Capitulo 11🐺
Encontrar a tu alma gemela es abandonar todo temor y aferrarte a la paz que te transmite tu ser amado. Es llegar a casa después del largo viaje por una vida turbulenta —Kim Jade.
Taehyung asiente con timidez, aceptando la propuesta de quedarse del alfa. El sabía que Jungkook no era como cualquier otro alfa, sino uno pura sangre, en el fondo se preocupaba de que perdiera el control por sus feromonas, sabía que no era la mejor opción pasar la noche en la casa del pelinegro, pero la seguridad que sintió en aquel momento mientras Jungkook lo miraba, no lo cambiaba por nada, no se atrevía a abandonar aquel sentimiento.
—Vamos, te ayudo a levantarte —susurró al acercarse a Taehyung—. Voy a tocarte, ¿si?
El castaño solo asiente sorprendido, es la única persona que le ha pedido permiso para ponerle un dedo encima y ese simple acto lo atesoró en su corazón. Taehyung se apoyó en su hombro para ponerse de pie y con dificultad puede mantenerse. Estaba exhausto, sin energías, con frío, pero finalmente alguien lo había escuchado, agradeció que haya sido Jungkook. .
—¿Crees poder caminar? —preguntó el pelinegro antes de seguir avanzando, recibiendo como respuesta un "si" murmurado, pero en cuanto dan el primer paso Taehyung se queja de dolor, ahí es cuando el alfa nota la hinchazón en tobillo.
—No puedes caminar, te cargaré, ¿está bien?
Jungkook lo levanta sin ninguna dificultad cargándolo en brazos y camina con la mirada en el frente en silencio.
—Oh —musitó Taehyung al levantar la mirada encontrándose con una Luna llena media rojiza.
—¿Qué? —cuestionó Jungkook afianzando su agarre en la espalda del omega.
—La Luna, está roja —masculló Taehyung volviendo su mirada al frente.
Se dio cuenta de sus palabras y pensó en todo aquello que su amigo le había contado sobre el significado de la Luna roja y los destinados, aun cuando tenia emociones extrañas hacia Jungkook, no dejó de creer que solo era un mito.
—Espera aquí. —El sonido de la voz de Jungkook lo saca de sus pensamientos—. Volveré en seguida, si alguien se te acerca grita —le pide Jungkook al dejarlo sentado en una de las sillas de las mesas frente al supermercado de convivencia, cuando nota la mirada de Jungkook en él se cubre lo más que puede, sobre todo la marca que el alfa aun no ha notado.
Mientras espera, Taehyung le vuelve a escribir a su amigo Jimin diciéndole que se quedará en la casa de alguien más, omitió todo lo que le sucedió en el camino para evitar que su mejor amigo se sintiera culpable por ello, que sabía que lo haría. Taehyung solo podía culparse a si mismo por su situación.
Estaba tan inmerso en los mensajes que compartir con Jimin que no se percató cuando un alfa se acercaba por detrás, quien llega a tomar la muñeca de Taehyung, en el momento que se preparó para gritar sintió otras manos tomarlo por el antebrazo, era Jungkook, dejó la bolsa con las cosas que había comprado sobre la mesa y con brusquedad apartó la mano del otro alfa seguido de un gruñido.
Jungkook da un paso adelante dándole la espalda a Taehyung con la intención de pegarle al chico si no se apartaba, le vuelve a refunfuñar y esta vez más alto y mostrando sus colmillos, estaba dispuesto a proteger al omega a como dé lugar.
Taehyung se encorvó cuando sintió una punzada de dolor en su estómago, los efectos de los supresores se estaban yendo y eso le asustaba, en un momento sintió dolor en la mordida que llevaba en su cuello buscó ayuda al tocar la mano de Jungkook y darle un apretón cuando éste seguía de espaldas a él.
Fue en ese instante que ambos se dieron cuenta. Cuando sus manos se juntaron casi por instinto, ambos sintieron un corriente atravesar todo su cuerpo, un cosquilleo extraño que ninguno podía explicar con palabras, sus corazones ahora latían fuerte contra su pecho y es como si hubiesen encontrado algo que no sabían necesitaban tanto hasta que tuvieron contacto piel con piel.
Jungkook sorprendido, con los ojos ligeramente abiertos miró a Taehyung por encima de sus hombros y susurró para sí mismo: "eres tu", sintió una inmensa felicidad al saber que si se trataba de su destinado, aun no lo podía creer, lo tuvo cerca por tanto tiempo y lo que sintió al tocarlo recompensó cada noche de sufrimiento.
Taehyung intentaba descifrar la extraña sensación que acababa de sentir al tocar las manos de Jungkook, nunca había sentido eso por nadie. Dejo ir la mano del alfa fingiendo que no había sentido nada de aquello, que su corazón no se había acelerado y que tenía unas increíbles ganas de ser abrazado por el pelinegro, culpó a su celo por ello.
—Vamos, a la cuenta de tres —Jungkook lo vuelve a cargar en brazos luego de haber tomado las bolsas de la mesita.
En completo silencio llegan al apartamento del alfa, al entrar llegan al pasillo amplio y espacioso que conduce tanto a las habitaciones como a la sala de estar. Taehyung pasea su mirada por las paredes grises y el piso de madera laminado, las luces de la sala son encendidas, impresionando aún más al omega por lo lujoso y sutil que era su apartamento, le asombró ver a Jungkook en cada diseño y decoración. Desde las alfombras, las plantas y las lámparas de piso junto al amueblado contemporáneo.
Jungkook lo deja en el sofá de tres plazas blanco y se aleja entrando a la cocina de planta abierta junto a la sala. Mientras barría el lugar con la mirada, sus ojos se encontraron con una pintura bastante familiar para él y sus ojos se abrieron sorprendidos. El cuadro que él había pintando con sus propias manos durante una semana se encontraba colgando en la pared encima de una banqueta marrón oscuro.
Jungkook llegó a su lado con un vaso de agua y supresores para el omega, quien no dejaba de mirar el cuadro con desconcierto, durante todo este tiempo pensó que se encontraba en la universidad y se supone que debía ser así.
—Tus feromonas, s-son muy fuertes, deberías tomarte esto si vas a quedarte aquí —tartamudeó Jungkook tendiéndole las pastillas y el vaso de agua.
—Jungkook —susurra Taehyung sin dejar ir su mirada del cuadro. El pelinegro se sorprende al escuchar su nombre de la boca del omega, hasta se sintió especial por el simple hecho de que éste lo conociera.
—¿Me conoces? —preguntó el alfa perplejo y Taehyung solo asintió mientras se tomaba las pastilla.
—¿Cómo conseguiste la pintura? —cuestionó Taehyung ahora con su vista en el chico a su lado.
—¿Cómo es que sabes mi nombre? —respondió Jungkook con otra pregunta.
—Vamos a la misma universidad, mucha gente habla de ti —replicó Taehyung en un susurro—. ¿Cómo conseguiste tener mi pintura? —volvió a preguntar el castaño.
—¿Tu eres el artista?, ¿por eso me conoces? —preguntó Jungkook ahora frente al omega quien solo asintió como respuesta.
—Eres un gran artista —halagó Jungkook causando un sonrojo por parte de Taehyung—. Fue difícil conseguirla, pagué por ella, necesitaba tenerla conmigo y ahora entiendo porqué —contestó Jungkook con la mirada en el castaño, quien solo se mantuvo en silencio.
Taehyung se aferró a la poco que cubría su cuerpo la chaqueta del alfa, baja la mirada cuando aprecia la de Jungkook, sintiendo una gran vergüenza de que él lo estuviese viendo casi desnudo y rasguñado, avergonzado de que viera sus heridas que tanto ha internado ocultar. Era la primera persona que veía sus marcas, la primera persona que conocía el lado de su vida que mantenía en secreto con vehemencia.
—Creo que ya hicieron efecto —masculló Jungkook rompiendo el silencio—. Solo hay una cama, la habitación de huéspedes la uso para otras cosas, puedes quedarte en mi habitación si te sientes más seguro. Te llevaré.
El alfa lo vuelve a tomar en brazos y lo lleva hasta su espaciosa habitación dejándolo en la orilla de la cama con lentitud, Jungkook se mantiene cerca del omega percibiendo la mezcla de aromas de otros alfas que tenía.
Taehyung piensa en lo mucho que puede controlarse Jungkook estando tan cerca de un omega en celo, en ese momento deseó que Woo bin tuviese ese autocontrol, de esa manera no lo hubiese marcado, al recordarlo sintió su respiración en su cuello y sus manos tocando su cuerpo, el miedo lo invadió nuevamente. Sabía que en algún momento tendría que volver y eso le aterraba. Sintiendo el picor en sus ojos se aseguró de que su marca estaba bien cubierta.
—Debo preguntar, mmm... —el pelinegro busca como preguntar sin hacer incomodar a Taehyung. Se pone de rodillas en el piso frente al omega, lleva su mirada a las manos del castaño y no duda en tomarlas con las suyas.
—No puedo dejar de sentir el miedo que tienes, no te voy a hacer daño, tú... —Una vez más dudó en si debía seguir, levantó su mirada encontrándose con la del omega y continuó—. Eres mi destinado y lo único que quiero ahora es quitarte el dolor que sientes, necesito saber qué pasó antes de ser atacado en la calle.
Taehyung lo miro sorprendido, no esperaba que fuera tan sincero respecto a lo que ambos habían sentido antes, para él seguía siendo extraño, dado que no esperaba escuchar la palabra "destinado", por más que quiso negarlo, supo que no había otra explicación para lo que estaba sintiendo y lo que había sentido antes tan solo con aspirar su aroma. Fue en ese momento, cuando le tomaba la mano con suma delicadeza, que lo aceptó. Realmente había encontrado a su destinado.
—Tienes que decirme qué pasó en casa, Taehyung —susurró mientras veía como él omega evitaba su mirada. Vio cómo se mordió el labio y frunció sus cejas, se estaba reprimiendo para no llorar. Su manos empezaron a temblar, ahí fue cuando Jungkook supo que había sido algo horrible para el castaño.
—Te escuché llamarme, suplicabas ayuda, ¿Qué te hicieron? —preguntó una vez más buscando la mirada del omega, quien no lo soportó más y se lanzó a llorar tan fuerte que su pecho dolía y Jungkook lo pudo sentir levemente en su interior, perdiendo el contacto de sus manos vio como el castaño intentaba cubrirse con desesperación.
—Déjame ver —le pidió el alfa consiguiendo una negación entre sollozos del omega, quien se mantenía cabizbajo.
—No te haré daño, déjame ver. —Volvió a tomar las manos de Taehyung quien finalmente cedió, las dejó sobre su regazo y permitió que Jungkook le quitara la chaqueta dejándola sobre la cama, siguió con la camisa rasgada mientras que el castaño no dejaba de tiritar con la cabeza gacha.
Para Jungkook no fue nada lujurioso despojar de su ropa al omega, puesto su pequeño cuerpo estaba lleno de marcas y lo único que sintió fue tristeza por él, odio hacía quienes le habían hecho eso. Se notaba lo mucho que había sufrido. Lo que le sorprendió más fue ver una marca entre sur cuello y su hombro, recién hecha, sangraba y parecía muy dolorosa.
Taehyung mantenía juntas sus manos en su regazo y su mirada en ellas, estaba avergonzado, le apenaba que Jungkook, su destinado tuviese que ver lo sucio que era, sabía que lo rechazaría en cuanto viera la mordida, en cuanto viera lo impuro y usado que estaba. Pensar eso, le hizo llorar aun más y esta vez en silencio, mientras sentía la mirada exhaustiva del alfa frente a él.
Rápidamente Jungkook se sienta junto a Taehyung y lo acerca a su cuerpo en un abrazo delicado, cuidando no lastimarlo, recuesta la cabeza de Taehyung en su pecho y apoya su barbilla en el cabello del omega. El castaño abrió lo ojos de golpe sorprendido por la acción, pero no rechazó el abrazo después de todo lo necesitaba.
Cuando se separaron, Jungkook apreció más de cerca la mordida y se dio cuenta de que no era tan profunda.
—¿Te hizo algo más?, ¿te tocó? —cuestionó Jungkook a lo que Taehyung negó.
—¿Te obligó a hacer otra cosa? —interrogó Jungkook en voz baja mientras volvía a tomar la mano del omega, que solo negaba a todo lo que le preguntaba.
De reojo, Jungkook observó las cicatrices en su espalda, parecían latigazos, se preguntó con qué clase de monstruo vivía como para que le hicieran todo eso, sintió rabia al saber que alguien había tocado y marcado a su destinado contra su voluntad, era consciente de que si conocía a la persona que le había hecho tal cosa, no sabría como controlarse y lo mataría a golpes, desde ya estaba pensando en hacerlo.
El alfa estiró su mano hasta el cabello castaño del omega que seguía cabizbajo y le acarició. Mirando su cuerpo herido y tan maltratado, supo que debía protegerlo, tenía que cuidar de él y darle todo el amor que necesitaba en su vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro