🐺Capítulo 4🐺
Park Jimin
—¡No le des órdenes! —gritó Jungkook golpeando la pared.
—¡Oye no rompas mis cosas! —Lo regañé pero Jungkook parecía fuera de sus casillas.
Con brusquedad se limpió los restos de mi saliva de sus labios con uno de sus guantes negros, luego lo arrojó al mueble en el que nos dimos nuestro primer beso, me lanzó una mirada significativa ¿decepción? Colocó su lengua en el interior de sus mejillas como si tuviera una paleta en la boca, estaba enojadísimo.
—Me voy, aquí estorbo.
Al decir eso me empujó y luego empujó a Taehyung porque estábamos en la puerta y salió tan rápido que no pude decirle nada. ¿Por qué se iba? Estábamos pasándola bien, es importante para mí... Tampoco quería perderlo.
—Creo que llegué a tiempo. —Taehyung respiró aliviado— Un segundo más y ya te habrías... Ese Jungkook es una molestia, ¿Vas a dejarme ser tu alfa? —Alzó las cejas– ¿O le darás el honor a ese imbécil? Tengo muchas preguntas, es que tú eres mi destinado, mi lobo me lo dice a gritos pero...
—Es difícil de explicar, ni yo lo entiendo. —Me mordí el labio— Quisiera comprender, pero te juro Taehyung que siento que no puedo vivir sin ninguno de los dos, ¿comprendes?
—Creo entender...
—¿Cómo supiste que estábamos...? Ya sabes.
—Supongo que mi lobo me avisó, la verdad ni yo entiendo el poder de un destinado.
—Yo sé que ambos son mis destinados, se me acelera el corazón de igual manera contigo que con Jungkook, quiero el bien para ambos y...
—¿Y te quieres acostar con ambos? —Alzó las cejas sonriendo ruborizado.
—Ah... así es. —Suspiré— ¿Quieres entrar? —Negó con la cabeza.
—Mejor vamos a la biblioteca real, el rey me dio mi primer semana libre para ayudarte a aclarar dudas acerca del doble destinado.
—¿De verdad? —Me mordí el labio otra vez— Es que te juro que tengo ganas de darte un besito.
Sonrío de nuevo, pude escuchar su corazón latir más rápido, me miró a los ojos dando un paso hacia mí para quedar exactamente abajo del marco de la puerta, después me abrazó colocando una mano en mi cintura y otra al rededor de mi cuello, olió mi cabello y yo su pecho. ¡Qué delicia! Frutos rojos y canela, exactamente igual a Jungkook. Luego de olfatearme se separó apretando mis mejillas cariñosamente.
—No voy a besarte... No hoy. —Hice puchero.
—¿Por qué? —Taehyung se acercó dándome un tierno beso en la frente, acto que me sorprendió. ¿De verdad se puede ser así de dulce?
—Porque hueles terriblemente a ese asqueroso alfa. —Me ruboricé— Además quiero que nuestro primer beso sea especial.
Sonreí. Después nos dirigimos a la biblioteca para investigar nuestro caso, pero antes me puse los lentes de sol oscuros para que no me viera la servidumbre. Al llegar cerramos con llave y nos dispusimos a buscar todos los libros relacionados con nuestra situación, una vez en la mesa me quité los anteojos para poder leer con claridad.
—¿Por qué lo haces? —me preguntó pero no entendí.
—¿Hacer qué?
—Fingir ser alfa.
Comencé a hojear los libros tratando de encontrar algo, él hacía lo mismo.
—Pues... Mis padres no querían que me menospreciaran por ser un omega.
—Eres el príncipe, nadie te menospreciaría.
—En eso te equivocas. —Suspiré recordando a mi prima Haejin—. Tengo una prima que nació siendo beta y casi la corren del castillo, mis hermanos y yo nos peleamos con los miembros de la corte para impedirlo.
>>Si la corte se entera que soy un omega van a vetarme de aquí, mis padres lo saben por eso ocultaron mi verdadero ser.
—¿Por qué te echarían? Digo, tu prima no es miembro directo de la realeza y sigue viviendo en el castillo.
—Ella tiene pase libre al castillo y se la pasa la mayor parte del tiempo rodeada de comodidades duerme con la servidumbre, a pesar de ser de la familia no se puede sentar a la mesa con nosotros para comer y...
—¿No puedes cambiarlo? El poder que tiene la realeza se supone que es mayor al de la corte.
—Hacer eso implica muchas cosas, son tradiciones arraigadas. Además aunque siga permaneciendo en mi vivienda, o sea en el castillo de todas maneras me harían menos, me faltarían el respeto y no se puede ser de la realeza si el pueblo no te respeta.
—Ya veo... —No supo qué más decirme, tan solo me lanzó una mirada que irradiaba comprensión.
Estuvimos en silencio durante un aproximado de cuarenta minutos, en ese lapso de tiempo veía a Taehyung de reojo esforzándose por encontrar información. Me pareció lindo, dedicado, decidido...
—¡Oh, mira! —Señaló el texto de un libro finalmente.
"El destinado es la otra mitad del alma de un lobo, encontrarse es un evento místico que provoca la pasión, deseo, amor. Las dos almas separadas se convierten en uno solo, es por eso que no estarán conformes hasta que unifiquen su amor de la manera más poderosa que existe, al hacerlo no habrá poder en la tierra que logre separarlos más que la muerte."
—La marca... —murmuré y Taehyung asintió.
—Creo que si uno de nosotros te marca dejarás de ser el destinado del otro...
—¿Y si no? —Lo miré directo a los ojos.
—Pues sería prueba y error, ¿quieres que te marque?
—No,no,no,no... —Pude notar su rostro ir en decadencia—No es que no quiera, es que no estoy listo.
—Comprendo, pero me siento inquieto con Jungkook merodeando a tu alrededor.
—¿No hay nada acerca de dos destinados? Esa era mi duda, no conozco a nadie que le haya sucedido algo semejante...
—No encuentro nada.
—Taehyung, no puedo vivir sin ti pero tampoco sin Jungkook. Quizás eso no te gusta..
—No me agrada para nada.
—¿Pero qué hago? Es el poder del destinado, no puedo ignorarlos.
—¿No te sientes ligeramente un poco más atraído por alguno de los dos? —preguntó mirándome con ansias.
—La verdad no, apenas los conocí...
—Entonces esperemos, vamos a conocernos primero, ver con quién haces más match... Dejemos que nuestras feromonas hagan de las suyas, las tuyas están vueltas locas e incluso siento que se te va a adelantar el celo. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste en celo?
—Hace cinco días...
—¿Y saciaste tus deseos?
Negué con la cabeza.
—Paso mis celos de manera turtuosa en mi habitación porque si alguien me mira en ese estado se daría cuenta de que soy un omega. No puedo evitar romper las lentillas y ocultar mi olor cuando estoy caliente.
—¿Y estas caliente ahora? Pregunto porque hueles terriblemente a césped recién cortado.
—Por supuesto que estoy caliente, mucho más si me miras como lo estás haciendo justo ahora. —Sonrió ante mis palabras.
—Bueno, es que eres un trozo de carne que quiero comer...
—¿Y qué te detiene? —cuestioné cerrando el libro y relamiendo mis labios.
—Ya te dije antes, el terrible aroma de tu otro destinado.
Por lo menos acababa de aceptar que Jungkook es mi destinado, sonreí acercándome a él para acariciarle la mejilla. Su piel era suave y cálida, pude notar que se erizó ante mi toque.
El radio de Kim comenzó a hacer sonidos extraños, ni siquiera había notado que lo tenía pegado en su cinturón. Con sus dedos largos presionó un botón llevando la bocina a la boca para hablar.
—Aquí Kim Taehyung, cambio.
—Señor, un alfa se está peleando con el príncipe Park Yoongi en el jardín del castillo, cambio.
—Creo que no podré tener mi semana libre —dijo eso dirigiéndose a mí, después volvió a presionar el botón— ¿Por qué me hablas y no lo contienes?
—Se trata de un noble, nosotros no podemos lastimar a un noble o miembro de la realeza, cambio.
—¿Jungkook? —pregunté asustado, luego me dirigí corriendo a la puerta de la biblioteca.
—¡Hey! No olvides tus lentes. —Taehyung me entregó los lentes oscuros, después corrimos juntos hacia el jardín del castillo.
El sonido del gruñido de mi hermano y de mi destinado inundaban el lugar. El par de lobos negros de más de tres metros se gruñían viéndose a los ojos, mi corazón invadido de emociones no sabía qué hacer porque por un lado estaba mi hermano de sangre y por el otro mi destinado. Taehyung que estaba a mi lado rasgó sus ropas convirtiéndose en un enorme lobo blanco, él se paró junto a Yoongi para tratar de calmar a Jungkook. ¿Por qué había iniciado esa pelea? ¿Qué fue lo que la desató.
—Hyunjin, saca a todos de aquí que esto es una discusión... Familiar —ordenó Taehyung al agente rubio que resaltaba de entre los demás. Sus ojos eran azules, se trataba de un omega.
El rubio sacó del jardín a los agentes de seguridad que estaban cerca, pude notar a Jungkook hacerse todavía más grande porque ya no era solo un lobo contra él; eran dos.
—¿Quieres ganar puntos poniéndote del lado de los Park? —preguntó Jungkook con voz gutural.
—¡Calma a tu puto lobo, mi deber es proteger a la familia real! —gritó Taehyung.
—No necesito ser protegido de este sujeto —masculló Yoongi.
El tal Hyunjin también se transformó en lobo, él se puso atrás de Taehyung dispuesto a defenderle, ese acto provocó que sintiera un hueco en el estómago y una rabia. ¿Por qué estaban todos en contra de mi Jungkook?
Mis manos comenzaron a temblar, mis ropas a rasgarse y de un momento a otro ya estaba convertido en lobo. Corrí hacia Jungkook parándome frente a él, mis ojos azules estaban expuestos, Hyunjin se sorprendió ante tal revelación, Yoongi se quejó en voz baja, Taehyung dejó de gruñir y Jungkook me miró impresionado porque quizás creyó que tampoco estaba de su lado.
—Si lo quieren lastimar primero tendrán que matarme —dije tratando de hacer una voz de mando, la voz de mando que mis padres me enseñaron a imitar de los alfas.
Jungkook soltó un pequeño aullido que parecía más un ¿llanto? Luego se transformó en humano de nuevo. Estaba completamente desnudo, quería pasar mi lengua por su hermoso y perfecto cuerpo bien esculpido. Sin embargo me contuve porque habían testigos y además quise proteger su integridad tapándolo con mi pelaje para que nadie más lo viera.
—¿Te pondrías en mi contra para defenderlo? —preguntó Taehyung en un hilo de voz.
—No permitiré que nadie los lastime a ninguno de los dos.
—Jiminah, soy tu hermano, que traición —se quejó Yoongi.
—¿Traición? —Era papá Jin saliendo al jardín acompañado de Hoseok, quien llevaba un montón de prendas en los brazos—. Ese par son los destinados de Jimin, no te atrevas a querer ponerlos en rivalidad —añadió y mi hermano rodó los ojos.
—¿Por qué pelean? —lloriqueó Hoseok.
—Eso no importa, ahora quiero que manden a dormir a sus lobos,se vistan y se pongan esta ropa —ordenó papá Jin.
Me acerqué a Hobi para tomar varias prendas con los dientes, entregárselas a Jungkook y que de esa manera se vistiera mientras lo cubría con mi cuerpo. Después me oculté atrás de un arbusto para cambiarme, el resto hizo lo mismo. Una vez todos listos nos reunimos en el centro del jardín con papá Jin y Hoseok.
—Ahora sí, niñitos. ¿Qué pasó? —preguntó papá.
—Yo solo le pregunté a Jungkook por mi hermano y él me contestó muy grosero —dijo Yoongi viéndose las uñas.
—Al parecer la familia real ama las mentiras —masculló Jungkook y Yoongi sonrió. Yo más que nadie sé que mi hermano puede ser sarcástico, petulante y molesto. Así que no creo que le haya dicho exactamente eso.
—No pudimos detener la discusión porque se trataba de un noble y un príncipe, su alteza —dijo Hyunjin haciéndole reverencia a papá.
—Lo sé, lo sé... —contestó despreocupado.
—Y bueno, para que todo quede claro, Jimin me defendió a mí. —Jungkook me tomó de la cintura con fuerza replegándome en su cuerpo—. Eso significa que me eligió como su alfa. —Sonrió radiante como si el lobo furioso de hace un par de segundos ya no existiera.
—¿Es cierto, Jimin? —preguntó Taehyung— ¿Lo eliges a él?
—Por supuesto, mira y envídiame —Jungkook contestó en mi lugar.
Acto seguido me besó sin pedir permiso, sin previo aviso, provocando que todos los presentes, incluido yo nos sorprendiéramos en gran manera. ¿Por qué besaba tan deliciosamente bien?
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