Sungyo dejo su estancia y se interno en el bosque, a partir de aquel día donde había perseguido a Jimin, todos los días iba al bosque en su forma animal y se daba una ronda.

Hoy no era la excepción, así que en su forma animal corrió hasta aquel lugar donde aquella fila de árboles estaba.

Extrañamente se sentía inquieto y su lobo estaba igual o quizás peor y él no lograba entender el por qué.

Moviéndose de izquierda a derecha vigilaba y a la vez buscaba un lugar por el cual escabullirse, pero no había punto ciego.

Aparte de los alfas centinelas que vigilaban se mantenían al acecho, si cruzaba sin el permiso del alfa de aquel territorio sabía cuál sería su suerte, pero también sabía que al ser inmortal aquel alfa no podría ganarle.

Agradecía el hecho de haber viajado a Daegu, hace dos semanas que estaba en aquella ciudad, jamás pensó que mientras se daba una ronda por aquel lugar se iba a encontrar con lo que buscaba.

Sabía que debía volver a Busan, después de todo él era el Alfa de aquella ciudad y como tal debía regresar.

Un tenue aroma a canela inundó sus fosas nasales y aquel lobo inhaló fuertemente aquel delicioso aroma que lo dejo medio bobo.

De entre los árboles observó como un hermoso lobo entre grises y negro pelaje salía, caminando lentamente, olfateando en el aire.

El poco aire que contenía aquel lobo se fue a la nada cuando sintió aquello nuevamente.

Hoseok quien le había salido temprano aquel día, jamás espero que aquella sensación y aquel aroma le acorralaran cuando cambio a su forma de lobo.

Su Omega se dejó guiar por aquel leve aroma a roble e incienso en al aire, aquel aroma lo tenía levemente adormecido y pese a que su lado humano le asustaba al parecer su lado animal estaba más que alegre pues rápidamente había salido corriendo en sus cuatro patas hacía afuera de la manada.

Debía estar loco para salir sin la custodia de algún Alfa o Delta de aquel lugar.

Sungyo instó a su lobo a alejarse de aquel lugar para ver si aquel lindo Omega le seguía.

Efectivamente si, el lobo grisáceo le siguió e inconscientemente su lobo meneo la cola alegremente.

Era él verdad?

Tenia que ser él, de lo contrario su lobo no estaría reaccionando así.

Llegaron a un pequeño claro, algunos árboles a su alrededor pero no muchos, Sungyo le esperó pacientemente sentado en sus dos patas traseras.

Hoseok llegó a aquel lugar siendo guiado por su Omega, su pecho subiendo y bajando lentamente, con su hocico olfateando el lugar.

Sus ojos se encontraron.

Alzándose en sus patas el lobo negro como la noche se acercó hasta el pequeño lobo Omega.

Olisqueando en el aire aquel aroma a canela y tierra mojada.

Su aroma no era el mismo de hace años atrás, pero puede afirmar que sin duda de trata de su Omega.

El que le fue arrebatado tan cruelmente.

Hoseok se sentía entre adormilado y maravillado con aquel lobo que lo veia y olfateaba minuciosamente.

"Omega" una voz en su cabeza se dejó escuchar.

Voz que erizo cada pelo del lobo con tan solo escucharla.

"Alfa" fue la respuesta inmediatamente de Jung. Quería menear la cola pero se contuvo.

Si lo hacía, sabría el Alfa cuan ansioso estaba porque se acercara más de lo que ya estaba.

"P-pequeño" aquel susurro caló hasta el alma del Omega.

Una pequeña pero extraña sensación se instaló en el pecho de Hoseok cuando escucho aquel susurro lastimero.

"Alfa?" dijo duduso en su mente.

Sungyo se acercó aún más al lobo y se plantó justo frente el, sus hocicos casi rozándose, había algo en aquellos ojos que veían detenidamente a Hoseok.

El omega se sintió levemente cohibido ante aquella mirada, por alguna extraña razón lo hizo sentir nostálgico.

Sungyo no daba crédito, el seguía un poco anonadado por ver la reencarnación de la que fue su pareja que simplemente había quedado sin palabras, su lobo estaba igual y muy internamente sentía la necesidad de cambiar y abrazar a aquel lobo. Pero su contuvo, aún no era tiempo.

Se alejó a regañadientes de aquel lobito y forzó al suyo para irse de aquel lugar.

Había sentido la presencia de alguien más acercándose y no lo podían ver a él.

Se giró para ver cómo aquel Omega lobo inclinaba su cabeza al verle, y como los ojitos de aquel lobo se veían brillosos.

Haciendo uso de todo su auto control sólo dijo lo único que podía decir.

"Volveré por ti, ahora que te encontré no te dejare ir tan fácil"

Dicho aquello Sungyo emprendió su huida de aquel lugar.

Bien y ahora que?

En sus planes jamás estuvo la posibilidad de reencontrar a su pareja.

Aquel hecho lo había tomado por sorpresa.

Debía dejar a Jimin ahora que encontró a su pareja nuevamente?

Aquel pequeño pensamiento seguía rondando en su cabeza, mientras más se alejaba de aquel lugar más desesperación e incertidumbre sentía.

Y si......?

El lobo sacudió su cabeza, no debía de pensar en aquello, no cuando a vuelto a encontrar a su pareja.

Ya lejos de aquel territorio se volteo para ver y aulló fuertemente.

Ahora sabía dónde estaba su pareja.

Pero primero debían hacer algo con respecto al tema de Jimin.

Remordimiento azotó fuertemente al lobo al recordar todo lo que le había hecho a Jimin, cegado por la ira y la tristeza.

Dudaba que un día Jimin pudiera perdonarle por lo que hizo.

Hoseok se giró en su cuatro patas y encaró al lobo que provocó la huida de aquel hermoso lobo negro.

Aquellas palabras dichas por aquel lobo le habían calado hasta el más mísero hueso.

Habían alterado su corazón, y Hoseok no podía saber si para bien o para mal.

El olor a pino y café se dejo sentir mas cerca y Hoseok no tuvo ni que pensar en quien podría ser.

Conocía muy bien aquel aroma.

Un frondoso lobo entre tonos de café claro se dejó ver, olfateando en el aire y luego enfocando sus ojos en los del Omega.

Hoseok corrió hacia el lobo y se le tiro encima, lamiendo la cara del otro lobo mientras movía su cola.

Aquel era el típico saludo entre ellos dos.

Cuando Hoseok se apartó del lobo y se sentó en sus dos patas traseras mientras su cola se seguía moviendo, Namjoon se incorporo y luego gruño cuando se vio lleno de brozas el omega gruño igual porque era obvio que aquel era un regaño de parte del alpha.

Namjoon le hizo un ademán y Hoseok lo capto.

Namjoon le pedía regresar a la manada.

Antes de irse de aquel lugar Hoseok se volteo al escuchar el fuerte aullido de un lobo a la lejanía, escucharlo sólo alteró su corazón.

Namjoon se volteo moviendo sus orejas cuando escucho aquello, vio como el omega de Hoseok también se había volteado y por una milésima sospecho que Hoseok sabía quién era el dueño de aquel extraño aroma que había en el aire.

Era leve pero el incienso se podía oler al igual que el roble húmedo.

Mas no dijo nada y en completo silencio, ambos lobos se encaminaron nuevamente hacía la manada.

Donde era seguro que al llegar, él iba a recibir una buena reprimenda por parte de Yoongi y del beta Seokjin, aquello era seguro.

Pero no importaba, porque sin intencion alguno había encontrado a su pareja.

Vaya cosas de la vida, el mundo era tan jodidamente pequeño cuando quería.

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