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Capitulo 16🐺

A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas —Mario Benedetti

Taehyung volvió a su pesadilla, siendo arrastrando y maltratado como si de un trapo se tratara. Gritó y suplicó ayuda pero nadie respondía, solo la furia de su padre hacia el. Desde el piso miraba como la figura imponente y alta de su padre lo miraba con desprecio, asco y enojo. La vena de su frente, su mandíbula apretada y sus ojos desorbitados era señal de que estaba fuera de sus cabales y Taehyung sabía que todo ese enojo sería desatado en él.

—Ese olor que llevas no es de la persona que te marcó, ese no es el aroma de Woo bin —opinó su padre poniéndose en cuclillas frente a él. Taehyung se estremeció al escuchar el nombre de Woo bin y se asusta de tan solo pensar que su padre podría obligarlo a  estar con él. Se preguntó si todas las veces que pidió ayuda mientras Woo bin lo tocaba fueron ignoradas por su padre o si el tuvo que ver con aquello.

—Ese bastardo ya no se acercará a esta casa, pero tú no dejas de ser un omega fácil, llevando el olor de un alfa, sin vergüenza, llevando su ropa —bramó Ji hoon apretando las mejillas de Taehyung con fuerza, se acercó a su cuello e inhaló.

—Es un aroma muy fuerte, ¿a quién la abriste las piernas? Seguro no es cualquier alfa si tiene feromonas así de fuertes —aseguró su padre analizando con la mirada a su hijo.

—Entonces, ese tal Jeon Jungkook es a quien te le ofreciste, es un apellido de gente importante pero yo tengo otros planes para ti, Taehyung, así que deja de ser tan puto, tu futuro esposo no querrá tener a un omega tan usado —susurró con voz burlona. Taehyung lo miró extrañado, sin saber de que estaba hablando realmente. ¿Esposo?, ¿a que se refería con eso?

—No creas que no te daré tu castigo por desobedecerme, así que levántate —ordenó mientras se ponía de pie. Taehyung se arrodilló con su cabeza en el piso tocó los pies de su padre.

—Por favor padre perdóname, no me pegues —suplicó.

—¡Que te levantes! —gritó sin ánimos y sus mejillas empapadas en lágrimas. Él omega se puso de pie, para luego ser empujado por las escaleras; sabía que se aproximaba a a su perdición, lo que causó que su corazón latiera desbocado en el pecho. En cuanto cruzaron la puerta al interior de su habitación, sintió las náuseas a avecinarse, de tan solo recordar todo lo que había pasado en aquella habitación lo hacía sentir enfermo.

—¡Ah! —gritó de dolor al sentir un azote en su espalda, luego otro que lo hizo caer al piso.

—¡Quítate la camiseta! —ordenó su padre. Taehyung obedeció porque sabía que el castigo sería peor si no lo hacía.

—Por favor, no —rogó Taehyung aún de espaldas a su padre, quien azotaba sin cesar su espalda con un cinturón de cuero que ardía sobre su piel como el fuego mismo.

Lloraba y gritaba de dolor en cada azote, fue obligado a mantenerse de rodillas con la palma de las manos estiradas al frente, las cuales ya estaban rojas por los azotes sin cesar de su padre.

—¡No te escucho pedir perdón por irte así de casa! —vociferó su padre tomándolo por el cabello obligándolo a levantarse. Taehyung a penas y podía mantenerse de pie, todo su cuerpo dolía y ardía como un demonio. Solo quería que el castigo terminara pronto, lo necesitaba, pero parecía estar lejos de acabar.

—Lo siento —masculló con debilidad entre sollozos.

Una vez más sintió el cuero del cinturón con la hebilla cortar la piel en su pecho y abdomen. Lo peor es que también recibía golpes por gritar. Un manotazo impactó en su cara, una vez más los anillos de su padre cortaron su labio inferior. Taehyung sintió el sabor de la sangre, mezclada con lo salado de sus lágrimas que no dejaban de rodar por sus mejillas.

—¡Quítate ese maldito olor de encima y te quiero haciendo tus deberes, ya! —vociferó su padre empujándolo con fuerza logrando que éste cayera al piso de espaldas, quien se terminó raspando sus codos.

En cuanto Taehyung escuchó la puerta cerrarse de golpe, dejó salir todo el dolor que sentir en gritos y sollozos. Se volvió un ovillo en el suelo, mientras sentí todo su cuerpo arder. Sentía como si alguien hubiese echado lava en todo su cuerpo, estaba muy cansado y débil, pero si no hacía lo que su padre ordenaba, las consecuencias serían peores y no creyó que podría soportarlo más.

Y así pasaron cinco días en casa, en los que Taehyung solo deseaba dormir para siempre, solo quería que él dolor se fuera, no soportaría otro día más con su padre golpeándolo hasta al cansancio y obligándolo a hacer tareas difíciles de soportar después de una paliza. Era como una tortura.

Jimin intentó ir a ver a su amigo después de que no volvió a clases por tres días. Pero su padre le impidió la entrada. Taehyung estaba encerrado en aquella casa las 24  horas del día, soportando el enojo de su padre.

Quiso ir a la universidad pero no podía mientras su padre seguía en casa, debía a esperar a que éste volviera a su trabajo y que dejara de estar enojado con él para volver a su rutina normal. Su amiga Kyung tuvo que presentar una licencia falsa por su celo.

Todas las noches, se recostaba en su cama con la mirada en su móvil, observando el nombre de Jungkook en la pantalla, pensándolo una y otra vez. Intentó llamarlo, quería hacerlo, pero entonces pensó en cómo su padre había echado a Jimin de casa, la reacción que tuvo cuando percibió el aroma de Jungkook en su cuerpo, estaba muy enojado. Con el dolor de su alma, no lo llamó, pensó que ya le había causado demasiados problemas, no quería que su padre conociera a Jungkook, que supiera su nombre ya era demasiado, si él pelinegro se asomara a su casa no sabría de que sería capaz su padre de hacerle, no a Jungkook, sino a él por haberlo llamado, estaría muerto.

Su único refugio era su habitación, en las noches podía pintar con tranquilidad pero con todo el dolor y el sufrimiento intactos. En los tres días que llevaba en casa no volvió a saber de Woo bin, eso era lo único que bueno que le había pasado. Después todos los días eran lo mismo, gritos y golpes tan solo por respirar su padre le regañaba.

***

Jungkook no pudo concentrarse en nada de lo que hacía, su trabajo, la universidad, estaba muy distraído, no saber nada de Taehyung después de tres días le estaba enloqueciendo.

En muchas ocasiones tuvo que abandonar le salón de clases sofocando y con la presión en el pecho que tanto le molestaba, sabía que algo mal pasaba con Taehyung, sabía que todo ese dolor que sentía era de su destinado y eso le martillaba en la cabeza. A penas y podía dormir en las noches, necesitaba ver a Taehyung, siempre que sentía esa presión en su pecho salía a buscarlo con desesperación, aun con el dolor lo buscó, pero no lo encontró, intentó seguir su instinto, encontrarlo a través de la pequeña conexión que tenían, pero esa conexión no era tan fuerte como para encontrarlo.

Se regañó a sí mismo cuando no pudo encontrarlo y salvarlo de lo que sea que lo hacía sufrir tanto, él debió pedirle su número, pero confió demasiado en que Taehyung lo llamaría.

Durante su búsqueda insaciable supo que Taehyung había faltado a clases por tres días, Jungkook podía asegurar que él no era esa clase de estudiante, así que intentó buscar a su amigo Jimin en la facultad de artes, pero parece que el destino no estaba a su favor y eso empezaba a desesperarlo. No desistió su búsqueda, así que durante la hora de almuerzo volvió a buscar la cabellera rubia de Jimin.

—¿Todavía sigues buscado a ese chico? —preguntó Hoseok mientras se dirigían a la cafetería.

—Taehyung no me ha llamado, tengo que ir a su casa —explicó Jungkook barriendo con la mirada el lugar—. Si ves a un omega de baja estatura, rubio, siempre tiene muchos anillos, bastante extrovertido —describió Jungkook, mientras se sentaba en la mesa que usualmente ocupaban.

—Bueno, recién se acaba de sentar detrás de ti —respondió Hoseok con desdén. Jungkook se da la vuelta rápidamente y en cuanto ubicó al omega se dirigió a él con rapidez. Todos los presente en la mesa llevaron su mirada al alfa que acaba de acercarse, todos lo miraban sorprendidos cuando éste se dirigió a Jimin.

—Necesito la dirección de Taehyung, ahora —demandó Jungkook. Sorprendiendo al omega por lo directo que había sido.

—Hola a ti también, ¿no has hablado con él desde el sábado?  —preguntó Jimin a lo que Jungkook negó con la cabeza.

—El no ha venido a clases en esta semana, ¿le pasó algo? —cuestionó Kyung junto a Jimin.

—No —respondieron al unísono Jungkook y Jimin.

—Hablemos, en privado —sugirió Jungkook viendo cómo los demás tenían toda su atención en él, sin nada de disimulo. Nadie tenía que saber lo que pasaba en su vida privada. Sabía que tan solo mencionar el nombre de Taehyung iba a traer rumores y no quería aquello.

—¿Qué sabes de él? —preguntó Jungkook cuando salen de la cafetería hasta el pasillo solitario.

—Fui a su casa estos días, su padre sigue molesto y no le permite salir de casa, ni tampoco que lo visiten, me he quedado con el a escondidas, pero todo estuvo bajo control, siquiera se acercaron a su habitación mientras estuvo allí —explicó Jimin, pero saber aquello no tranquilizó al alfa—. Hablo con el cada día, pero me sigue preocupando y no se que hacer más que estar ahí para el hasta que a su padre se le pase el enojo. Ese hombre es realmente aterrador, por ese lado entiendo a Tae.

—El tiene mi número y no me ha escrito o llamado, no sé qué te contó, pero tengo que verlo —explicó Jungkook apartando los mechones de su cabello que rozaban sus mejillas.

—Se que son destinados, lo que no entiendo es porqué él cree que no lo quieres si estás buscándolo como un loco —admitió Jimin y Jungkook lo miró con el ceño fruncido sin saber a qué se refería exactamente.

—¿Cómo puede pensar eso? —preguntó Jungkook alarmado—. Entonces por eso se estaba despidiendo de mi, su intención siempre fue alejarse —susurró pensativo.

—Piénsalo, seguro hiciste o dijiste algo que le hizo creer eso, pero ya que los buscas con tanto afán puedo darte su número para que hablen, pero su padre no te dejara pasar, menos si eres un alfa —aseguró Jimin.

Algo que le sorprendió al alfa fue el hecho de que Jimin hablaba de Taehyung como si solo se tratara de un castigo, Jungkook sabía a medias por lo que estaba pasando el castaño, lo había encontrado totalmente aterrado y no solo por los alfas que lo acosaban, la estaba pasando mal en su casa y sospechaba que su padre tenía mucho que ver con el sufrimiento del omega.

—¿Cómo es que su padre es tan controlador con él? Es un adulto —reclamó Jungkook aún más estresado.

Algo le decía que Jimin no sabía nada de lo que pasaba con Taehyung, supuso que su destinado no le contó a su amigo lo que pasó realmente aquella noche, si lo hubiese echo, su amigo no estuviese tan tranquilo al respecto.

—Es su único hijo biológico, supongo que por eso, anota —le pidió Jimin dejando de lado la conversación. Jungkook sacó su móvil de su bolsillo, donde anotó la dirección de Taehyung.

—Gracias —masculló Jungkook haciendo una reverencia.

—Por favor aclárale como te sientes realmente —le pidió el rubio a lo que el alfa solo asintió y volvió al interior de la cafetería, donde su amigo ya había terminado de comer.

En cuanto Jimin volvió a su mesa fue interrogado por Kyung y Namjoon claro que ellos no podía dejar pasar por alto lo que acababa de pasar.

—¿El está interesado en Tae? Pensé que solo le gustó su pintura —preguntó Kyung curiosa.

—Eso es algo que solo ellos pueden responder, yo soy una tumba —replicó Jimin.

Jungkook se pasó el resto de día pendiente de la hora; después del almuerzo tuvo que ir a trabajar, parecía que todo el universo conspiraba contra el. Solo quería terminar e ir con Taehyung, debía verlo, su lobo sabía que lo necesitaba, no podía quedarse de brazos cruzados. Hasta que por fin terminó con las reuniones que tenía en el día, salió disparado de su trabajo y condujo hasta la dirección que le había dado Jimin.

Mientras, Taehyung se encontraba limpiando la cocina después de haber lavado toda la ropa sucia, eran las seis de la tarde cuando aprovechaba el único momento para salir de aquella casa y sacar la basura, su padre estaba ocupado trabajado en su despacho y su hermanastro no estaba en casa, así que podía salir sin miedo ser regañado después.

Al momento de abrir la puerta se encontró con la silueta de alguien que estaba a punto de tocar el timbre, entonces el aroma a chocolate amargo y albahaca invadieron sus fosas nasales, al levantar su mirada se encontró con los ojos grandes y redondos de Jungkook.

—¿Qué haces aquí?, ¿Cómo sabes dónde vivo? —cuestionó Taehyung cerrando la puerta rápidamente y apartando a Jungkook de la entrada de su casa. Este lleva la basura hasta el contenedor a una esquina de su casa y arrastró a Jungkook hasta el parque que había cerca, en un lugar donde su padre no podría verlo.

—Mira cómo estás, te dije que me llamarás, ¿por qué no lo hiciste? —comentó Jungkook al ver el labio partido y las banditas que cubrían las heridas debajo de su cejas y en su mejilla izquierda.

—Porque tu no quieres estar conmigo —afirmó Taehyung sentándose junto a alfa.

—¿Qué te hace pensar eso?

—Te dio asco tocarme aquella noche, dejaste de besarme, solo eras amable conmigo, no debo confundir eso con otros sentimientos. Y lo entiendo, soy un omega que nadie querría tener, tan solo mírame —confesó Taehyung sin mirarlo a la cara.

—¿Qué? No, no digas eso —susurró el pelinegro—. Somos destinados, por más que quieras estar lejos de mi, siempre terminaremos encontrándonos.

—Y esa noche no te toqué porque no quería hacerte daño, no porque me dieras asco, ¿Cómo puedes pensar algo así? —preguntó Jungkook sintiéndose indignado de que él haya creído aquello—. Para mi eres hermoso como eres, no quiero que pienses que no te quiero, claro que quiero estar contigo, aunque no lo creas eres todo lo que he estado esperando desde que...

—Perdiste a tu omega —terminó diciendo Taehyung al ver que Jungkook no terminaba la frase—. Es casi imposible que un alfa como tu se interese en un omega tan problemático como yo —aseguró aún sin poder creer lo que el alfa le decía.

—Taehyung, tú me gustas y mucho, si me dejas cortejarte, verás que digo la verdad —confesó Jungkook tomando las manos de Taehyung, quien lo observó con sorpresa—. Estoy seguro que sientes lo mismo que yo cuando nos tocamos o cuando nuestras miradas se encuentran, un cosquilleo extraño que no se puede explicar en palabras.

Taehyung se perdió en las facciones tan marcadas de su rostro mientras este hablaba, sus cejas largas y rectas, su mandíbula tan perfectamente estructurada, sus labios finos siendo el inferior más grueso que el superior y ni hablar de ese lunar tan sexy debajo de su labio inferior.

—Tu no tienes que cortejarme Jungkook, en un día has demostrado el buen alfa que eres —admitió Taehyung mirándolo a los ojos.

—Entonces salgamos, no pienso dejarte ir. Luego decides si quieres ser mi pareja o no, pero no digas que no te quiero.

—De acuerdo, pero tienes que irte ahora, tengo que volver a casa antes de que mi padre te vea aquí. —dijo al levantarse del banco.

—Taehyung, ¿Quién te hizo esto? No intentes evitar la pregunta o yo mismo lo averiguaré —cuestionó Jungkook pasando su dedo indicie por el labio herido de su destinado. Le partía el alma verlo así.

—Fue papá —musitó con la mirada en el piso—.  El no es así, está enojado porque salí corriendo de casa, pero él ya se deshizo del alfa que me marcó, tranquilo.

Taehyung buscaba evitar a toda costa que Jungkook se encontrara con su padre, por eso decidió ocultarle parte de la verdad, solo necesitaba unos días para que las cosas volvieran a la normalidad. Al menos ahora sabía que podía contar con Jungkook, que él estaba dispuesta a protegerlo y eso le dio esperanzas.

—Por favor escríbeme, no puedo dormir sin saber que estas bien —confesó Jungkook peinando el cabello del omega. Acto que le pareció muy romántico a Taehyung, podría acostumbrarse a ello. A percibir el aroma de Jungkook y sentirse seguro tan solo con estar cerca de él.

Cuando llegan a la puerta, Jungkook se despide a duras penas de Taehyung dejando un beso en su frente, el omega observa como se aleja en su auto negro. Dejó salir un suspiro y sonrió levante al recordar los toques de Jungkook.

«Quiero estar contigo», «eres todo lo que he estado esperando», son palabras que resonaban en su cabeza, no podía creer que realmente alguien lo quería con todo su cuerpo maltratado y tocado, agradeció que ese alguien fuese un alfa como Jungkook.

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