de irnos, no queremos llamar la atención —explicó Jungkook echando su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, mientras que el omega no podía dejar de ver la erección que había causado, llevo sus dedos a sus labios y observa lo realmente excitante que lucia el alfa a su lado.
—¿Has estado con un alfa antes? —La pregunta de Jungkook lo tomó con la guardia baja.
—¿Por qué preguntas eso ahora? —interrogó Taehyung bajándose de su nube de fantasías.
—Necesito saber que tanto debo controlarme —replicó en un susurro el alfa aún con los ojos cerrados.
—Si, pero es mi primera vez contigo, supongo que con un alfa puro será diferente —opinó él omega.
—Si, es diferente en muchos sentidos —confesó Jungkook. El castaño sabía que el alfa tenía miedo de algo, por eso nunca llegaban a tener nada más que un beso ardiente.
—No debes tener miedo, ¿quieres que tengamos una palabra de seguridad? —Jungkook se incorporó y mira a Taehyung como si este tuviese tres cabezas.
—¿Qué cosas crees que te voy a hacer? No soy un sádico —comentó Jungkook con una risa medio divertida y nerviosa.
Por la seriedad de Taehyung supo que no se trataba de lo que estaba pensando, puede que él no fuera un sádico, pero sabía lo bestial que podía llegar a ser, así que decidió aceptar la propuesta del omega—. Púrpura, es nuestra palabra de seguridad.
Taehyung asintió y salió del auto tomando entre sus manos el único bolso que trajo consigo. En el elevador Jungkook se sintió algo incómodo por el silencio que había.
—¿Hay algo que te molestó? —le preguntó el alfa ladeando su cabeza.
—Jungkook, ya cállate —ordenó él omega con seriedad. Jungkook lo miró sorprendido, realmente estaba probando su límite al hablarle de esa manera, la primera vez que lo hizo se disculpó y se avergonzó por haberlo hecho, pero ahora parecía orgulloso por ello.
El alfa se preguntó donde estaba ese Taehyung tierno y adorable que hace pocas horas saltaba emocionado, era cierto que le sorprendía lo osado y provocativo que era, nadie lo creería nunca. No dejó de mirarlo durante todo el viaje a su piso, esperaba con ansias llegar al apartamento y hacerle saber quién de los dos era el alfa. Demostrarle que aunque era muy amable y caballeroso podía ser tan dominante como el quisiera.
Taehyung esperó impaciente detrás de Jungkook mientras éste abría la puerta del apartamento, cuando él omega puso un pie en el interior fue acorralado contra la pared por el alfa, quien tomó su bolso y lo dejó caer al piso.
—¿Cómo tienes el atrevimiento de hablarme así? Si es tu forma de provocarme lo has logrado —aseguró Jungkook mirando a los ojos al omega, quien lo miraba algo asustadizo por su repentina reacción—. ¿Qué? No tan valiente ahora.
Cuando Taehyung abrió la boca para responder fue interrumpido por los labios de Jungkook, quien lo besó con hambre, a lo que él omega respondió con la misma actitud, dejó caer sus brazos sobre los hombros de Jungkook, seguido de un jadeo cuando lo levató del piso haciendo que el omega enroscara sus piernas en la cintura del alfa que ahora se dirigía a su recámara.
Dejó reposar al omega en la cama y se quitó la camiseta mientras le dedicaba las mas lasciva y provocativa mirada. Taehyung entreabrió sus labios de la sorpresa al ver por primera vez su pecho descubierto. Volvió a sentir los labios de Jungkook sobre los de él, un beso sumamente erótico en el que sus lenguas se encontraban con necesidad, él alfa abandonó los labios del omega para besar su cuello y en el proceso desvestirlo con lentitud, disfrutando de cada segundo en el que tenían el más mínimo contacto de piel. Además le pareció placentero desvestirlo sin prisa.
Cada vez que Taehyung sentía los dedos del alfa hacer contacto con su piel, una electricidad recorría todo su cuerpo. Se encontró tan solo en ropa interior frente al pelinegro que seguía repartiendo besos por su abdomen y sus muslos, en algunas partes succionaba haciéndolo jadear de placer. Las manos de Jungkook se deslizaron de su cintura hasta sus nalgas.
—No he hecho nada y mira lo lubricado que estás —musitó con voz ronca sin apartar su mirada del omega, era algo que le gustaba hacer, mirarlo directo a los ojos mientras lo llenaba de excitación.
Jungkook levantó ligeramente la pierna derecha del omega y volvió a besarlo con ganas, Taehyung buscó con sus manos el botón del pantalón del alfa, el cual consiguió desabotonar. Jungkook tomó sus manos con algo de rudeza y se apartó del castaño para mirarlo una vez más a los ojos.
En aquel momento Taehyung se dio cuenta que estaba frente al lobo interior de Jungkook, sus ojos se volvieron de un rojo oscuro y eso lo hacía más intimidante.
Los labios del alfa hicieron un recorrido desde su cuello hasta su muslo, en un movimiento rápido se deshizo de lo única prenda que llevaba el omega, antes de seguir, el pelinegro también se despojó de su ropa, dejando ver toda su desnudez, una que Taehyung disfrutaba. Dejó salir un jadeo involuntario al ver el miembro erecto de su destinado, en ese momento entendió a que se refería con que los alfas puros eran un poco diferente, claramente el tamaño no era el mismo, tampoco era mucho la diferencia pero notable, lo que le impresionó fue el grosor del mismo.
El alfa besó y succionó sus muslos, torturándolo con cada toque suyo, Jungkook pasó sus dedos por la entrada lubricada del omega que jadeaba sensible ante el toque, buscando con desesperación ser llenado. Despacio y con sumo cuidado introdujo un dedo que comenzó a moverse adentro y afuera cuando escuchó el primer gemido por parte del castaño.
Jungkook vio desde su lugar como Taehyung se mordió el labio cuando introdujo un segundo dedo, exploraba los puntos de mayor excitación del omega y cuando encontró su próstata metió el tercer dedo y el cuerpo del omega se retorció en respuesta. Jungkook no podía dejar de mirarlo y besar sus piernas mientras empujaba de adentro hacia afuera sus dedos ahora mojados por el lubricante natural del castaño.
—Mmm.— Los jadeos de Taehyung era música para sus oídos, escucharlo y verlo tan excitado hacia que su miembro se endureciera aun más. Sin dejar de mover sus labios, besó y lamio los pezones del omega, sintió como este erguía levemente su espalda y movía sus caderas en señal de disfrute.
Taehyung se quejó cuando el alfa dejó de tocarlo, quien buscaba entre las gavetas de la mesita de noche el preservativo. El omega siquiera había pensado en ello hasta que el pelinegro movió el paquete de un lado a otro.
—¿Estás listo? —cuestionó Jungkook con voz ronca a lo que él omega no respondió, solo quería éste por fin lo hiciera suyo, necesitaba calmar la sed que tenía de sentir a Jungkook dentro suyo.
Mientras se colocaba el condón Taehyung deslizó sus dedos por los abdominales tan marcados del alfa y acarició su brazo tatuado, nunca imaginó que éste tuviera todo el brazo y parte del hombro bañado en tinta. Taehyung sintió un tirón hacia adelante y el roce de la intimidad de Jungkook con el suyo.
Sus piernas estaban ligeramente abiertas de manera que sus rodillas rozaban su abdomen, clavó sus uñas en el brazo del alfa cuando sintió como éste lo penetraba poco a poco, apenas había entrado por completo y ya era todo un manojo de nervios. Para Taehyung mirar a Jungkook juntar sus cejas y entreabrir sus labios al entrar por completo en la cavidad del omega, era demasiado placentero.
Jungkook hizo que él omega se sentara sobre él a horcajadas, causando un gemido entre el placer y el dolor, abrazó el cuerpo del alfa sintiendo cómo su aroma a chocolate amargo se mezclaba con el de coco y caramelo del castaño. Podían sentir el latir de sus corazones, las manos del alfa se posaron en el trasero del omega mientras se movía lentamente en su interior, besó sus hombros y dejó salir un jadeo ronco en el proceso.
Jungkook volvió a dejar al omega jadeante sobre la cama, sujetó una de sus piernas mientras se empujaba de adentro hacia afuera con lentitud.
—Estás tan apretado —murmuró Jungkook entre gemidos—. Tan caliente —jadeó mientras le dedicaba una mirada lujuriosa a su destinado, quien sentía como todo su interior era llenado por el miembro del alfa, calentando todo su cuerpo en cada estocada.
Quería decirle todas las cosas sucias que estaba pensando. Era increíble todo lo cauteloso que Jungkook estaba siendo, sus movimientos lentos estaban volviendo loco al omega, necesitaba más.
—Kook, no soy de cristal, no me voy a romper si vas más rápido —le aseguró Taehyung y fue callado por un beso demasiado sensual para la cordura del omega.
—Recuerda nuestra palabra de seguridad —susurró Jungkook en su oído mientras mordía el lóbulo de su oreja.
—Tampoco me vayas...
Taehyung no logró terminar la frase cuando sintió las manos del alfa apretar su cintura mientras levantaba su pelvis para luego penetrar con más fuerza, llegando a ser más profundo. Tan solo con la mitad del miembro erecto de Jungkook podía tocar su próstata, lo que significaba que el omega podía sentir en cada embestida el conocido escozor en su interior, creía que podía quemar como la llama del fuego de lo caliente que estaba mientras Jungkook lo penetraba con rapidez y profundidad, lo que tenía al castaño gritando y removiéndose del placer que invadía cada partícula de su ser.
—¡Joder! —gimió al sentir lo profundo que podían llegar a ser las embestidas de Jungkook, quien disfrutaba de los gemidos roncos de Taehyung, su voz era particularmente profunda, así que escucharlo gemir era el mismo paraíso. El alfa se unió a sus gemidos.
Ambos estaban sumergidos en un mar de lujuria y placer. La caricias, las miradas y como Jungkook lo sujetaba con determinación y destreza, como si quisiera memorizar cada parte de su cuerpo que respondía tan bien a sus toques.
Taehyung sintió que iba a correrse muy pronto si él alfa seguía dedicándole esa mirada tan feroz y arrebatadora llena de placer mientras lo embestía. Sentía tanto placer que deseaba gritar muy fuerte, pero le apenaba ser muy ruidoso, así que cubrió su rostro con una de las almohadas mientras gemía sin control y sin vergüenza porque no tenía la mirada del alfa en el. Pero Jungkook le quitó la almohada con desesperación, al pelinegro le estimulaba verlo perder la cordura, necesitaba apreciar que tanto lo disfrutaba, entonces vio los ojos brillosos de Taehyung y supo que el deleite era demasiado. Se sentía satisfecho.
—Grita todo lo que quieras, me gusta escucharte —admitió Jungkook pasando su pulgar por los labios del omega, quien tuvo el atrevimiento de chuparlo, algo que le pareció sumamente excitante al alfa.
Ver los músculos de Jungkook contraerse mientras éste se empujaba contra el con pasión, le resultaba tan placentero como verlo desde la posición que tenían, mirarlo a los ojos y tener una vista completa de su maravilloso cuerpo le encantaba.
—Alfa, más —gimoteó Taehyung aún cuando sintió sus piernas temblorosas en señal de que se acercaba al clímax, intentaba retenerlo por un poco mas de tiempo, pero se le hacía tan difícil. Jungkook se dio cuenta de ello e inmediatamente salió de él, haciendo que el omega se sintiera vacío y se quejara.
—Todavía, quiero verte de espaldas —demandó Jungkook.
Taehyung no le dio tiempo a replicar cuando el alfa le dio la vuelta al tomarlo por la cintura, ahora se encontraba de rodillas en la cama apoyando en sus antebrazos mientras sentía las suaves manos del alfa en su piel.
—Encontré tu debilidad —masculló Jungkook acariciando las nalgas del omega—. Eleva las caderas un poco más —le pidió con voz ronca mientras pasaba su mano por la espalda de Taehyung haciéndolo bajar un poco más su espalda de forma que su trasero quedaba más levantando, dejándole una vista que endurecía aún más al alfa.
—Así —afirmó Jungkook tomándolo por la cintura y acariciando con su pulgar la entrada del omega—. Ojalá pudieras ver lo hermoso que te ves así —suspiró antes de besar las nalgas del omega que se removía inquieto bajo su toque.
—Por favor, ya —suplicó Taehyung jadeante mientras movía sus caderas de un lado a otro. Jungkook respondió a su reclamo al darle una estocada hacia sus adentros haciendo que él omega se retorciera de placer.
Jungkook lo tomó por la cintura impulsando sus caderas al interior de Taehyung, arrancándole un gemido gutural. Lo embistió aumentando su velocidad poco a poco, sus manos apretaron los glúteos del omega cuando intensificó las penetraciones, en medio de todo los gemidos y el chapoteo, el alfa tiene él atrevimiento de azotar las nalgadas del castaño, causando un chillido de su parte.
—¡Agh! —gimoteó Taehyung al sentir el miembro palpitante de Jungkook embestirlo con rapidez, estimulando cada vez mas su próstata. Creía que en cualquier momento iba a colapsar de todo el placer que sentía. Sus manos acariciando su piel, la posición que tenían era demasiado estimulante para el omega, tanto que no podía mantenerse callado.
—No te detengas —suplicó Taehyung con la respiración jadeante, sintiendo una corriente atravesar toda su columna, Jungkook lo embistió con más rapidez haciéndolo gritar mientras se desvanecía en el placer que se acumuló en su estómago hasta explotar en las sabanas, todo su cuerpo se sacudió en el proceso y sintió sus ojos llorosos al llegar a un orgasmo tan intenso que se reflejaba en su cuerpo tembloroso.
—¡Ah! —gimió Jungkook apretando las nalgas del omega mientras sentía el clímax llegar, su respiración se volvió agitada mientras todavía dejaba salir toda la excitación que había retenido. Agradecía que el preservativo era lo suficientemente resistente como para evitar anudar a Taehyung.
Ambos se tumban en la cama con sus pechos subiendo y bajando por la intensidad de su primer encuentro sexual. En el que eran uno solo, en el que sus aromas se mezclaron, Taehyung se sintió tan especial al poder presenciar los ojos rojos de Jungkook, quería que el alfa también viera los suyos.
—Creo que esta noche no dormiremos —indicó Taehyung sonriendo con cansancio. Ahora que ambos habían probado lo que se sentía ser un solo, no podrían mantenerse alejados de tan exquisita sensación.
—Que bueno que lo sabes —respondió Jungkook. Quien acarició el rostro del omega, apartando el cabello de su frente sudada, le da un beso de pico y Taehyung apoya su cabeza en el pecho del alfa mientras recuperaban el aliento.
Así, entre los brazos del alfa, mientras éste le abrazaba, memorizó cada segundo a su lado, quería siempre recordar, en esta vida y en la otra lo que se sintió ser amado. Especialmente ser amado por su destinado.
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