Destinados 10
20 de agosto año de 1879.
Las calles estaban llenas de decoraciones festivas, las personas yendo y viniendo de un lado hacía otro.
Las manadas estaban festejando el celo lunar.
Una festividad que duraba al rededor de un mes, donde las parejas que no habían encontrado su alpha, alfa u Omega podían encontrarlos o encontrarlas.
Era una tradición en todas las manadas realizar el rito o ceremonia, cada que una nueva pareja se acoplaba y formaban el lazo de unión.
Durante ese mes la luna no se escondía, era como tener todo un mes en celo bajo los efectos de la luna llena.
Así era agosto para los lobos, un mes de calor y apareamientos.
Park JiMin un Omega muy perseguido por cada alpha, alfa u beta, estaba a las orillas del río, recolectando felizmente unas flores que sólo nacían a las orillas de ellos, para poder ir a visitar a su amigo y dejarlas en su tumba, quería que hoseok siempre estuviera rodeado de amapolas, de lotos y rosas, después de todo el aroma de su amigo siempre fue único.
Él aún llora su muerte, han pasado tan sólo unos nueve años, pero Jimin lo extraña tanto.
La muerte de su amigo fue tan... Jimin no sabe cómo describirla, porque él sólo recuerda que tocaron a la puerta de su casa un jueves tres de agosto, para uno de los festivales lunares, los oficiales. Y le informaron que habían encontrado un cuerpo sin vida cerca del pedestal de lago.
Jimin no necesito más, sabía que él único que siempre visitaba ese pedestal era su amigo, su hermano del alma, aquel Omega tan preciado y amado por todos, Jung hoseok.
Para jimin ese año fue el peor de su vida, tener que ir a su funeral y luego su entierro, fue un infierno, pero su dolor no se comparaba al de la pareja de su amigo.
Jimin nunca pudo conocerlo, ni ver su rostro, pero por como hoseok hablaba de él, con aquella hermosa sonrisa de enamorado, sabía cuan increíble era la pareja.
Hoseok siempre hablaba de un alfa cariñoso, uno sobre-protector y sonriente. Hobi siempre le decía que le encantaba el aroma de su alfa, aunque nunca le dijo cual era su aroma, él presentía que entonces era un aroma especial.
Jimin recuerda haber visto a un hombre incado llorando frente a la fosa donde hoseok estaba siendo enterrado, él recuerda haberle escuchado llorar desconsoladamente pidiendo que no le dejara sólo, que lo amaría para siempre y por siempre. Él recuerda el sentimiento de angustia que pudo sentir provenir de aquella persona sin rostro y corazón rotó.
Y sin pensarlo nuevamente se encuentra llorando mientras corta las flores y las coloca en la canasta. Limpia sus lágrimas con el dorso de su camisa y se incorpora. Tiene que ir a dejar las flores en la tumba de su amigo y regresar para acompañar a su hermano a la ceremonia de apareamiento.
Cuando se disponía irse caminando rumbo al cementerio de la manada, escucho unos sollozos no muy lejos de donde él estaba.
Se volteo a ver quien era la persona que lloraba desconsoladamente, el aire estaba impregnado del aroma de la tristeza. Así que a pasos lentos se acercó hacia aquel individuo quien no se había percatado de su presencia.
“No se porque llora, no entiendo su dolor, pero puede decirle que su pareja estuviera muy triste de verlo asi”
El desconocido levantó la mirada, sus ojos rojos al igual que sus mejillas y la punta de su nariz, una imagen un poco cómica y deprimente. Él alfa vio el anillo de matrimonio en su dedo anular y sonrió melancólico.
“Estoy seguro de que su pareja lo esta viendo justo ahora, así que sonríale al cielo, y digale cuanto le ama”
Jimin le tendió su pañuelo para que él triste alfa limpiara sus lágrimas. Quizo agradecerle pero el pequeño Omega ya no estaba enfrente suyo.
Inhaló el aroma del pañuelo, olía delicioso, peonías era el aroma más floral que había inhalado, después del aroma único del que fue su Omega hermoso.
Él extrañaba tanto a Hoseok, él había sido su salvavidas, el Omega por el cual él se mantenía a flote, pero su felicidad se le había sido arrebatada hace nueve años atrás.
No ha habido día o noche que él no buscará a los malditos desgraciados que le quitaron su Pilar de vida.
Porque el amaba tanto a su Omega, era su destino después de todo, a pesar de que él era mucho más mayor, amaba con todo su ser aquel hermoso Omega que en un pedestal de rosas cerca del lago, le había regalado una hermosa rosa azúl como agradecimiento por haberle defendido de una parvada de alfas alcohólicos.
Sonríe al recordar la hermosa risa de su Omega, pero también recuerda la hermosa sonrisa que aquel Omega le ha regalado, y con ese gesto sintió su corazón acelerarse.
El buscaría a aquel Omega, lo encontraría, lo cortejaria y lo marcaría como suyo.
Después de todo al parecer la madre luna le había otorgado una segunda oportunidad de ser feliz.
Y mientras kang estaba soñando con su supuestamente nuevo Omega. Otro original que estaba en la busca de su pareja había estado observando todo aquello desde la sombras.
Él había sido atraído por el exquisito aroma de las peonías, y su lobo había estado tan impaciente que como si estuviera hipnotizado había seguido aquel aroma desde el otro lado del río.
Lo había encontrado, aquel precioso Omega era suyo, era su destino, pero al parecer no parecía el único que había pensado igual.
Pero él no iba a dejar que otro alfa pusiera las manos sobre su preciado destino. La madre luna lo había guiado hasta la ciudad de busan, un sentimiento indescifrable se había instalado en su pecho que no se quitó hasta que el estuvo pisando tierras de busan.
Ahora lo entiendia, aquel sentimiento, el anhelo había sido producto del llamado de su Omega lobo, había pasado años buscando en cada rincón, en cada manada pero ningún y ninguna Omega había llamado su atención, ninguna ciudad u pueblo lo retenía por más de dos días.
Hasta que detuvo su rumbo en Busan, había sentido que alguien le llamaba, podía escuchar el murmullo de los árboles a su alrededor, aparte de que sus subordinados estaban cansados, decidieron pasar la noche en Busan en el bosque. Ahora supo la razón del por qué.
Su Omega, su destino estaba ahí. Esperando por él, asi que como tal. Él lucharía por conquistar a aquel hermoso Omega, con un delicioso y exuberante aroma que activo todos sus sentidos.
Él lo protegería de todo aquel que quisiera ponerla una tan sóla mano encima.
Después de todo, él como original se aseguraría que aquel bello Omega fuese suyo en todas las de ley lobuna.
No te olvides de votar y comentar♥️☀️
Que empiecen los juegos del hambre😎😎.
Jajajajaja ahre no. Espero os guste este capítulo UwU.
Veamos cómo se desarrollo la historia de estas tres almas en el pasado.
Lee: The Fairy and a Doctor
Crazy in love
Llama de deseó
Unique different and Special
El quarterback.
Un besooooooo~ y nos leemos pronto UwU.
MinMin☀️
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